Una Madre,
un Anillo... y una Unión
Capítulo 7: "Instintos"
"Amor de madre es puro y natural... es sincero y desinteresado... es el instinto maternal..."
Todo en la habitación estaba en silencio... No había ni un murmullo más que el ruido que hacían las máquinas al funcionar y el emerger de las burbujas en los tanques de recuperación...
Kaissa abrió lentamente los ojos... habían pasado dos días desde que diera a luz al príncipe y de allí no recordaba nada más, ya que perdió el conocimiento a causa del esfuerzo. Por un instante pensó que moriría... algo debió haber pasado. Kaissa notó que tenía una mascarilla y estaba flotando en un ambiente líquido y estéril, pero a la vez tibio... era un tanque de recuperación. Enfocó su mirada y a través del duro cristal pudo distinguir, aunque algo distorsionado, varias máquinas y aparatos, pero a ningún ser vivo. Se miró a sí misma y estaba desnuda, pero eso era lo de menos, porque lo que llamó su atención fue ver su vientre de nuevo plano... pero a la vez sintió que le habían quitado parte de ella...
Salón del trono...
El rey Vegeta se encontraba sentado en medio de la soledad de la sala, acompañado nada más que con un par de guardias imperiales. Se veía una sonrisa de satisfacción en su rostro, ya que su hijo había nacido y, según los informes que le habían dado, su potencial de pelea era bastante alto... tal y como lo había planeado. El ruido de unas pisadas lo hicieron levantar la vista hacia el frente y pudo ver a Nappa acercarse y hacer un respetuoso saludo al llegar a su presencia...
- RV : Infórmame, Nappa... ¿Qué ha pasado? preguntó.
- NP : Su majestad... es un gran placer comunicarle que el príncipe está en buen estado de salud y los medidores de poder casi se salen de las gráficas... continuó. Tiene un gran poder...
- RV : Eso me complace escuchar... sonrió. Después de todo, esa guerrera saiya sirvió para algo... Quién iba a pensarlo...
- NP : Sí, su majestad... respondió casi por inercia, recordando el episodio días atrás.
- RV : Y hablando de eso... ¿Qué fue de la "gran Kaissa"? preguntó casi en son de burla.
- NP : Ella está... Nappa calló, dudando si decirle al Rey lo que había hecho, ya que podría costarle la vida. Al escuchar su silencio, el Rey Vegeta volvió a preguntar...
- RV : Está... ¡qué!... ¡responde!
- NP : Está viva, su majestad... terminó de decir cerrando los ojos. Ahora, su majestad, la reina se encuentra recuperándose en uno de los tanques especiales.
- RV : ¿Ah, sí?... preguntó en un tono bastante desinteresado, ya que pensaba que Kaissa había muerto...
- NP : Como sobrevivió y estaba muy débil, pensé que lo correcto era que estuviera en ese lugar... continuó el guerrero. Lamento haber actuado por mi propia cuenta, su majestad...
- RV : Sí, ya veo... luego pensó para sí poniendo una mueda de rabia... "Esto será un problema... ¡diablos!". Ahora te daré otra orden, Nappa...
- NP : Lo que usted ordene, su majestad contestó sorprendido de que el Rey no le hubiera dicho nada por lo que hizo.
- RV : Quiero que vayas donde el jefe de mando de las misiones y que venga en este instante a mi presencia... ¡obedece! dijo con una expresión misteriosa.
- NP : ¿Al jefe de mando?... Sí, como usted ordene, su majestad... y luego de hacer una reverencia, se retiró mientras pensaba en el pedido extraño del Rey y sobre todo... ¿qué estaría tramando?... Por un instante, se preocupó por el destino de la reina...
Sala de recuperación...
El ruido de una alarma hizo que Kaissa abriera los ojos. Provenía de la máquina en donde estaba recuperándose y en eso un par de doctores con apariencia de reptil entraron murmurando algo mientras la observaban. Uno de ellos se acercó al panel de control y, oprimiendo unos botones, detuvo el funcionamiento de la máquina. El agua que rodeaba a Kaissa comenzó a escurrirse por unos ductos del tanque y ella levantado su mano tomó la mascarilla y se la extrajo, al tiempo que el domo de vidrio de la máquina se abría...
