¿No confías en mí?

por Verónika Santaella

Esta historia está dedicada con mucho cariño para mi hermana, quien me convenció de «destacar» un poco más a su personaje favorito: GOKU.

Secuela de «Una última oportunidad»


Era un hermoso día en la inquieta (pero normal) Ciudad Satán. Habían pasado cinco meses desde que Gohan y Videl salieron de la universidad y que decidieran por fin ser novios. Cinco increíbles meses en los que disfrutaron al máximo su bella relación, tanto con sus amigos y familiares como en aquellos instantes en los que estaban sin compañía, sólo ellos dos, sin que nada ni nadie los sacara de ese «mundo color de rosa» en el que vivían.

Un día, habían decidido ir al cine, cuando de pronto algo llamó mucho la atención de Videl…

Videl: ¡Mira, Gohan, una tienda de trajes de novia! ¿Por qué no entramos un momento?

Gohan: No lo sé… ¿no se nos hará tarde para ir a ver la película?

Videl: ¡Qué va! Todavía nos queda tiempo de sobra. Vamos, (con cara de ingenuidad) será algo… interesante.

Gohan: Bueno… está bien, lo haré por ti.

Y así fue. Entraron a la dichosa tienda para saciar los deseos de Videl (en cuanto de llevar puesto uno de esos vestidos se trata), e inmediatamente le pidió a la vendedora el vestido que tanto le había gustado para probárselo. Cuando salió, Gohan no podía creer lo hermosa que se veía, su bello torso tenía la apariencia de una diosa, la más bella de todas; creía que estaba soñando al ver esa aparición, esa muñeca de porcelana que al tocarla se convertiría en miles de pedazos.

Videl: Gohan… ¿qué te parece?

Gohan: ¿Ah? ¿qué?… E-es… tan hermoso como quien lo lleva puesto.

Videl (sonrojada): No es para tanto… –En ese instante observó su reloj, asombrada por la hora que era–. ¡Dios, se nos va a hacer tarde!

Gohan: ¡Tienes razón! ¡Vayámonos ya!

Durante la función, Gohan no prestó mucha atención que se diga a la película. Estaba muy pensativo, sin prestar atención a lo que le rodeaba. Pensaba en lo que había ocurrido hace algunas horas… después, se vio a él junto a ella, pero no como ahora, sino más maduros, compartiendo la misma casa… esos sueños eran muy agradables, provocándole una pequeña sonrisa al mismo tiempo que miraba a la princesa que tenía a su lado.

Videl: Gohan… te estás perdiendo la mejor parte…

Gohan (todavía sonriente): N-no… yo creo que no me estoy perdiendo nada… –dijo terminando esto con un pequeño beso.

Videl quedó «algo» (por no decir completamente) extrañada con el comportamiento de Gohan en ese instante, se notaba tan alejado de sí mismo, como si nada le importara (a pesar de que no era cierto). En fin, no le tomó mucha importancia y continuó «disfrutando» de la película.

Ahora es cuando todo comienza…


Siete meses después, nos encontramos en la Capsule Corp., donde Bulma y Milk (especialmente) preparan todo para celebrar El aniversario de Gohan y Videl. Faltaban pocas horas para el gran evento (creo que estoy exagerando, ya que si fuera un gran evento asistirían grandes celebridades y no un grupo de Guerreros desatados que acaban, como un huracán, con toda la comida… jajájajá)

Milk: ¡Está quedando todo a la perfección!

Bulma: Es verdad, pero ¿no crees que estas exagerando un poco? –dijo refiriéndose más que todo a la decoración tipo «quinceañera» del lugar–. Recuerda que es algo muy íntimo.

Milk: ¡NADA DE ESO!… Nada será muy exagerado para mi pequeño Gohan.

Vegeta («algo» molesto): ¡PERO QUÉ DIAB…! Perdón, parece que me equivoqué de sitio.

Bulma: ¿Por qué dices eso?

Vegeta: Porque pensé que esto era la Capsule y no el terreno donde estaría el «Circo Ruso».

