El Cuarto Impacto

Capítulo 9: "El Cuarto Impacto"


En el momento en que una persona normal se encuentra con otra muy cercana, la cual no veía hace mucho, pero mucho tiempo, aparecen dos posibilidades: una es una alegría inmensa que surge por el hecho del reencuentro. Hay saludos, gestos amistosos, abrazos, risas y conversaciones sobre los días pasados. La otra posibilidad es una ira furibunda que surge por el gran rencor que se le guarda a la otra persona. El instinto de Thanatos empieza a tomar control en el individuo y el otro se convierte en el blanco de realización de los más oscuros deseos.

Este caso es distinto. Uno de los sujetos es el piloto del 01, Shinji Ikari, y definitivamente no se le puede calificar de "normal". Por otro lado tenemos a Kaworu Nagisa o Tabris para sus hermanos ángeles. Sin duda el hecho de su presencia en este otro universo alteró a Shinji, pero el darse cuenta que permanecía con vida lo trastornó aún más. Tomando en cuenta estos dos elementos, podemos ciertamente afirmar que tal encuentro no sería para nada corriente. Culpa, ansiedad, sorpresa, miedo, felicidad y recelo eran la mezcolanza de sentimientos que navegaban en las abismales profundidades del interior de Shinji Ikari.

El Quinto Niño, en cambio, permanecía quieto. El paisaje del sol a sus espaldas y el viento ondeando su ropa le daban un aspecto solemne. Una postura reflexiva era con la que se dirigía hacia los demás. Ni odio ni bondad irradiaba su cuerpo. Sólo paz... una profunda y melancólica paz. En cambio, sus ojos rojos como sangre e infinitamente expresivos, decían más que cualquier palabra. En sus brazos yacía el motivo de su odio. Una Rei inerte, carente de la más mínima gota de vida. Su mirada hacia los demás y la exposición de la chica muerta, dejaba en claro lo que sentía. Nadie, ni siquiera Vegeta se habría atrevido a quebrantar ese momento; sombras que se alargaban sobre el rostro del arcángel muerto y desconsuelo en el otro que lamentaba su pérdida.

–"¿No tienes nada que decir, Shinji?" –preguntó el Quinto Niño, presionando la salida del habla que luchaba en el interior de la boca de piloto del 01.

–"Tú...tú... e-estabas...".

–"¿Muerto?" –dijo el ángel, sabiendo de antemano cada palabra de Shinji antes de que éste la formulara en su cerebro–. "Una vez te dije que la vida y la muerte carecen de sentido para mí. En el primitivo significado de muerte que manejan los seres humanos, yo morí... murió el Kaworu del corazón de Shinji Ikari".

–"¿Cómo?" –exclamó Shinji sin creérselo.

–"Existen muchos Shinji, Rei, Asuka y Kaworu. Todas las personas tienen tantos "yo" como percepciones de ellos tengan los demás. Cuando eliminaste mi cuerpo físico, murió el Kaworu que anidaba en tu corazón. Es el Kaworu que tú has tratado de borrar todo este tiempo de tu memoria, para aliviar el dolor de su pérdida".

–"¡NO! ¡Nunca te olvidé!".

–"Tú frágil corazón intenta convencerte de lo contrario. Shinji, tú siempre rehuyes el dolor. Es por eso que no querías pilotear el 01 nunca más. Porque te recordaba mi muerte. Representaba para ti un instrumento de asesinato. Pero ya no debes preocuparte, he venido a librarte de esa carga para siempre. No tendrás que subirte nunca más al Eva".

–"¿Te refieres al Cuarto Impacto?" –preguntó Bulma desconfiadamente.

–"¡Ay de ustedes seres humanos!" –dijo el Quinto Niño con voz lastimosa–. "Pueden alcanzar las estrellas, observar los átomos y, sin embargo, no notar las cosas más elementales. No son capaces de ver la verdad en los ojos de los demás ni leer la pureza del alma. De ser así, el Cuarto Impacto sería completamente innecesario".

–"¡Pero Kaworu! ¡Tú estabas a favor de los humanos! ¡Sacrificaste tu vida por nosotros!".

