El Cuarto Impacto

Capítulo 10: "Renacer"


"Hace unos minutos que recobré la conciencia, pero aún no he abierto los ojos. Intento repasar una y otra vez los acontecimientos de los últimos días. Quiero convencerme que fueron únicamente parte de una terrible y larga pesadilla, pero algo tan vívido no puede ser irreal.
Lo primero es identificarme a mí mismo. Soy Gohan, hijo de Son Goku y Milk. Medio terrícola y medio saiyajin. Hum, creo que con esa base es suficiente para partir.
Hasta hace dos meses más menos llevaba una vida relativamente normal: iba al colegio, peleaba contra villanos capaces de destruir la Tierra, entrenaba con seres de otros mundos... en fin, nada fuera de lo común. ¿Ahora?... ahora todo es caos absoluto. Llegaron unos chicos que eran pilotos de evangelions, luego un grupo de sujetos cada cual más raro que otro y para rematar 4 terribles arcángeles atacaron la Tierra. Para alguien como yo, incluso eso no parecería raro, pero lo que vino después hace que todavía la cabeza me dé vueltas. Una especie de Apocalipsis muy extraño acabó con todo ser humano en la Tierra y la convirtió en un segundo paraíso...

¡Es verdad, fuimos succionados por el Limbo de Metatrón!".


Gohan abrió los ojos de golpe. Tras revisar su cuerpo en busca de posibles heridas, se encontró con la grata sorpresa de que estaba completamente ileso. Fue en ese entonces que se dio cuenta del lugar en donde estaba. Una pieza circular muy, pero muy oscura, con paredes de piedra antigua y mohosa. Sólo había una salida de esa pieza y conducía a un largo pasillo. El saiyajin asomó la cabeza por la salida y pudo percatarse de que no se veía la salida del otro lado. Parecía una invitación y Gohan estuvo dispuesto a tomarla.

El pasillo era mucho mejor que la pieza. Las paredes eran tan blancas que parecían de marfil, el suelo estaba recubierto por una alfombra roja y en ambos lados de las paredes se podían apreciar una infinidad de cuadros. Picado en su curiosidad, Gohan se acercó al primero de ellos. La imagen mostraba a Chichi sosteniéndolo a él cuando era bebé y Goku riendo con una mano detrás de la cabeza. Lo más sorprendente es que la imagen no era estática, sino con movimiento y sonido. La escena mostraba a Chichi y Goku buscando un nombre para Gohan.

–"Se llamará Einstein" –sentenció Chichi.

–"¡Qué nombre tan raro!" –contestó Son Goku.

–"¿Entonces qué te parece Pitágoras? ¿O Platón?".

–"Err... Chichi, será mejor que me dejes escoger el nombre a mí".

Gohan estaba sorprendido. Era tal cual como se lo había contado su padre. El joven saiyajin se asustó un poco, pero decidió probar con el siguiente cuadro.

–"Tienes oculto un poder muy grande en tu interior, Gohan" –dijo Piccolo–. "Mi deber como tu maestro será explotarlo".

–"¿P-pero de qué habla?. Y-yo sólo soy un niño normal. ¡Snif! ¡BUAAAA! ¡Quiero irme a casa!" –dijo el pequeño Gohan entre llantos.

–"¡Cállate! ¡Ese poder sólo emerge cuando tu furia está al límite! Te lo demostraré".

Piccolo cogió a Gohan y lo arrojó contra una montaña. Estando a punto de chocar con ella, el pequeño la hizo añicos con una descarga de ki.

–"¿Lo has visto? Desde ahora tendrás que sobrevivir tú solo, durante...

Gohan pasó al siguiente; ése no era un recuerdo muy agradable para él.

–"¿No pretenderás pelear conmigo, enano? ¿Acaso quieres seguir a tu papá?" –dijo Vegeta al pequeño, furioso por ver a su padre ser pateado en el suelo.

–"¡DÉJALO! ¡Te voy a matar!".

–"¿Tú a mí? ¿Es un chiste?" –respondió el príncipe.

Gohan lanzó un rayo a Vegeta, éste lo esquivó, pero era tarde para darse cuenta de la trampa del pequeño que lo pateó en el aire...

"Mejor me cambio de cuadro" –pensó Gohan–. "Si no, voy a volver a odiar a Vegeta".

Gohan pensó por que era mejor adelantar unos cuantos para ver algo más reciente. Todavía no podía comprender cómo esos cuadros guardaban todo el registro de su vida.

