Una Madre,
un Anillo... y una Unión
Capítulo 9: "Luchar por uno mismo"
El espacio... sí... tan misterioso e infinito como los lugares que oculta de la vista de los mortales, un lugar en donde han sobrevivido por generaciones poderosas razas de guerreros y pueblos ancestrales que tenían un marcado lugar en el universo... los saiyajins eran uno de ellos.
Espacio exterior Año 737 del calendario del Dragón
Un escuadrón de pequeñas naves esféricas surcaba el espacio a toda velocidad con un rumbo fijo. De seguro iban de misión a un planeta para destruir a sus habitantes y luego vendérselo al emperador Freezer como habían venido haciéndolo desde hacía muchos años. En una de las naves un pequeño niño vestido con la indumentaria guerrera y el sello real observaba pensativo el espacio. Era el príncipe Vegeta, el hijo del rey... ahora con casi cinco años de edad.
El niño observaba con la mirada perdida los millares de estrellas que adornaban el firmamento; era algo que le agradaba mucho porque sentía que le proporcionaba paz y también porque así recordaba experiencias agradables... y una de ellas era su madre.
Recordaba el día en que se enteró de su existencia y se sintió feliz porque era ella la única persona con la que se sentía en confianza y que le inspiraba algo muy poco común en él... SONREIR. Desde ese día, ella lo visitaba contadas veces entre sus misiones y sin que nadie se enterara... y aún no comprendía porqué tenía que ser así. Pero esas visitas siempre lo reconfortaba en la inmensa soledad que sentía en el castillo... La quería mucho, pero eso jamás lo admitiría frente a los demás... y como ella le decía, es el príncipe de una raza guerrera y debe actuar como tal.
Justo en ese momento iba a realizar la prueba más importarte, para lo que se estuvo preparando tanto tiempo: su primera misión de conquista. Se sentía emocionado y también recordó los últimos acontecimientos ocurridos días atrás en el planeta Vejita...
Kaissa había acudido a visitar a su hijo (siempre a escondidas de la vista de los demás para evitar problemas) y ahora charlaba con él acerca de las últimas peripecias de su viaje. Ella se sentía feliz de tenerlo tan cerca, aunque fuera por corto tiempo. El niño era muy despierto y no dejaba de llenarla de preguntas... comportamiento que sólo mostraba cuando estaba con ella...
- VG : ¿Y pudiste destruir a todos esos guerreros tú sola?... preguntó curioso al terminar de escuchar el relato de Kaissa.
- KS : No eran tan poderosos, hijo... pero hay lugares en que uno podría morir si no actúa con cautela. Un guerrero saiyajin debe estar preparado para todo, ¿entiendes? le explicó dedicándole una cálida mirada.
- VG : ¡¡Estoy seguro que el día que me toque salir a pelear a mí acabaré con todos esos insectos de un solo golpe!! dijo emocionado. Kaissa sólo lo miró y sonrió...
- KS : Lo harás muy bien, Vegeta... Siempre que estoy de misión pienso que lo que hago es por algo especial más que por mí misma...
- VG : ¿Eh?
- KS : De alguna manera pienso en el bienestar de los seres que quiero y eso me da más fuerza para seguir luchando... más que para aumentar mi orgullo.
- VG : ¿Tú no luchas para sentirte más fuerte?... Mi padre y Nappa siempre me dice que debo ser el más fuerte de todos y no tener piedad... dijo.
- KS : Lo que decidas hacer o no, parte de ti mismo... Si sientes que está bien, entonces no dudes en hacerlo. Debes trazarte un objetivo y luchar para alcanzarlo... Si lo logras, sentirás que no has vivido en vano... Te contaré, yo tenía un hermano hace muchos años y era un guerrero muy poderoso...
- VG : ¿En serio?... ¿Y qué tan fuerte era?
- KS : Yo era un poco más grande que tú en ese entonces y lo admiraba porque era muy fuerte y valiente. El me decía que cuando luchaba pensaba en su familia para darse energías y así nadie podía derrotarlo... En mi caso, cuando luchaba pensaba en él... y ahora también en ti... para sentirme más fuerte... Es como si estuviera unida a ustedes... como si fuéramos un solo ser.
- VG : Uhmm... entiendo... Entonces cuando luche me acordaré de algo parecido y seré el guerrero más fuerte, ¿cierto? preguntó inocentemente. ¡Entonces cuando salga de misión, que según Nappa será en unos días, pensaré en eso y nadie podrá vencerme!
- KS : Estoy segura que lo harás bien, hijo... dijo poniéndose de pie ...sólo no te confíes y pelea con todas tus fuerzas.
- VG : ¡¡Sí!!... dijo con un brillo muy especial en sus ojos.
Una sacudida de la esférica nave sacó al pequeño Vegeta de sus pensamientos y al asomarse por una de las ventanas se dio cuenta que ya estaban cerca a su destino: el planeta Kor. Una voz se escuchó por el intercomunicador...
- ??? : Príncipe, ¿me escucha? dijo una conocida voz. Vegeta frunció el ceño...