–"Justamente por eso, Shinji. En esa oportunidad, yo sabía que si me unía a Lillith, sería la ruina de la humanidad. Esto es diferente. Es una oportunidad de salvación. No trataría de que ocurriera de no ser así. Shinji, mírame. Tú sabes, aunque muy en el fondo, que lo que digo es cierto".

–"¡YA NO AGUANTO MÁS!" –gritó el príncipe de los saiyajins–. "No me interesa cuál sea tu idea de salvación. Nadie me va a imponer algo así como así. Menos un chiquillo como tú".

–"¿Imponer?" –preguntó Kaworu–. "¿Te refieres a lo que hacía tu padre contigo?

–"P-pero cómo tú..." –balbuceó Vegeta sin creérselo.

–"Sé más de ustedes de lo que creen. No se trata de un capricho individual. No es un asunto mío con Shinji. Esto les compete a todos. Es la oportunidad de dejar todo lo malo atrás".

–"¡Basta!" –exclamó Piccolo–. "No tenemos porqué aguantar esto. ¡Hey, ustedes! ¡Despierten! Es hora de subir a sus Evas e impedir que este ángel contacte con Efraim.

–"No, y creo que un viejo amigo estará de acuerdo conmigo".

–"¿A qué te refie..." –antes de que Gohan terminara, una tremenda explosión proveniente de Capsule Corp. lo interrumpió. Todos se dieron vuelta mientras una silueta con un intenso brillo dorado caminaba lentamente a través del humo.

–"¡El radar detecta un campo AT de gran magnitud! ¡Se trata de otro ángel!" –dijo Maya.

–"¿Otro ángel?" –dijo Gohan–. "¡Maldición, mi padre estaba adentro! La explosión pudo haberlo mata...".

Ésta es una imagen que los guerreros Z jamás olvidarían en la vida. Mucho menos Gohan.

Aquél que llegó a la Tierra en un fallido plan de conquista. Aquél que fue criado por un anciano humano. El niño que derrotó a la Red Ribbon, a Piccolo Daimaoh. El primero que hizo sentir a Vegeta el sabor de la derrota. El hombre que derrotó al peor tirano galáctico y que acabó con un imperio que aterrorizó al universo durante décadas. El que sacrificó su vida para salvar a la Tierra de las garras de Cell y que más tarde evitó el fin de todo lo que existe acabando con Majin Boo. Amigo de la infancia, marido, padre y salvador... Son Goku. Quienes llevaban una vida junto a él, ahora le desconocían. No en su ropa, pues llevaba su clásico doji naranja. No era su aspecto, salvo que estaba transformado en ssj3, y aunque su ki era más elevado que lo normal, no fue esto lo que les llamó la atención.

Era su mirada. Absoluta sabiduría, solemnidad y comprensión. La misma que Kaworu. Era una verdad terrible que anidaba en boca de todos, pero que por miedo se rehusaba a salir. Kaworu habló por ellos.

–"No hay necesidad de que les presente a Sitael. Aunque ustedes lo conocen por Goku, creo".

–"¡Es mentira!" –gritó Gohan tratando de auto negarse una verdad evidente–. "¡Papá, dile que no es cierto! ¡DÍMELO A MÍ!"

Goku negó girando su cabeza con pesar, tratando de confortar a su hijo con una sonrisa de comprensión.

–"Es inútil tratar de seguir enterrando el pasado. Lo que dijo Tabris es simplemente la verdad".

–"¡NO! ¡Me resisto a creerlo! ¡Ese ángel te lavó el cerebro! ¡SÍ! ¡Eso fue! ¡Te ha sugestionado de algún modo y no te das cuenta!"

–"Lo lamento, Gohan, pero nunca había estado tan cuerdo como ahora. Éste es mi verdadero yo".

Vegeta estalló.

–"¿Crees que es así de fácil?. ¡He tratado de superarte todos estos años, pensando que algún día lo lograría! ¡¡PUES CLARO, PORQUE YO PENSABA EN SUPERAR A UN GUERRERO SAIYAJIN, NO UN ÁNGEL!! ¡¡ME HICISTE TRAMPA, KAKAROTTO, O COMO SEA QUE TE LLAMES AHORA!! ¡Te declaraste como el saiyajin más fuerte del universo y me llevaste a luchar todos estos años contra lo inevitable!". –Sin darse cuenta, unas lágrimas empezaron a aparecer de los ojos de Vegeta. Lágrimas de frustración iguales a las que experimentó contra Freezer.