–"Adiós a todos" –se despidió Goku.

–"Go...Goku. No me digas que piensas..." –murmuró Krinlin.

–"Sólo faltan 4 segundos. ¡¡Este combate no tendrá ningún ganador, pero me consuela el hecho de ver sus caras de desesperación!! ¡¡HA HA HA!!" –se burló Cell en forma demoníaca.

Goku se teletransportó al lado del monstruo y tocó su barriga. Luego volteó hacia Gohan.

–"Gohan... has luchado muy bien. ¡Fuiste muy valiente" –le felicitó su padre.

–"Pa...papá".

–"Cuida a tu mamá. Dile que me perdone...".

Ambos desaparecieron.

–"¡MALDITA SEA! ¡De todos los cuadros caigo en este justamente!" –dijo Gohan golpeando la pared, enojado por tener que revivir uno de los momentos más tristes de su vida. Decidió volar lo más rápido posible a través del pasillo, para salir de inmediato de ese mar de recuerdos. A pesar de todo, era inevitable que durante su trayecto alcanzara a percibir alguna de las formas de los cuadros. Babidi, Dabura, Boo, Gendo, Asuka, Rei IV, Kaworu Nagisa... Al menos a esa velocidad podía evitar pensar en ellos. Por suerte para Gohan, nada es eterno, ni siquiera en ese plano metafísico. Una luz aún más intensa que la del pasillo podía vislumbrarse al final de éste. El salir de ese largo túnel de pesadillas pasadas, representó para él escapar por la boca de una larga serpiente, cuya tortura es digerir, deshaciéndote con sus terribles ácidos internos. Esos ácidos estaban personificados en sus recuerdos tristes que lo consumían poco a poco.

Luz.

La cámara donde se encontraba ahora era desproporcionadamente grande. Al igual que la pieza del comienzo, era redonda, pues aunque le era imposible divisar el otro extremo de la habitación con la vista, pudo darse cuenta por la curvatura de las paredes.

Lo que llamó profundamente su atención es que en las paredes había miles de miles de puertas que conducían a pasillos como por el cual él venía. Sólo un margen de medio metro las separaba unas de otras. A lo lejos se veía una luz.

–"¿Qué lugar será éste? ¿Seré el único en venir aquí?" –se habló a sí mismo en voz alta.

–"No, no eres el único" –respondió la pregunta una voz cercana a él.

–"¡Sr. Piccolo! ¡Menos mal que está usted a salvo!".

–"¡Por favor! ¿Tan débil me crees como para morir en un estúpido pasillo?" –protestó el namek en broma.

–"¿Así que usted también viene de una esas puertas?".

–"Sí. Desperté en una pieza enana y luego tuve que atravesar un pasillo que me mostraba toda mi vida".

–"Yo también" –le comentó el joven saiyajin, bajando la cabeza por los recuerdos amargados que volvían a flote al pensar en ese lugar.

–"Es extraño. Pensé que al atravesar ese agujero estaríamos flotando en una especie de hoyo negro, no que llegaríamos a una... casa".

–"¿No cree que sea la base de operaciones del que organizó todo esto?".

–"Todo es posible. Pero adelantarnos y hacer suposiciones no nos servirá de nada. Es mejor buscar a los demás".

–"Pues aquí tienen a tres hermosas compañeras" –dijo Misato al lado de Ritsuko y Maya–. "Nos encontramos al salir, unas cuantas puertas más allá".

–"Bien, al menos cinco personas es un buen número para empezar a buscar".

–"Diez querrás decir" –corrigió Vegeta al llegar junto a Bulma, Chichi, Trunks y Goten.

–"Sólo faltan los pilotos y el comandante" –dijo Maya.

–"Ahí viene un grupo" –señaló Chichi.

En efecto, los cuatro pilotos venían saliendo de sus respectivos pasillos. Por coincidencia o no, los pasillos de todo el grupo quedaban relativamente cerca. No tenían muy buenas caras.

–"¡Nadie me quiere! ¡Nadie me quiere!" –venía diciendo Shinji.

–"¡No quiero morir! ¡No quiero morir!" –decía Asuka.

–"¿Soy la creación de un choque de polaridades opuestas yuxtapuestas holocrónicas y maleables, que es el equivalente a comer un helado de frutilla en una silla de playa?" –repetía Rei.

–"¡¡¡¿QUÉEEEEE?!!!" –exclamaron todos.

