Nuestra vida juntos
Capítulo 5: "Indigestiones"
Unas horas más tarde, Vegeta y Bulma se disponían a cenar. La verdad es que la cena estaba deliciosa: carne asada, papas cocidas, arroz y varios tipos de ensaladas, jugo de naranja (con lo que tomaron en la fiesta tenían más que suficiente), y de postre tuttifrutti con helado.
- BL: Mi papá reparó tu cámara de gravedad antes de irse de viaje, así que puedes ocuparla cuando quieras.
- VG: Me alegra escuchar eso fue toda la respuesta.
- BL: Pero trata de tener más cuidado, ¿está bien?
- VG: Mmm...
Todo iba bien, hasta que Vegeta se llevó a la boca la segunda cucharada de su postre. Tragó, puso una cara de entre sorprendido y angustiado y miró a Bulma que seguía comiéndose su postre, pero al sentir la mirada de Vegeta, levantó la vista y lo vio.
Vegeta tenía la cuchara en la mano y estrujaba una servilleta con la otra. Estaba sudando y su cara pasó rápidamente por toda la gama de rojos y morados.
- BL: ¿Vegeta? le dijo asustada.
Él no le contestó nada. Se levantó tirando la silla y corrió hacia el baño. Bulma se levantó rápidamente y lo siguió.
Cuando su estómago dejó de convulsionarse, Vegeta trataba de recuperar el aliento y permanecía de rodillas en el baño. Así lo encontró Bulma y le ofreció una toalla. Vegeta la aceptó y se limpió la boca.
- VG: ¡¡Rayos!! Esto nunca me había pasado y sí que es desagradable.
- BL: Tal vez fue algo que comiste en la fiesta.
- VG: Sí, eso debe haber si... no terminó la frase y comenzó a vomitar de nuevo.
Bulma se agachó junto a él, trataba de ayudarlo, pero no era mucho lo que podía hacer. Cuando las convulsiones terminaron, ella lo ayudó a ponerse de pie y lo condujo a la cama.
Estaba muy pálido y tenía una cara de enfermo que nunca le había visto, ni siquiera cuando había estado herido en tantas oportunidades por su entrenamiento. Lo cubrió hasta la cintura con una manta y llamó al médico.
- Dr: Mmm, ya veo dijo el doctor mientras miraba dentro de la boca de Vegeta, luego de los 10 minutos que tardó Bulma en convencerlo de que abriera la boca y sacara la lengua si se quería mejorar.
- VG: ¿Qué cosa? preguntó con desconfianza.
- Dr: Tiene una indigestión severa, señor.
- VG: ¿Y?
- Dr: Bueno, es un poco serio, pero si se cuida no habrá complicaciones. Sólo tiene que cuidar lo que come unos días y estará bien.
- VG: Humm suspiró fastidiado.
Bulma acompañó al doctor a la puerta.
- BL: Gracias por todo, doctor.
- VG: No es nada, muchacha, sólo haz que siga al pie de la letra esta dieta por tres días y dale estas pastillas, una cada 8 horas, para evitar una infección en su estómago.
- BL: Sí, doctor le dijo recibiendo el frasco de pastillas y una hoja donde salía apuntado lo que podía y lo que no podía comer, claro que como en todas las dietas, la lista de lo prohibido era muuuucho más larga que la de lo permitido.
Entró a la cocina y llenó un jarro con agua (único líquido permitido en la dieta a parte del té) y junto con un vaso se lo llevó a Vegeta.
Cuando llegó a la habitación, lo encontró en la cama y con los ojos cerrados como si durmiera. Bulma entró cuidando no hacer ruido.
- VG: No te preocupes, no estoy dormido.
Bulma dejó el jarro y el vaso en la mesita de noche y se acercó a él con el frasco que contenía el remedio.
- BL: ¿Cómo te sientes?
- VG: Un poco mejor, pero tengo sed.
- BL: Bueno, aquí te traje agua. ¡Ah! el doctor te recetó este remedio. Tienes que tomar una pastilla tres veces al día.
- VG: ¿Ah, sí? ¿Y para qué es? dijo Vegeta tomando el frasco.
- BL: No seas desconfiado, es para prevenir una infección en tu estómago.
- VG: Hmm, está bien dijo echándose una pastilla a la boca y tomándose hasta el fondo un vaso de agua.
Luego se tendió en la cama y cerró los ojos. Bulma se acercó a él y lo besó tiernamente en los labios.
- BL: Descansa le dijo mientras acariciaba su rostro.
Vegeta le dedicó una sonrisa y la observó salir de la habitación.
Bulma fue a la cocina y leyó la lista de lo que podía comer Vegeta, así que se puso a revisar los estantes y encontró todo lo que necesitaba (que no era mucho).