–"Lo siento, Vegeta. No era mi intención herir tu orgullo. Pero la verdad es que yo mismo lo supe hace muy poco. De no ser por Tabris, nunca me habría enterado".

–"Lo mejor es que sepan la historia desde el principio, Sitael. Creo que soy el más indicado para contarla" –dijo Kaworu–. "Han de saber que en el principio de los tiempos reinaban tres serafines sobre todo el resto de los ángeles. Ellos eran los ángeles más cercanos a Dios y los más poderosos pues se bañaban en su luz. Estos tres serafines eran Adán, Lillith y Metatrón".

Esta historia pareció sorprender al mismo Gendo, pues en ese punto decidió intervenir.

–"¿Adán y Lillith eran serafines?".

–"Así es. El gran error de los humanos, durante el Tercer Impacto, fue meterse con algo cuya naturaleza desconocían por completo.
Continuando con el relato les diré que a Adán, que era el favorito de Dios, le fue entregado Lillith por mujer. De esta unión nacieron 14 ángeles y la raza humana, que más tarde se convertiría en el ángel número 18. Ellos fueron los primeros con los que se enfrentaron Shinji y sus amigos.
Metatrón, que deseaba secretamente a Lillith, mantuvo una relación con ella fuera de la vista de Adán. De está unión provienen los 4 arcángeles con los que combatieron hace poco. Pero cuando Adán se dio cuenta que había sido engañado, se enfureció y encaró a Metatrón. La pelea fue formidable y duró décadas. A pesar de que Metatrón era habitualmente más fuerte que Adán, éste, al final del combate, obtuvo un poder enorme a causa de su locura. Es lo que ustedes llaman el estado Berserker. Adán derrotó a Metatrón, pero siendo ambos serafines, no podía matarlo. Por lo cual, usando su poder dividió en tres el de Metatrón. Cada una de las partes tomó una forma física y conciencia, por lo que para asegurarse de que nunca se juntarían, mandó a dos de ellas a este universo y se quedó con una, que crió como si fuera otro más de sus hijos, borrándole la memoria por completo. Eso es lo que somos yo, Sitael y Efraim. Las tres partes que componen a Metatrón".

–"¿O sea que Goku, tú y esa cosa enorme que tenemos guardada ahí abajo son parte del mismo ser?" –exclamó Bulma al borde del colapso.

–"Efectivamente, yo soy la parte que se quedó con Adán y a la que se le borró la memoria. Sitael, Efraim y los cuatro arcángeles, fueron mandados a este universo en un estado embrionario. Efraim vagó por el espacio durante miles de millones de años, hasta caer en la Tierra, donde fue encontrado por la señorita Bulma. El resto de su historia ya la conocen. En cuanto a Sitael, o Goku como ustedes lo llaman, cayó en el planeta Vegeta. Más impaciente que su hermano celestial, no esperó hasta desarrollarse por su cuenta. Se dio cuenta del inmenso potencial de los guerreros de ese planeta y en especial el de un guerrero llamado Bardock. Sin que éste se diera cuenta, el embrión entró en su cuerpo. Años después, la mujer de Bardock tuvo un pequeño saiyajin, desconociendo que no sólo tenía el ADN de ella y el de su marido, sino que también el de un ángel. El embrión había pasado del padre al hijo, convirtiéndolo en Sitael, uno de los tres que conforman Metatrón. Pero el destino quiso jugarle una mala pasada a Sitael. Como ustedes saben, llegó a la Tierra y sufrió un accidente de niño, estando al cuidado del anciano Son Gohan. Cuando se cayó a ese precipicio, perdiendo toda el recuerdo de su herencia saiyajin, también olvidó todo lo referente a Metatrón y su herencia celestial.
Yo, por mi parte, al estar en contacto con Lillith durante el Tercer Impacto, recuperé todo el recuerdo de quién había sido. Al terminar ese suceso, me hice de un amigo al que le conté todo lo que había recordado. Él me mostró su visión de lo que era la salvación de la humanidad y que sólo era posible si Metatrón volvía a existir. Juntos planeamos el Cuarto Impacto, aunque a decir verdad, yo sólo soy un colaborador. Él es el gran arquitecto de esta obra. Así que antes de venir, visité a Goku durante sus sueños, con el fin de hacerle recordar y que volviera a ser Sitael".