- DC 1: ¿Cómo se encuentra, su majestad?... preguntó uno de los seres. Kaissa lo observó...
- KS : Estoy bien... eso creo... respondió saliendo de la máquina mientras estiraba un poco sus músculos. Ella estaba desnuda, pero eso no le importaba ya que casi todos los saiyas se curaban en los tanques de esa manera.
- DC 2 : Nos alegra mucho que ya se encuentre recuperada... estuvo a punto de morir hace casi dos días... intervino el otro médico.
- KS : ¡¿Dos días?!... ¡¿Dijiste dos días?!... preguntó sorprendida... "¿Acaso tan mal estaba?"... pensó.
- DC 1 : Así es... Según los médicos que la atendieron, tuvo un parto muy difícil... Es una suerte que siga con vida...
Kaissa se quedó pensativa por unos instantes... así que había sobrevivido... Se alegró por eso, ya que el rey no se salió con la suya. Observó nuevamente su vientre plano y, luego de un largo silencio, se animó a preguntar...
- KS : ¿Y mi bebé?... los miró de reojo. ¿En dónde está?
- DC 1 : El príncipe está muy bien, su majestad... Fue un varón y tiene un poder de pelea asombroso... tal y como lo dijo el Rey Vegeta... dijo sonriente. Ahora se encuentra atendido en la sala de incubadoras.
- KS : ...Entiendo. dijo secamente Y ahora... les pediré que me alcancen mi ropa y se vayan, es una orden...
- DC 2 : Como usted ordene, alteza... dijo el médico, y le alcanzó el vestido que había llevado durante todo ese tiempo en que estaba embarazada. Al verlo, Kaissa frunció el ceño y dijo...
- KS : ¡No me pondré de nuevo ese harapo!... Quiero mi traje de batalla... el que siempre usé... dijo cruzando los brazos sobre su pecho.
- DC 2 : ¿El de batalla?... pe-pero su majestad... usted no...
- KS : ¡¿Qué no me oíste, insecto miserable?! le gritó tirando al suelo el vestido de un manotazo y mirándolo con una feroz expresión. ¡Quiero mi armadura de siempre!... ¡¡AHORA!!
Con ese último grito, hizo que los médicos cumplieran su orden al pie de la letra y al poco rato Kaissa se encontraba vistiéndose con la armadura de combate que siempre usó, pantalones ceñidos y sus botas. Ahora que había dado a luz, se sentía más ligera que antes, pero su cuerpo había perdido condición física. Y para completar su atuendo, se colocó una larga capa roja que resaltaba aún más su porte y presencia de reina. Por un momento, sintió que algo le faltaba y pronto se daría cuenta...
- NP : Me alegro de verla recuperada, su majestad... dijo una conocida voz desde la entrada de la puerta. Kaissa volteó hacia donde había escuchado la voz.
- KS : Nappa... ¿desde hace cuánto rato estás allí? dijo sorprendida.
- NP : Los médicos acaban de informarme de su estado de salud, alteza... se inclinó en señal de respeto. Sólo venía a cerciorarme de que todo estuviera bien...
- KS : Pues bien... como lo puedes ver, estoy muy bien... por fin terminó este castigo... dijo mirando hacia el techo.
- NP : ¿Castigo?... No comprendo, su alteza... dijo confundido.
- KS : No te hagas el tonto, Nappa... dijo con una sonrisa irónica. Bien sabes de qué estoy hablando... El rey consiguió lo que quería y lo hizo a costa mía... debes de sentirte feliz, ¿pero sabes qué?... eso a mí ya no me importa...
- NP : Me va a perdonar, alteza... pero yo no tuve nada que ver en las decisiones del rey... eso es muy aparte de lo que yo piense...
- KS : ¡Ja!... eres un imbécil si piensas que te voy a creer... Estuviste metido en este asunto desde un principio... continuó impacible.
- NP : Su majestad el rey estaba en otro lugar cuando usted perdió el conocimiento en la sala de partos, alteza... y puedo asegurarle que NO fue el Rey Vegeta quien ordenó que se le llevara a los tanques de recuperación... dijo sin cambiar su expresión.
- KS : ¿Qué?... volteó a verlo sin poder creer lo que escuchaba. Entonces tú...
- NP : Yo siempre estaré a su servicio, su majestad... se inclinó. Nunca dude de eso...
