Nuestra vida juntos

Capítulo 4: "Y al otro día..."


Al otro día, a eso de la 1:30 PM, Bulma despertó con un terrible dolor de cabeza.

En respuesta a eso sintió un gruñido cerca de su oído y la presión de un brazo y una pierna sobre ella. Se sorprendió al principio y se volteó a ver. Vegeta estaba dormido junto a ella (casi sobre ella) y ambos estaban semidesvestidos.

No porque no lo deseara, sino porque quería que la primera vez que lo hicieran fuera especial, y no por haber perdido el control por beber demasiado.

Vegeta se incorporó quedando sentado en la cama con los ojos cerrados, tratando de librarse del terrible dolor de cabeza que tenía.

Un rato después, ambos estaban en la cocina y Bulma preparó dos vasos de sal de fruta para pasar la resaca. Estaban sentados y de pronto, luego de varios minutos de silencio, los dos dijeron al mismo tiempo.

Se miraron y se sonrieron.

Luego de unos momentos, Bulma se volteó para verlo.

De pronto vio las botas de Vegeta acercársele y levantó los ojos. Él estaba frente a ella y la miraba seriamente, pero a la vez con cariño.

Vegeta se apartó de ella y le dio la espalda.

Bulma se sorprendió al escucharlo decir eso.

Bulma se acercó a Vegeta por atrás, le rodeó la cintura con sus brazos y comenzó a acariciar su pecho, mientras le susurraba al oído:

Vegeta se dio vuelta y la miró a los ojos.

En ese momento la mente de Vegeta comenzó a trabajar. Recordó toda su vida en unos momentos. Tantos hechos, personas, lugares. Él, su vida, lo que había sido durante tantos años, lo que había hecho, todo. Y de pronto se vio frente a ella, la primera persona que le ofreció su amistad sin pedir nada a cambio, alguien que lo quería y respetaba como era, con todos sus defectos y virtudes, y ahora dentro de unos momentos pasaría a ser su mujer y su compañera, no porque la hubiera obligado, sino porque ella realmente así lo deseaba, y todo porque... lo amaba.

"¿Debo hacer esto? ¿Merezco realmente ser el primero en su vida?"

Pero de pronto Bulma lo besó tiernamente en los labios, sacándolo de sus pensamientos y no tuvo más dudas. Él también sentía algo por ella, algo que nunca antes había sentido por nadie. No estaba seguro pero creía que era eso que los humanos llamaban "amor".

Vegeta le sonrió, la tomó de la mano y se dirigieron a la habitación de Bulma.

Cuando estuvieron allí, los dos estaban muy nerviosos. Bulma le daba la espalda a Vegeta y miraba por la ventana tratando de tranquilizarse, cuando de pronto sintió unas fuertes manos tomarla por la cintura. Vegeta la besó tierna y suavemente en el cuello y le susurró al oído: "Creo que te amo, mujer"

Bulma se volteó y lo miró a los ojos. Esos ojos negros realmente la miraban de una forma especial, con amor. "Yo también te amo" –le respondió. Vegeta la atrajo abrazándola y rozó suavemente sus labios con los suyos. Él comenzó a recorrer lentamente su cuerpo con sus manos mientras se besaban y sintió cómo Bulma empezaba a temblar.

Algún tiempo después, Vegeta se acostó a su lado y la tomó en sus brazos mientras ambos trataban de regularizar su respiración.

Se sentían muy bien, algo los inundaba completamente. Era el haberse entregado por completo a la persona que amaban. Cada uno se sentía impregnado con la esencia del otro.


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