Ambas (muy molestas): ¡¡¡CÁLLATE, AGUAFIESTAS!!!

Vegeta (con una risa sarcástica): Vamos, no se pongan así; además, lo único que les falta para que esto –señalando el «decorado»– tenga aspecto de circo son los animales. (este personaje se parece mucho a mí, por eso me agrada tanto =P)

En ese mismo instante aparece Goku, muy feliz por el desfile de comida que había en ese momento. Estaba que se le hacía agua la boca.

Goku: ¡Hola, chicos! ¿Cómo han estado?

Vegeta (mirando a Milk y a Bulma): ¿No ven? Llegó el «animal» que faltaba. Ahora sí parece un circo… Mejor me voy porque esto parece ser «muy contagioso».

Goku: ¿?

Bulma (todavía molesta): No le hagas caso, me parece que Vegeta nunca va a cambiar.

Milk: Es cierto… bueno, no importa. Goku, ¿trajiste todo lo que te pedimos?

Goku: Sí, aquí está todo…

Milk: ¡¿Qué es todo esto?!

Goku (con cara inocente): Lo que me pediste: «Golosinas»

Bulma: Te dijimos «Serpentinas», no «Golosinas». ¿En qué rayos estabas pensando?

Goku (con la «mano tras la cabeza»): Es que… cuando me lo dijeron… ¡tenía mucha hambre!

Milk (suspirando): Parece que ninguno de los dos va cambiar, jajaja…

Bulma: Creo que tienes razón, jajaja.

Mientras que en la casa de la Familia Son…

Gohan (registrando todo su cuarto): ¡Goten! ¿No has visto un estuche pequeño en algún lado?

Goten: Creo que sí… ¿de qué color es?

Gohan: Azul Marino.

Goten: ¡Sí lo vi!, creo que está debajo de todo eso –dijo señalando un montón de ropa sobre lo que se suponía era un escritorio.

Gohan: ¡Sí, éste es! Ahora sólo me falta llamar a Videl. Estoy seguro de que esto le va a encantar.

Goten: Oye, hermano, ¿qué tiene que ver el estuche en todo esto?

Gohan: Bueno… es que… voy a pedirle a Videl que se case conmigo.

Goten: ¿En serio? ¡¡¡QUÉ BIEN, MI HERMANO SE VA A…!!! –De pronto, fue callado por Gohan, quien le dijo que por nada del mundo le dijera a nadie sobre lo que planeaba. Aunque no le gustaba la idea de mantener lo que sabía en secreto.

Gohan: Bueno, Goten, ya sabes, no digas nada.

Goten (suspirando): Está bien.

Gohan (tomando el teléfono): Ahora voy a llamar Videl para que nos veamos… Aló, ¿Videl? S-soy y-yo, Gohan.

Videl: Hola, cielo. Te noto algo nervioso. ¿Te pasa algo?

Gohan: No, nada de eso. Te llamaba para preguntarte si puedes ir al Café Satán ahora; es que… tengo algo muy importante que hablar contigo, es sobre nosotros.

Videl: Sí puedo… entonces, voy saliendo para allá. –La actitud de Gohan le extrañó, estaba más nervioso que de costumbre. Presentía algo. No sabía si era bueno o… en fin, se tranquilizaría si iba a esa cita–. Espero que no pase lo que estoy pensando.

Gohan estaba muy feliz, porque era el día en que le pediría a la mujer que amaba que compartiera su vida con él. Cuando estaba en el café, se dedicó a esperar a Videl, sacó el pequeño estuche y lo abrió para admirar el bello anillo que guardaba; en ese instante alguien se le acercó con una sonrisa diciendo…

???: ¡Desde que terminaste la universidad ya no saludas a nadie, mal amigo!

Gohan: ¡¡¡Idensa, cuánto tiempo sin vernos!!! ¿Qué has hecho? ¿Cómo te va?

Idensa (riendo): Un momento, una pregunta a la vez; estoy trabajando, por los momentos, de camarera en este café. Y dime, ¿qué haces aquí?

Gohan: Estoy esperando a Videl… para pedirle matrimonio.