- KS : Comprendo... y dándole la espalda, sonrió levemente. Quizás Nappa decía la verdad...
- NP : Majestad... dijo levantándose. ¿No piensa ver al príncipe?
Kaissa tuvo un sobresalto al escuchar las palabras del guerrero. Había olvidado totalmente el motivo de su presencia en el palacio... pero apretando los puños, contestó aparentando indiferencia...
- KS : No... ¿para qué?... bien sabes que cuando un bebé saiya nace, no se permite interactuar con él y menos si es el hijo del Rey... Además, es mejor así... será más fácil olvidarme de este ridículo asunto... ¡Así que hagan lo que quieran con el mocoso ése! terminó de decir, cruzándose de brazos.
- NP : No olvide que también es SU hijo, su majestad... Como la reina, usted tiene todo el derecho de verlo y...
- KS : ¡¡Ya te dije que no pienso verlo!!... ¡¡HAGAN LO QUE QUIERAN CON ÉL!!... ¡¡YO NO TENGO NADA QUE VER EN ESTE ASUNTO, ASÍ QUE YA NO ME MOLESTES CON ESO!!... paró un rato para tranquilizarse y dijo: Puedes retirarte, soldado Nappa... y dile al rey Vegeta que no se preocupe por mí... terminó de decir, dándole la espalda.
- NP : Como usted ordene, su majestad... pero le diré una cosa más si me lo permite: no niegue sus instintos ni a su corazón... pero sobre todo, no niegue su sangre...
Kaissa se dio vuelta al escuchar las últimas palabras de Nappa, pero éste ya había desaparecido. Se quedó pensando en eso cuando un destello brillante llamó su atención encima de una mesa cercana. Al acercarse lo reconoció... era su anillo y Kaissa no entendía cómo había llegado hasta ese lugar...
Mientras tanto, en el salón del trono...
El jefe de mando había acudido ante la presencia del Rey luego del aviso de Nappa y se encontraba dándole los últimos informes y planes para unas próximas conquistas mientras revisaban las cartas celestes...
- JM : Como podrá ver en los mapas espaciales, su majestad... hay un buen número de planetas que el gran Freezer desea tener bajo su control en todo este perímetro y un gran número más en la galaxia del Sur... informó.
- RV : ¿Y cómo cuánto tiempo tomará realizar esas conquistas?... Quiero saber específicamente de los planetas de la galaxia del Sur preguntó sin dejar de mirar las cartas celestes.
- JM : Bueno, esa misión tomará bastante tiempo a diferencia de las anteriores... pero según nuestros cálculos y tomando en cuenta la ida y vuelta a Vegetasei... demorará algo más de dos años... dos años y medio a más tardar, su majestad...
- RV : Conque dos años... Perfecto... dijo con una sonrisa mientras acariciaba su barbilla.
- JM : Como ya le dije, demorará bastante y será muy arriesgado para nuestras tropas hacer ese tipo de travesía... continuó el jefe de mando. Pero si me permite continuar, hay otros planetas que...
- RV : No... esa misión es justo lo que estaba buscando y si el gran Freezer lo quiere, será mejor que la realicemos de una vez... Quiero que prepares todo lo antes posible...
- JM : Pero señor... acaso usted...
- RV : Y otra cosa más... prepara todo muy bien ya que será LA REINA quien comandará esa misión...
- JM : ¿¿EH??... ¿¿Su-su majestad Kaissa??... pero ella acaba de... dijo totalmente sorprendido, pero el rey lo cortó.
- RV : La reina ya está bien porque acaba de salir de los tanques de recuperación, así que no habrá ningún problema con su salud... continuó.
- JM : Pero... ¿por qué la reina?... Es una misión muy peligrosa, y si me permite opinar, sería mejor que fuera otro guerrero quien...
- RV : Quiero que tengas en cuenta algo, basura con patas... dijo mirándolo seriamente. Me conviene que la reina se vaya de misión por un largo tiempo y sobre todo que el príncipe no se entere de su existencia bajo ninguna circunstancia...
- JM : ¿Y eso por qué? volvió a preguntar, haciendo que el rey casi perdiera la paciencia.