Vegeta sonrió irónicamente.

–"¿Terminaste con tu historia?... Qué bueno... ¡Ahora que sé que Kakarotto es un ángel, no hay ninguna excusa por la cual no deba acabar con él!".

Transformándose en ssj2, el príncipe de los saiyajins se lanzó contra Goku, pero una barrera invisible se interpuso entre su objetivo y él. Vegeta por desgracia había olvidado un pequeño, pequeñísimo detalle... Ahora Goku volvía a ser un ángel, por lo tanto era poseedor de un potentísimo campo AT.

–"Lo siento, pero no deben interferir".

Kakarotto extendió su mano en dirección al grupo, incluido Vegeta, y con un potente grito una luminosidad se desprendió de su mano y los envolvió. Sin ni siquiera tiempo de hacer algo, estaban atrapados.

–"¿Q–qué es esto?" –dijo furioso Trunks, al comprobar que su golpe no hacía ni mella en la barrera en que habían sido encerrados.

–"Esa esfera es una combinación de Campo AT y Ki. Es impenetrable, tanto de afuera como de adentro. Tendrán el privilegio de ver paso a paso todo el Plan Divino y desde primera fila". –dijo Goku contestando la pregunta de Trunks sin que éste se lo pidiera".

Kaworu giró hacia Capsule Corp. y, tomando aire, habló con potente voz.

–"¡EFRAIM, DESPIERTA! ¡TUS HERMANOS CELESTIALES HAN VENIDO A BUSCARTE!".

La tierra bajo la casa de Bulma se remeció fuertemente a la vez que un grito emergía de sus entrañas. Efraim surgió de las profundidades del mismo modo que el magma de un volcán, destruyendo todo Capsule Corp. en el proceso. Era el inicio del fin. Los tres arcángeles estaban reunidos y se miraban entre ellos de tal forma que sus solas miradas se transformaban en un nuevo y singular lenguaje.

–"¡Eh! ¡El cielo se oscurecido de la misma manera que con Sheuron!" –exclamó Bulma mirando hacia lo alto–. "...¡Miren!... Miren lo que está bajando".

Todos alzaron la vista y las pudieron ver. 14 esferas que descendían lentamente con una sincronización perfecta. 7 de ellas eran un poco más grandes que una pelota de fútbol. Las 7 restantes eran apenas mayores que un puño. Eran las esferas del Dragón, tanto las de la Tierra como las de Namek. Estas últimas, rodearon la ciudad formando un círculo enorme. Entonces Kaworu, únicamente con un gesto de su cara, hizo que el Eva 04 se reconstruyera. Éste tomó la Lanza de Longinus original y la clavó en el centro del círculo formado por las esferas de Namek.

–"¡¿Cómo demonios hizo eso?!" –exclamó Bulma–. "Logró mover al Eva sin ni siquiera estar en su interior".

–"Eso es a causa de la tremenda sincronía de Kaworu con cualquier Eva. Puede tener el índice que desee sin tocar al Eva siquiera. Además, puede controlarlo sin cambiar los datos del piloto anterior" –explicó Katsuragi a su amiga.

Volviendo con el 04, apenas éste clavó la lanza en el suelo, una extraña energía se desprendió de ésta y tocó a las 7 esferas. La energía las envolvió y las moldeó en formas alargadas pero extrañamente hermosas. Todos coincidieron en que se trataban de trompetas. 7 en total. Una música extrañamente hermosa envolvió a toda la Tierra. Tal como si estuviera hipnotizada, la gente perdió el temor ante los hechos que estaban ocurriendo y abandonó sus casas para poder escuchar la seductora melodía. Unas voces armoniosas provenientes de entre las nubes acompañaban la música. Voces que preparaban lo que iba acontecer.

–"¡Con el réquiem celestial, se da inicio al Cuarto Impacto!" –habló Kaworu al cielo.

Las esferas de la Tierra, las cuales también fueron tocadas por la energía de la lanza, se habían transformado en 7 copas doradas que brillaban rodeadas por un aura divina.