–"Ni idea, sólo desvariaba un rato".

Touji venía apestado y agradeciendo al cielo no haber pasado mucho tiempo con esa banda de traumados.

–"¿Qué, acaso los hicieron ver un concurso de cosplay que vienen tan alterados?" –preguntó Misato.

–"¡No! ¡Fue peor que una maratón de Sábado Gigante Internacional!" –exclamó Asuka.

–"Ya me lo imagino. Con todos sus traumas" –dijo Piccolo.

–"Cállate, moco mutado" –le gritó Asuka.

–"¡¿Qué?! ¿Quieres pelear?" –le contestó el namek en el mismo tono, apretando los puños.

–"¡Basta los dos!" –dijo Ritsuko, separándolos–. "Ahora ya sólo queda (haciendo mueca de disgusto)... el Comandante Ikari".

–"No" –Gendo estaba apoyado en la entrada de uno de los pasillos. Parecía haber estado largo rato ahí y escuchado todo.

–"Éste estaba solo hasta para su matrimonio" –comentó Trunks por debajo a su amigo.

–"Yo creo que cuando nació, el doctor en vez de pegarle una palmada le echó ácido, para ver si reaccionaba" –contestó riéndose Goten por debajo.

–"Ya todos están aquí. Vengan, por favor" –dijo una voz a lo lejos. Su origen parecía ser la luz que Gohan había visto con anterioridad. Todos, ya cansados de tantas vueltas, se dirigieron a la voz en busca de explicaciones. Los que no volaban eran llevados por los que sí podían. Después de un buen trecho de figuras extrañas, símbolos místicos como cruces, la estrella de David, pinturas de pasajes de la Biblia y canales de LCL, se encontraron con que el punto al cual se dirigían era el centro de la enorme habitación y que las puertas daban la vuelta completa al círculo. Todos los canales que vieron con anterioridad iban a parar a un gran pozo en el centro, lleno de LCL. Delante del pozo, había un monolito muy conocido por Gendo y Ritsuko, aunque para los demás era completamente nuevo.

–"No puede ser" –se dijo el comandante a sí mismo.

–"Aún sigue vivo" –pensó la Dra. Akagi.

–"Dios dijo a Moisés: <> Exódo 3, versículos 16 y 17. Mmn..., es un pasaje de la Biblia que se adapta muy bien al rol que yo desempeño. Moisés, por mandato divino debía salvar a Israel de la opresión egipcia y guiarlos a la Tierra Prometida. En mi caso, he salvado a la humanidad de su dolor y sufrimiento y la he guiado a un nuevo paraíso" –dijo una voz detrás del monolito.

–"Tú moriste durante el Tercer Impacto" –dijo Gendo.

–"Lamentablemente, viejo camarada, yo no puedo morir". –La voz se apagó y un anciano apareció desde detrás del monolito. Su pelo estaba completamente encanecido, llevaba una túnica, y unos extraños lentes cubrían sus ojos.

–"Keel Lorenz" –dijo Ritsuko. Todos los que tenían que ver con el Proyecto Eva se asombraron. Mucho habían escuchado de este personaje, pero jamás lo habían visto.

–"La mente maestra de Seele. El que inició todo esto" –dijo Misato.

–"Sí. También fui el autor del Cuarto Impacto. Yo inicié todo, aunque no habría sido posible sin la asistencia de Tabris" –respondió reposadamente Keel.

–"¿Cómo sobreviviste tras el Tercer Impacto?" –interrogó Gendo.

–"Para explicar eso y muchas otras cosas, debo remontarme a los albores de la humanidad. El inicio de la historia. Mi historia".

–"¿Quién eres realmente?" –preguntó Piccolo.

–"Mi nombre es Caín. Soy hijo de Adán y Eva y el primer hombre que mató. El primero que asesinó a su hermano a sangre fría" –dijo Keel.

Todos se quedaron con la boca abierta al escuchar tal confesión.

–"No deben confundir al Adán ángel con el Adán humano. El nombre del segundo fue puesto en honor del primero, el más grande de todos los ángeles y consorte de Lillith. Yo soy hijo del Adán humano.
Cegado por la envidia hacia Abel, lo maté. La leyenda habla de que Dios, en castigo, me hizo andar errante por la Tierra, colocándome una marca para que no me mataran. ¡Pues miren la marca!"
Keel abrió el pecho de su túnica mostrando a los demás la causa de su dolor. No había carne, sino un montón de cables, fierros y engranajes.