- RV : ¡¡¿¿QUÉ NO LO ENTIENDES, IMBÉCIL??!! le gritó. Si ella se queda, será un estorbo para el desarrollo del príncipe. Nunca se puede confiar en las hembras por más buenas guerreras que sean... porque una vez que son madres, el carácter les cambia por completo, naciendo ese tan repulsivo "instinto maternal"...
- JM : ¿Instinto maternal? preguntó extrañado.
- RV : Así es... y a causa de eso, ella querrá acercarse al niño en todo momento y no quiero que por ningún motivo despierte sentimientos de ternura y cariño en el príncipe... ¡¡UN SAIYA NO DEBE TENER SENTIMIENTOS BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA!!
- JM : Sí, lo comprendo, su majestad... Y haciendo una reverencia, dijo: Haré tal y como usted lo ordenó.
- RV : Tienes hasta mañana para eso... Y si no está lista la escuadra para ese entonces, ¡¡tendrás un reemplazo más rápido de lo que piensas!! amenazó.
- JM : Todo estará listo para mañana, su majestad... respondió asustado por las palabras del rey y, haciendo una reverencia, se dirigió a toda prisa a preparar todo.
El rey se quedó nuevamente solo en el salón y, apretando los dientes de furia, musitó...
- RV : ¡¡Maldita Kaissa!!... ¡Me estás causando muchos problemas!... grrrr... ¡¿por qué tuviste que sobrevivir?!... ¡¡TE HUBIERAS QUEDADO MUERTA!! esto último lo dijo con fuerza, haciendo que el eco resonara en toda la sala...
Corredores del palacio...
Kaissa caminaba por el castillo tratando de mantener distraída su mente. Sabía que no duraría mucho en el palacio, pero lo que más la perturbaba era un fastidio en su pecho... como si algo le faltara. Recordaba su conversación con Nappa... el anillo... y las palabras que dijo. Por un instante, el recuerdo de una peluda y pequeña cola flotó por su mente...
Sin darse cuenta, Kaissa llegó hasta la sala de incubadoras... y no comprendía cómo había pasado, era como si "algo" la hubiera llevado hasta ese lugar. Sin poder contenerse, Kaissa tuvo la enorme necesidad de acercarse a la vitrina que la separaba de la sala. Al asomarse, vio un gran número de incubadoras, pero había una particular que estaba separada en una sala contigua y por la distancia no le permitía ver bien. De pronto sintió de nuevo ese algo que la llamaba y, frunciendo el ceño, se dirigió hacia la entrada de la sala, sorprendiendo a los médicos que se encontraban allí...
- DC : Su majestad... dijo uno de ellos inclinándose. No sabíamos que tendríamos una visita suya...
- KS : Quise venir personalmente... Dime una cosa... ¿qué hay en esa sala del fondo? preguntó para salir de dudas.
- DC : Allí se encuentra el príncipe... El rey quiso mantenerlo aislado por su propio bien. No debe mezclarse con nadie...
- KS : ¿En serio? respondió sonriendo por la absurda orden del rey Vegeta. Muy bien, entraré a verlo...
- DC : Espere, su majestad... no puede pasar, fueron órdenes del rey... dijo el médico en tanto que Kaissa ya estaba punto de entrar.
- KS : Voy a comprobar si es verdad lo que dijeron del poder de pelea del príncipe dijo mientras se ponía su rastreador. Ahora quiero que todos salgan...
- DC : Pero...
- KS : ¡¿Qué no me oyeron?!... ¡¡FUERA!! gritó mientras los amenazaba con un disparo, haciendo que el personal saliera rápidamente.
Una vez que todos se marcharon, Kaissa respiró profundamente y entró a la sala de incubadoras. Pasó de largo por las que estaban a los lados y centró su atención en la que estaba aislada. Al llegar, sentía que su corazón iba a salírsele del pecho, pero armándose de valor se acercó a la incubadora, cuyos monitores no dejaban de sonar.
Finalmente pudo conocer a su hijo... la criatura estaba con los ojos cerrados y completamente desnudo. Era un niño de tez clara como la suya, pero su aspecto era idéntido al de su padre el rey Vegeta, es decir, con cabello de punta y un pequeño ceño fruncido...
- KS : "Salió igual al bastardo de su padre... es idéntico... Qué ironía del destino..." pensaba mientras contemplaba a su bebé... y de nuevo sintió algo en su corazón.
