Tú, yo… y mi papá – Capítulo 2

Capítulo 2: «Consejos amistosos»

Fanfic: Tú, yo… y mi papá


Bra siente que su corazón ha encontrado a la persona indicada y la idea de una fiesta la tiene muy entusiasmada, pero… ¿cuánto tiempo durará esto?

Luego de despedirse de su amigo, Bra entró a su casa algo cansada, porque todavía no terminaba con sus evaluaciones escolares, pero también emocionada después del paseo que había tenido en compañía de Jason… Ese chico sí que era especial. Sacudió su cabeza y de nuevo su semblante se tornó pensativo… algo la preocupaba y esto era desde que supo del baile de graduación…

  • BL : ¡Hola, linda!… Llegaste temprano… –saludó Bulma mientras entraba a la cocina. A juzgar por el overol de trabajo que llevaba, Bra dedujo que estaba trabajando en el taller…
  • BR : Ah, mamá… Sí, bueno… es que… –sonrió un poco dudosa de contarle a su madre del reciente paseo con su amigo…
  • BL : Me sorprendí… –continuó mientras se servía un refresco de la nevera–. Como siempre te vas a nadar después de clases, pensé que… ¡Oh, claro! qué tonta… Olvidé que estás en exámenes finales… Dime, ¿cómo te fue?
  • BR : Sí, bien… muy bien… –contestó y luego preguntó con algo de duda–. ¿Y papá?… ¿dónde está?
  • BL : Donde siempre… encerrado en su cámara de gravedad… Ya sabes que no sale de allí en todo el día a menos que su estómago y sus tripas lo obliguen… (entiéndase: hambre)
  • BR : Sí, por supuesto… –dijo riendo mientras pensaba…– «Ay, caray… Espero que no me haya visto con Jason… Eso sería lo peor que podría pasarme…«
  • ??? : ¿De qué tripas están hablando? –dijo una voz a sus espaldas, haciendo que Bra casi saltara hasta el techo del susto…
  • BR : ¡¡¡AAAAHHHH!!!… –gritó y rápidamente se dio vuelta para encontrarse con la ceñuda mirada de su padre y dijo sonriendo nerviosamente–: ¡¡Papá!!… ¡qué agradable sorpresa!… Ja,ja, me asustaste…
  • VG : ¿Y por qué debería hacerlo, eh?… –respondió sin cambiar su expresión–. Además, me extraña que te hayas asustado, ya que se suponer que puedes detectar el ki de cualquiera perfectamente…
  • BR : Es que… no te sentí. Eeh… estaba distraída… –contestó sientiendo que se ponía más nerviosa, detalle que captó la atención del príncipe de los saiyas…
  • VG : Muy mal… Eso quiere decir que estás perdiendo habilidad, así que en cuanto salgas de vacaciones, entrenaremos como es debido para que recuperes tu nivel… Y eso también va para tu hermano… –sentenció.
  • BL : ¡Vegeta, por favor! –intervino Bulma, que hasta el momento se había limitado a observar–. ¡No voy a permitir que tengas a los chicos todas sus vacaciones encerrados en tu cámara de gravedad!… ¡Habráse visto!
  • VG : ¡Mujer, tú misma te has dado cuenta que este par de flojos han descuidado sus entrenamientos bastante y si en estos momentos se enfrentaran a un enemigo como Cell o Majin Buu, acabarían hechos polvo!… Por eso, en esos días de vacaciones, se pondrán al corriente… –miró a su hija–. Supongo que estás de acuerdo conmigo, ¿no, Bra?
  • BR : ¡¡Sí, papi!!… Lo que tú digas estará bien… ¡Tienes toda la razón! –respondió entusiasmada mientras se decía mentalmente– «Ay, ay… Tengo que desaparecer de aquí… Estoy casi segura que papá me vio a la hora que llegué… Pero para eso tengo que seguirle la corriente…«

Bulma y Vegeta se quedaron sorprendidos por la respuesta de Bra, tanto que Bulma dejó caer su lata de refresco al piso…

  • BR : Oigan… ¿Pero qué les pasa?… ¿Dije algo malo? –preguntó fingiendo inocencia.
  • BL : No, nada, cariño… –titubeó–. Sólo que nunca te había escuchado hablar así… Me dejaste sin palabras, ya que normalmente no eres así…
  • BR : Pero mamá… eso no debería extrañarte… –siguió con el juego–. Recuerda que soy la hija del príncipe de los saiyajins y lo tengo en mi sangre… jeje –comentario que dejó más sorprendida a Bulma.
  • VG : «Aquí está pasando algo muy sospechoso…» –pensó frunciendo el ceño–. «Creo saber lo que se trae entre manos esta chica…«
  • BR : Bueno… yo me retiro porque tengo mucho que estudiar… ¡nos vemos! –y cuando estaba a punto de salir de la cocina, sintió que algo la detenía de la polera…
  • VG : Un momento, señorita… –dijo Vegeta mirándola de reojo con una expresión de misterio sin soltarle la polera–. Me extraña que de pronto quieras entrenar duramente… ¿Y por qué la prisa en irte?
  • BR : Pero papá… ya te dije que tengo que estudiar para mañana, es muy importante… ¿O vas a dar el examen por mí, eh? –contestó tratando de soltarse.
  • VG : Yo no quise decir eso… Simplemente que normalmente tú no eres así… –y volvió a preguntar acercándose a ella–: ¿No será que te estás «juntando» con alguien?
  • BR : ¡¡PAPÁ!! –gritó soltándose, molesta por su comentario–. ¡¡Ya no digas más tonterías, eso es absurdo!!… ¡Me voy! –y dándose media vuelta, sobre todo para evitar que Vegeta viera su sonrojo, subió a su habitación.