- VG : Aquí Vegeta... Sí, ya entendí, Nappa. El momento ha llegado... diles al resto de las naves que nos encontraremos allí para jugar... sonrió tronando sus dedos.
Rato después, las naves, junto con las de la escolta, aterrizaron dejando dos enormes cráteres en la superficie del planeta que tenía la apariencia de un paisaje prehistórico y lleno de montañas. Mientras los saiyas examinaban el lugar, unos extraños seres con apariencia de lagarto los observaban montados en criaturas que semejaban a dinosaurios, pero de tamaño más pequeño y parecidos a avestruces.
- ??? : ¿Quiénes serán esos extraños sujetos de armadura?... no parecen tener buenas intenciones... dijo uno de ellos.
- ??? : Creo que son saiyajins; ya había escuchado de ellos antes... Esto se pone feo, mejor vayamos a dar la alarma a los demás.
Acto seguido, los guerreros montaron en sus cabalgaduras y se alejaron, sin saber que los saiyas ya se habían percatado de su presencia gracias a sus scouters. Uno de los soldados saiyajin dijo:
- SOL : No son muy fuertes... será muy fácil exterminarlos a todos. ¡¡Los mataré ahora mismo!!... dijo disponiéndose a perseguirlos con la técnica de volar, pero Nappa lo detuvo...
- NP : Espera, idiota... no te precipites. Es mejor esperar a que den la alarma... Me gustaría ver qué tan fuertes son estas piltrafas. ¿No opina igual, príncipe?
- VG : Jeje... será divertido. Pero para no perder el tiempo será mejor separarnos... No sabes cuánto tiempo he esperado este momento...
- NP : Muy bien, soldados... ya escucharon... ¡¡QUE NO QUEDE NADA!! y a su señal todos los guerreros de la escolta partieron en diferentes direcciones. El saiya se dirigió al joven príncipe ya estaba a punto de partir. Príncipe, recuerde que esta es su primera misión, así que debe tener cuidado... ¿Está seguro de no querer compañía?
- VG : Ya te dije que no, torpe... Yo solo puedo con esto. Recuerda que soy el hijo del Rey... dijo muy serio.
- NP : Como desee... pero ya sabe que si necesita ayuda no dude en llamarme. Buena suerte. y acabando de decirlo partió hacia el horizonte. Vegeta sonrió y terminó su frase:
- VG : ...y quiero que mi madre se sienta orgullosa de mí... dijo siguiendo otro rumbo, pensado en que esta misión se la dedicaría a su madre, tal y como ella le contó alguna vez...
Horas después...
El paisaje del planeta era desolador. Todo estaba destruido y miles de cuerpos muertos regados por todas partes. No cabía duda que los saiyajins eran muy buenos para deshabitar planetas, por eso eran considerados dentro de los mejores guerreros del universo.
Vegeta había realizado una labor increíble para un niño de su edad. En verdad era muy poderoso, ya que sólo manejando su ki había barrido con todas las criaturas del lugar, incluso con las enormes bestias que habían intentado atacarlo. Allí se notaba su sangre guerrera y habilidad incomparable. Mientras el niño buscaba algún vestigio de vida en los alrededores en donde estaba, pensaba en que hubiera sido excelente que su madre lo hubiera visto en acción... se sentiría tan orgullosa de él. De pronto su rastreador captó una pequeña señal y sin pérdida de tiempo fue a su encuentro...
Un cuerpo sangrante, específicamente de uno de los habitantes del lugar, se arrastraba tratando de encontrar refugio de los sujetos que habían asesinado a toda su gente. Vegeta sonrió al encontrarlo y aterrizó justo delante de él...
- VG : No tenía idea que fueras tan resistente, insecto... lo apuntó con su mano que empezaba a brillar. Pero no te preocupes, que acabaré con tu sufrimiento en un instante...
- ??? : No pu...puedo creer, hasta los niños... se-sean capaces de hacer esto... ¿Por... por qué nos atacan?... argg... dijo entrecortado. Vegeta arqueó una ceja al no comprender el extraño lenguaje y lo cogió del cuello...
- VG : No te entendí nada de lo que dijiste, pero la verdad no me importa... llegó la hora de apagar las luces...
- ??? : No te será tan sencillo... dijo sacando un pequeño control de sus ropas y accionándolo. Si es que voy a morir... al menos te llevaré conmigo, ¡¡mono miserable!!... argggg... *¡crack!*
Vegeta lo silenció rompiéndole el cuello de un solo movimiento, pero sin comprender lo último que había dicho el nativo. Cogió el control entre sus manos y dijo destruyéndolo:
- VG : ¿Qué habrá querido decir ese insecto?... bah, mejor no lo hubiera matado... no sé, tal vez estaba loco... murmuró. En el fondo, la matanza no le había gustado mucho y no le encontraba ninguna relación entre matar y conseguir el bienestar de los demás.
De pronto, un ruido a sus espaldas lo distrajo y su scouter pareció descontrolarse porque marcaba presencias por todos lados seguido de varios gruñidos amenazadores. Rápidamente se dio vuelta para encontrarse con toda una manada de lagartos de afilados dientes y amenazantes garras en sus patas. Todos ellos tenían dispositivos en la cabeza en los que tintineaba una luz roja. Habían sido activados por el guerrero nativo antes de que Vegeta lo matase... y ahora estaba a punto de cobrar su venganza...