Kaissa se acercó a la incubadora y no pudo contener el impulso de tocar el vidrio... Estaba tibio, producto de la temperatura generada por la incubadora. En eso, el pequeño príncipe abrió sus pequeños ojos y, al darse cuenta de su extraña visitante, fijó su vista en ella... y sonrió. Kaissa se sentía confundida por la reacción del bebé, era como si la criatura supiera que ella era su madre. Lo miró de nuevo y puso un gesto serio, como para intimidarlo... pero el bebé, lejos de asustarse, volvió a sonreír y estiró sus pequeños bracitos hacia ella mientras agitaba su cola.
La saiya trató de contenerse; se dio media vuelta con intención de salir de la sala... Debía olvidarse de su bebé, ya que era imposible que le permitieran estar con él. Pero algo había nacido en ella y que la llamaba a regresar hacia su bebé... era su instinto... a lo que se refería Nappa... y, sin saberlo, un lazo se había formado entre ella y el recién nacido. Kaissa sacudió su cabeza y regresó hacia la incubadora donde el pequeño inquilino se alegró al verla nuevamente. La saiya observó por todas partes cuidando que nadie estuviera cerca y, apretando unos botones, desconectó la incubadora y la pequeña compuerta de vidrio se abrió. Temblando, Kaissa acercó su mano hacia su bebé y muy suavemente lo tocó... su piel era tan suave, que parecía que se iba a romper con sólo tocarla.
El bebé gimoteó al sentirla y enroscó su colita en la muñeca de su madre. Kaissa se apretó los labios para no llorar de emoción... lo que sentía era tan hermoso, algo que nunca había sentido antes, quizás porque nunca había sido madre y todo esto era nuevo para ella. El bebé comenzó a jugar con los dedos de Kaissa, percatándose del brillante anillo que rápidamente llamó su atención y trató de cogerlo con sus pequeños dedos. Kaissa sonrió mientras retiraba su mano y el niño se quejó cuando le quitó su "juguete brillante" y estiró de nuevo sus manitos hacia ella mientras la miraba con su ceño fruncido. Por algo inercial, Kaissa lo tomó en sus brazos sacándolo de la incubadora y poniéndolo frente a sus ojos para observar sus facciones... era un niño tan hermoso y era parte de ella... era su bebé... su sangre.
Kaissa lo sostuvo contra su pecho por un largo rato, para luego dejarlo en la incubadora ante la negativa del retoño, que no quería separarse de su mamá ni de su "juguete brillante". Antes de poner a funcionar de nuevo la incubadora, Kaissa estuvo tentada a darle un beso, pero se contuvo... por hoy ya había sido suficiente, así que sin pérdida de tiempo encendió la incubadora de nuevo y el bebé, luego de un último vistazo a su mamá, cerró los ojos y se durmió.
Kaissa sonrió y, musitando algo, salió de la sala... sin notar que alguien en medio de las sombras la había estado observando...
Rato después...
- RV : ¡¡¡MALDITA PERRA ESTÚPIDA!!! gritó el Rey Vegeta mientras lanzaba un disparo que le dio de lleno a una mujer, lanzándola contra una de las paredes del salón del trono.
- KS : Argg... ¡¡¿¿por qué diablos me atacas??!! dijo Kaissa con dificultad mientras se levantaba. Ella había acudido porque el rey solicitaba su presencia, pero nunca se imaginó que haría algo así...
- RV : ¡¡¿¿TE PARECE POCO LO QUE HICISTE??!!... continuó el rey lleno de ira. ¿¿CÓMO TE ATREVISTE A TOCAR AL PRÍNCIPE??... ¡¡MERECES LA MUERTE!!
- KS : Sólo quería ver su poder de pelea... no le veo nada de malo... dijo sin perder la compostura.
- RV : ¡¡NO SEAS ESTÚPIDA, MUJER!!... ¡¡PARA VER EL PODER DE PELEA SE USAN LOS RASTREADORES POR SI NO LO SABÍAS Y NO HAY NINGUNA NECESIDAD DE CARGAR AL MOCOSO!!... ¡¡YO TE VI CON MIS PROPIOS OJOS, ASÍ QUE NO INTENTES NEGARLO, ZORRA INSOLENTE!!