Ambos se quedaron mirándola desconcertados. Bulma no comprendía su actitud y Vegeta tenía claras sospechas que su hija escondía algo que lo averiguaría tarde o temprano. Bulma lo sacó de sus pensamientos, molesta…

  • BL : ¿Ya viste lo que hiciste, genio?… ¡Hiciste que Bra se ofendiera con tus comentarios y ni siquiera se acordó de almorzar!… –le replicó, comentario que Vegeta respondió tranquilamente…
  • VG : Esta chica esconde algo, mujer… y por su actitud pareciera que está saliendo con alguien… –terminó de decir en tono irritado.
  • BL : ¡Vegeta, por Dios!… –golpeó su frente–. ¡Ya no empieces de nuevo con tus celos estúpidos!… ¡¿Y por qué crees que es eso, eh?!
  • VG : A la hora que regresaba de la escuela, la trajo un muchacho subido en una de esas cosas inútiles que ustedes llaman motocicletas… ¿Qué dices a eso, mujer sabelotodo? –dijo mirándola de frente, como probándola.
  • BL : Yo no le veo nada de malo… Podría tratarse de un amigo de ella que le hizo el favor de traerla a su casa… –respondió sin inmutarse.
  • VG : ¿Y por qué tendría que traerla ese insecto?… ¡Bra puede venirse volando tranquilamente! ¡Viajar así en una de esas cosas es una pérdida de tiempo! –respondió mirando a otro lado.
  • BL : Eso se llama «cortesía», Vegeta… Algo que me parece te falta a ti…
  • VG : Mmmh… más vale que sea como tú dices, mujer… y que ese «disque amigo» esté muy, pero muy lejano de interesarse en Bra… Porque sino… –apretó los puños.
  • BL : «Ay, Vegeta… ¿que haré contigo?» –pensó al tiempo que un suspiro escapaba de su garganta.

Mientras tanto, Bra se había encerrado en su habitación, preocupada por la situación que se había desatado. Estaba casi segura que su padre la había visto en compañía de Jason, y si era así, el chico estaría en graves dificultades y esa idea le carcomía la cabeza. Bra observaba la puerta de su habitación. Lo más seguro es que su padre subiría para continuar con el interrogatorio y Vegeta era terrible en estos asuntos (créanme). La chica comenzó a dar vueltas por toda su habitación pensando en qué hacer, pero lo que más quería era salir de allí. Rápidamente fue hacia su mesa de noche y, tomando el teléfono, marcó unos números…

  • ??? : ¡Mushi, mushi!… ¿Quién es? –se oyó una voz al otro lado del auricular, que era de una chica.
  • BR : ¿Pan?… ¡¡Qué bueno que te encontré!! –dijo Bra, soltando un respiro de alivio.
  • PN : ¡Ah, hola Bra!, ¡qué sorpresa!… ¿Qué?… ¿Venir a mi casa? –se extrañó por el tono de voz de su amiga.
  • BR : Sí, ¿estás ocupada?… Es que necesito hablar de ciertas cosas y… Bueno… –titubeó.
  • PN : ¡Claro que no, amiga!… –respondió Pan alegremente–. Sabes que puedes venir a mi casa todas las veces que quieras. Además, sabes que mis exámenes acabaron ayer, así que estoy totalmente libre… ¡Vente si quieres!
  • BR : ¿En serio?… ¡Qué bueno!… Está bien, estaré allí en unos minutos, ¿sí?… Así es… Iré volando por mi cuenta, no tengo ganas de irme en air-car… Además, será más rápido… Ajá… Sí, muy bien… Ja ne… –y terminando de decirlo, colgó el auricular.

En tanto que pasaba esto en el cuarto de Bra, abajo la conversación continuaba…

  • VG : Tal parece que todo indica que esa chica está saliendo con alguien… –dijo mientras apretaba con fuerza los laterales de la silla donde estaba sentando, haciendo que se desquebrajara poco a poco, convirtiéndose en aserrín.
  • BL : ¿Ya quieres olvidarte de eso?… Te estás comportando de una manera tonta… ¡Y deja de destrozar mi mobiliario! –ordenó al ver su silla reducirse poco a poco a añicos.