Idensa: ¡Que emoción, Veré a mi amig…! ¿Qué tú vas a…? –Su cara se llenó de felicidad con la noticia, no podía creer que su «amiguita» se casaría–. ¡Déjame felicitarte! –dijo dándole un abrazo «de oso» a Gohan.

En ese momento, Videl entró al café. Se sintió como una verdadera idiota por la escena que presenciaba: ¡su «mejor amiga» con su novio! Así que esto era lo que Gohan tenía que decirme –pensaba con lágrimas en los ojos–. por eso estaba tan nervioso por teléfono, durante todo este tiempo estuvo con Idensa y conmigo… veo que sólo fui un juego para él.

Gohan había notado la presencia de Videl, se levantó de la mesa un poco nervioso por lo que iba a decir; pero al notar la tristeza de Videl se limitó a preguntar:

Gohan: Hola, amor, ¿qué te pasa? ¿Te sientes mal?

Videl (llena de rabia): «¿Qué me pasa?» ¿En realidad quieres saber lo que me pasa, Gohan? ¡QUE YA LO SÉ TODO, ERES UN MENTIROSO, TE ODIO!

Gohan: No te entiendo, «¿mentiroso?».

Videl: ¡Sí, Mentiroso, me decías que me amabas y que nunca me engañarías, y… te veo aquí, con Idensa, abrazándola… si ya no me querías, en lugar de engañarme de esta forma hubieses terminado de una vez con esta… mentira!

Gohan: Por favor, cálmate. Déjame explicártelo.

Idensa: Es verdad, Videl, cálmate, escucha a Gohan… Todo esto ha sido un error.

Videl (mirándolos a ambos): Es verdad, desde que decidí terminar con Sukiro… «todo» ha sido un error.

Dicho esto, se fue del lugar con mucha prisa con dirección a su casa; mientras tanto, Gohan no salía de su impresión por lo que Videl había dicho. La frase se repetía una y otra vez en su cabeza. No sabía si seguir intentando darle una explicación o, en todo caso, acabar con su vida. Por suerte Idensa seguía allí, tratando de calmarlo y convenciéndolo de que la siguiera y tratara aclarar todo. Por suerte, él le hizo caso y se dirigió lo más rápido que pudo hasta su casa.

Cuando llegó, se escondió cerca de la ventana y esperó a que llegara. En ese instante, Videl iba llegando. Estaba llorando de la rabia. Tomó una foto que estaba cerca de su cama, donde estaban ella y Gohan. La miró por un rato mientras decía: «¿Por qué?, ¿por qué?…» hasta que con este último lanzó la foto al suelo, para después lanzarse a llorar en su cama. «No puedo creerlo… no de él…». En aquel momento, Gohan se había dado cuenta que no había forma de razonar con ella. Toda la confianza que había tenido en él se había perdido, decidiendo así salir de su vida… para siempre. Antes de irse, pensó: «Parece que esto no me va a servir de nada…», dejando a un lado de la ventana una pequeña nota que entró a la habitación con una pequeña brisa después de que Gohan se fue, posándose a un lado de Videl, que ya estaba dormida…

Ahora, pasemos a otro escenario: la Capsule Corp, donde todos estaban esperando a Gohan y a Videl para celebrar (aunque Goku, Goten, Trunks, Boo e incluso el propio Vegeta estaban acabando con la parte fundamental del festejo… ¡LA COMIDA!) Podíamos ver a una Milk preocupada por la tardanza de los chicos.

Milk: ¿Qué habrá pasado con los chicos? –Luego, se volteó hacia Goku–. ¿Por qué no vas a buscarlos?

Goku: O.K. Déjame localizar el ki de Gohan… –Cuando lo halló, se asombró por la cantidad que percibía. No la había sentido desde la batalla con Cell. Decidió no preocupar más a Milk y no le dijo nada–… Muy bien, ya lo encontré, no tardo.

Con la técnica de la «teletransportación» llegó hasta un pequeño lago. Sus sospechas eran ciertas: Gohan estaba entrenando, pero con mucha rabia y desesperación, como si quisiera deshacerse de algo.