- VG : ¿¿Pero qué diablos??... dijo poniéndose en guardia. Ese maldito insecto me hizo caer en una trampa... Bueno, no importa... ¡¡convertiré a sus estúpidas mascotas en cenizas!!... ¡¡¡AAAHHH!!!
Vegeta disparó un rayo hacia una de las criaturas, pero, increíblemente, del dispositivo colocado en la cabeza del animal salió como un escudo invisible que hizo rebotar el energy ha del niño, ante su sorpresa... Definitivamente estos animales no eran corrientes. Y antes de que pudiera hacer algo, todos se lanzaron a atacarlo.
El niño hacía todo lo posible por evitarlos, ya que estas bestias eran muy rápidas y ya habían conseguido dañar parte de su traje. Vegeta comenzó a exasperarse y de golpe liberó parte de su energía lanzando varios de ellos contra unas rocas cercanas para luego reducirlos a polvo. Uno de ellos lo embistió haciéndole perder el equilibrio para que luego otro lo atacara con sus garras, que esta vez sí dieron en el blanco, infringiéndole una herida profunda en el brazo...
- VG : ¡¡¡AAAHHHH!!!... ¡¡MALDITA LAGARTIJA!!... ¡¡TE MATARÉ!!... gritó el niño, abalanzándose contra éste y moliéndolo a golpes, pero otra de las bestias mordió su capa y lo tiró hacia atrás... Eran demasiados para un niño solo y los golpes lo estaban debilitando. El resto de las bestias lo rodearon mientras uno lo tenía inmóvil pisándolo contra el suelo. El joven saiya hacía todo lo posible por librarse, pero estaba perdiendo demasiada sangre... ya no podía ver bien. Una de las criaturas lo miró a los ojos, rasgados como de serpiente y abrió sus fauces...
¡¡FLASH!!
Un disparo salido de la nada voló la cabeza del lagarto, que se tambaleó arrojando chorros de sangre por su mutilado cuello para luego caer inerte ante la sorpresa de sus congéneres, que se volvieron para ver al atacante.
Una figura encapuchada saltó de entre las rocas y de unos certeros golpes acabó con dos criaturas más. Vegeta se dio cuenta que los lagartos estaban distraídos, así que aprovechó el momento para golpear al que lo tenía sujeto y matarlo. Furioso, hizo explotar su ki, y sin piedad atacó a los otros que quedaban cerca en tanto que la misteriosa figura peleaba por su lado con una agilidad y habilidades sorprendentes... como si tuviera mucha experiencia en el combate; y al cabo de un rato ya no quedaba ninguno. Vegeta suspiró aliviado... nunca había estado tan cerca de la muerte en su corta vida...
- VG : Demonios... ah, ah... no debí confiarme de esa manera... mi madre tenía razón... pero... oye, quién eres... ¡eh!, ¿¿a dónde se fue?? en eso recordó al encapuchado que lo había ayudado, pero que había desaparecido igual de rápido como hizo su presencia. Vegeta se quedó pensativo, tal vez había sido uno de los saiyas que lo acompañaba, pero... ¿por qué desapareció de esa manera?...
El ruido del scouter lo distrajo. Durante la pelea lo había perdido, pero al parecer todavía seguía funcionando...
- NP : ¡¡Príncipe!!... ¡¡Príncipe Vegeta, me escucha?!... ¡¡responda, príncipe!! dijo Nappa con voz alterada. Vegeta recogió el aparato y se sentó en el suelo...
- VG : Aquí, Vegeta... ¿Qué pasa, Nappa? dijo el niño con voz desganada.
- NP : ¡¡Qué bueno que respondió, alteza!!... Hacía bastante rato que lo llamaba, pero no daba señales... ¿Ocurrió algo?
- VG : No, nada... ¡Todo está bien, ¿qué esperabas?! dijo Vegeta aparentado normalidad. ¿Ya terminaron por allá?
- NP : Afirmativo... Ya no queda nada, príncipe... ¿Y usted está bien?.. ¿No tuvo problemas?
- VG : ¡¡Ya te dije que no, tonto!! dijo en tono enfadado. Muy bien, ya voy para allá... fuera terminó de decir cortando la comunicación. Pero todavía no podía quitarse de su cabeza al extraño guerrero que le había salvado la vida... ¿quién era?
Horas más tarde...
El escuadrón del príncipe había retornado con éxito de la misión encomendada y mientras Nappa daba los últimos detalles de la misión a sus superiores, el pequeño Vegeta se recuperaba en uno de los tanques de sanación. No tenía heridas de gravedad, pero de todas formas tenía que estar lo mejor posible para presentarse ante su padre, el Rey Vegeta. El niño lo había hecho muy bien para ser su primera misión y el Rey, informado de todo, estaba muy satisfecho con el progreso de su hijo.
Rato después, el tanque de recuperación dio por finalizada la curación y el pequeño despertó, totalmente curado. Nappa lo observaba desde la puerta de la sala en tanto que los solícitos médicos lo atendían...