VG: ¡Bah!… –resopló molesto mientras se levantaba con rumbo a la planta alta–. Creo que voy a asegurarme…

  • BL : ¡¡Ni se te ocurra hacer eso, Vegeta!!… –lo detuvo de la camisa–. Por favor, ya déjala en paz… ¿Acaso crees que se le ha olvidado lo que hiciste con los chicos que querían salir con ella en situaciones anteriores?… Todavía no estás seguro que tus sospechas sean ciertas y lo que lograrías al actuar así sería mortificarla más… ¡Piénsalo! –le pidió tratando de disuadirlo, aún sabiendo que, en estos asuntos, Vegeta era muy terco…
  • VG : Mmmh… está bien… Sólo por esta vez lo dejaré pasar… –accedió para asombro de todos y de Bulma, que iluminó su rostro con una gran sonrisa.
  • BL : ¡Gracias, mi príncipe!… ¡Eres un amor! –lo abrazó y besó contenta, provocando que Vegeta se sonrojara levemente.
  • VG : «Grr… la odio cuando me dice eso… Siempre se sale con la suya…» –pensó.
  • BL : Además… –dijo cuando se separó de él–, Bra debe estar muy ocupada estudiando para su examen de mañana y te aseguro que no saldrá de su habitación en lo que queda del día…

Apenas había terminado de decir esto cuando Bulma sintió una sacudida en la planta alta y al mirar por la ventana sólo pudo distinguir una estela de polvo que se perdía en el horizonte. Bulma puso una mueca de rabieta y eso se incrementó cuando su esposo le dijo a sus espaldas…

  • VG : ¿Decías? –comentó en tono acusador, haciendo que Bulma se diera vuelta molesta y, empujándolo, fue hacia la puerta de salida. Vegeta sonrió victorioso esta vez, pero luego desvió su atención hacia el cielo y murmuró mientras sentía el ki de su hija alejarse–: Ya le sacaré la verdad tarde o temprano… Ya verá…

En tanto, lejos de allí, Bra surcaba el cielo velozmente… Para ella, esta forma de viajar era la más agradable y divertida, aunque no lo hacía mucho para evitar sospechas entre sus amigos y conocidos, pero de todas maneras le gustaba. Se sentía apenada de haberle mentido a sus padres, pero necesitaba salir de allí y hablar con alguien. La casa de Pan se encontraba en Ciudad Satán y no estaba muy lejos de la capital del Oeste, pero de todas maneras aumentó la velocidad.

Pan había estado entrenando en el jardín de su casa cuando recibió la llamada de su amiga, así que, mientras la esperaba, entrenaría un poco más. No llevaba precisamente ropa de entrenamiento, sino un sencillo overol vaquero, una polera sin mangas y una gorra de la que asomaban un par de trenzas, ya que no entrenaba con toda su energía. Pan practicaba con una de esas bolsas de arena que, dicho sea de paso, estaba a punto de romperse a causa de los poderosos golpes de la nieta de Goku. Iba tirar una patada más, cuando una voz distrajo su atención…

  • ??? : Si sigues rompiendo bolsas de arena de esa manera, la cuenta de artículos deportivos te saldrá muy costosa… –dijo una voz de chico en tono burlon.
  • PN : ¡¿Y a ti qué te importa?! –contestó molesta por el comentario–. Además, que yo sepa, tú no pagas las cuentas, tío Goten…
  • GT : Por eso mismo, deberías ayudar a la economía familiar, querida sobrina… Tus entrenamientos nos estan saliendo muy costosos, jeje… –continuó sin inmutarse mientras observaba a Pan por la ventana, pero tuvo que ocultarse antes que un disparo inesperado de ki le volara la cabeza…
  • PN : ¡¡Ya no me sigas molestando, si no quieres que te deje esta bolsa de arena de sombrero!! –gritó amenazante luego de dispararle.

Goten era un buen tío, pero cuando quería fastidiar, lo lograba de verdad. Pan se propuso desquitarse con la susodicha bolsa de arena, pero en eso un conocido ki la puso atenta y sonrió al reconocer a la dueña de ese ki…

  • PN : Vaya, ya era hora… –y mirando hacia el cielo distinguió la silueta de Bra acercarse.
  • BR : ¡Hola, Pan!… –saludó apenas aterrizó–. Qué bueno que te encontré…
  • PN : Sí, estaba calentando mientras te esperaba, ya que como papá instaló una nueva bolsa de arena, la estaba estrenando un poco… jaja –sonrió mientras se acomodaba su gorra.
  • BR : Sí, ya veo… –respondió con una gota de sudor al ver que la «nueva» bolsa tenía varios agujeros por donde escapaba la arena. Luego continuó–: En realidad mañana es mi último examen, pero como ya estudié ayer, no tenía muchas ganas de estar en mi casa…
  • PN : Te entiendo… Oye, ¿quieres practicar un rato conmigo?… Veremos qué tal estás después de casi dos semanas de no entrenar… ¿Aceptas el reto? –propuso.
  • BR : Pues yo… –dudaba, pero al final se decidió–. Oh, bueno… está bien…
  • PN : Bien… –se puso en guardia– ¡¡EMPECEMOS!!

