El amor de mi vida – Capítulo 4

Capítulo 4: «Lazos que unen nuestra alma»

Fanfic: El amor de mi vida


Después de volar unos minutos y recorrer hermosos paisajes que pasaban debajo de él, llegó al lugar indicado, aterrizando a la orilla del lago y volteó para todos lados para comprobar si ya había llegado Videl, pero no vio a nadie.

GH: No ha llegado… Bueno, aún faltan cinco minutos. La esperaré sentado en esta roca.

Poco después su mirada se perdió en el agua del lago, que era tan transparente como su propio corazón, y recordando a la vez aquella ocasión en que él la llevó para enseñarle a volar, aquel día en que supo que no la olvidaría tan fácilmente…

VD: Espero no haberte hecho esperar mucho tiempo. –Él volteó y la vio en todo su esplendor con su clásico pantalón negro, su blusa rosa y larga playera blanca. Sonrió.

GH: No, acabo de llegar –se levantó respirando hondo y al mismo tiempo implorando tranquilidad a Kamisama– «Por favor, Kamisama, dame fuerzas. Dende, dame el valor que necesito» –y totalmente decidido, la besó en la mejilla–. ¿Cómo estás?

VD: Bien. Gracias por venir –Ambos se sentaron en el pasto.

GH: Toma tu transformador. Ya está arreglado.

VD: Gracias. ¿Cómo está Bulma?

GH: Bien. Te mandó saludos. Y… ¿qué querías decirme?

VD: ¿Te acuerdas que te dije que Sven se comportaba muy raro?

GH: «Oh, no, no quiero que me diga que lo prefiere a él, no por favor» — Sí, lo recuerdo. ¿Te hizo algo?

VD: No. Al contrario, me hace sentir muy bien. Es sólo que nunca pensé que le interesara tanto mi vida. A veces siento que estoy a lado de alguien que me quiere mucho, y no precisamente como amiga.

GH: «No puedo creer lo que estoy escuchando. Al parecer, las sospechas de Iresa son ciertas«.

VD: ¿Te pasa algo, Gohan?

GH: No, nada. Sólo pensaba en lo que decías.

VD: Mira, te cité aquí por tres cosas: la primera ya te la dije, era para decirte lo de Sven; la segunda es para darte esto. –Sacó un pequeño estuche y se lo entregó–. Espero que te agrade. –Él lo abrió un poco indeciso y vio dentro del estuche un dije que simulaba ser la mitad de un corazón quebrado en el cual al frente tenía grabado el nombre de Videl y atrás su nombre. El chico lo vio perplejo, no sabía lo que esto significaba.

GH: Gracias… Videl. Es muy bello… pero.. ¿a qué se debe esto?

VD: Es una manera de agradecerte el que estés siempre a mi lado y para que siempre me recuerdes.

GH: «Por eso no te preocupes. No me hacía falta esto para pensar en ti. Siempre lo hago» –se decía mientras la miraba con una bella sonrisa.

VD: Y también quería recordarte que te espero en mi fiesta este Sábado. Eso también incluye a Bulma, al Sr. Vegeta, Trunks, Goten, Krilin, No. 18, al Sr. Piccoro, a tus padres, y a todos los demás. Sería un honor tenerlos a todos ahí. ¿Me harías el favor de invitarlos por mí?

GH: Claro que sí, no te preocupes — «Es ahora o nunca. Tengo que hacerlo a como dé lugar» — Ejem, Videl… entre nosotros no hay secretos, ¿verdad?

VD: Por supuesto que no. ¿Por qué Me extraña que lo digas…

GH: ¿Puedo preguntarte algo?

VD: Sí, lo que quieras.

GH: ¿Hay algún hombre que te interese?

VD: Mmm, no sé porqué lo preguntas, pero… Está bien, no te voy a mentir. Sí, sí hay alguien que me interesa, pero no estoy segura que él piense lo mismo de yo.

GH: ¿Lo conozco?