–"He aquí las 7 copas, portadoras de las 7 plagas que están llenas del furor de Dios. Antes de que los humanos alcancen la gloria del señor, han de pagar por sus pecados y la Tierra debe ser purificada".

He aquí la verdadera razón de la creación de las esferas del Dragón. Eran instrumentos para la realización del Cuarto Impacto. Ni siquiera el propio Kamisama de la Tierra lo sabía. Sólo los Kaioh Shin, quienes también son agentes del Supremo" –dijo Kaworu.

–"¿Estás tratando de decir que los Kaioh Shin están a favor de esto?" –preguntó Gohan.

–"Por supuesto" –respondió Goku, mejor conocido ahora como Sitael–. "¿Por qué crees que no han intervenido?".

En ese momento, aparecieron el anciano Kaioh Shin y Kiwito en forma de espíritu.

–"Lo sentimos mucho" –dijo el anciano–. "No les hablamos de esto, pues sabíamos que no entenderían. Desde el principio de los tiempos hemos esperado este día. La misión original de los Kaioh Shin era velar por el universo hasta la llegada del Cuarto Impacto".

–"¡USTEDES NO PUEDEN ESTAR A FAVOR DE ESTO!" –gritó Gohan–. "¡De qué valió entonces salvar al universo de la amenaza de Boo, si de igual forma tenemos que morir!".

–"No morirán. Trascenderán a un estado espiritual donde serán perfeccionados. No espero que nos entiendan. Boo significaba la muerte. Nosotros, la nueva vida" –explicó Kiwito Shin.

–"Hemos cumplido nuestra misión. Después de miles de años por fin podremos descansar en paz" –dijo el anciano sonriendo y guiñando un ojo. Lentamente fueron desapareciendo hasta que nada quedó de ellos.

–"¡NOOOO!" –gritó Gohan llorando. Se agachó y abrazó sus rodillas escondiendo la cabeza entre sus piernas.

–"No lamentes su pérdida, Gohan. Por fin han cumplido lo que tanto anhelaban" –dijo Goku amablemente.

–"Es hora de que los portadores de las copas derramen las plagas por el mundo" –habló con voz fuerte Tabris. Mirando una de las copas, la elevó y la derramó por toda la faz de la Tierra. Para los defensores de la Tierra, que se hallaban encerrados en el campo de Sitael, todo el planeta era como una gran pantalla de televisión. Tenían percepción de todo lo que estaba ocurriendo en el globo terráqueo, aunque no se veían afectados por lo que ocurría en éste.

Fueron testigos de como el líquido de la primera copa se derramó. Vieron como se produjeron úlceras malignas sobre dos tercios de la población de la Tierra. La gente chillaba y lloraba, pero jamás hallaba consuelo a su dolor.

–"¡Que se derrame la segunda!".

Años, meses, horas, minutos o segundos... era imposible medir el tiempo en ese estado metafísico, pero la gente parecía haber padecido una larga temporada. Con un gesto de Kaworu, se levantó el 00. Tomó la copa y la derramó sobre el mar, el cual se transformó en sangre, muriendo todo ser viviente bajo las aguas.

La tercera copa fue alzada por Goku mentalmente. La vació lentamente sobre los ríos y las fuentes, los cuales también se tiñeron de rojo. Entonces Goku exclamó: "Puesto que derramaron sangre de los justos, ahora sangre han de beber".

La cuarta copa fue derramada por el 04. La Tierra se cubrió de tinieblas y la gente se mordía la lengua con dolor. Profirieron maldiciones por su dolor y los que habían salido por el canto se volvieron a esconder.

La quinta copa fue derramada por el 02 en el aire, hubo truenos y relámpagos. Las tormentas azotaron la Tierra de manera terrible. El nivel de las aguas color sangre subió, cubriendo varias ciudades.

La sexta fue derramada por el 00 en las profundidades del planeta, produciendo un terrible sismo. Desde que existe el hombre sobre la Tierra, jamás se había visto un terremoto tan violento. Los continentes se partieron en varias partes mientras se derrumbaban las ciudades de todas las naciones. Nada quedó en pie. La Tierra era ahora un enorme y silencioso desierto.

