Kakaroto – Capítulo 2

Capítulo 2: «Sucesos»

Fanfic: Kakaroto

En el interior de la Capsule Corp.

«Ya es tarde. Ya anocheció y en un rato todos se irán, y esos dos no aparecen» –comento molesta Bulma.

«Goku nunca ha seguido horarios» –dijo la mujer de cabello azul largo, o sea, Lunch.

«Tienen unos maridos bastante problemáticos» –les dijo 18 a Chichi y Bulma.

«Sí, y tú uno bastante dejado, pero aún así estás con él, ¿no?» –le contestó casi indiferente Chichi.

18 queda en silencio.

«Trunks, Goten, vengan» –llama la mujer morena.

Los niños se miran y dudan en ir al llamado, pues ya los habían castigado esa tarde, no fuera que se arrepintiera de rebajarles la condena.

«¿Crees que nos van a regañar de nuevo?» –le susurra Goten a su amigo.

«Con todo el castigo que nos dieron, ¿qué perdemos?» –le contesta.

Trunks y Goten se acercan a la mesa y Maron, que estaba con ellos persiguiendo al dinosaurio, se sienta en las piernas de su mamá.

«Vayan por sus padres y díganles que vuelvan» –les ordenó la mujer morena.

«Sí» –contestó su hijo de inmediato.

«No creo que mi papá me haga caso» –protestó a su madre el niño de pelo lila.

«Pues dile que yo le digo» –le dijo con seguridad Bulma, y el niño asiente.

*entonces viene de inmediato* –pensó Trunks.

Y como sus padres, salen volando por la ventana.

«Qué mandilones son nuestros papás» –le comenta con vergüenza Trunks a Goten mientras vuelan en dirección al ki de sus padres.

«Es cierto, sobre todo el mío, mi mamá siempre termina convenciéndolo de que haga lo que le dice».

«¡Sí! El mío también».

Ambos quedan pensativos.

«¡Ya sé! Los han de amenazar» –concluye Trunks.

«¿Pero qué podrían hacerle nuestras mamás a nuestro papás si son tan fuertes para que los convenzan…?».

«Eso sí… ¿Quién sabe?… Tal vez con dejarlos sin comer».

«Con qué más podrían amenazarlos…» –dice Goten.

Mientras, con Vegeta y Goku…

Los dos, heridos y cansados, seguían peleando en el aire sin darse tiempo ni para respirar entre golpe y golpe. Se separan y, después de varias acrobacias en el aire, caen a unos metros el uno del otro. Ambos sonríen. Desaparecen en el aire…

Cada vez que uno trataba de golpear al otro, la ilusión desaparecía. Goku se quedó quieto en el aire buscando el ki de Vegeta para su próximo ataque. Ambos estaban muy distraídos en la pelea y no notaron el ki de los niños acercarse.

Los niños sólo vieron a Goku solo el aire.

Goku estaba atento al próximo movimiento de Vegeta y relajaba su Ki para detectar el de su adversario. Respira profundo y se prepara.

De nuevo pierde el control de sus sentidos y su mente se aleja del lugar. Siente como si estuviese en un lugar oscuro, ve de nuevo la luz intensa y luego la imagen de la luna llena y un enorme bosque, curiosamente como el de su sueño.

*¿dónde estoy?* –preguntó, tratando de reconocer el lugar. Ahora apreciaba más detalles y veía unas enormes rocas.

«¡Papá!» –lo llama Goten.

Goku, sorprendido al salir repentinamente de su ensueño, voltea, y en ese momento Vegeta aparece y le da un fuerte codazo en la cara que lo lanza muy lejos. Su cabeza recibe el impacto, quedando incrustado entre el piso y una enorme roca a una buena distancia.

Goten y Trunks quedan helados en el aire.

«¡Chiquillos tontos! ¿Cómo se les ocurre interrumpir cuando estábamos peleando?» –les gritó furioso Vegeta.

