El Último Descendiente

Capítulo 49: "Un último esfuerzo"


Geboonet ha lanzado su ataque más poderoso hacia los guerreros, todos corren peligro por la terquedad de Gotenks...

Ten Shin Han: ¡Hay que alejarnos de aquí! Porque el rango de destrucción de esa cosa es demasiado.

Bulma: ¡Apúrense! No quiero morir aquí.

Bulma 2 (llorando): ¡¡Buuaaaaaaaa!! ¡¿Para qué viajé a este tiempo?!

Krinlin: No es momento para lamentarse. ¡Vámonos!

Entre Krinlin y Ten Shin Han cargan a las tres Bulmas y a Yamsha que continuaba en coma y huyen lo más rápido que pueden del lugar...

FTrunks: Debimos haber seguido su ejemplo.

Piccolo: Ya no nos queda nada más que resistir este poder y tratar de devolvérselo.

Gohan: Todo por culpa del porfiado de Gotenks.

Los cinco guerreros alzan sus manos y atrapan la gigantesca bola, tal como lo hizo Boo con la Genkidama en Kaioh Shin Kai tiempo atrás. Pero la fuerza que ejercía esta, era inmensa y obligaba a los guerreros a retroceder, destrozando el suelo con sus pies. (¡Como si ya no estuviera destrozado!)

Piccolo: ¡E-es demasiado poder! ¡No po...podremos resistir a-así por mucho tiempo más!

Gotenks: ¡No hables tanto y sigue!

Geboonet: ¡Sus esfuerzos son inútiles!


Kaioh Shin Kai...

Ro Kaioh Shin: ¡Es inútil!

Kiwito Shin: ¡Queda muy poco tiempo!

Ro Kaioh Shin: ¡No es sólo eso! Esa bola tiene el cuádruple de poder que la Genkidama que ocupó Goku contra Boo.

Kiwito Shin: Asombroso.

¡Zip!

Ro Kaioh Shin: ¡Ufff!! ¡Me asustaste, Goku, no llegues tan de improviso! ¿No ves que es malo para una persona de mi edad?

Goku: Vinimos a ver cómo iba todo.

Vegeta: ¿Y? ¿Ya escaparon del octágono?

Kiwito Shin: Ése no es el problema ahora. Gennet estaba vivo y se fusionó con Boo.

Goku: ¿Qué?

Vegeta: ¡¿Y cómo se salvó ese inútil de la explosión?!

Kiwito Shin les deja claro todo tras una breve explicación.

Goku: ¡Es verdad! Ahora que se rompieron las barreras que no permitían sentir el ki, puedo sentir el enorme poder de Geboonet.

Vegeta: ¡Qué inútiles! Esa bolita de Geboonet, yo la paro con un dedo.

Goku: Si no le hubiéramos atacado juntos, ni siquiera habríamos podido tocar a Gennet, Vegeta.

Vegeta: ¡Eso es ridículo! Ese niño no es competencia del príncipe saiyajin...

Vegeta se dio vuelta para mirar a sus supuestos oyentes, pero se dio cuenta de que nadie le hacía caso y que todos estaban viendo la bola de cristal...

Vegeta: ¡Hum! ¡Qué falta de respeto!

Después de decir esto se acercó a la bola como los demás y vio el desarrollo de los acontecimientos...


De vuelta con Geboonet y los demás...

La bola ya había hecho retroceder en más de 500 metros a los guerreros desde el lugar donde partieron resistiendo el poder. Cada vez se enterraban más en el suelo formando un gigantesco surco, que se agrandaba por los pequeños rayos que emitía la bola...

Piccolo: ¡Aumenten más su ki!

Geboonet: Ja ja. Es inútil. ¿No ves que tanto tú como tus amigos están peleando a toda máquina?

Gohan: ¡Los saiyajins podemos aumentar nuestro ki en los momentos más cruciales!

Geboonet: Sí, ya lo sé. Y ése es el problema que tienen ustedes. Porque gran parte de mi ser es de un saiyajin. Yo también puedo aumentar mi poder bruscamente.

Gohan, Nia, FTrunks y Gotenks expanden más su ki y la bola se carga unos metros hacia el lado de Geboonet...

Geboonet: ¿Así que tratan de hacerse los graciosos, no es así?

Geboonet aumenta proporcionalmente menos su poder que sus rivales y agranda la ventaja que tenía incluso antes. La bola estaba a escasos centímetros de la cara de los saiyajins y Piccolo.

Gohan: ¡Mierda! ¡E-es demasiado fuerte!

Gotenks: ¡E-es casi un Zanafer! ¡Si tan sólo pudiéramos formar a Vegettotenks como la otra vez!