Después de apartar algunas cosas en la cocina, Bulma comprobó mirando el reloj de la pared que se había hecho muy tarde y decidió irse a dormir. Entró muy despacio para no despertar a Vegeta, se puso su pijama y se metió a la cama donde fue recibida con un beso y luego sintió unos fuertes brazos rodeándola. El calor del cuerpo de su príncipe la envolvió relajándola y pronto ambos se durmieron.
Al otro día Vegeta se levantó muy temprano, se vistió con su ropa de entrenamiento y como ya se había mejorado (como buen saiyajin se recuperaba muy pronto de todo), se decidió a recuperar el tiempo perdido por la fiesta y por su indigestión. Ya no tenía náuseas y tenía más hambre que nunca, pero se tomó su remedio ¡por si acaso! Luego de esto se dirigió a la cámara de gravedad. Estuvo entrenando alrededor de dos horas hasta que no pudo resistir más el hambre y fue a la cocina. Allí encontró a Bulma preparando el desayuno.
- VG: Tengo hambre.
- BL: Buenos días para ti también, Vegeta. Siéntate, ya tengo listo tu desayuno.
Vegeta se sentó a la mesa mientras sentía que se le hacía agua la boca, y Bulma le sirvió su "desayuno".
- VG: ¿Qué es esto? dijo Vegeta abriendo sus ojos.
- BL: Tu desayuno le dijo volteándose a verlo y diciéndoselo como si no tuviera importancia.
Un té con tres galletas de soda sin nada, obviamente no era el desayuno que él deseaba. De hecho creo que ninguna persona normal, sea saiyajin o no, desearía desayunar eso por cuenta propia.
- VG: ¿Mi qué? ¡¡TÚ SABES QUE YO NO DESAYUNO ESTO!! gritó poniéndose de pie y apuntando hacia su desayuno como si lo acusara.
- BL: ¡No me grites que estoy al lado tuyo! le dijo tratando de mantener la calma, en todo caso ella se esperaba esa reacción. ¿No te acuerdas que estás enfermo del estómago?
- VG: Ya me mejoré.
- BL: Puede que te sientas mejor, pero debes obedecer las órdenes del doctor.
- VG: ¿Ah, sí? ¿Y qué diablos te dijo ese idiota? dijo irónicamente y cruzándose de brazos.
- BL: Que debías tomarte tu remedio y seguir una dieta durante tres días.
- VG: ¿Una dieta? ¿Qué clase de dieta? dijo con cara de espanto. ¡¡Imagínense!! Un saiyajin a dieta.
- BL: ¡¡Ésta!! dijo Bulma extendiéndole la hoja.
Vegeta miró a Bulma y luego miró la hoja. La tomó y comenzó a leer. Mientras más leía, más abría los ojos.
- VG: ¡¡¿¿QUÉEE??!! gritó.
- BL: Así es, y según tu dieta, ése es el desayuno que te corresponde.
- VG: ¡¡PERO SI TODO LO QUE DESAYUNO NORMALMENTE ESTÁ INCLUIDO EN LA LISTA DE LO PROHIBIDO!! Debe haber algún error.
- BL: No hay ningún error, el doctor me la dio y yo he hecho miles de veces esas dietas así que las conozco muy bien.
- VG: N-no puedes hacerme esto.
- BL: Yo no te estoy haciendo nada, Vegeta. Es por tu bien. ¡¡Además eres un hombre adulto, así que compórtate como tal!! le gritó.
Vegeta la quedó mirando con una mezcla de rabia y pena y se sentó a tomarse su "desayuno".
¿Ustedes creen que Vegeta pudo saciar su "apetito" con este "desayuno"?
Noooooooo.
Y el almuerzo fue peor.
- BL: Aquí está tu sopa de pollo.
- VG: ¡¿Sopa de pollo?! ¿Qué crees que soy? ¿Un leucémico en las últimas etapas de su enfermedad?
- BL: Yo no creo nada, y tómate la sopa.
- VG: No me la voy a tomar.
- BL: ¡¡SÍ!!
- VG: ¡¡NO!!
- BL: Bueno, entonces no vas a tener nada en el estómago, y eso por lo menos es algo. Además, está muy rica.
- VG: ¡¡Lo dices porque no eres tú quien se la tiene que tomar!!
- BL: ¡¡Porque no fui yo la que se indigestó!!
- VG: ¡¡Pero tú me obligaste a ir a esa condenada fiesta donde trataron de envenenarme!!
- BL: Nadie trató de envenenarte, Vegeta.
- VG: ¡Ah! Tal vez fue tu amiguito James.
- BL: ¿Y por qué iba a hacer algo así?
- VG: ¡Ja! ¿Tú qué crees? le dijo sentándose a la mesa y empezando a tomarse su sopa.