–"Sólo falta la última" –dijo Kaworu. Entonces dirigió la mirada hacia el 01, pero cuando éste iba a tomar la copa, su mano se detuvo. Kaworu se concentró aún más en el gigante, pero éste se resistía a obedecer y se debatía con dolor. Su cara comenzaba a cambiar bruscamente como si de barro se tratara. Finalmente el casco del 01 se partió en dos y la cara de Shinji apareció en él. El quinto niño cambió de dirección para mirar al tercero y lo que vio lo dejó anonadado: dentro de la esfera que aprisionaba a los pilotos y a los Z senshis, Shinji flotaba como si estuviera poseído. Sus ojos estaban en blanco y unas ondas emanaban de su cuerpo; mismas que se dirigían hacia el Eva y que parecían ser las causantes de su transformación.

–"¡Esto es una locura!" –exclamó Maya Ibuki–. "¡El computador se ha vuelto loco! ¡No es capaz de registrar la sincronización de Shinji! ¡Esta fuera de todo cálculo!".

–"Es la etapa final de un piloto y su lazo con el Eva" –dijo para sí mismo el comandante de Nerv, aunque todos los demás lo oyeron–. "No sólo están compenetrados uno en el otro... ¡Es mucho más que eso, Shinji y el 01 son uno solo! ¡La encarnación de Dios en la Tierra!".

–"¡Basta de formalidades! ¡Nada puede interferir con nuestra sagrada misión! Si el 01 se resiste a llevar a cabo lo que se le encomendó, que lo haga cualquier otro. ¡Quítenle esa copa!" –ordenó Kaworu exasperado. El resto de los Evas pareció escucharle, pues de inmediato se lanzaron en contra del 01, quien ahora, con la cara de Shinji, los miraba sin mostrar ni la más mínima expresión en su rostro.

El primero en atacar fue el 02, quien sin lograr acertar ningún golpe, fue atravesado por la mano del 01. Su columna vertebral fue arrancada de cuajo junto con su cráneo y arrojada lejos, dejando absolutamente derrotado al gigante rojo. Luego, tanto el 03 como el 04 se lanzaron sobre él, pero mientras el primero era detenido y rebanado por el campo AT del 01, al segundo le arrebataban la copia de la Lanza de Longinus y lo destrozaban con la misma. Sólo quedaba el 00, que logró oponer más resistencia que sus compañeros; forcejeaba con el 01 y se resistía a perder terreno. Esto era a causa de que Kaworu concentraba toda su capacidad y poder mental en él. El ex–eva de Rei aprovechó uno de los rifles que quedaban en el suelo para descargar una ráfaga sobre el de Shinji y luego enterrarle su cuchillo progresivo en el pecho. La cara de Shinji en el Eva, miró con desprecio el objeto que tenía clavado y sin esfuerzo se lo arrancó, para después devolvérselo con tanta fuerza que le sacó volando la cabeza al otro Eva.

–"......". –Kaworu miró en silencio el panorama, que se presentaba muy negro para sus propósitos. El 01 conservaba la última copa y todos los demás evas estaban fuera de combate. Tabris no podía perder más tiempo. Jugaba contra el reloj y el proceso ya había dado inicio. Tenía claro que en el estado en que se encontraba el 01 actualmente, ninguno de ellos tres, es decir: él mismo, Goku y Efraim eran rivales del gigante morado. La única alternativa era superar el nivel de sincronización de Shinji y hacerse con el control del 01.

–"¡¿Qué demonios está haciendo?!" –exclamó Piccolo al ver a Nagisa flotar, adoptando la postura flor de loto. Le recordó a él mismo durante las largas tardes en la Plataforma Celeste. Entonces se dio cuenta.

–"¡Cuidado, Shinji Ikari! ¡Es un ataque mental!"

Pero Shinji parecía estar en otro mundo. Como si su cuerpo fuera lo único que quedara de él en éste. Las ondas mentales de Kaworu y Shinji eran tan fuertes que se hicieron visibles para los presentes e iban a parar todas al mismo punto: el eva 01.

Entonces ocurrió lo imposible: la mitad izquierda de la cara del Eva se transformó en la de Kaworu, mientras la derecha permanecía como la de Shinji. Las mitades se debatían en dolor, tratando de prevalecer una sobre la otra. El Eva emanaba humo como locomotora. Las señales eléctricas provenientes de las ondas mentales estaban provocándole un cortocircuito. Era una guerra de voluntades, la cual el Shinji normal estaría destinado a perder; no así este nuevo Shinji nacido de la rabia y amargura por tanta muerte e injusticia. El clímax de la batalla llegó cuando un resplandor pálido bañó al eva e inundó a la ciudad, dejando a todos momentáneamente ciegos.