Pan atacó sin previo aviso a su amiga, que esquivó moviendo ligeramente su cabeza y así hizo con los demás golpes que le siguieron, pero en una de ésas, Pan la engañó con un golpe falso, desapareció y apareció a sus espaldas propinándole una patada que la lanzó hacia adelante, pero Bra pudo caer sin lastimarse y rápidamente contestó el golpe, aunque no prestaba mucha atención en lo que hacía, ya que su mente estaba en otra parte. Luego de estar así por unos minutos, Pan definitivamente estaba luchando mejor que su amiga y le extrañó su actitud, así que de pronto se detuvo y preguntó en tono molesto:

  • PN : Oye, ¡¿qué te pasa, Bra?!… ¡¡No estás luchando como siempre, parece que tuvieras la cabeza en las nubes!!
  • BR : ¿Eh?… –reaccionó sin entender–. ¿Qué decías?
  • PN : ¿Ves lo que digo?… No estás luchando como debe ser… ¿y sabes?, ¡Eso me molesta porque no me gusta pelear a lo tonto! –cruzó los brazos enojada.
  • BR : Lo lamento, Pan… pero la verdad en estos momento no estoy con mucho ánimo para pelear… No te enojes, por favor… –se disculpó mientras se sacudía el polvo producto del anterior ataque. Pan notó el semblante preocupado de su amiga y, acercándose, le dijo…
  • PN : ¿Quieres pasar a mi casa y tomar un refresco?… Así me contarás lo que te sucede… ¿Qué tal? –la invitó sonriendo.

Bra asintió y un rato después se encontraban sentadas en la alfombra del cuarto de estar, o sea la sala, como siempre se sentaban cuando eran pequeñas para jugar, pero ahora ambas habían crecido, así que de esta manera estarían en más confianza. Luego de beber un sorbo a su soda, Pan rompió el silencio…

  • PN : Bueno, empecemos… Según recuerdo, dijiste que querías hablar conmigo… ¿Te pasa algo malo? –preguntó directamente.
  • BR : ¿Eh?… no exactamente… O bueno, a lo mejor sí… –dudó un poco en contestar.
  • PN : ¿Cómo es eso?… Explícate bien, que no me gustan los acertijos… –contestó.
  • BR : Verás… Cómo empezaré… Es que no sé qué pensarás… –titubeaba.
  • PN : Anda… Nos conocemos desde que usábamos pañales y sabes que mi boca es una tumba… Dime nomás… –la animó.
  • BR : Este… está bien… El baile de graduación de mi escuela será el sábado de esta semana y… –iba a continuar, pero una exclamación de júbilo la cortó…
  • PN : ¡¡¿¿EN SERIO??!!… ¡¡FANTÁSTICO!! –gritó poniéndose de pie.
  • BR : ¿Por qué? –dijo sorprendida.
  • PN : Porque justo cae el mismo día de mi fiesta de graduación… ¡Esto será excelente!… Pero qué lástima que no podamos ir juntas a mismo lugar… –luego de sentarse, preguntó entrecerrando los ojos pícaramente–. Oye, amiga… Dime… ¿ya tienes pareja?
  • BR : Bueno, la verdad no, pero…
  • PN : ¿¿CÓMO DE QUE NO??… –le increpó–. ¡¡No me digas que nadie te quiere invitar a la fiesta, porque eso es intolerable!!… ¡¡Muy bien, si es así ahora mismo voy a ir y les voy a decir todas sus verdades a estos muchachos idiotas!!
  • BR : Espera, espera… Cálmate, no es como piensas… Entre nosotras, hay alguien que me sí me gustaría que me invitara a la fiesta… –dijo sonrojándose un poco.
  • PN : ¿Y quién es?… No, no, espera… Déjame pensar, a ver… ¿Qué chico te gusta de los que conozco de tu escuela?… mmm… –puso cara de interrogante–. ¿Acaso es ese chico de lentes que una vez te acompañó a la academia de artes marciales de mi abuelo Satán?
  • BR : ¡¿ÉL?!… ¡¡No , estás loca!! –puso cara de repulsión–. Esa vez me acompañó porque me suplicó que lo ayudara a entrar a la academia… Pero para nada es lo que piensas…
  • PN : Entonces… ¡Ah, ya!… ¿Qué me dices de ese chico que cargó tus libros esa vez a la salida de la escuela cuando fue a buscarte?… Te miraba con buenos ojos, ¿eh?
  • BR : No me lo recuerdes, ¿quieres? –frunció el ceño molesta–. Fue muy humillante… Todo empezó porque derramó la charola del almuerzo sobre mi ropa y luego de eso se arrodilló delante de todos en la cafetería pidiéndome perdón y me suplicó que le dejara llevar mis libros… Brrr… cada vez que me acuerdo, me muero de vergüenza…
  • PN : Ya, ya, amiga mía, no te enojes… Dime, entonces… ¿quién es?… ¿Lo conozco?
  • BR : Claro que sí… Sólo que tienes muy mala memoria. ¿Te rindes? –Al ver la cara de interrogante de Pan, continuó–. Está bien… ¿recuerdas a ese chico que es el capitán del equipo de natación de mi escuela?… Supongo que lo recordarás, porque lo viste en la competencia anterior…
  • PN : ¿¿AH??… ¿¿TE REFIERES A ESE CHICO RUBIO DE LA PISCINA??… –gritó asombrada–. ¡¡Por Dios, ese chico es un cuero!!… Debo reconocer que tienes muy buen gusto, Bra…
  • BR : Sí, Jason y yo somos amigos desde hace bastante tiempo… –no pudo evitar sonrojarse cuando lo dijo.
  • PN : ¿Y ese chico te gusta, cierto? –preguntó, y al ver que el sonrojo de Bra se acentuaba, continuó–. Bueno, si quieres que te ayude a convencerlo para que te invite, le diré un par de cosas con mi estilo convincente y…
  • BR : No, no… no es eso… Es cierto que Jason me gusta y lo más seguro es que yo también le guste… Y no dudo que en estos días me pida para ir con él a la fiesta…
  • PN : No entiendo… Entonces, ¿cuál es el problema? –dijo sin entender.
  • BR : Uno solo y muy grave… –Y suspirando dijo–: MI PAPÁ…
  • PN : ¿¿Tu papá??… ¡Ay, ya la paro!… Significa que… –puso cara de angustia.
  • BR : Exactamente… Si Jason me invita a la fiesta y mi papá se llega a enterar… –apoyó su cara entre sus manos–. Por Kami, no quiero ni pensarlo…
  • PN : Ahora entiendo todo este embrollo… Te entiendo, el tío Vegeta es un poco especial en estos asuntos de chicos… Ahora recuerdo la suerte que corrieron esos cinco chicos que quisieron salir contigo ya hace tiempo…
  • BR : Así es… –bajó la cabeza apenada–. Ésta es la primera vez que siento que un chico me gusta tanto y no dudo que él también sienta lo mismo por mí… Por eso mismo no quiero que salga lastimado por culpa de mi padre, no podría soportar pasar por una situación así nuevamente…
  • PN : Oh… Entonces, ¿qué piensas hacer? –preguntó también sintiéndose mal por su amiga.
  • BR : Nada… No quiero que pase nada… Seguramente, a lo mejor, si siquiera voy a ir a la fiesta… sería lo mejor para todos…

