El Último Descendiente

Capítulo 34: "La pelea hasta el límite"


Goku había quedado enterrado en el suelo por un ataque devastador de Vegeta, pero a causa de esto había quedado extremadamente agotado. Gohan piensa que su padre está muerto y ataca a Vegeta quien no se haya en estado de defenderse. Vegeta se prepara para recibir el golpe de gracia por parte de Gohan, pero....

M. Vegeta: ¿Qué esperas? Si me vas a matar, hazlo ahora. No tengo todo el día.

Gohan: Debería matarte. Pero no quiero que Trunks, Bra y Bulma sufran por mi culpa.

M. Vegeta: ¿Tienes miedo, m-muchachito? Eres igual a tu fracasado padre...

Estas palabras llegan hasta lo hondo de Gohan y se prepara para matar a Vegeta.

Gohan: Perdóname, Bulma.

El fin de Vegeta se acerca, pero una explosión tremenda destruye parte del suelo y una mano surge para detener el puño de Gohan. Era Goku, quien se encontraba en el mismo estado de agotamiento que Vegeta.

Gohan: ¡Papá! ¡¡Estás vivo!!

Goku: A-apenas puedo mantenerme en pie, pero por lo que más quieras, Gohan... no mates a Vegeta.

Gohan: P-pero trató de matarte... además lo que dijo de ti...

Goku: Aunque Vegeta lo niegue, él no me atacó para matarme. Él sabía que yo estaba vivo.

Gohan: ¿Pero por qué me provocó?

Goku: Vegeta se siente culpable en el fondo por lo que está pasando. Su remordimiento y cansancio hicieron que quisiera buscar una vía rápida para descansar: la muerte.

Gohan: ¿Quieres decir que sólo me provocó para que yo lo matara?

Goku: Por mi estado no puedo detenerte. Pero te lo pido como tu padre, Gohan. Respeta la vida de Vegeta.

M. Vegeta: Todo lo que ha dicho es mentira.

Goku: Gohan, quiero que ocupes el portal que dejó abierto Nia, para llegar hasta donde está ella y la ayudes. Puedo sentir que tiene problemas con Gennet.

Gohan: ¿Y tú que harás, papá?

Goku: Quiero terminar esta pelea al igual que Vegeta.

Gohan: ¿En ese estado?

Goku: Será una pelea justa, ambos estamos exhaustos. Ya la empezamos, no hay vuelta atrás.

M. Vegeta: Anda, Gohan. Sé que podrás derrotar a Gennet. Nosotros te alcanzaremos después de terminar la pelea.

Gohan (riendo): Ju. Ustedes dos nunca cambiarán, fanáticos de las peleas. Que tengan suerte los dos. Vegeta y tú, papá. Los estaré esperando.

Gohan tomó el portal y desapareció...

Goku: ¿Continuamos...?

M. Vegeta: Por supuesto.

Ambos rivales ya habían dado todo de sí y ya se podían mantener apenas en pie, sin embargo el empeño de ambos les llevó a dar a cabo una pelea que no restaba puntos a la anterior. Con sus últimos esfuerzos, cada golpe era agónico. Pero esta pelea tenía una diferencia mayor aún. Ya no tenía odio y rencor, sólo se esforzaban para dar lo mejor de sí y demostrarle al otro que era mejor. Era una pelea de rivales que se tenían un respeto mutuo. Golpes y patadas volaban en todas direcciones y el piso casi se había transformado en lodo con el impacto de los golpes. Los ataques provocaban terremotos que habrían impresionado a cualquier sismólogo. Goku tenía agarrado a su rival del cuello para sacarle aire, pero Vegeta se soltó de un codazo para alejarse un poco y lanzarle un Kienzan que cortó el resto de los jirones que quedaban en la parte superior del traje de Son Goku, quedando así de la cintura para arriba sin nada que la cubriera. Por suerte para Goku, el Kienzan no alcanzó a cortar su piel.

Goku: Tu poder me tiene sorprendido, Vegeta. Has aumentado mucho después de lo de Zanafer.

M. Vegeta: Sí, me quería asegurar de que una catástrofe como Zanafer no volviera a ocurrir. Además, sabía que tu poder no se estancaría. Siempre haces la misma...

Goku: ¿Eh? ¿En serio crees eso? Yo no notaba tanto cambio en mí.

M. Vegeta: Pero yo sí lo noté. Cada vez que aparece un enemigo nuevo aumentas tus poderes considerablemente. Por eso me preparé para que tu nuevo poder no me tomara por sorpresa.

Goku: Ya me dí cuenta. Hay que acabar con esto rápido si no queremos que nuestro simpático nieto dé de baja este universo.

M. Vegeta: Veamos cuál de los dos aplica mejor sus últimos esfuerzos. ¡¡¡YAAAAAAAAAAAAAAA!!!

Goku: Estoy listo. ¡¡¡YAAAAAAAAAAAAHH!!!


En Kaioh Shin Kai...

En el planeta de los Kaioh Shins los dos dioses veían la pelea a través de la bola de cristal...

Kiwito Shin (o Kaiobit, como prefieran ustedes): ¡Me enfurece tener que ver la pelea por esta bola de cristal sin poder hacer nada!

Ro Kaioh Shin: ¿Por qué no vas y los ayudas? Se les acabaron las semillas y tus poderes curativos serían de gran ayuda.

Kiwito Shin: Eso es lo que más quisiera hacer, pero las propiedades mágicas del octágono me impiden teletransportarme al interior de éste. Ni siquiera puedo sentir alguno de los ki del interior del octágono.

Ro Kaioh Shin: ¡Es el colmo! Esa humana llamada Bulma y sus contrapartes lograron entrar y tú, que eres un dios, no. ¡¡Ahhhhh!! ¡¡Bulmaaaaa!! (Babeando).

Kiwito Shin: ¡No es posible que siendo un dios sea tan pervertido! Me pregunto si habrá alguien en el universo tan pervertido como usted.


En Kame House...

Maestro Roshi: ¡¡¡Aaaaachúuu!!! ¿Alguien estará hablando de mí?


De vuelta con los Kaioh Shins...

Ro Kaioh Shin: Pero cambiando de tema, debe haber alguna forma de ayudarlos. En su estado actual ni Gohan, Goku y Vegeta, que son piezas fundamentales pueden hacer algo.

Kiwito Shin: ¡¡¡Hummm!!! ¡¡No se me ocurre nada!!.

Ro Kaioh Shin: A mí sí.

Kiwito Shin: ¡¡YA ERA HORA QUE OCUPARA ESA CABEZA, MALDITO SENIL!!

Ro Kaioh Shin: ¿Qué cosa?

Kiwito Shin: N-nada... ¡Ups!

Ro Kaioh Shin: Tengo la persona ideal para que los ayude, es alguien que tú conoces muy bien, pero dudo que te agrade.

Kiwito Shin: ¿Pero a quién se refiere?

Ro Kaioh Shin: A la criatura llamada Boo. Ahora conocido como Mr. Boo entre los humanos. Es él la última esperanza que tienen los guerreros para su salvación.


Índice Siguiente Capítulo