–"¡¡YA BASTA!!".

–"¡E–esa voz! ¡No puede ser ella!" –dijo un sorprendido y a la vez vacilante Gendo.

Las sospechas del comandante fueron confirmadas al ver la parte posterior de la cabeza del Eva. Allí, se encontraba la cara del personaje más enigmático relacionado con los evangelions: Yui Ikari, madre de Shinji y cuyo rostro compartía espacio con el de su hijo y Kaworu en la cabeza del 01. La cara enojada de la mujer de Gendo, tomó la palabra en un tono similar al de su rostro.

–"¡Es el colmo que estén peleando todos como si fueran unos bárbaros! ¡Se equivocaron al dividir esto en bandos, pues todos acá tienen un objetivo común, aunque el de mi hijo aún no lo sepa! ¡¡Y tú... Kaworu, te exijo de inmediato que abandones mi cuerpo, pues el derecho de controlarlo es exclusivamente mío y de mi hijo!! ¡Te entregaste a la matonería, olvidando cuál es tu misión y has perdido un tiempo valioso! ¡Es hora de que hagas renacer a Metatrón!"

–"Madre... ¿entonces tú también...?" –balbuceó Shinji.

–"Sí. Has vendado tus ojos todo este tiempo y rechazado la verdad que se te ha intentado mostrar.
El Cuarto Impacto es la respuesta a la gran incógnita de la humanidad: ¿Para qué existimos? La respuesta es simple: para trascender; ir más allá, no importando la adversidad. Con el único objetivo de perdurar como especie. La actual evolución del ser humano lo está llevando a su autodestrucción. Su única oportunidad de salvación está en cambiar de rumbo, para lograr la plenitud, encaminarse a una evolución correcta y así lograr el fin último: la trascendencia. Es por esto que participé en la construcción del eva. Para lograr la preservación del alma humana más allá del fin de los tiempos. Ahora me doy cuenta de mi error; la diversidad de la raza humana hace imposible que la preservación de un solo individuo sirva como representación de la existencia de toda la especie. Sólo si la humanidad logra trascender en su conjunto, se podrá hablar de una verdadera huella en la historia universal. Por esto el Cuarto Impacto es necesario. ¿Entiendes, hijo?".

–"Creo en ti, madre" –dijo Shinji.

Mientras tanto, Efraim, Goku y Kaworu, habían formado un triángulo. Sus auras se elevaron y empezaron a bailar al son de sus palabras.

–"Yo soy Alfa y Omega, el principio y el fin. El que crea en mí no morirá. Al que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente del manantial del agua de la vida. El día prometido ha llegado. ¡Que regrese Metatrón!".

Los tres empezaron a dar vueltas lentamente mientras pronunciaban estas palabras. Cuando se silenciaron, las vueltas se hicieron cada vez más rápidas hasta tornarse en un torbellino de fuerza gigantesca. Kaworu y Goku se introdujeron por el pecho de Efraim, quien empezó a sufrir grandes cambios. Creció hasta alcanzar un tamaño similar al que ostentó Lillim. También era un ser luminoso, pero la luz que irradiaba era de un intenso rojo, aunque sus ojos lo eran aún más. Las 72 alas que brotaron de su espalda, lo distinguieron de inmediato como el ser de mayor rango y poder creado por Dios. Su pelo, largo como el de un ssj3, se terminaba perdiendo entre sus alas. Al igual que Lillim, también era intangible, por lo que, a pesar de su inmenso tamaño, no causaba ningún destrozo. Era Metatrón; el serafín y señal de que el Cuarto Impacto era inevitable. Con un soplo, abrió un inmenso agujero en la Tierra y con su dedo lo señaló para darle a entender a Shinji lo que debía hacer. A pesar de los ruegos y protestas de sus compañeros, nada sirvió. Por primera vez en la vida, Shinji estaba determinado y nada lo haría cambiar de parecer. Tomando la última copa entre sus manos, vertió el contenido dentro del foso creado por Metatrón, el cual se llenó hasta el borde formando una especie de lago con un gran remolino en el medio.

