Capítulo 19: "La primera víctima"
Ichiro estaba listo para lanzar un Kamehameha capaz de acabar con el planeta entero. Esto lo hacía no sólo para asegurarse de matar a Gohan, sino como homenaje a quien había sido uno de los guerreros más poderosos que había tenido que enfrentar. Si iba a morir, sería gracias a un poder digno de él. Casi lamentaba tener que eliminarlo. Si hubiera podido entrenarlo para ponerlo a las órdenes de su amo Noliyu, seguramente sería una gran adquisición para las tropas, pero sabía que eso sería imposible, ese niño jamás podría ser de los suyos, sencillamente porque su corazón era noble, y desgraciadamente eso no cambiaría por más que él quisiera. No tenía otra opción, era el niño o él, y por supuesto, no había que pensarlo, la elección estaba hecha.
Los demás miraban con horror e impotencia lo que Ichiro hacía, mientras Goku ya estaba listo para teletransportase al lado de su hijo para ayudarlo o morir en el intento, pero lo que nunca permitiría era que muriera solo, no mientras tuviera el más mínimo rastro de energía en su cuerpo. Sin embargo, algo inesperado pasó de pronto. La vista de Ichiro era superior a la de sus oponentes y gracias a eso pudo divisar a lo lejos a alguien que se acercaba, pero lo que llamó poderosamente su atención era que lo hacía volando, y a pesar de eso, no podía sentir su ki. Seguramente lo ocultaba, pero ¿quién podría ser? Miró a su alrededor y vio que todos los guerreros estaban presentes. No lo entendía, de repente se dio cuenta que esa persona era Chaoz. A pesar de que aún estaba bastante lejos, pudo verlo con claridad, así como la pequeña bolsa que llevaba en sus manos. Entonces se asustó al presentir lo que podía contener esa bolsa.
Ichiro: (Pensando) ¡No puede ser! Seguramente son las semillas del ermitaño. Si dejo que las coman se recuperarán, y en las condiciones en que me encuentro no podré derrotarlos. No puedo permitir que las consigan. A ver, Gohan no puede ni moverse, ni pensar en que trate de detenerme, y los demás mucho menos. ¡Ya sé! Mejor elimino a ese enano y después seguirán los otros. ¡Sí, eso haré!
Al tomar esa decisión, el Kamehameha que estaba formando desapareció de sus manos, dejando a todos, sobre todo a Gohan, muy sorprendidos. ¿Qué significaba esta nueva actitud? El nuevo giro de los acontecimientos era incomprensible para todos ellos, simplemente no entendían nada, aunque no se puede negar que sintieron un gran alivio. Al menos ahora disponían de algo de tiempo para recuperarse un poco y así poder soportar hasta que Chaoz llegara con las semillas; ésa era su única esperanza de sobrevivir. Así, Ichiro vio a Gohan en el suelo, y al hacerlo sonrió maliciosamente. Gohan no sabía qué pensar de esto, pero Ichiro pronto lo sacó de dudas.
Ichiro: Bueno, te he concedido la dicha de vivir unos minutos más. De verdad pensé que serías mi primera víctima, pero afortunadamente para ti, no lo serás. Pero no te preocupes, ya que serás la segunda, jajaja.
Gohan: ¿De qué hablas? No te entiendo, ¡explícate!
Ichiro: Es mejor que lo veas con tus propios ojos.
Al decir esto, Ichiro alzó el vuelo dirigiéndose hacia Chaoz. Gohan trató de ponerse de pie para impedírselo pero fue inútil, ni siquiera pudo levantarse, mucho menos podría confrontarlo. Con su puño golpeó el suelo con rabia, pero sobre todo con desesperación. Lo que sea que fuera a hacer Ichiro, él no podría detenerlo.
Gohan: (Pensando) Su primera víctima... ¿a quién se estará refiriendo? ¡Maldición! Y yo aquí tirado y sin poder detenerlo, ¡soy un inútil! Una vez más he fallado. A pesar de que he entrenado duramente todos estos meses, no he podido hacer nada para detener a ese demente de Ichiro, ¡y por mi culpa alguien más va a morir! ¿Por qué no me mató a mi primero? Eso es lo que merezco, morir.
Al ver esto, Tenshinhan tuvo un mal presentimiento. La razón que hubiese impedido que Ichiro matara a Gohan debía de ser muy importante para alejarlo de esa manera, y seguramente no representaba nada bueno para ellos.
Vegeta: Pero, ¿qué hace?
Piccolo: No lo sé, la verdad es que no lo entiendo.
Goku, un poco más tranquilo, pudo expresar su opinión.
Goku: Bueno, al menos esto nos dará algo de tiempo.
Krilim: Esto no me agrada. En las condiciones en que estamos, Ichiro podría eliminarnos cuando quiera, entonces ¿por qué se aleja así nada mas? Eso no tiene sentido.
Yamcha: Pues para ser sincero, desde que todo esto comenzó no le he podido encontrar el sentido a nada de lo que nos ha pasado.