VD: Eh, sí, mejor que nadie… Es muy simpático, me conoce muy bien y por lo visto cada vez nos conocemos más, porque le ha entrado mucha curiosidad por cosas que no me esperaba que fuera él el que me lo preguntara.

GH: «Lo sabía. Es Sven. Por sus palabras, no puede tratarse de otra persona, pero de todas maneras, no puedo echarme para atrás ahora, aunque me arrepienta por el resto de mi vida» — Yo… –¿cómo empiezo?–… este… Quería decirte algo… Vi-Videl.

VD: Sí. ¿Qué pasa?

GH: Pues… –»cielos, ¿cómo le digo?«–. No sé cómo empezar. Es un poco difícil para mí…

VD: ¿Por qué no empiezas por el principio? (¿obvio, no?)

GH:Sí, verdad, jajajajaja, por el… principio, esteee… –»¡ya!, ya basta de tantos rodeos. Que sea lo que Dende quiera, que espero que sea bueno«–. Bueno, lo que pasa es que te quería decir que desde que te vi por primera vez, te conviertes en alguien muy importante para mí y de un tiempo para acá… me di cuenta que… –»No puedo vivir sin ti«, pensaba mientras se sonrojaba– Te… qui…quiero mucho.

VD: Yo también te quiero a ti, eres un gran amigo.

GH: Pe-pero yo… no te quiero solo como… amigo. Rayos, es difícil, ¿sabes?… Yo… estoy e… estoy enamorado de ti…

VD: Ahhh –murmuró ahogadamente mientras su cara se iluminaba del color más rojo que cualquiera haya podido ver en su vida. Y después de tranquilizar su corazón, que latía como un tambor en carnaval, decidió enfrentar la situación–. Gohan, ¿en verdad? ¿De verdad me quieres?

GH: Con toda mi alma. –Y bajó su cabeza al no poder seguir viendo sus hermosos ojos, esos ojos que iluminaban su vida–. Yo sólo quería que lo supieras, aunque elijas a Sven…

VD: ¿A Sven?… Jajaja… ¿Cómo crees?, jajaja… ¿Pensaste que era Sven del que te estaba hablando?

GH: Sí… ¿acaso no era él? –dijo totalmente sorprendido y apenado.

VD: Claro que no, «tontito». No estaba hablando de él.

GH: Disculpa, es que como dijiste que últimamente sentía mucha curiosidad por ti, pensé que podría ser Sven.

VD: No, no era Sven del que estaba hablando… Yo me refería a… a ti.

GH: ¿¿¿¿Cómo???? –dijo asombrado y con un sentimiento de felicidad mezclado con una infinidad de cosas que sentía en su corazón.

VD: Así es. Hablaba de ti porque tú también me importas. Desde que te conocí, te has vuelto muy importante en mi vida, porque no sólo te convertiste en la persona que mejor me conoce, si no que también te convertiste en mi mejor amigo y el hombre que más me ha importado en la vida, pero tenía miedo que tú no te fijaras en mí, nunca me atreví a confesarlo, ni siquiera se lo dije a Iresa.

GH: Yo también tenía miedo en decírtelo y que me rechazaras.

VD: Nunca lo hubiera hecho, porque yo también te quiero con todo mi corazón.

GH: Entonces, eh… este… ¿quisieras ser mi novia?

VD: Claro que quiero, es lo que desde hace mucho tiempo esperaba que me pidieras. –Él se acercó lentamente a ella con la intención de besarla, pero se detuvo quedando a unos cuantos centímetros de su rostro, y observó a Videl, que le estaba esperando con sus ojos cerrados, pasó sus labios ligeramente por los de ella y la oyó decir: «Gohan… mi cielo», la abrazó y la recostó en el césped y se dejó hundir en los labios de su novia–. «Mi novia… al fin».

Después del prolongado beso, algo llamó la atención de Videl, una caja que estaba sobre la roca donde encontró a Gohan sentado.