–"Es la entrada al limbo de Metatrón" –exclamó Gendo.

–"¿Qué podemos hacer?" –preguntó Piccolo.

–"A estas alturas, nada" –respondió el comandante y agregó–: "Además, Yui es partidaria de esto; no puede ser malo".

–"¡No podemos rendirnos!" –exclamó Gohan con la pequeña esperanza de despertarlos de su estado actual. Imposible; la desazón de sus compañeros era demasiado grande. No querían más guerra y se resignaban ante lo que estaba por venir. Sin embargo, a pesar del desconsuelo, todos se levantaron sorprendidos pues una voz en el aire acompañó el sonido de las trompetas. Era la voz de Metatrón, cantando en un idioma absolutamente desconocido para los presentes. Sin embargo, todos coincidieron en que parecía un llamado, aunque no podían especificar a qué o quién.

–"¡Miren eso!" –gritó Goten señalando hacia el oeste–. "Es una enorme cantidad de gente flotando".

–"No sólo en esa dirección" –aclaró Trunks–. "Ocurre en todas partes".

En efecto, cientos de miles de personas se veían despegar del suelo y ascender en dirección al Limbo de Metatrón. La voz misteriosa del serafín parecía producir un efecto maravilloso en toda la gente, que gracias a un poder sin límites flotaba apaciblemente en busca del intérprete de la canción. No se necesitaba comprender las palabras, sino sentirlas. Es por eso que no se extrañaron cuando millones de niños aparecieron y entraron en el portal, la canción en ese momento se había tornado alegre y divertida. Minutos más tarde o tal vez siglos, ocurría el mismo hecho pero con miles de mujeres. La melodía se había tornado más suave y dulce. Cuando llegó el turno de los hombres, la melodía se tornó un poco más grave y más agitada. Los hechos que sucedían iban acorde de la canción.

Finalmente pasó el último ser humano y la Tierra quedó desierta, a excepción del grupo de los pilotos y los saiyajins más el 01.

Sin saber cómo, la cara de Shinji desapareció de la copia de Adán y su alma pareció reintegrarse a su cuerpo. El 01, fue empequeñeciéndose más y más a medida que cambiaba de forma y colores. Pronto se convirtió en lo que era realmente: la verdadera Yui Ikari.

–"Has vuelto, mamá" –le miró Shinji con alegría.

–"Por muy poco tiempo, hijo. Mi misión aquí ha concluido, sólo falta asegurarme que ustedes también entren".

–"¡¿Por qué habríamos de hacerte caso?!" –alegó la presidenta de Capsule Corp–. "Han destruido nuestro mundo... ¡NO HA QUEDADO MÁS QUE UN DESIERTO!".

–"No es así. Escucha y observa" –contestó la madre del piloto del 01. La canción cambió a un estilo más calmado, solemne, pero a la vez fresco y lleno de vida. Simultáneamente con las palabras, brotaban árboles, arbustos, plantas y flores por todos lados. Donde miraran había verde. En cosa de segundos, el lugar era el bosque más impresionante que jamás hubieran visto, y éste parecía extenderse hasta el infinito.

–"Ahora que la Tierra se ha librado del cáncer llamado humanidad, puede volver a su estado natural: un paraíso eterno, libre de impurezas y guiado únicamente por la imparcial mano del destino. Desde hoy y para siempre será el nuevo Edén en el plano material. En el espiritual, ustedes no lo necesitan. La felicidad no requiere un lugar físico".

Mientras decía estas palabras, se dieron cuenta que el torbellino había cobrado fuerza y que eran arrastrados inexorablemente hacia su interior. Esta fuerza parecía no afectar a Yui, que desapareció despidiéndose de todos, especialmente su hijo. Gendo trató de alcanzarla, pero sus manos sólo agarraron el aire. Era demasiado tarde. La entrada del limbo se tragó a todos y se cerró inmediatamente después. El canto cesó. Metatrón cerró sus ojos y se durmió. Sus alas cubrieron la Tierra en un abrazo protector.

Seis días habían pasado desde que se había iniciado el Cuarto Impacto. Era el séptimo; ahora podía descansar...


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