–"¿E–eres un androide?".–preguntó temerosa Bulma.

–"Sí, una especie de cyborg celestial. Mi exo–esqueleto produce un campo AT, incluso más potente que el de los ángeles, por lo cual soy físicamente invulnerable, además de que impide que mi alma pueda escapar, lo que me hace inmortal. Mi castigo sería vivir una eternidad sopesando mis pecados. Una eternidad de sufrimiento y remordimiento por matar a mi hermano".

–"¿Es por eso que odias a Dios? ¿Es ésa la razón del Cuarto Impacto?".

–"No. Te equivocas. Yo no odio a Dios ni lo culpo por esto, pero durante cientos de años hice ambas cosas. La experiencia e incontables viajes por el mundo me dieron la respuesta: lo que me había dado Dios no era una maldición, sino un don para salvar a la humanidad. Me dio la inmortalidad para que aprendiera y experimentara lo suficiente con el fin de lograr lo que nadie había conseguido: conocer el corazón de la humanidad... lo esencial... alma matter. Soy el único ser que conoce a cabalidad a los humanos, por ende, el único capaz de salvarlos.
Durante mucho tiempo vagué y vagué. Fui pensador griego, soldado romano, combatí en las cruzadas, fui partícipe de la Revolución Francesa y los Movimientos Liberales, fui eje central en las dos Guerras Mundiales... aún así... aún así no me sentía satisfecho. Todos estos hechos apuntaban a problemas políticos, económicos y sociales, pero no resolvían el problema del ser humano con su "yo" interno... con su alma. Fue entonces que descubrí los manuscritos del Mar Muerto, que mostraban el Segundo, Tercer y Cuarto Impacto. Tres maneras distintas de evolución.
En el Segundo Impacto, el hombre hubo de resurgir de las cenizas para empezar una nueva etapa... no funcionó, el hombre automatizado volvía aún más violento que el anterior.
En el Tercer Impacto se buscó la evolución de la humanidad hacia una sola entidad perfecta. En ese momento yo pensé que al fin era libre, que al fin descansaría en paz. Incluso me convertí en LCL al igual que los humanos, pero mi alma no se liberó. Momentos después, mi forma cyborg volvía a encapsular mi alma y reconstruía mi cuerpo a base de LCL. Me di cuenta que había fallado, pues yo sólo podré descansar en paz hasta que cumpla mi misión. Ésa era una evolución incorrecta, ya que no respetaba la individualidad del ser humano, su libre albedrío. Me sentía frustrado, estaba solo en la Tierra y mi misión había fallado. Pero como por milagro me encontré con Kaworu, dándome cuenta que se me abría otra posibilidad. Le mostré los manuscritos y le conté la verdad sobre el Cuarto Impacto, lo que lo hizo recobrar su pasado. Había fallado con los humanos de aquella dimensión, pero al menos podría salvar a los de ésta. Con los poderes angélicos de Kaworu, nos trasladamos aquí e iniciamos nuestro plan despertando el pasado de Goku a través de sus sueños. El resto ya lo saben".

–"¡Mientes! ¡Ustedes obligaron a la gente a esto!" –gritó Gohan.

–"No. Con mi telepatía leí su mente y lo que dice es verdad" –dijo Piccolo abatido–. "No sólo eso. También leí la de algunos humanos mientras se dirigían hasta este lugar. Todos venían por su propia voluntad. No estaban siendo obligados".

–"P–pero...".

–"Lo que dice tu amigo es cierto" –dijo Caín con una sonrisa sincera–. "Ustedes también son libres de participar si lo desean".

–"¿Cómo?".

–"¿Ven todas esas puertas alrededor de nosotros? Son tantas como personas habitan la Tierra, incluyéndolos a ustedes. Cada uno tuvo que cruzar y enfrentar su propia vida, para ver si verdaderamente la añoraba. Si efectivamente quería seguir viviéndola. De no ser así, se podrían meter a este pozo detrás de mí. Es el camino que conduce a una nueva oportunidad. Todos los humanos aceptaron y entraron; sólo faltan ustedes".

En ese instante apareció una puerta en el aire. Mostraba a la Tierra, como lo que era ahora: un maravilloso paraíso natural.