Krilim: Sí, es verdad.
Inesperadamente, Tenshinhan se puso como loco, comenzó a correr desesperadamente en la dirección en que se había alejado Ichiro y mientras lo hacía gritaba enfurecido.
Tenshinhan: (Gritando) ¡NO PUEDE SER! ¡ES CHAOZ! ¡ICHIRO VA A MATAR A CHAOZ! ¡DEBO DETENERLO!
Con sus últimas energías, Tenshinhan pudo alzar el vuelo, aunque no podía ir muy rápido debido a su condición, pero al menos así iría mucho más aprisa que si fuera corriendo. Los demás se quedaron sorprendidos y sin poder reaccionar todavía. Piccolo, que también poseía una vista excelente, al mirar en esa dirección pudo divisar a Tenshinhan y mucho más allá a Ichiro, pero no podía ver a Chaoz, mucho menos sentir su ki.
Goku: ¡¿Qué dijo?! ¡Que Ichiro va a matar a Chaoz! No puede ser, pero no lo veo ni puedo sentir su ki. ¿Y tú, Piccolo, ves algo?
Piccolo: No, no puedo ver nada.
Vegeta: ¡Pero no nos quedemos aquí como unos imbéciles! ¡Vayamos a ver qué pasa!
Apenas terminó esta frase, Vegeta también se fue volando dificultosamente en esa dirección.
Krilim: Sí, Vegeta tiene razón, es mejor que vayamos.
Yamcha: ¿Y qué haremos con Gohan? Está muy débil como para moverse.
Gohan: No se preocupen por mí. Es mejor que vayan a ayudar a Chaoz antes de que Ichiro lo mate.
Goku: Es cierto. ¡Vamos pronto! Hemos perdido mucho tiempo.
De esta manera, todos los guerreros se fueron volando siguiendo el rastro que había dejado Ichiro, mientras Tenshinhan, que iba a la delantera de los demás, trataba de comunicarse con Chaoz para advertirle del peligro que corría.
Tenshinhan: ¡Chaoz! ¡¿Chaoz, me oyes?!
Chaoz estaba a unos pocos kilómetros de la ciudad, y al no sentir el ki de Ichiro, no se había dado cuenta que éste iba justo hacia él. Trataba de ocultar su ki lo mejor posible para no ser detectado. De repente pudo sentir la voz de Tenshinhan, lo estaba llamando telepáticamente. Aunque no entendía la razón de esto, inmediatamente pensó que quería que se apresurara para que llegara más rápido con las semillas, así que apresuró el paso mientras contestaba su llamado.
Chaoz: ¿Qué sucede, Ten? Ya sé que debo darme prisa y eso estoy haciendo, llegaré a la ciudad en unos minutos, no te preocupes.
Tenshinhan: ¡NO LO HAGAS! ¡DEBES OCULTARTE ENSEGUIDA! ¡¿LO ENTENDISTE, CHAOZ?! ¡ICHIRO TE VIO Y VA POR TI!
Chaoz se asustó mucho al escuchar semejante noticia, no podía creerlo.
Chaoz: ¡¿Qué dijiste?! ¡¿Cómo pudo verme si estoy tan lejos?!
Tenshinhan: ¡No lo sé! ¡Pero debes esconderte ahora!
Chaoz: Sí, Ten, lo que tú digas.
Inmediatamente, Chaoz se detuvo donde estaba y desesperadamente trató de encontrar un lugar donde poder ocultarse. Miró la bolsa que llevaba en las manos y no pudo evitar preocuparse por sus amigos. Sabía que necesitaban esas semillas con urgencia y ahora no sabía si podría dárselas. Realmente era un desgracia que lo hubieran visto, pero ¿cómo saber que ese sujeto tendría semejante vista? No había terminado de pensar esto cuando algo le arrebató violentamente la bolsa de las manos. El problema era que no podía ver a nadie a su alrededor, pero unos instantes después, una figura aparentemente humana se apareció ante él. Chaoz supo al instante, aunque nunca le había visto, que esa persona era Ichiro. Al darse cuenta que era inútil cualquier intento de escape, dejó de ocultar su ki. Así, todos los demás pudieron sentirlo.
Ichiro: Vaya, Chaoz, veo que te he sorprendido. Disculpa la forma tan grosera en que me presento ante ti, pero sabía que esos estúpidos amigos tuyos te advertirían del peligro y por ningún motivo podía permitir que te escaparas con las semillas del ermitaño. Lo entiendes, ¿verdad?
Chaoz estaba sorprendido. ¿Cómo rayos sabría de las semillas del ermitaño?
Chaoz: Ya sé que tú eres Ichiro, pero ¡no voy a dejar que me quites esas semillas!
Chaoz se lanzó al ataque aún sabiendo que sería inútil todo intento por detenerlo, pero nada de esto le importaba. Ichiro, sin inmutarse ni un poco, lo atacó con un rayo de energía. No era muy poderoso, pero fue suficiente para dejar a Chaoz en el suelo moribundo.