VD: ¿Qué es eso? –Él volteó y se levantó, ayudándola también a sentarse de nuevo.

GH: Es una pequeña sorpresa. Toma, es para ti. –Ella la tomó y la abrió muy rápidamente y encontró una linda muñeca que, en cuanto la vio, recordó lo que Gohan había recordado también su cabello largo.

VD: Gohan, es preciosa. Me recuerda a mí cuando…

GH: ¿Tenías tu cabello largo y hice que te cortaras?

VD: ¿Tú también lo recordaste?

GH: Sí. Todavía me siento un poco culpable.

VD: No, no es tu culpa. Es hermosa, nunca había tenido una, jamás me llamaron la atención. Siempre me la pasaba entrenando y no me preocupé por las muñecas. Además, no me gustaban, pero ésta es hermosa, y sobre todo porque me la diste tú. Gracias. –Lo abrazó y lo besó nuevamente.

GH: Te amo, cielo.

VD: Y yo a ti, amor. –En ese momento, Videl vio la hora y recordó la advertencia de su padre: «Tienes una hora solamente. Te quiero de regreso temprano, tienes que ayudarme con el nuevo entrenamiento»–. No puede ser… Se me hizo tarde. Mi papá me va a matar –dijo levantándose–. Me tengo que ir.

GH: ¿Quieres que te acompañe? –dijo mientras él se paraba también.

VD: No, no te molestes. Yo me voy sola. Además, ya tengo bastante con llegar tarde. Si te ve llegar conmigo, no la cuento, porque le dije que iba con Iresa y mira dónde estoy.

GH: Está bien, pero vete con cuidado, ¿sí? No quiero que te pase nada –la abrazó y la besó muy tiernamente.

VD: No te angusties, me iré con cuidado. ¿Me llamas en la noche?

GH: Si tú quieres, lo haré.

VD: Sí, sí quiero. Adiós. Te quiero –y se elevó en el aire.

GH: Yo también. Adiós. –Estaba fascinado con lo que hizo–. «Por fin, uff. Bueno, será mejor que me vaya a casa. Necesito descansar un rato«, y se elevó también. A lo lejos alcanzó a ver a alguien que al parecer tenía problemas con su aerocoche y su vista pudo identificar que era Sven–. «Me parece que debo hablar con él respecto a Videl, aunque no me imagino cómo lo va a tomar» –Descendió en un lugar no muy cerca de Sven y caminó hacia él.

GH: Hola, Sven. ¿Puedo ayudarte? –El otro joven, que tenía su cabeza metida en el motor de su nave, se asomó por un lado al oír que le llamaban.

SV: Ah, hola, Gohan. ¿Qué andas haciendo por aquí?

GH: Vengo de ver a Videl en las montañas. ¿Quieres que te ayude?

SV: No, gracias. Acabo de terminar –le respondió mientras cerraba la tapa de su motor–. Así que vienes de ver a Videl. ¿Y cómo está?

GH: Bien. Por cierto, tengo que decirte algo.

SV: Después, amigo. Tengo que llevar estas cosas a la tienda de mi hermano. Es un pedido urgente y ya estoy retrasado. Mañana me cuentas, o mejor me dices en la fiesta de Videl el sábado, porque mañana voy a salir de campamento con mi familia. –Y en el acto se subió a su vehículo y cerró la puerta–. Lo siento. Hasta entonces.

GH: No hay problema. «Eso espero» –balbuceó–. Adiós. –Y Sven se fue rápidamente– «Tengo que decírselo antes que sea demasiado tarde«…
¡¡¡¡Síii!!!! Al fin, después de tanto pensarle, lo logró. Pero, ¿y Sven? ¿Qué pasará cuando él se entere? ¿Y cuando Videl se entere de los sentimientos de Sven? ¿Qué pasará en la familia Son cuando sepan que tienen un nuevo miembro? Esto y muchas cosas más sabremos en el siguiente capítulo, titulado: «Primeras dificultades«.


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