- VG : ¡¡Ya basta, insectos!!... ¡¡Ya dejen de molestarme, ya estoy bien!! les gritó, harto de que lo trataran como a un infante (bueno, en realidad todavía lo era..^^). Nappa se inclinó en señal de saludo...
- NP : Me alegra ver que ya esté recuperado, príncipe... Ahora vístase rápido, que el Rey lo espera... Desea verlo...
- VG : Entiendo... dijo desganado mientras se colocaba sus ropas. Oye, Nappa... lo llamó.
- NP : ¿Dígame, príncipe? respondió. Vegeta estaba como pensativo...
- VG : Dime... ¿alguno de los soldados estuvo por la zona donde yo estuve?
- NP : ¿Cómo?... No comprendo, alteza...
- VG : Ya sabes... en el planeta Kor. ¿Alguno de ellos fue a mi zona? volvió a preguntar.
- NP : No, señor... Usted especificó que no quería compañía alguna. Además, yo estuve en contacto con todos y cada uno de ellos... ¿Por qué, alteza?
- VG : No... por nada... en fin, será mejor que vaya a ver a mi padre... dijo terminado de ponerse su capa y pasando al lado de Nappa que se le quedó mirando... y sonrió misteriosamente.
Vegeta caminaba por los pasillos rumbo al salón del trono. Ahora su porte era más el de un guerrero y se parecía mucho a su padre. Pero dentro de ese aspecto frío y arrogante que aparentaba delante de los demás, ocultaba una personalidad solitaria y triste... que de no ser por su madre, lo acabaría por completo. Sin darse cuenta llegó a las puertas del salón del trono y los soldados que estaban en las puertas al verlo le cedieron el paso. Vegeta los miró con aparente desprecio y siguió adelante... debía comportarse como lo que era: un príncipe saiyajin. Con esa idea siguió adelante... en tanto que el Rey lo esperaba sin moverse de su trono y con una expresión tan fría como el hielo. El pequeño se detuvo delante del trono y respiró profundamente...
- VG : Aquí estoy, padre... cumplí con mi misión saludó lo más recto que pudo.
- RV : ¿¿Padre??... ¡¡¿¿Acaso esos inútiles maestros que tienes no te han enseñado a dirigirte a mí??!! le dijo frunciendo aún más el ceño.
- VG : ¿Eh?... ¿el qué? parpadeó.
- RV : ¡¡SE SUPONE QUE DEBES LLAMARME REY VEGETA, MOCOSO IDIOTA!! le gritó, asustanto al niño que casi se va de espaldas, pero pudo conservar la compostura.
- VG : Lo-lo lamento, Rey Vegeta... no volverá a suceder se disculpó.
- RV : Así lo espero, si no, la próxima vez me veré obligado a enseñarte buenos modales, niño... lo miró. Ya estoy informado de todo... así que no vale la pena que me digas nada.
- VG : Entonces... ¿para qué me llamó a su presencia, majestad? preguntó bastante incómodo de tener que dirigirse a su propio padre de esa manera tan tonta.
- RV : "Jeje... tan estúpido como su madre" pensó y luego dijo: Sólo que estoy satisfecho con tus resultados... exceptuando el hecho de que hayas permitido que te hirieran esas basuras... Eso no me agradó para nada, mocoso.
- VG : Ya estoy bien, majestad... Sólo fue un pequeño descuido de mi parte...
- RV : Por tu bien, más te vale que no se repita... pero por ser la primera vez lo dejaré pasar. Ya te puedes ir, niño... tengo otras cosas más importantes que hacer.
Vegeta se levantó y ya estaba apunto de irse, cuando una idea le vino a la cabeza y preguntó nuevamente...
- VG : Pa... es decir... Majestad... ¿me permite una pregunta? dijo inclinándose.
- RV : ¿Qué rayos quieres ahora?... ¡¿No recuerdas que te dije que estaba ocupado?! dijo molesto.
- VG : Sí, lo sé majestad... es solo una duda que tengo... Cuando luchamos, ¿lo hacemos por el bien de otros?
- RV : ¡¡¿¿QUÉ??!!... ¡¿Qué clase de pregunta es esa?! abrió bien los ojos.
- VG : Este... bueno, lo que quiero decir es que... ehh... Si nosotros obtenemos algún beneficio cuando hacemos eso... ¿lo hacemos para sentirnos mejor?
- RV : ¡¡Por supuesto que sí, niño estúpido!!... Me sorprende mucho que lo preguntes. Nosotros los saiyajins somos una raza de guerreros y luchamos para ser los más fuertes. Aquí no importan los demás... Tú luchas para ser el mejor pisando a quienes sea necesario. ¡¡Un verdadero saiya no debe mostrar compasión!!
- VG : ¿Eso quiere decir que no importa luchar por los demás? volvió a sentir la mirada fría de su padre y se puso nervioso. Bueno... es decir...
- RV : Mira, mocoso... aquí no estoy para escuchar tus balbuceos y la paciencia que estoy poniendo en entenderte ya se me esta agotando... ¡¡ASÍ QUE SI TIENES ALGO QUE DECIR, DILO YA!!