Una vez que terminó de decirlo, hubo un largo silencio entre ambas. Bra se sentía muy triste por lo que acababa de decir, pero en ese momento pensaba que era lo correcto, en tanto que Pan, luego de pensar un poco, frunció el ceño y, poniéndose de pie, dijo con voz fuerte:

  • PN : Si haces eso serías una tonta… ¡¿me oyes?!… ¡¡UNA TONTA!! –Palabras que hicieron sobresaltar a Bra y continuó–: ¡¡No puedes vivir para siempre de lo que diga o haga tu padre!!
  • BR : Pero…
  • PN : Escucha… ¡¡ya tienes edad suficiente para decidir por tí misma qué hacer o no, con quién estar o con quién no estar!!… ¡¡¿¿ACASO HACES LAS COSAS POR TI MISMA O DEPENDIENDO DE LO QUE DIGA TU PADRE??!!
  • BR : ¡¡Claro que no!! –respondió picada en su orgullo y también se incorporó–. ¡¡Siempre hago mis cosas sola sin depender de nadie, detesto sobremanera que se me ordene qué hacer!!
  • PN : Entonces… –sonrió con complicidad–, no te hagas problemas y ve con tu amigo a la fiesta… Así de simple…
  • BR : Ojalá fuera tan fácil, pero tú no vives en mi casa y no sabes de lo que es capaz mi papá… Me da coraje, pero…
  • PN : ¡¡Pero nada!!… –la cortó–. Mira, Bra… lo que piensas hacer no tiene nada de malo y tú lo sabes, además estoy casi segura que tu mamá y Trunks te apoyarían en eso, ¿no?… No estás sola en esto…
  • BR : De Trunks no sé lo que piense, pero sí estoy segura de lo que dijiste sobre mi mamá… Ella me apoya en todo…
  • PN : ¿Lo ves?… Anda, anímate… Si Jason te invita a la fiesta, no le digas que no… Y si tu papá te dice algo, le dices la verdad y punto… Si no dice nada, bien; si no, también…
  • BR : Sí, creo que tienes razón, Pan… –dijo después de meditar unos momentos–. Me he estado preocupando demasiado… esta situación ya no puede seguir así… Voy a ir a la fiesta y no dejaré me arruine esta oportunidad como otras veces… ¡¡ESTO SE ACABÓ!!… ¡¡SOY LA HIJA DEL PRÍNCIPE DE LOS SAIYAS Y TENGO DERECHO A SER FELIZ!!

