La entrega de premios Best Animenation – Capítulo 4

Capítulo 4: «Todo está a punto de comenzar»

Fanfic: La entrega de premios Best Animenation


Ryota: Vaya, veo que soy famoso. ¿Qué se esperaba de alguien como yo?

Mitsui: Se más modesto, Miyagi.

Ryota: Tú lo arruinas todo, Mitsui. Le quitas el encanto.

Akagi: ¡Ya cállense! Espero que esto termine pronto. Si no me hubieran obligado, no hubiera venido.

Rucawa: Además, ese maldito de Sakuragi… Nos dejó plantados cuando lo estábamos esperando.

Ayako: No te preocupes por Hanamichi, Rucawa. Yo creo que está bien…

Ryota: Sí, ese Hanamichi debe habérselas arreglado para llegar aquí, pero ¿cómo?

Danyliz: Yo tengo la respuesta a esa pregunta, Miyagi-san…

Ryota: ¿Y tú quién eres?

Danyliz: Soy una corresponsal del evento. Hanamichi ya está dentro del salón, con los demás invitados…

Ayako: ¿Lo ven?

Rucawa: Ese idiota…

Haruko: ¿Y está bien?

Danyliz: Sí, no le paso nada después de que lo atropellaron…

Mitsui, Haruko, Ayako y Ryota: ¡¡¡¿¿¿Lo atropellaron???!!!

Valente: E-esteee… sí, pero ya está bien, ustedes no se preocupen…

Mitsui: ¿Y ustedes nos conocen?

Kaly: ¡Claro! Nos encanta su serie, pero a mí el que más me encantas eres tú…

Mitsui: Ah, bueno… Yo…

Oba: ¿Por qué todos actúan así?

Kaly: Es un gusto conocerte, Mitsui, sobre todo porque me traes loquita por tus huesos.

Danyliz: Qué sinceridad.

Gretel: Eso sí es una declaración amorosa.

Oba: Sí, lastima, ella está bien…

Danyliz: ¿Quieres que te vuelva a golpear?

Oba: ¡No! ¡Mejor ahí la dejamos!

Kaly: Siempre me la paso mirándote en la T.V. y soñando contigo…

Valente: ¡Qué aventada!

Mitsui: Ah, este, Kaly, es tu nombre, ¿verdad?… yo… yo no…

Oba: Las mujeres son muy extrañas. Se nota que todavía necesitan de los hombres. Dependen mucho de nosotros.

Kaly: ¿Nosotros? ¿Por qué te incluyes?

Oba: ¿Cómo que por qué? ¿Qué acaso no soy hombre?

Valente: Sí, Kaly, o en todo caso, ¿qué sería Oba?

Kaly: Un espécimen que no es ni hombre ni mono, pero es neutro entre ellos dos, lo cual lo hace una fea criatura sobrenatural.

Danyliz: Ni yo lo hubiera podido explicar mejor.

Gretel: Sí, creo que tiene razón.

Valente: Bueno, nadie es perfecto.

Oba: ¡¡Oigan!! Ustedes sólo se la pasan ofendiéndome. Ya párenle a su carro.

Danyliz: Tú empezaste el pleito. En la actualidad, sólo los tontos piensan que los hombres son superiores.

Gretel: Despreciar a la mujer es un pensamiento muy antiguo.

Kaly: Yo no estoy de acuerdo con eso de la discriminación femenina.

Oba: Llámenle como quieran, pero tengo razón.

Ryota: Mmmm, creo que en eso te equivocas. Las mujeres también tienen derechos.

Oba: Mira, a ti nadie te habló.

Kaly: A ti tampoco. Yo estaba conversando muy amenamente con Mitsui, así que deja de meter tu cuchara. ¿En qué estábamos? Ah, Mitsui, eres mi todo…

Mitsui: B-bueno, eres muy linda, pero yo, en este momento…

Kaly: Piénsalo bien, mi chavo. Yo espero lo que digas…

Valente: A ver si esto sube el rating.

Mitsui: ¡¡Ah!! ¡Ryota! ¡Mira la hora que es! Ya tenemos que entrar a la premiación.

Gretel: ¿Miedito?

Ryota: Pero yo…

Ayako: ¿Por qué no entras con Kaly?

Mitsui: Porque… ella es una reportera, y no puede entrar conmigo. Sí, eso es.

Ryota: ¿Qué tiene Mitsui que no tenga yo?