Ichiro: Eres un tonto, ¡sólo eres basura! ¡Jamás podrías conmigo, insecto! ¡Ahora voy a destruir estas malditas semillas! Aunque un momento, ya que las tengo, mejor me como una para recuperar mis fuerzas y después destruyo las demás. Jejeje, no sé por qué no pensé en esto antes.
Ichiro se comió una de las semillas y destruyó las otras, ahora sabía que su victoria era segura, nada ni nadie podría detenerlo, pero lo primero que haría sería exterminar a Chaoz y luego a Gohan, así se lo había prometido al niño, y pensaba cumplir su palabra al pie de la letra.
Ichiro: Bien, ya viviste lo suficiente para decir una plegaria a Kamisama. Ahora vas a morir.
Chaoz estaba tirado en el suelo, apenas podía respirar y sangraba en abundancia. Estaba muriendo y ya nada podría salvarlo. Sin embargo, en el último momento abrió sus ojos y pudo ver cerca de él a Ichiro acumulando suficiente energía en su mano derecha como para acabar con su vida. Al hacer esto, no pudo evitar pensar en que Ichiro tenía el rostro de la muerte. Era una lástima que eso fuera lo último que viera antes de morir.
Tenshinhan estaba ya muy cerca de ellos y desde lejos pudo ver a Chaoz tirado en el piso y a Ichiro destruir las semillas. Al ver esto, supo que todo estaba perdido, a pesar de lo cual quería llegar a tiempo para salvar a su compañero, y haría hasta lo imposible por lograrlo. Voló como nunca antes lo había hecho, pero esto no fue suficiente: ante la mirada de horror de Tenshinhan, Ichiro lanzó el rayo de energía que acabó con la vida de su amigo. Todos los demás, incluyendo a Gohan, pudieron sentir el ki de Chaoz desaparecer, e inmediatamente supieron que había fallecido. Tenshinhan se sintió desesperado, corrió al encuentro de Chaoz y llorando abrazó sus restos. Ni siquiera tenía la esperanza de volverlo a la vida: ahora que las semillas habían sido destruidas, jamás podrían derrotar a ese sujeto. Perecer era el destino que todos correrían muy pronto.
Instantes después llegó Vegeta seguido de cerca por Goku y los otros. Lo primero que vio fue a Tenshinhan tirado en el suelo abrazando los restos de Chaoz, pero lo que le sorprendió realmente fue ver a Ichiro: ¡Estaba totalmente recuperado y sin ninguna herida! Miraba absorto la triste escena, pero sin intervenir en ella. ¿Qué estaría esperando para acabar con ellos de una buena vez? Esa era la eterna pregunta que se formulaba a cada instante desde que Ichiro llegó a la Tierra con la finalidad de destruirlos, pregunta que aún permanecía sin respuesta. Fue lo mismo que notaron los otros al llegar al siniestro lugar, pero más allá de la extraña recuperación de Ichiro, lamentaban la muerte del pequeño Chaoz y sobre todo la forma en que Tenshinhan sufría por eso. Goku se acercó a su amigo y colocó una mano sobre su hombro, no hubo palabras, ya que sabía que no existía nada que pudiera decir para mitigar su dolor.
Goku: No te preocupes, Ten. La muerte de Chaoz será vengada. Eso puedes jurarlo, amigo.
Tenshinhan: Te equivocas, Goku, y por eso mi desesperación es tan grande. Ya no existe manera en que podamos vengarnos de ese monstruo.
Goku: ¡¿Qué dices?!
Tenshinhan: ¡Lo que oíste! Toda esperanza murió cuando Ichiro destruyó todas las semillas del ermitaño. ¡Ya no existe nada que podamos hacer!
Esa fatal noticia fue escuchada no sólo por Goku, sino por todos los otros guerreros, que se aproximaron a ellos para estar seguros de que sus oídos no les habían jugado una broma pesada.
Goku: ¡¿QUÉ?! ¡No puede ser! ¡¿Estás seguro de lo que has dicho?!
Tenshinhan: ¡Por supuesto! Yo mismo vi cuando las destruyó.
Piccolo: En ese caso, Tenshinhan tiene razón. Ya no existe ninguna esperanza de poder derrotar a Ichiro. Todo está perdido.
Ichiro, aún en las alturas, observaba todo muy entretenido, pero no pudo evitar intervenir en la conversación.
Ichiro: Todo lo que dicen es verdad, yo vi cuando Chaoz se acercaba con las semillas del ermitaño, así que vine a su encuentro para impedirle que pudiera dárselas a ustedes, no sin antes comerme una para recuperarme, por supuesto.
Vegeta: Ahora entiendo que te hayas recuperado. Debí pensar en esa posibilidad.
Krilim: ¡Eres un monstruo! ¿Cómo sabías de las semillas?
Ichiro: Ya les dije que yo sé todo sobre ustedes.
Todos cayeron en una profunda desesperación. El fin era inevitable, morir era el destino que les esperaba, y ya no había nada que pudieran hacer para evitarlo.
Índice | Siguiente Capítulo |