Mientras lo decía, sin quererlo elevó su ki, provocando que la casa de Pan comenzara a temblar, haciendo que muchos objetos cayeran al suelo, y que afortunadamente fueron atrapados por Pan en medio de un pánico terrible…

  • PN : ¡¡YA BASTA, BRA!!… –le gritó con los brazos llenos de objetos–. ¡¡¿¿ACASO QUIERES DEJARME SIN CASA??!!… ¡¡SÓLO TENGO 16 AÑOS!! –gritó, haciendo que Bra regresara a la normalidad.
  • BR : Lo siento… Jaja, creo que me emocioné un poco… –se disculpó, sentándose.
  • PN : Sí… nada más un poquito… –contestó sarcástica mientras dejaba los objetos en el suelo y se sentaba junto a ella–. La próxima vez que quieras emocionarte de esa manera, asegúrate que sea en una zona despoblada, ¿quieres?
  • BR : Graciosa… –la miró con mala cara, pero luego retomó la conversación–. Y dime… ¿tú ya tienes pareja?
  • PN : Uhm… no sé. Adivina… –contestó sonriendo.
  • BR : Pues… a juzgar por esa sonrisa de oreja a oreja que estoy viendo en tu cara, me parece que sí… Además, eres muy predecible, Pan…
  • PN : Jum… eso no es justo, siempre me descubres –refunfuñó–. Bueno, está bien… ¡Sí tengo pareja!… ¿Te imaginas quién es?
  • BR : Bueno… no sé, porque no conozco a casi nadie de tu escuela…
  • PN : Te ayudaré… ¿Recuerdas a ese chico que vino por un intercambio con otra ciudad a mi escuela?… Creo que sí te conté, ¿no?
  • BR : Ah, ya… Sí lo recuerdo, el extranjero… Pero no me acuerdo cómo es que se llama… Era algo de «ry» no-sé-qué…
  • PN : Su nombre es Ryouga –corrigió el nombre–. ¡Y justo me pidió que fuera su pareja ayer!
  • BR : ¿Pero cómo?… Pero tú me dijiste que casi no habla nuestro idioma…
  • PN : ¡Na!… Eso no es obstáculo para pedirme eso… Se sobreentiende con sólo mirarlo…
  • ??? : Lo que pasa es que seguro lo amenazó con golpearlo si no la invitaba… Ella es muy capaz… –comentó alguien haciendo que a Pan se le subiera la sangre a la cabeza por el comentario…
  • PN : ¿¿No tienes otra cosa mejor que hacer aparte de fastidiarme, tío Goten?? –dijo entre dientes.
  • GT : Yo sólo me limito a opinar… ¡Ah, hola, Bra! –saludó al ver a la chica de cabellos azules.
  • BR : Hola, Goten. ¿Cómo estás? –contestó sonriendo.
  • PN : Odioso como nunca… –intervino Pan–. Me ha estado molestando todo el día aprovechando que mis padres no están…
  • GT : Según recuerdo, Gohan me encargó que cuidara la casa y que te «vigilara»… –sonrió mientras tocaba la cabeza de Pan y la sacudía–. Y eso es lo que estoy haciendo ahora…
  • PN : Pues no necesito que me vigiles… –respondió quitando la mano de Goten con brusquedad de su cabeza–. Ya estoy suficientemente mayor para cuidar de mí misma… así que te libro de esa responsabilidad… Puedes sentirte contento. ¡Ahora, vete!
  • GT : Cht… qué carácter… –Dando media vuelta, se sentó un sillón cerca de ellas.
  • BR : Bueno, no importa… –volvió a retomar el tema Bra–. ¿Y cómo es ese chico Ryouga?… ¿Es lindo?
  • PN : Es muy agradable aunque no hable bien el japonés… Tal parece que es muy bromista, porque se ríe todo el tiempo y en una de esas veces que conversábamos me dijo entre señas y con un diccionario de japonés algo como si yo quisiera bailar y al mismo tiempo me señalaba el letrero de nuestra fiesta de graduación… Así que acepté y se lo dije igualmente con señas… –dijo emocionada.
  • BR : ¿Y crees que te habrá entendido? –preguntó de reojo.
  • PN : ¡Por supuesto de sí, cómo crees!… Ay, amiga… ¡Ya no puedo esperar a que llegue el sábado! –dijo brincando de gusto.
  • GT : Sí, ya me imagino cómo será ese día… Bra, ¿quieres que te lo cuente? –intervino Goten nuevamente acercándose a las chicas, haciendo que a Pan le cambiara la cara bruscamente a una de desesperación…
  • PN : Tío Goten, no empieces… –dijo en tono de advertencia.
  • GT : Bueno, comenzaré… En la noche, cuando ese chico extranjero venga a recoger a Pan, lo más seguro es que se asuste de verla tan fea, porque mi sobrina tiene muy mal gusto para el vestido, así que tendrá que ser ella misma la que lo saque arrastrando y lo tire al automóvil a la fuerza o, si no, ella lo llevará volando… Lindo espectáculo… –lo dijo con unas palabras que causaban mucha risa, pero que no le arrancaron ni una sonrisa a Pan, que lo miraba como si quisiera matarlo…
  • PN : Tío Goten… te lo advierto… –dijo masticando las palabras, cosa a la que Goten no prestó importancia.
  • GT : Y al llegar a la fiesta, lo más seguro es que Pan se arroje sobre la mesa del buffet y la devore toda ante la mirada de todos. Y luego viene la música yyyy… ¿qué pasa?… pues resulta que nuestro querido Ryouga no sabe bailar, así que Pan lo hará bailar toda la noche, pero con tanta violencia que el pobre parecerá un muñeco de trapo y se asfixiará en sus brazos… –Y entre risas, culminó–: Y al final tengo un dilema parecido al del «huevo y la gallina»… ¿Pan arrojará a Ryouga por los cielos por no servir como pareja o el chico saldrá corriendo por su propia cuenta?… ¡¡¡JAJAJAJA!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡PAFFFFF!!!!!!!!… ¡¡¡¡¡¡¡¡CRACKKKK!!!!!!!!
Lo siguiente que se vio fue a Pan con el brazo levantado en puño y apuntado hacia un lado, a Bra con una enorme gota de sudor corriéndole por la cabeza y, a muchos metros lejos, a Goten incrustado en la pared de la sala, luego del «pequeño» golpe que le propinara su sobrinita…