«Goten, mi papá tiene razón».

«Tú tampoco viste a tu papá y yo vi al mío solo. ¿Qué querías que hiciera?».

«Pues que te fijaras, porque eres un distraído».

«Ni digas nada, que si no fuera porque tiraste unas ollas, no nos hubieran atrapado en la cocina».

«Pero tú-«.

«¡YA CÁLLENSE! ¡Y TÚ, KAKAROTO, NO TE HAGAS EL TONTO, ESE GOLPE NO ES NADA PARA TI!» –gritó en dirección a donde estaba Goku.

«…».

«Vamos, papá, mi mamá se va a molestar» –le dijo su hijo con la intención de apresurarlo.

«Sí, vamos, señor, la mía también si no los llevamos a los dos» –dijo Trunks.

«…».

«Qué demonios…» –dijo fastidiado Vegeta volando hacia Goku.

Los niños lo imitaron y los tres descendieron junto a él. Vegeta lo revisa y lo pone en su hombro.

*sólo está inconsciente por el golpe, pero, ¿cómo es posible que ese insignificante golpe le haya afectado? ¿por qué se habrá distraído tanto? aún antes de que el hijo de Kakaroto interrumpiera, él no prestaba atención, y sobre todo ¿por qué demonios lo ayudo?… ¡bah!*

«¿Qué le pasa a mi papá?» –preguntó preocupado el niño de cabello alborotado.

«No tiene nada, sólo está inconsciente, seguramente por el golpe en la cabeza» –le dice, aún cavilando.

«Además de que no pudo contra mi papa» –continuó orgulloso el niño Brief.

«Lo agarró desprevenido» –defendió molesto el otro niño.

«Sí, pero aunque no lo haya estado…» –comenzó de nuevo.

«¡NO EMPIECEN!» –les gritó Vegeta mientras se elevaba.

Ambos niños quedaron silenciosos el resto del camino. Claro está, dándose de golpes silenciosamente y calmándose cuando el príncipe volteaba a verlos.

Finalmente llegaron a la Capsule Corp. y al entrar en el jardín todos se abalanzan encima de él preguntándole y reclamándole en su mayoría por traer en ese estado a, para la mayoría, uno de sus mejores amigos.

«¡YA DÉJENME EN PAZ!» –gritó el Sayajin exasperado, quitándose a todos de encima.

«¡De seguro tú tuviste la culpa y te sobrepasaste! Les dijimos que tuvieran cuidado, pero nooo, qué se puede esperar» –le gritó al oído Bulma.

«¡En primera, no está herido más que de algunas menores; segundo, está inconsciente porque se golpeó la cabeza; y tercero, no tengo por qué cuidar de Kakaroto como si fuera su niñera!» –le respondió.

«No es momento de eso. Hay que llevar a Goku a descansar» –regañó Chichi, preocupada.

Todos siguen a Bulma a un cuarto. Entran todos y Vegeta deja caer sin cuidado a Goku en la cama.

«Puedo curarlo si lo desea» –se ofrece Dende.

«¿Y qué esperas?» –le dijo la mujer más fuerte del mundo empujándolo hacia la cama.

«Vaya forma de tratar a un dios…».

«¡Pero ya!» –lo apresura.

«Este muchacho no sabe imponer su autoridad». (-_-U) dice el hombre verde de turbante con una mano en la frente.

Dende pone sus manos sobre el pecho de Goku y de ellas emana una energía blanca. Las heridas y raspones de Goku desaparecen.

«¿Qué hace?» pregunta la hija del campeón del mundo (….jajajajaja) al oído de Gohan.

«Lo está curando. Es un poder que tiene» –contesta éste como si fuese lo más normal del mundo.

«Con ustedes nunca se deja de aprender nuevas cosas increíbles» –dice Videl.

«Ya está» –concluye Dende.

«¿Y por qué no ha despertado?» –pregunta Chaoz.