Mitsui: Para empezar, altura…

Ryota: ¡Los chaparritos somos mejores! Además soy más rápido que tú…

Mitsui: ¿Y eso qué? Yo sé hacer muy bien los tiros de tres puntos.

Danyliz: Además, tú también tienes tu pegue, Miyagi-san…

Ryota: ¿En serio?

Danyliz: Yo me enamoré perdidamente de ti desde que peleaste con… ¿Cómo se llamaba?

Valente: Hanamichi Sakuragi…

Danyliz: Sí, ése. Además, a ti te luce más el uniforme del equipo. Eres muy tierno, Miyagi-san.

Ryota: Ah, muchas gracias por tus halagos, pero no es para tanto.

Mitsui: Sí, Miyagi no vale tanto.

Kaly: Desde luego que no, si el más guapo eres tú, el más inteligente, el mejor jugador, el mejor…

Mitsui: ¡Ya! Me vas a apenar frente al público.

Danyliz: Qué delicado, por eso prefiero a Miyagi-san.

Kaly: Para mí el mejor es Mitsui, no hay nadie como él. ¿Verdad, Mitsui?

Mitsui: Bueno, tengo que admitir que tienes razón. Soy impresionantemente guapo.

Akagi: ¡Déjense de boberías y entremos de una buena vez!

Kaly: ¡Danyliz! ¡Tengo una gran idea! ¿Qué tal si hago un reporte desde el salón, previo a la entrega?

Danyliz: Es una buena idea.

Kaly: ¡Perfecto! ¡Entonces entraré con Mitsui!

Oba: Mira, qué inteligente, a mi no se me habría ocurrido.

Gretel: ¡No seas menso! Ella pidió el reporte en el salón para entrar con Mitsui, tarado.

Valente: Cualquier pretexto es bueno para entrar con él, ¿verdad?

Oba: ¿Ah, sí? ¿Y qué tiene él que no tengamos los aquí presentes?

Kaly: ¿En orden alfabético o por orden de importancia?

Oba: Dejémoslo así.

Danyliz: De acuerdo, entra con Mitsui.

Kaly: ¡¡Gracias!! (tomando del brazo a Mitsui) ¡Vamos, Mitsui!

Mitsui: ¡Oye! ¡No te me cuelgues! ¡Suéltame!

Danyliz: Lo dicho, qué delicado.

Akagi: Ya, vamos adentro.

Danyliz: Miyagi-san, ¿me harías un favor?

Ryota: ¿¿Yo??

Danyliz: Sí, mira (señalando a Vicky) ella es Vicky, y quería ver si podrías entrar con ella…

Ryota: Pero yo iba a entrar con Ayako…

Ayako: Por mí no hay problema, yo puedo entrar con Takenori o con Rucawa.

Ryota: Ah, este, bueno…

Danyliz: ¡Qué bien! ¡Que suerte tienes, Vicky!

Vicky: Si tú lo dices…

Danyliz: ¡¡Claro que sí!! Ándale, aprovéchate…

Vicky: Oye, yo no soy así.

Vicky toma del brazo a Ryota con un poco de pena, y todo el elenco de Slam Dunk entra con nuestra corresponsal Kaly, la cual no suelta a Mitsui ni por equivocación.

Valente: Yo creo que ya deberíamos empezar la entrega, ¿no lo creen?

Danyliz: Todavía faltan más invitados especiales, y el elenco de Slayers y Pokemon no han llegado.

Gretel: Pues qué impuntuales.

Danyliz: No me sorprendería que Oba los chocara.

Oba: Ah, este…

Danyliz: ¡Ya! Mejor ni me digas nada.

En eso, Jacinto se acerca a Danyliz.

Jacinto: Oye, Danyliz, ocupo hablar contigo y rápido.

Danyliz: ¿Conmigo? ¿De qué?

Jacinto: ¿Es cierto de que los conductores tenemos que contar un chiste? ¡Si es así, ya sabes que renuncio! ¡A mí no me gustan ese tipo de espectáculos!

Danyliz: No, no es verdad. ¿Quién te lo dijo?

Jacinto: Eso es lo que se está comentando en el salón, y ya sabes que a mí no me gustan esas cosas, y si acepté estar aquí fue sólo porque me lo pediste, y porque tengo que subirles el rating, pero esto es demasiado.

Gretel: Pues si no quieres estar aquí, nadie te está amarrando. Así que puedes largarte por donde llegaste y dejarnos en paz de una buena vez.