  • PN : Se lo advertí… pero no me quiso hacer caso, así que se lo tiene bien merecido… –murmuró Pan totalmente avergonzada del papelón que le hizo Goten y, mirando a su amiga, le preguntó–: ¿No lo crees, Bra?
  • BR : Eeeeehh… –trató de hablar luego de salir de la impresión–. Sí… pero creo que exageraste un poco. Tú sabes cómo es Goten de bromista y no lo hace con mala intención… Debes tener un poco más de autocontrol sobre tus actos, amiga… –aconsejó.
  • PN : ¡Bah!… Tío Goten no tiene por qué meterse en lo que no le importa… Es un entrometido –dijo mientras se sobaba su puño, que le había dolido un poco luego del golpe.
  • BR : Bueno, ya no le hagas caso… ¿Y tus papás qué dicen sobre la invitación de Ryouga?… Se lo has comentado? –preguntó.
  • PN : ¡Claro que sí y les parece perfecto!… –respondió, alegrándose de nuevo–. Además, mamá ya conoce a mi amigo… Se lo presenté una vez que fue a una reunión de padres a la escuela… ¡Y creo que le cayó muy bien!
  • BR : Qué suerte… Cómo quisiera que mi papá no fuera tan retrógrado con respecto a mis amigos… –dijo preocupada de nuevo–. A pesar de todo, todavía tengo dudas sobre este plan y sobre si aceptar o no alguna invitación… Cómo me gustaría que papá se fuera de viaje de entrenamientos a algún lugar, eso sería genial… Pero también es muy difícil…
  • PN : Comprendo… Pero no des tu brazo a torcer, Bra… Recuerda lo que hablamos. Si te gusta tanto ese chico, no debes dejarlo pasar… No importa lo que diga tu padre…
  • GT : ¿Así que también estás de fiesta de graduación, Bra? –apareció Goten nuevamente, algo maltratado producto del anterior golpe de Pan–. ¿Y Vegeta te ha dado permiso?
  • PN : ¿¿Tú otra vez??… –respondió Pan, enojándose de nuevo–. Te pasas de terco en verdad… ¿Por qué mejor no te vas?
  • BR : No, déjalo… yo creo que ya tuvo su merecido, Pan, y se portará mejor esta vez… –luego miró a Goten–. También tengo una fiesta, pero todavía nadie me ha invitado y mi papá no sabe nada de esto…
  • GT : Pero según pude escuchar –la miró acusadoramente–, creo que hay un chico que te gusta y que quiere ir contigo… Como buen amigo que soy, te aconsejo que le digas que no para que viva un poco más… Porque si Vegeta se enterara… me pregunto ¿qué pasaría?… ¿les digo? –preguntó poniendo la expresión del «Pensador»…
  • PN : Tío Goten… ¿acaso quieres que te vuelva a golpear? –amenazó con un puño.
  • GT : Esperen, esperen… déjenme terminar… –continuó con su broma–. En cuanto Vegeta se entere, lo primero que haría es buscar al «malvado corruptor de menores» y le daría una golpiza que lo dejarían para el hospital, o si no, podría desmembrarlo y dejarlo tirado para que luego Bra lo rescate y le una sus partes como pueda… Pero lo haría tan mal que las manos acabarían donde estaban los pies y viceversa… Pero de todas maneras Bra lo ama con todo su corazón y diría… –fingió voz de mujer–: «¡Papá, no me puedes hacer esto!… ¡¡yo amo a este hombre con toda mi alma e iré con el a la fiesta pase lo que pase!!»… y volteándose a su amigo, diría: «Oh, mi amor… no me importa que estés así… yo te amo»… Así que Bra se va con su pareja toda cosida a la fiesta y años después saldría la foto de Bra con su pareja en el anuario de la escuela, con una nota en la cabecera de la foto… «Bra y su novio de toda la vida, alias… tatatatán… EL GEMELO DE FRANKENSTEIN«… ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡PAFFFFF!!!!!!!!… ¡¡¡¡¡¡¡¡CRACKKKK!!!!!!!!
Como ya se imaginarán, el pobre Goten terminó totalmente noqueado y dejando de decoración otro agujero en la pared al costado del anterior golpe, dando la impresión que la pared tenía anteojos. Pero esta vez la autora del golpe no fue Pan… y eso lo podemos deducir, ya que Bra estaba de pie con la pierna estirada luego de haberle propinado una descomunal patada a Goten al haberle colmado la paciencia. Ahora la sorprendida era Pan, que nunca se imaginó a Bra actuando de esa manera…