- KS : ¡¡¿¿Y QUÉ SI LO HICE??!! gritó Kaissa cansada de tantos insultos y poniéndose en guardia. ¡¡MALDITA SEA, TAMBIÉN ES MI HIJO!!
Furioso, el rey Vegeta le lanzó otro disparo, pero esta vez Kaissa lo esquivó pero no contó con un ataque sorpresivo del rey, que de una bofetada la tiró a suelo nuevamente y le dijo...
- RV : Escucha bien esto, porque no lo repetiré... ese niño dejó de ser tuyo en cuanto lo pariste... ¡¡YA NO TE PERTENECE!!... ¡¡ASÍ QUE OLVÍDATE DE ÉL!!
- KS : ¡¿Qué?! dijo con los ojos muy abiertos mientras sostenía su lastimada mejilla. No puedes pedirme que haga eso...
- RV : ¡¡Oh, sí, claro que puedo, y lo harás!!... la miró fríamente. ¡¡Ese niño no debe saber de tu existencia por ningún motivo, ya que serías un estorbo en su preparación como futuro rey de Vejitasei!!... Entiende de una buena vez... ¡¡A PARTIR DE ESTE MOMENTO, TÚ ESTÁS MUERTA PARA ÉL, ¿¿ENTENDISTE, KAISSA??!!
- KS : ¿Mu-muerta?... muerta... musitó sin poder creer lo que escuchaba en ese momento... y después de lo que había pasado con su bebé...
- RV : Debería matarte por todo lo que hiciste, pero no me conviene por el momento que mueras, ya que como guerrera me puedes ser de utilidad... dijo mientras regresaba a su trono.
- KS : .......... (Kaissa no contestaba, estaba como en una especie de shock)
- RV : Y para ayudarte a que te olvides del niño, te informo que mañana por la mañana sales de misión...
- KS : ¿De misión?... dijo reaccionando después de unos instantes.
- RV : Así es... a la galaxia del sur... y el viaje durará DOS años...
- KS : ...dos años... ¿Tanto tiempo? respondió mientras asimilaba y ponía en orden sus ideas.
- RV : Así es luego continuó con una falsa sonrisa. ¿No te sientes feliz por la noticia que te estoy dando, Kaissa?... Porque según recuerdo, tú siempre decías que querías regresar a tu vida de antes... a tus misiones y batallas... Además que esos dos años te servirán de entrenamiento para recuperes tu nivel de pelea... Deberías agradecerme por la oportunidad que te estoy dando...
- KS : Claro... Mientras más lejos, mejor, ¿no? dijo con un sarcasmo fingido mientras se levantaba.
- RV : Exactamente... y como me fuiste de mucha utilidad, te perdonaré la vida y no te preocupes por las tropas, porque nada te faltará... Eso sí, la ÚNICA condición que te doy a cambio de todo eso es que te mantengas alejada del príncipe... No quiero que te le acerques si sabes lo que te conviene... y eso también lo digo por tu hijo. terminó de decir en tono autoritario.
Kaissa meditó por un rato la situación, considerando que no le quedaba de otra. Adoptando una posición fría, asintió diciendo...
- KS : Compliré con su mandato, su majestad... se limitó a contestar.
- RV : Muy bien... Ahora, será mejor que te prepares, mujer... porque mañana partes a primera hora... terminó de decir y, al ver que Kaissa no se movía de su sitio, dijo: ¿Que no oíste?... ¡¡RETÍRATE!!
Kaissa bajó la cabeza y, asintiendo, se retiró a paso rápido, tratando de contener las lágrimas que no dejaban de correr por sus mejillas. Esta vez el dolor que sentía era demasiado para ella, mucho peor que los anteriores. Se sentía humillada, frustrada... se repetía mentalmente que lo que le pasaba no era justo... ¿¿Por qué tenía que separarse de su bebé de esa manera tan brusca?? También pensaba en lo último que dijo el rey, sobre su hijo... por su seguridad y la de su bebé era mejor que no lo viera, ni que se enterara que existía... ¿Podría soportarlo?...
Pero en el fondo, y aunque no estuviera de acuerdo, sabía que era lo mejor y lo correcto, después de todo... Estaba en una sociedad saiya en donde los sentimientos no valían nada. Así que, secando sus lágrimas, tomó la firme decisión de ir a ese viaje por su propia voluntad y olvidarse de su pequeño... para siempre.