Piccolo: ¡N-no saques deducciones de lo que pudo haber pasado y concéntrate en el presente!

Toda la superficie del lugar se había deshecho y se había convertido en pequeños meteoritos. Los saiyajins estaban sobre uno como de diez km.

Piccolo: ¡T-todo el planeta sobre el cual estabamos parados se ha destruido! ¡Vamos a morir a falta de oxígeno!

Geboonet: No te preocupes por eso. Este universo no es como el suyo. Fuera de los planetas de este octágono también hay oxígeno. Ustedes van a morir por mi técnica.

FTrunks: ¡M-maldito! Tiene... tiene tanta confianza en g-ganar, que nos dijo eso.

Gotenks: ¡Q-que diga lo que quiera, es un fanfarrón! ¡A-aunque tenga ese poder, yo le ganaré!

Gohan: ¡Y... y sigue repitiendo lo mismo! ¡P-parece que es estúpido de nacimiento!

Geboonet: Esto se me está haciendo aburrido. Aplicaré el 75% de mi poder para destruirlos. ¡¡¡YAAAAHHHH!!!

El poder es tal que destruye el meteorito donde se hallaban y la bola parece tragarse a los cinco guerreros. Ésta sigue su trayectoria hasta chocar con otro planeta y comienza a penetrar dentro de él. El cuerpo celeste se hacía añicos por el problema del octágono y por la bola de Geboonet, la cual no tardó en llegar al núcleo de este y destruirlo también.

Geboonet: Realmente me impacta el poder que tengo ahora. Soy uno de los más sorprendidos. Ya deben estar convertidos en brochetas. ¡¡JAJAJAJAJA!!

La bola no detuvo su trayectoria ahí, siguió hasta un tercer planeta, mayor que los anteriores. El tremendo poder empezó a enterrarse también en la superficie de aquel planeta...

Geboonet: Ju. Creo que me excedí un poco al ocupar al 75% de mi fuerza.

De pronto, la bola se detuvo en seco...

Geboonet: ¿Qué está pasando? Supongo que no... ¡NO! ¡Es rídiculo!

La bola comenzó a regresar lentamente por donde vino...

Geboonet: ¡¿Pero cómo es posible?! Después de eso deberían estar...

La bola siguió regresando, pero ya llevaba gran velocidad. Las siluetas de quienes la empujaban comenzaron a vislumbrarse...

Geboonet: ¡DEBERÍAN ESTAR MUERTOS!

Los cuerpos de los cincos guerreros avanzaban más y más empujando la bola. El miedo y la sorpresa de Geboonet le impedían salir de su actual posición.

Geboonet: ¡El ki de cada uno de los cinco se ha hecho gigantesco! ¡¡Han formado al unísono un tremendo ki!!

Gohan y sus compañeros: ¡¡¡¡¡MUEREEEEEEEEEEEEEE!!!!!

Geboonet: ¡¡¡NOOOOOOOO!!! ¡¡¡¡ARRRRRRRRRRGHHHHHH!!!! ¡N-no es posible!

La bola fue tomada con las manos por los cinco guerreros y lanzada a una velocidad exorbitante contra Geboonet, quien no tuvo tiempo de correrse siquiera. Su propia técnica le impactó de lleno y se tragó su cuerpo haciendo que éste explotara en mínimos pedazos, los cuales fueron tragados por la tremenda explosión. La primera onda expansiva del estallido lanzó muy lejos a los combatientes que se habían desmayado por el tremendo esfuerzo...

¡¡¡¡¡¡¡¡BROOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMM!!!!!!!!

La explosión fue como el final de una gigantesca estrella destinada a convertirse en una super nova. La nube blanca abarcó miles de millas alrededor del núcleo del estallido. Todo se estaba destruyendo, al octágono le quedaban escasos 20 minutos para desintegrarse. La amalgama entre la destrucción producida por el octágono y la técnica de Geboonet era un espectáculo digno de verse, pero no de vivirlo.

¡¡¡¡¡¡¡¡BROOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMM!!!!!!!!

El ruido del lugar se fue extinguiendo como el eco en una montaña (sí, podía haber ruido, porque el espacio del octágono tenía aire). Una tremenda cortina de humo salió despedida por todas partes, ocultando por unos momentos la destrucción que había. La cortina se abrió y mostró los cuerpos sin sentido de los cinco guerreros, sus ropas estaban destrozadas, excepto las de Nia, evidentemente (¡Aaaah, lo que querían!). Todos mostraban heridas muy grandes y un montón de sangre. Los cuerpos vagaban por el espacio sin rumbo fijo. De pronto, un pequeño pedazo de goma rosada apareció y comenzó a crecer y transformarse dándole de nuevo forma al terrible ser...


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