- VG : Pues... yo... Vegeta calló, comprendiendo que su padre no era la persona adecuada para entenderlo, así que dijo. No... nada, majestad.
- RV : Entonces, si es así... ¡¡DESAPARECE DE MI VISTA EN ESTE INSTANTE!! gritó, a lo que el niño rápidamente abandonó la sala. Estaba muy asustado... Su padre de verdad era intimidante y si no lo conociera diría que era un monstruo. Al levantar la vista notó que los guerdias de la entrada de la sala lo miraban extrañados. Se enrojeció de cólera y gritó:
- VG : ¡¡¿¿Y ustedes qué me miran, insectos??!! y se alejó por el corredor.
Más tarde, en la noche, la calma volvió a reinar en el castillo. No se hizo ninguna celebración por el triunfo del príncipe, ya que su padre decía que no había momento para esas cursilerías. Vegeta se encontraba nuevamente solo en su habitación, tumbado boca arriba en su amplia cama mientras pensaba en los sucesos del día... No se preocupaba tanto por la gritoneada que le había dado su padre, lo que más le intrigaba era aquel extraño guerrero que lo ayudó en ese planeta...
Aburrido, se levantó y fue hacia la ventana. Se quedó observando las estrellas algunas de las cuales tintineaban intensamente. Siempre le habían fascinado las constelaciones y conocía algunas de ellas... por alguna extraña razón, el ver los astros lo hacían sentirse mejor. Como su ventana tenía una saliente parecida a un balcón pensó que sería muy agradable tomar el fresco y al mismo tiempo observar las estrellas. Dicho y hecho, salió de un salto y se sentó en el borde. Se sentía muy bien moviendo sus pequeñas piernas al ritmo de su cola en tanto que la brisa nocturna acariciaba sus cabellos. El niño sonrió...
- VG : Me pregunto qué estará haciendo ahora mi mamá... pensaba en voz alta. Hace como una semana que partió y no creo que vuelva a verla en mucho tiempo... Qué lástima...
- ??? : ¿Y por qué estás tan seguro? dijo una voz, haciendo que Vegeta brincara del susto.
- VG : ¡¡AAAHHH!! gritó perdiendo el equilibrio y se hubiera caído de no ser porque se sujetó con su cola de una pequeña estatua al borde de la corniza de piedra. El niño pensó molesto: "No puedo creer que me halla asustando tan fácilmente... ¿Qué clase de príncipe guerrero soy?.. ¡Qué humillante!... uhmp..."
- ??? : ¿Acaso te asusté?... eso quiere decir que todavía no estás preparado, hijo... sonrió Kaissa mientras se acomodaba su larga trenza.
- VG : ¡¡Mamá!!... ¡Qué gusto me da verte! dijo el niño todavía colgado de su cola.
- KS : A mí también... pero, ¿te vas a quedar así colgado o vas a venir? dijo en son de burla. El niño frunció el ceño y de un brinco volvió a la corniza. Su rostro estaba enrojecido y Kaissa pensaba que se veía tan adorable de esa manera... ^^
- VG : ¡¡Claro que no me asustaste!!... Es solo que... ¡resbalé, sí! dijo cruzándose de brazos.
- KS : Ya veo... dijo sin creerle absolutamente nada. Vegeta la miró sonriendo nuevamente...
- VG : ¿Y cuándo regresaste?... ¿por dónde estuviste?... Yo también estuve de misión y me fue muy bien...
- KS : Me alegro... ya estaba enterada de eso... ¿Y no tuviste problemas? continuó.
- VG : No... ninguno. Derroté a todos esos insectos yo solo... no pasó nada...
- KS : ¿Seguro?... porque según pude escuchar en el castillo, estuviste un tiempo en un tanque de recuperación... Tomó el brazo de su hijo y señaló una cicatriz. ¿Y qué es esto, eh?
- VG : Bueno... pues... ¡no fue nada! retiró bruscamente el brazo de las manos de su madre. Pasa que tuve una pequeña pelea con unos lagartos gigantes y uno de ellos me hirió en un descuido mío... y también...
- KS : ¿Sí? entrecerró sus ojos.
- VG : Apareció un extraño sujeto vestido con una capucha que luchó a mi lado... Pero la verdad no fue necesaria su presencia, ya que yo hubiera podido con todo yo solo. Lo que me extraña es que desapareció antes de que yo pudiera decirle algo... Luchaba muy bien... Me pregunto quién habrá sido...
- KS : ¿En serio?... pues, quién sabe... Tal vez era tu "ángel guardián"... dijo sonriendo.
- VG : ¡¡No digas tonterías, yo no creo en esas cosas!!... Aunque... ¿tú no tienes idea de quién pudo ser?
- KS : Para nada, hijo... para nada... dijo conteniendo la risa, pero al ver que su hijo la miraba como si sospechara algo, cambió de tema. Veo que te gusta observar las estrellas...
- VG : ¿Eh?... Sí, no sé por qué, pero siempre que las observo siento como si me olvidara de todos mis problemas... y de las cosas malas...
- KS : No es extraño que lo hagas... A mí también, desde que era niña me ha gustado observar las estrellas... lo miró nuevamente. ¿Y te agrada alguna en particular?