«Ya lo curé. Está bien, sólo dormido». –Voltea a ver a Vegeta. –»¿No desea que lo cure a usted también?».

Vegeta estaba a punto de acercarse a él cuando Bulma lo detiene.

«No, gracias, Dende. Yo me encargo…» –dijo llevando a su esposo hacia la puerta, jalándolo de su brazo lastimado.

«Maldita mujer…» –maldice entre dientes antes de entrar a otra habitación para que Bulma lo curase.

Lo llevó a un cuarto a un lado del de donde estaba Goku (con un edificio como ése, no creo que tengan problemas de cuartos).

Hizo que se sentase en la cama y de su bolsillo sacó un estuche de cápsulas para escoger una y hacer aparecer un pequeño botiquín. Se sienta a su lado y comienza a limiparle una herida en el brazo.

«Vegeta, eres un estúpido» –comenzó Bulma–. «¿Qué crees que sentí al verte entrar con Goku de esa manera? Pensé que estaría más grave o incluso muerto» –lo regañó mientras limpiaba sus heridas–. «¿Crees que no me preocupé?» le ‘preguntó’ a Vegeta.

«¿Tanto te importa ese estúpido?» –le respondió éste con una mezcla de celos y fastidio.

«Claro que sí. Tú no sabes, pero cuando tú llegaste a la Tierra yo ya tenía más de una década de conocerlo. Es como mi hermano menor, mi mejor amigo». Se detiene para tomar una venda del botiquín–. «Con él he vivido muchísimas aventuras. Me ha ayudado y hecho sentir segura en las peores situaciones. Lo conozco desde antes que todos. Cuando era un niñito inocente y salvaje hemos pasado muchas situaciones difíciles juntos. Me ha salvado la vida más veces de las que puedo recordar, lo he visto crecer y convertirse en lo que hoy es… y me preocupo por él…», terminó con algo de emoción en su voz.

«¿Nada más?» –le respondió molesto.

«No» –le contestó bruscamente, recordando su enojo y apretando más el vendaje, sin importunarse ante la mueca de dolor de Vegeta–. «Tengo mucho que agradecerle ademas de eso, porque si no fuera por él no conocería a todas esas maravillosas personas que están en el otro cuarto…» –dijo señalando la pared. Baja los ojos–. «Ni a ti…».

Comienza a limpiarle los demás raspones sin mirarlo a los ojos. Él también queda silencioso.

En el otro cuarto, con Goku y cia.

«Aquí están» –dijo asomándose por la puerta la Sra. Brief–. «Pensé que se habían ido, me había preocupado».

«¿Qué pasa, abuela?» –le pregunta su nieto.

«No sabía qué hacer con todos los pastelillos que había preparado» –dijo con voz ‘mortificada’.

Trunks: -_-U

«¡Pastelillos, pastelillos, qué bien!» –dijo aplaudiendo el monstruo rosa.

«Vamos, Boo» –le sugiere su amigo el campeón del mundo… (JAJAJAJAJA…, perdón, debo dejar de hacer esto).

«VAMOS, VAMOS» –dice Mr.Boo mientras camina entusiasta hacia la puerta, seguido de Mr. Satán.

Salen de la habitación.

Todos los demás quedan callados observando a Goku, cuando éste comienza a mover su mano.

«Ya está despertando» –exclama Yamcha.

Todos se acercan a la cama al ver que Goku comienza a reaccionar.

«Goku, qué bueno que ya estés bien» –le dijo Chichi, acercando su mano a Goku.

Goku abre de súbito los ojos y salta de la cama sin prestar atención a Chichi. Mira hacia todos lados con mirada maligna y desconfiada. Todos lo miran con expresiones de alegría y caras sonrientes.

«¿Dónde rayos estoy?» –preguntó como un animal acorralado.

Notas de la Autora: Preparen varias cajas de Kleenex o pañuelos para los siguientes capítulos. Y lo que esté entre corchetes es en idioma Sayajin. Van a sufrir, ñaca ñaca.