Danyliz: ¡Cállate! ¡No le hagas caso!

Jacinto: Veo que esta aquí la grosera con ojos de canica.

Gretel: ¿¿Qué??

Oba: Ja, ja, ja, ojos de canica, me gusta, me gusta…

Gretel: El grosero eres tú. ¿No sabes lo que es el respeto?

Jacinto: Lo sé, pero la que no lo merece eres tú.

Gretel: ¡Pero qué igualado!

Danyliz: Bueno, ¿nada más saliste a preguntarme eso?

Jacinto: ¿Nada más? ¿Te parece poco o qué?

Danyliz: N-no, no quise decir eso, pero ahora que te aclaré que no, puedes regresar al salón. ¿De acuerdo?

Jacinto: Hum, no sé porqué ese interés por correrme, pero en fin… Te recuerdo que sólo soy sociable porque es muy importante, pero ni creas que te voy a tratar con respeto en la escuela.

Danyliz: Lo que digas, Jacinto…

Jacinto: Por cierto… ¿No ha llegado esa tal Megumi Hayashibara? Dijiste que me la presentarías para impresionarme, pero yo creo que exageras.

Danyliz: ¿Megumi? No creo que no… Oba…

Oba: Ah, este, bueno, es que yo…

Danyliz: ¡Ay! ¡No puede ser! ¡Te dije claramente que le llevaras la invitación a Megumi! ¿Lo hiciste?

Oba: Prácticamente…

Valente: ¿Eso indica que…?

Oba: Pues sí la invité, pero me pidió que fuera por ella, ya que no conoce muy bien esta ciudad…

Todos: ¿¿Y??

Oba: Es que nada más se me olvidó ir por ella… ¡Qué bonita noche!

Alondra: Sí, perfecta para matar a alguien.

Danyliz: ¿Que qué? ¡Que me da!

Valente: ¿Qué te va a dar?

Jacinto: Ya sabía que esto no iba a funcionar, pero nunca me haces caso.

Danyliz: Oigan…

Todos: ¿Qué pasa?

Danyliz: Agárrenme…

Danyliz se desmaya, pero Valente alcanza a tomarla entre sus brazos (qué romántico), mientras los demás observan sorprendidos.

Alondra: ¡Se desmayó!

Oba: Nunca se ha desmayado. De seguro es algo grave… Por cierto, Valente, déjame cargarla a mí, de seguro debe estar muy pesada.

Valente: ¡No, no está pesada! Y aunque lo estuviera, no te la voy a entregar a ti.

Jacinto: Alguien despiértela, ¿no?

Oba: ¿Por qué se desmayaría?

Gretel: No lo sé. La presión, el clima, los nervios, o está embarazada…

Todos voltean a ver a Gretel…

Gretel: ¿Qué? ¿Yo qué?

Valente: ¿¡Cómo crees que sea por eso!?

Oba: ¿Y tú cómo sabes?

Jacinto: ¡No seas tonto! Ya sabes que Valente es el novio de Danyliz.

Oba: ¿Y? Sólo son novios, no esposos…

Valente: Eso puede cambiar ahora.

Jacinto: ¿Te vas a casar con ella? Por favor, Valente, piénsalo bien, recuerda quien eres, no cometas esa estupidez.

Alondra: Bueno, el amor es ciego.

Oba: Tal vez eso cambie si está embarazada.

Valente: ¡Y dale con eso! ¿Cómo va a estar embarazada?

Oba: Como que ya estás grandecito para preguntar esas cosas, ¿no lo crees? Por si no lo sabías, los bebes no vienen de París, y mucho menos los trae la cigüeña…

Jacinto: En lugar de decir boberías, ayúdenla a recobrar el conocimiento.

Junta: Con una Coca-cola bastará…

Todos: ¿¿??

Oba: ¿Junta?

Gretel: ¡Qué horas de llegar son éstas, Junta! ¡Acuérdate que se te citó hace dos horas!

Junta: Sí, pero resulta que…

Jacinto: Después haces las explicaciones. Ahora despiértenla, da mala imagen a este programa.

Junta: Nada como una buena Coca-cola (sacando una bien fría) ¿Verdad?

Gretel: ¡Vaya! Encontramos al Ricky Martin de los pobres.

Junta: ¿Qué te pasa? ¡Yo soy de la selección Coca-cola!

Oba: Ésa todavía no existe.

Junta: Pero Danyliz y yo planeamos hacer una.