- VG : No lo sé... pero siempre me ha llamado la atención esa tan brillante... la señaló. ¿La conoces, mamá?
- KS : Uhm... sí, es Betelgeuse, del cazador Orión... Al igual que tú, es una de mis favoritas... Tiene unos destellos azulados muy especiales... ¿Y conoces todas las constelaciones? preguntó sin dejar de mirar al cielo.
- VG : No todas... dijo serio. Cuando se las pregunto a mis maestros dicen que sólo debo aprender las que me sean útiles y no sólo porque me gustan... Las estrellas, según ellos, no sirven sino para conquistarlas y posteriormente destruirlas... Con eso, ¿quién va a querer aprenderlas? No me gustaría destruir algo que me agrade... Kaissa vio la sinceridad en los ojos de su hijo y dijo con la calma que la caracterizaba...
- KS : Sabes, Vegeta... Aquí en el planeta, para orientarte sólo debes fijarte en la posición del sol, por dónde sale y el lugar donde se oculta... pero esto no ocurre en el espacio, ya que allí no existe ni el día ni la noche... continuó. Entonces debes recurrir a las constelaciones para orientarte... las estrellas no se irán y siempre estarán en el mismo lugar durante toda su vida, que son millones de años...
- VG : ¿Las estrellas viven?... ¿así como los saiyajins? preguntó no muy convencido.
- KS : Ajá... nacen, viven y mueren como nosotros... cuando nacen son azuladas y brillantes como esa estrella que ves allá... ellas son testigos de todos los sucesos del universo... Una vez, cuando era más joven, estuve en uno de mis viajes cerca a un lugar llamado Sistema Solar, muy lejos de aquí... En ese lugar existe una gran estrella amarilla llamada Sol... muy parecida al nuestro, y que es una estrella vieja... cuando la estrella esté a punto de llegar a final de su vida, se tornará en "gigante roja", aumentará millones de veces su volumen y al final se extringuirá... Ésa es la muerte de una estrella... pero por ahora, ellas son observadoras silenciosas, nos dan la oportunidad de contemplar su grandeza y admitir que somos muy pequeños en el universo...
- VG : ¿Somos pequeños?... ¿pero no se supone que los saiyas somos los más fuertes del universo?
- KS : Eso es verdad... pero a veces la humildad no hace daño a nadie... aunque sólo tú lo sepas...
- VG : Estaba pensando... ¿por qué luchamos?... Es que le pregunté a mi padre sobre eso y me dijo que eran sólo tonterías y que uno debe aplastar a los demás sin importar nada... al escuchar sus palabras, el rostro de Kaissa se llenó de sombras...
- KS : Tu padre jamás lo comprenderá y no vale la pena que se lo preguntes, Vegeta... Solamente importa lo que creas tú y no lo que crean los demás.. no debes preocuparte por eso... dijo en tono serio, como si recordara cosas malas, pero luego su expresión cambió y miró a su hijo suavemente. Siempre lucha por tus ideales y nunca des marcha atrás, ¿entendido?
- VG : Sí, lo haré... sonrió.
Madre e hijo estuvieron un rato más en silencio observando las estrellas. Muchos de los encuentros que tenían no hablaban mucho, pero compartían el silencio y eso significaba más que mil palabras para ellos. Vegeta observaba a su madre... ella era diferente a todos los saiyas que conocía... era elegante, noble, fuerte, respetable... y no podía negar que también tenía una mamá muy linda. Esos sentimientos de admiración no le despertaba ningún otro saiya... ni siquiera su padre que en lugar de respeto le inspiraba... MIEDO... mucho miedo. Su mirada era tranquilizadora y amable... le hacían sentirse muy bien... querido... y lo más importante... AMADO. La observó un rato más cuando sus ojos repararon en el anillo que adornaba la mano de su madre...
El anillo... siempre le había llamado la atención, no sólo porque era bonito y brillante como una estrella, sino porque para su madre significaba mucho y al parecer era la fuente de su fuerza. Era como si ese pequeño objeto hiciera que su poseedor se sentiera el guerrero más poderoso de todos y quería saber si era verdad... estiró su pequeña mano y trató de tocarlo...
- KS : ¿Eh, qué haces Vegeta?... dijo Kaissa al sentir que tomaban su mano. El niño la miró a los ojos...
- VG : Sólo quiero saber si el anillo que tienes te hace más fuerte... Yo también quiero ser fuerte, mamá... dijo tratando de tomarlo, pero Kaissa lo puso fuera de su alcance...
- KS : Este anillo es muy importante para mí y no es para jugar, Vegeta... lo retiró de su dedo y lo observó tranquilamente ...en verdad es un tesoro y no puedo separarme de él...
- VG : ¿Me lo prestas por un momento?... quisiera usarlo yo también... dijo el niño, más entusiasmado. Kaissa lo miró y dijo cruzándose de brazos...
- KS : No... todavía no puedes usarlo...
- VG : ¿Qué?... ¿y por qué no? dijo extrañado.
- KS : Cuando seas un "niño grande" te lo daré... dijo sonriendo traviesamente.