Al día siguiente...
Había gran alboroto en el castillo y sobre todo en el puente de lanzamiento, donde los soldados estaban terminando de cargar las naves para esa larga travesía a la galaxia del sur. Kaissa entró de inmediato a la nave madre sin siquiera despedirse de nadie, ya que lo único que quería era dejar el planeta... y a su pasado. Se instaló en la cabina de control y observó el lanzamiento de las otras naves. Desvió su vista por un minuto al puente de lanzamiento y pudo distinguir la figura de Nappa que la observaba y, haciendo una reverencia, se retiró tan rápido como desapareció aquella otra vez.
Minutos después, las naves despegaron y ya se encontraban en camino a la galaxia del sur. El viaje sería muy largo y pesado, pero Kaissa podría soportarlo. Sintiéndose cansada, se levantó de los controles y dijo a los tripulantes...
- KS : Me retiro a descansar... Cualquier anormalidad, me lo comunican de inmediato, ¿entendieron? dijo mientras se retiraba.
- TODOS : ¡¡Sí, su majestad!! respondieron todos al unísono.
Una vez que estuvo en sus aposentos, Kaissa se quitó su armadura e, introduciendo su mano por uno de los extremos, oprimió un botón y por uno de los laterales de la armadura emergió una pequeña caja de madera, ya que la armadura tenía unos compartimientos vacíos a modo de bolsillos para guardar cosas. Sonriendo, abrió la caja y allí se encontraba un pequeño libro con una pequeña inscripción en idioma saiya... pero traducidas significaban algo muy valioso para ella... Memorias.
Kaissa tomó una pequeña pluma y comenzó a escribir...
"Hoy parto a una nueva misión, hermano mío... y esta vez será muy larga... La verdad, no sé si sobreviva, pero haré todo lo posible por regresar sana y salva..."
Kaissa cerró los ojos por unos instantes y, suspirando, continuó...
"Karionte... no sé qué es realmente lo que siento... me siento distinta. Quizás es el hecho de que ahora soy madre, porque... sentí algo muy extraño al tener a mi hijo en brazos... era un sentimiento desconocido hasta ahora para mí... creo que es lo que llaman instinto maternal. Pero por causas del destino, tengo la necesidad de olvidarlo, no sólo por mi bien, sino también porque pienso en mi hijo y temo que ese maldito del rey le haga algo si lo vuelvo a ver. También pensaba en las palabras de tu compañero Nappa, espero que lo que me dijo sea la verdad. En tanto, ya tomé una decisión y la cumpliré pase lo que pase... pero antes de cerrar la página te diré que... aún siento un terrible dolor en mi pecho... y no sé cuánto tiempo... tardará... en desaparecer... Adiós."
"KAISSA..."
Y terminado de escribir el último párrafo, Kaissa cerró sus memorias y, exhausta, se durmió...
Notas de la autora: ¡Hola!... por primera vez en este fic me animo a hacer un comentario. He recibido muy buenas críticas referentes a esta historia y me alegro mucho. La verdad que es la primera vez que escribo con este estilo tan crudo y es porque esta vez quería hacer algo diferente a lo que comúnmente escribo y estoy poniendo bastante cabeza en escribir lo mejor posible en cada capítulo. También este capítulo va dedicado a todas las madres ya que en mi país, hoy, segundo domingo de Mayo, es considerado el "Día de la Madre"... y como nota adicional lo dedico especialmente a dos madres: mi mamá a la que adoro, y sobre todo a mi prima Margenia... quien falleció hoy 14 de Mayo en la mañana víctima del cáncer... tenía 34 años...
"Geni... donde quiera que estés, ahora sé que no estás sufriendo y Dios quiso lo mejor para ti... Fuiste una madre ejemplar y una prima muy querida por todos. Pero tu partida más la siento por tus tres niños a quienes dejas : Fernando(12), Jorge(7) y Ariadna (dos meses de vida). Nunca te voy a olvidar y vivirás por siempre en el corazón de todos... Descansa en paz... así sea..."
Muchas gracias a la gente que apoya a "Un anillo..." y con ustedes hasta otra oportunidad... Ja ne... ALONDRA.