Goku: Veo que has estado entrenando mucho, hijo.

Gohan: ¿Ah?… ¿qué?… Eres tú, papá, llegaste justo a tiempo. Necesito decirte algo muy importante: no voy a volver a la casa por un tiempo.

Goku: ¡¿QUÉ?!… P-p-pero, ¿cómo se le voy a decir a tu mamá?

Gohan: No sé… invéntale algo. Por favor, prométeme que por nada del mundo le vas a decir que… he terminado con Videl.

Goku: N-no sé qué decirte, Gohan. Lo siento mucho. –Abrazó a su hijo y se despidió de él–. Sólo recuerda una cosa: no pierdas las esperanzas, algo sucederá y todo se arreglará.

Gohan (sonriendo): …Eso espero… papá.

Pronto, llegó Goku a la Capsule y les contó a todos la decisión que Gohan había tomado de «ir a comer fresas en el bosque». Milk (como siempre) se desmayó por la impresión, Bulma estaba asombrada por la razón tan idiota por la que se fue, mientras que Vegeta y Piccolo estaban muertos de la risa por la excusa tan anormal que Goku había inventado (como sabrán, Piccolo es un «averígualo todo» y le leyó la mente a Goku cuando éste llegó a la fiesta para luego contarle a Vegeta)


A la mañana siguiente, en la casa de Mr. Satán…

Videl: Ahhh… Creo que si sigo durmiendo me convertiré en «La Bella Durmiente». Bueno, voy a dedicarme a buscar un trabajo y… ¿qué es esto? –dijo observando el trozo de papel que tenía cerca–… Es… la letra de Gohan, pero, ¿cómo habrá?… de seguro que estuvo aquí. Veré que dice:

«¿Qué es el amor?…
Siempre quise saber su significado,
Lo busqué en los diccionarios y en los libros;
Pero ellos nada me decían.
Quería saber lo que se sentía…
Un día, la respuesta que esperaba llegó.
Mi alma se llenó de tal forma que creí que se desbordaría;
Fue allí cuando me di cuenta,
De su verdadero significado:
En realidad se escribe de otra forma,
Una forma que me llena de emoción cada vez que la recuerdo: Videl.
Te amo, te amé y siempre te amaré…
Gohan»

En ese instante, los ojos de Videl se llenaron de lágrimas. No podía perdonarse lo que le había hecho a Gohan y a Idensa el día anterior. Todo por los malditos celos; quería hablar con Gohan, pero sabía que no la perdonaría por su falta de confianza. No la escucharía, como ella no lo hizo. Además, lo que dijo acerca de Sukiro fue la gota que derramó el vaso. Decidió entonces ir a la casa de Idensa para pedirle disculpas por todo lo que había dicho.

Videl (sollozando): Idensa, perdóname por todo lo que dije el otro día en el café, es que… la idea de perder a Gohan fue…

Idensa (abrazándola): Tranquila, yo te perdono; además, yo sé lo que se siente, ¿recuerdas? Pero dime, ¿hablaste con Gohan?

Videl: N-no, tengo miedo de hablar con él. Seguramente no querrá saber nada de mí.

Idensa: No te desanimes, ya pensaré en algo para que puedas aclararle todo.

Y así estuvo durante largo tiempo, hasta que…

Idensa: ¡Lo tengo! Haremos una fiesta.

Videl: Por favor, entiende que este no es un buen momento para «celebrar».

Idensa (un «poco» molesta): ¡¿Quieres recuperar a Gohan o no?!

Videl: Sí, pero… no te enojes.

Idensa: Mira, mi plan es hacer una fiesta… de disfraces. Diremos que celebraremos «el cumpleaños de mi prima Lita». En esta parte es donde tú vas a actuar: vas a hacerte pasar por mi prima. Estarás con Gohan durante la fiesta y…

Videl: ¡Un momento! Hay un pequeño detalle, además de que Gohan la conoce: ¡¡¡¡YO NO ME PAREZCO EN NADA A ELLA!!!!