- VG : Co-cómo... ¿¿"niño grande"??... pero... ¡¡Si ya soy un niño grande!!... Hoy tuve mi primera misión y soy un guerrero muy fuerte... Creo que me lo merezco... dijo imitando la postura de su madre cruzado de brazos.
- KS : ¿En serio?... vamos a ver... Tomó la mano de su hijo que estaba desenguantada y colocó el anillo en su dedo anular... y obviamente el anillo no encajó. ¿Lo ves?... todavía no eres un niño grande... Cuando el anillo encaje en tu dedo, será el momento en que te lo dé, comprendiste?
- VG : Eso no me parece justo, uhmp... frunció el ceño y miró hacia otro sitio. Kaissa se colocó nuevamente el anillo, se puso de pie y dijo:
- KS : Bueno, creo que ya es hora de marcharme... No es bueno quedarme más tiempo... Ya nos veremos pronto, hijo... y recuerda...
- VG : Sí, ya lo sé... "portarme bien y obedecer a mis maestros"... dijo con mueca de desgano.
- KS : Exacto... sonrió y se descolgó unos metros por el borde de la saliente de piedra. Al llegar al final notó que estaba a bastante altura como para saltar normalmente así que tendría que volar.
Ya estaba a punto de elevar su ki para hacerlo cuando tuvo un sobresalto y se dio cuenta que muchos metros abajo de ellos, en un balcón a la misma altura había un guardia... Ya conocía a ese guardia...
Kaissa masculló algo entre dientes. El rey Vegeta había designado a un grupo especial de soldados para vigilar que Kaissa no se acercara ni un metro al príncipe... Incluso estaban con orden de matar si era necesario. La saiya frunció el ceño...
- KS : No me queda de otra... acciones desesperadas requieren medidas desesperadas... ¡¡ALLÁ VOY!! pensó, y columpiándose de la saliente tomó impulso y se lanzó hacia el guardia con gran agilidad cayendo justo sobre su cabeza y tirándolo al suelo con su propio peso. Casi inmediatamente, se levantó y corrió hacia dentro del castillo. En tanto que el príncipe observaba emocionado la hazaña de su madre...
- VG : ¡¡Muy bien, excelente!!... ¡¡No cabe duda que es la mejor!! pensó contento y se sintió orgulloso de las habilidades de su mamá. Debía corresponder el riesgo que ella hacía para verlo superándose cada día. En eso el guardia se levantó bastante enojado y dijo:
- GUARDIA : ¡¡MIERDA!!... ¡¡¿¿QUIEN RAYOS ME PEGÓ??!!... ¡¡Juro que si encuentro a ese miserable lo mataré!! dicho y hecho entró al castillo tras los pasos de Kaissa. No había avanzado ni diez metros por el corredor cuando se topó con Nappa que le bloqueaba el paso...
- NP : ¡¿Por qué gritas de esa manera, soldado?! dijo muy serio.
- GUARDIA : Algo me golpeó mientras estaba vigilando el balcón... y tengo razones para creer que hay intrusos en el castillo... ¡¡Tengo que dar la alarma!!... ¡¡DÉJAME PASAR!! hizo ademán de volver a pasar, pero Nappa lo tomó de una de las hombreras de la armadura y lo arrojó hacia atrás con fuerza...
- NP : ¡¡¿¿Acaso quieres provocar un alboroto general por una estupidez, animal??!!... Primero encuentra la causa del problema y luego grita todo lo que quieras... le arrojó un bulto que tenía en la mano ¡¡Aquí está tu intruso!!
El soldado se extrañó y miró el bulto descubriendo que era una especie de ave de afilado pico, color negro, cabeza roja y garras largas... (algo parecido a un buitre)... llamada por los saiyas "Angapila"...
- GUARDIA : Pero... ¿¿qué?? dijo confundido.
- NP : Por si no lo sabes, estas aves gustan lanzarse en picada sobre cualquier cosa que se mueva... de seguro pensó que eras un animal desnutrido y te quizo devorar... jeje... de haber dado la alarma, el Rey Vegeta con toda seguridad te hubiera decapitado por la payasada que ibas a hacer...
- GUARDIA : Sí... tiene razón, discúlpeme... dijo el saiya.
- NP : Ya que todo está aclarado... ¡¡VUELVE A TU PUESTO EN ESTE INSTANTE, IMBÉCIL!!
El guardia se retiró avergonzado en tanto que Nappa giró sobre sus talones y caminó un rato deteniéndose al lado de una puerta entreabierta. Sin voltear, dijo:
- NP : Ya todo está bajo control, majestad... el camino está despejado...
- KS : Gracias, Nappa... la verdad nunca me hubiera imaginado que supieras las costumbres de la vida silvestre, jaja respondió Kaissa apoyada en el muro contiguo a la puerta.
- NP : Esa historia la escuché una vez de Karionte... a él le gustaban esas aves, según puedo recordar... sonrió.
- KS : Lo sé... tal vez algún día se la cuente a mi hijo... suspiró.
- NP : Alteza, ¿por cuánto tiempo piensa seguir así?... Recuerde que en cada visita pone en riesgo su vida... Si el Rey Vegeta se llegara a enterar, usted podría...