–"Este portal que abrí lleva a la Tierra. A su lado, está el pozo que conduce a la nueva oportunidad. Ustedes son libres de elegir, pero les advierto que una vez tomada la opción no hay vuelta atrás. Además, los que vuelvan a la Tierra no podrán recuperar su forma corpórea; sólo podrán ir en forma de espíritus, pues no se permitirá nunca más que una persona rompa el equilibrio natural que rige a la Tierra sin el hombre. No podrán tener contacto con ningún elemento en el planeta, sólo vagar eternamente por él. No se preocupen de que alguna fuerza externa intente atacar la Tierra, pues las alas de Metatrón la cubren completamente y la protegerán por siempre..."

Se miraron unos a otros. Nadie parecía decidirse a tomar alguna de las dos opciones. Todos se preguntaban si realmente ellos eran los que estaban equivocados. Entre toda esa espera, un hombre dio un paso adelante, un hombre llamado Gendo Ikari.

–"¿Me aseguras que si elijo el pozo ya no conoceré la infelicidad?".

–"No puedo asegurarlo, pues es tu propia vida. La vida que te espera tras el pozo será fruto de tus acciones. Lo que te puedo asegurar es que te daremos una nueva oportunidad y todas las condiciones y herramientas para que puedas ser feliz. Si lo llegas a arruinar después de eso, será exclusivamente culpa tuya" –le respondió Caín.

–"Está bien" –dijo el comandante caminando lentamente en dirección al pozo, hasta que éste lo cubrió completamente. Ésa fue la última vez que vieron a Gendo Ikari.

–"Padre..." –dijo el Tercer Niño.

–"¿Alguien más?" –preguntó el anciano.

Sin decir una palabra, Vegeta comenzó a caminar en dirección al pozo. Nadie podía creerlo, mucho menos su mujer y su hijo. La primera corrió para colocarse delante de él e impedir que siguiera pasando.

–"¡¿Estás loco?! ¿Por qué vas?" –preguntó Bulma llorando.

–"Ya nada me queda aquí, mujer. Kakarotto se fue y la Tierra no es mi hogar. Quiero partir desde cero. El desafío de una nueva vida me llama más la atención que vagar por la Tierra".

–"¡¿P–pero yo... y Trunks?! ¡¿Qué hay con nosotros?! ¡¿QUÉ HAY CON TU FAMILIA?!".

–"Toda mi vida desperdicié a mi familia. La dejé de lado por completo. ¡¿Crees que voy a cambiar siendo un puto espíritu que viaja por la Tierra?! ¿Siendo algo sin materia que ni siquiera es capaz de tocar?".

–"S–si te metes a ese pozo vas a olvidar todo sobre nosotros".

–"Si lo olvido no es lo importante. Lo significativo es que hubo algo entre nosotros, algo que existió y que perdurará por siempre, lo sepamos o no. Hubo un momento y eso no desaparecerá. Sé que encontrarás raro que hable así, pero por fin he entendido todo. Estoy cansado de las peleas, de mi orgullo, de mi vida. Es por eso que quiero ver más allá".

–"Entonces voy contigo" –dijo Bulma–. "Si tú te vas... ¿qué me queda en este lugar?".

–"Yo también voy" –dijo Trunks.

–"Vegeta, Bulma, Trunks..." –murmuró tristemente Gohan.

Ése fue el último adiós del príncipe saiyajin y su familia. Los Son lloraban, Piccolo bajó la cabeza en señal de respeto y los pilotos miraban perplejos. Nunca más se supo de ellos, pero ahora ya nadie dudaba si serían o no felices.

–"Yo también iré por el pozo" –dijo Shinji con voz segura–. "La otra vez no acepté el Tercer Impacto, pero gracias al señor Vegeta he ganado confianza en esto. Además, esa Tierra no es mi mundo; nada me queda ahí por hacer".

Asuka le palmeó la espalda.

–"Bien dicho, Tercer Niño. Eso también va por mí. Quiero otra vida".

–"También voy" –dijo Rei escuetamente.

–"Yo volveré a la Tierra. Estoy demasiado atado a ella" –dijo Piccolo.

Gohan pensó entonces cómo Piccolo, después de Freezer, había preferido quedarse en la Tierra antes que ir a Nuevo Namek. Sí... él quería la Tierra incluso más que los terrestres. El joven saiyajin decidió tomar la palabra... no se quedaría atrás de su maestro.

–"Nosotros también volveremos a la Tierra" –dijo hablando por los tres Son–. "Nacimos en ella... somos parte de ella. No la abandonaremos. Mientras exista alguien sobre su faz, su recuerdo no morirá".

Caín sonrió.