  • BR : Qué… odioso… ¡¡que es!! –murmuró bajando la pierna, ofuscada y avergonzada–. ¡¡Ese Goten tiene suerte que no lo haya matado!!
  • PN : Esteee… –Pan se rascó la cabeza y preguntó en tono de reproche–: ¿Qué decías sobre el autocontrol, querida Bra?
  • BR : Olvídalo… Debí haber estado con sueño o borracha cuando lo dije… –la miró molesta.
  • PN : ¿Ya ves, eh?… ¡Jajaja!… –la miró sonriendo con complicidad.
  • BR : Sí… ¡jajaja! –comenzó a reír también y al final ambas estaban riendo ruidosamente. Minutos después, luego de muchas lágrimas, hipos y dolor en sus abdómenes, lograron calmarse en tanto que Goten recobró el conocimiento y cojeando se acercó a ellas, todo maltratado…
  • GT : Oigan… ustedes son muy malas conmigo, ¿por qué no me quieren? –se quejó todo adolorido.
  • PN : Si no fueras tan bocasuelta, nada de esto hubiera pasado, tiíto lindo… –le increpó Pan.
  • BR : Así es… De verdad lo lamento, Goten… pero lograste irritarme –dijo sonriendo–. Sabes que soy una persona muy tranquila… pero no olvides que sigo siendo la hija de Vegeta, así que de todas maneras tengo su carácter… ¿No es verdad, Pan?
  • PN : Ajá… Y si no quieres descubrir hasta dónde es capaz de llegar si se enojara de verdad, será mejor que…
  • GT : Sí, sí… ya lo sé… Bueno, chicas, las dejo… No me extrañen… Voy a buscar un poco de hielo… Ayayay… ¡me duele!… –gimió de dolor con una expresión casi idéntica a la de su padre Goku.

Y, quejándose, Goten se introdujo en la cocina mientras Pan y Bra lo miraban muy divertidas. Luego de estar un rato así, Bra se puso de pie…

  • BR : Bueno… será mejor que me vaya, ya que mañana es mi último examen final y necesito repasar un poco… –Titubeó un poco–. Además, me salí de casa sin avisar… Deben estar preocupados…
  • PN : Está bien, te entiendo… –también se incorporó.
  • BR : Oye, siento lo de tu pared… Prometo ayudarte con la reparación… –se disculpó.
  • PN : No te preoucupes, de todas formas mamá quería colocar una ventana en ese lugar, así que le hice un favor, ¡jaja!… Vamos, te acompaño… –y una vez que estuvieron afuera de su casa y antes de que Bra se fuera, Pan le preguntó en tono serio–: ¿Estás decidida a hacerlo?
  • BR : Sí… Tienes razón en una cosa… Si es que Jason me llegara a invitar a la fiesta, no me voy a amedrentar por la influencia de mi padre… Ya tengo edad para decidir…
  • PN : Exacto… Además, eres tú la que va a ir a la fiesta… Tu amigo viene por ti, no por el tío Vegeta… ¡Así que no tengas temor y adelante!
  • BR : Gracias… De verdad me siento afortunada de tener una amiga como tú… –le dio un abrazo casi fraternal y luego levantó vuelo–. ¡¡Salúdame mucho a tus padres!!… ¡¡Nos vemos!!
  • PN : ¡¡Buena suerte!! –se despidió agitando la mano.

Luego de despedirse de Pan, Bra frunció el ceño hacia el horizonte y, encendiendo su ki, partió a su casa a toda velocidad.
Luego de este encuentro con su amiga, Bra siente más confianza en sí misma… Pero aún hay muchas cosas más por descubrir y eso lo veremos en el siguiente capítulo… ¡Nos vemos pronto!