- KS : ¿Morir?... Eso lo sé perfectamente desde hace años. Pero el precio por ver a mi hijo lo vale... También quería darte las gracias por haberme informado del itinerario de la misión del príncipe... Afortunadamente mi escuadrón se encontraba cerca y pude darme un salto al planeta Kor, que por cierto fue muy oportuno; si no, mi hijo hubiera sido comida de lagartos... dijo recordando el incidente en que tuvo que salvar a su hijo del ataque de las salvajes criaturas.
- NP : Ya me suponía que usted había sido la que ayudó al príncipe... En nombre de todos, se lo agradezco mucho... dijo sonriendo.
- KS : No tienes nada que decir... pero te voy a pedir que no le menciones nada de esto a mi hijo... Vegeta es tan orgulloso que jamás admitiría que alguien lo ayudó en un combate y mucho menos que le salvó la vida... ¿entiendes?
- NP : Como usted diga, majestad... asintió. Mucha suerte y cuídese...
- KS : Gracias, Nappa... Eres un buen amigo...
Una vez que Nappa desapareciera por el corredor, Kaissa se asomó por el corredor, sonrió y corrió hacia el lado contrario protegida por la oscuridad.
ESPACIO EXTERIOR
Una nave de enormes dimensiones surcaba el espacio con dirección al planeta Vejita. Tenía forma circular con tres ventanas igualmente circulares en el frente y una compuerta en la parte superior. Dentro de ella había muchos soldados, pero no parecían ser de una misma raza, sino que eran de muchas y todos iban y venían haciendo varias cosas. En medio de todo, un sujeto de aspecto rechoncho, de piel rosada y con púas en la cabeza y brazos, caminaba con rumbo a la cabina principal en tanto que los soldados lo seguían con la mirada... era Dodoria, uno de los guerreros más poderosos del universo.
Al rato llegó hasta la puerta de la sala que se abrió para dar paso a una enorme sala y casi cerca a las ventanas había una figura en una silla flotante. Otro guerrero, de aspecto más civilizado, piel azulada y cabellos verdes, se acercó a Dodoria... su nombre era Zarbon, otro poderoso guerrero del mismo nivel que Dodoria.
- ZA : ¿Por qué llegas tan tarde, Dodoria?... El gran Freezer hace rato que te llamaba y no está muy contento contigo... le reclamó.
- DO : Tenía que arreglar unos asuntos con los soldados... se acercó a la silla flotante. Le ruego al gran Freezer me disculpe... Además, no estaba perdiendo el tiempo...
- ZA : Sabes muy bien que cuando el gran Freezer da una orden, ésta debe cumplirse de inmediato... ¡¡Tus tonterías pueden esperar para más tarde!!
- DO : ¿¿Qué dijiste?? lo miró enojado.
- ??? : Ya está bien, Zarbon... Dodoria ya dijo su excusa y no veo que hagas tanto escándalo por esa pequeñez...
- ZA : Pero... señor...
- ??? : Acaso... ¿te parece mal mi decisión, soldado Zarbon? dijo la figura sin voltear mientras movía su cola. El guerrero de cabellos verdes tragó saliva...
- ZA : ¡No!... ¡¡jamás, señor!! dijo en total sumisión.
- ??? : Eso está bien, soldado... Y bien, ¿qué tienes para informarme, soldado Dodoria? continuó el extraño sujeto sin voltear a ver a sus subordinados.
- DO : Los planes de conquista van justo y como usted lo pidió, gran Freezer... Justo hoy fue conquistado otro planeta por nada más y nada menos que el príncipe del planeta Vejita...
- ZA : ¡Bromeas!... ¡¡si ese mocoso ni siquiera tiene cinco años!! dijo Zarbon sorprendido.
- DO : Y eso no es todo... Ese niño tiene un poder de pelea superior al de los saiyajins normales y cada vez se vuelve más fuerte. Y según otros informes, otro planeta más fue conquistado por ellos... Los saiyajins son muy eficientes haciendo este tipo de trabajos... terminó de decir.
- ZA : Eso no es bueno, Dodoria... Me parece bien que los saiyajins sean buenos guerreros, pero... ¿te imaginas si aparecieran más guerreros del mismo nivel que ese mocoso?... ¡¡Ellos serían capaces de rebelarse contra nosotros y atacarnos!!
- DO : Me parece que exageras. Mientras tengan esos insectos planetas para conquistar y vender, estarán muy tranquilos...
- ??? : No estés tan seguro de eso, soldado Dodoria la voz del sujeto intervino. A esos saiyajins se les están subiendo mucho los humos a la cabeza y me parece que están en el límite... Y cuando pasan del límite se deben tomar otro tipo de medidas...
Zarbon y Dodoria se miraron confundidos, cuando lentamente la silla flotante comenzó a dar la vuelta mostrando a un personaje de pequeño tamaño, piel pálida y frío aspecto... Era FREEZER, el conquistador de mundos.
El dictador sonrió y dijo con una maligna expresión:
- FR : Deben ser... ELIMINADOS dijo con una gélida voz que resonó en el silencio de la habitación.