Jacinto: Sí, claro, pero ahora… ¡¡Despiértenla!!

Danyliz: (Reaccionando) ¡Ay, pobre de mí! ¿Qué pasó?

Junta: Casi nada. Sólo que Oba no fue por Megumi Hayashibara.

Danyliz: Bueno, seré paciente… ¡No puedo!

Junta: Pues inténtalo, chica, porque estás en los brazos de tu Romeo.

Hasta ese entonces Danyliz vio que Valente la estaba cargando.

Danyliz: Con razón… Es que estaba soñando que iba en la nube voladora con TRUNKS.

Valente: Dudo que el niño de los cabellos morados se pueda subir a la nube.

Oba: Ni tampoco Danyliz…

Danyliz: ¡¡¿¿De qué hablas??!!

Alondra: ¿Y qué va a pasar con Megumi?

Junta: Sí… Hace mucho que debería estar aquí, ¿no?

Danyliz: Tú ni hables, llegaste tarde.

Junta: Pregúntale a Oba porqué…

Danyliz: ¡No, ya no quiero saber nada de que te chocó!

Junta: Qué difícil adivinar de qué se trataba. Y fue sarcasmo, por si no se notó.

Jacinto: Ja, ja, ja. Por lo visto, no te puedes alejar de los problemas. ¿Verdad, ilusa?

Danyliz: Mira, si no fueras tan importante…

Danyliz se queda callada mientras los demás la observan.

Danyliz: Sí, señor… Ajá, señor… Lo siento, señor… Sí, ¡muchas gracias, señor! ¡De acuerdo, señor!

Oba: Ahora sí se volvió loca.

Valente: ¿Qué te pasa?

Danyliz: El productor me estaba hablando, y dijo que él ya se había encargado de ir por Megumi, cosa que el inútil de Oba no pudo hacer.

Gretel: ¿Y cómo te lo dijo?

Danyliz: Por si no lo sabías, hay un pequeño micrófono llamado «apuntador», el cual establece una comunicación entre el productor y sus conductores.

Valente: Ah, es por eso que se comunicaban, ¿verdad?

Danyliz: Sí, es correcto.

Oba: ¿Y a qué hora piensas bajarte de la «nube voladora», alias Valente?

Danyliz: Aquí estoy bien.

Valente: Por mí tampoco hay inconveniente.

Jacinto baja de una manera muy violenta a Danyliz.

Danyliz: ¡Oye! ¿Qué te traes?

Jacinto: ¿No te parece que pueden estar demostrándose su amor en otra parte? ¡Esto es algo decente!

Gretel: Amargado.

Junta: Pues no lo creo, lo apoyo. Ahora sólo debemos preocuparnos por la entrega, ¿no les parece?

Jacinto: Sí. Recuerden que para ganar público tenemos que actuar pronto…

Oba: ¿Porno?

Jacinto: ¡¡¡Dije PRONTO!!! Deja de pensar en tus mensadas y concéntrate.

Santiago: Ya están todos los invitados adentro, Danyliz.

Todos: ¿¿??

Alondra: Creí que no iban a llegar nunca.

Raquel: Pero gracias a Dios ya están aquí. Tenemos que empezar la entrega.

Gretel: ¿Y ustedes son…?

Lord Zero: ¿No nos conoces? (mirando a Danyliz) Creí que habías dicho que éramos importantes.

Danyliz: Lo son, sólo que ella no sabe nada. No le hagan caso.

Gretel: No sé porqué invitan a personas de clase tan baja. Deberían aprender de mí.

Santiago: Pero qué bonita manera de hablar. ¿Por qué no te expresas de una manera educada?

Raquel: Cálmate, Santiago. Mejor empecemos.

Lord Zero: Sí, tengo ganas de matar a alguien.

Valente: El trato era que esta noche te quedarías quieto.

Lord Zero: Bueno, bueno, trataré.

Raquel: Creo que es hora de comenzar. ¿No lo crees, Danyliz?

Alondra: Opino igual. Recuerda lo que pasará en la fiesta, y ya quiero que eso pase.

Raquel: ¿A qué te refieres?

Alondra: Es que me gané una cena con Vegeta…

Raquel: ¿¿En serio?? ¡Felicidades!

Alondra: Gracias.

Santiago: ¿Ya?

Jacinto: Es hora de comenzar la entrega.

Todos entran al gran salón Satán, donde la entrega está por comenzar. ¿Quiénes serán los ganadores?