–"Me parece bien. Has hablado con sabiduría, muchacho".

Misato, Maya, Ritsuko y Touji se acercaron a los Son.

–"No iremos por el pozo. Los acompañaremos a la Tierra. Hemos tenido demasiado de tanto lío metafísico" –dijo Misato sonriendo.

–"Ya han decidido todos" –habló el ex-jefe de Seele– "Pueden ir a sus destinos".

Hubo llantos, abrazos y besos. Los pilotos se despidieron de los que ya no verían jamás.

–"Fue un placer haberlos conocido" –dijo Milk a los pilotos.

–"No fue nuestro" –dijo Shinji.

Todos los que iban a la Tierra cruzaron la puerta. Shinji, Asuka y Rei se acercaron al pozo.

–"Después de que nos sumerjamos en el pozo, olvidaremos todo. Nunca más volveremos a vernos" –dijo Shinji tristemente. Sintió una mano que agarró la suya y lo apartó un poco del pozo. Era Asuka.

–"¿Te acuerdas de esa vez que te besé hasta dejarte sin respiración? Aquello era una broma" –dijo Asuka.

–"S-sí..." –dijo Shinji aún más triste.

–"Ahora irá en serio" –dijo Asuka, cogiendo su cabeza y besándolo con fuerza en la boca. Al principio, el Tercer Niño se asustó un poco, pero pronto dejó de forcejear y se dejó llevar. La primera vez ya le había gustado. Ahora que podía respirar...".

–"Asuka, yo...yo...".

–"Shiiii. Cállate, tonto. Ya lo sé" –dijo la piloto germano-japonesa guiñando un ojo y tapándole la boca con su dedo–. "¿Vamos?".

–"Sí".

Al volver al pozo, notaron que Rei había entrado. Se entristecieron al pensar que no habían podido despedirse de ella. Shinji tomó la mano de Asuka y entraron juntos...


–"Nunca había pensado hasta hoy que la Tierra fuera tan hermosa" –dijo Milk mirando alrededor.

–"Ésta es la verdadera Tierra. Sin los seres humanos" –respondió Piccolo.

–"Es tan bonito que creo que jamás me arrepentiré por esta elección" –comentó Misato.

–"Más te vale. Porque aquí pasarás la eternidad" –bromeó Ritsuko.

Ajeno a la conversación del grupo, Gohan miraba el cielo mientras sonreía.

–"Es irónico, ¿no crees, papá? Tanto peleamos por proteger la Tierra que no nos dimos cuenta que el problema éramos nosotros. Fuimos tan soberbios que creímos que la Tierra nos pertenecía cuando en verdad ella era su propia dueña. Ya no nos necesita, nosotros necesitamos de ella. Gracias por este regalo, papá. Gracias por esta Tierra"


El sol brillaba en lo alto. Un prado suave y parejo le hacía cosquillas en su mano al soplar el viento. El chico, de unos 17 años se paró, mirando alrededor. Trató de recordar algo, pero su mente estaba en blanco. Hacía bastante calor, por lo que decidió sacarse esa chaqueta tan gruesa que tenía puesta. Una placa en ella llamó su atención. Se dio cuenta que era capaz de leerla.

–"G-gendo Ikari" –murmuró con dificultad–. "¿Qué es eso? ¿Una marca de ropa? Bah. ¿Qué importa?".

Sintió que una mano suave se posaba en su hombro. Al darse vuelta, vio una hermosa chica de pelo corto café ofreciéndole la mano para ayudarlo a levantarse.

–"No te había visto por aquí antes" –dijo la chica sonriendo–. "¿Qué estás haciendo?".

El chico se sonrojó al verla, sin saber por qué.

–"D-desperté hace un momento, pero no logro recordar nada".

–"Eso no importa. El pasado siempre trae cosas desagradables. Mejor preocúpate por disfrutar el presente".

–"No será muy difícil. Este lugar es maravilloso".

–"¿Por qué no te sacas esos anteojos rojos tan feos? Pareces mafioso con ellos" –dijo la chica, riendo.

–"Tienes razón" –dijo riendo con ella.

–"Creo ver un grupo de gente en esa dirección. ¡Vamos allá! No sé porqué, pero presiento que tú y yo nos vamos a llevar muy bien".

–"Sí" –dijo el chico– "A propósito... ¿cuál es tu nombre?".

La chica lanzó una mirada coqueta, sonrió y le tendió la mano.

–"Yui".

F I N


Índice