Idensa: Y entonces, ¿por qué crees que existe «la magia del maquillaje»? Tengo un amigo que podría ayudarte a parecerte a mi prima. Vamos, todo va a salir bien.

Videl: Está bien, me convenciste. ¿Cuándo será la fiesta?

Idensa: Dentro de tres días. Mientras haces las invitaciones, yo buscaré nuestros disfraces. Casi se me olvida, no hagas la invitación de Gohan, yo le avisaré.

Mientras tanto, en la casa de la Familia Son…

Goku: Será mejor que vaya a ver cómo está Gohan. Milk ya se está preocupando mucho, y cuando lo hace siempre la agarra conmigo. –En ese instante, llamaron a la puerta. Era Idensa buscando a Gohan.

Idensa: Buenos días, Sr. Goku. ¿Se encuentra Gohan?

Goku: No, él está en… Lo siento, no puedo decírtelo.

Idensa: Vamos, no sea malo, dígame.

Goku: No puedo, le prometí que no le diría a nadie que está en un pequeño lago muy lejos de aquí. Opps, parece que la puse…

Idensa: ¡Gracias por su ayuda, Sr.! Adiós.

Gracias a la falta de discreción de Goku, Idensa pudo localizar a Gohan… pero en un mal momento: ¡¡ESTABA BAÑÁNDOSE!!

Idensa: Hola, Gohan, tengo algo que…

Gohan: ¡NO TE ACERQUES! ¿NO VES QUE ESTOY DESNUDO?

Idensa (sonrojada): Opps, lo siento… Termina de vestirte.

Cuando Gohan terminó de vestirse, Idensa (todavía apenada) le hizo la invitación al «cumpleaños de su prima».

Gohan: No sé… es que… no estoy de ánimos.

Idensa: Mira, sé que todavía sigues mal por lo que pasó ayer. No te preocupes, estoy segura de que ALGO va a suceder. ¡Anda, anímate! No querrás que Lita se ponga triste.

Gohan: Bueno, iré… Y dime, ¿cuándo es la fiesta?

Idensa: Dentro de tres días en mi casa, a las 8:00pm. ¡¡Ahh, casi se me olvida!! Debes ir disfrazado.

Gohan: Entonces, nos vemos en tres días ¿o.k.?

Idensa: Está bien, adiós.


Los tres días pasaron, y todo estaba listo para la «fiesta de cumpleaños de Lita» (es decir, Videl). Mientras tanto, ambas fueron a la casa de Robert, el amigo del que le había hablado Idensa, el cual era «un poco raro».

Robert: Bueno, chicas, ¿qué quieren que les haga?

Idensa: En realidad… la que necesita ayuda es mi amiga, quiero que la transformes en esta persona –dijo mostrándole la foto de su prima.

Robert: Ummm… ya veo, haré todo lo que pueda.

Tres horas después…

Robert: ¿Qué les parece?

Idensa: Es… ¡realmente increíble! El vivo retrato de mi prima.

Videl: Insisto, no creo que Gohan sea tan tonto como para no reconocerme; aunque, para serte sincera, me parezco un poco a Lita.

Idensa: Gracias, Robert, nos hiciste un gran favor.

Robert (a Videl): Mira, querida, si ese hombre no te perdona, lo mato por tonto. –Dicho esto, los tres soltaron una severa carcajada. Se despidieron, esperando que todo este plan resultara…

Al caer la noche, la casa de Idensa parecía un estadio de béisbol. Todo estaba resultando a la perfección, salvo por una sola cosa: ¡GOHAN NO HABÍA LLEGADO! Videl comenzaba a perder las esperanzas de volverlo a ver mientras que Idensa no soportaba ver a sus dos amigos separados, hasta que…

Gohan (a Idensa): Disculpa por llegar tarde, estuve entrenando y no me di cuenta de la hora.

Idensa: No te preocupes, aunque con quien deberías disculparte es con Lita –dijo señalando a Videl, que se encontraba junto a ella–. Oye, ¿dónde está tu disfraz?

Gohan (riendo): Cuando me iba a poner el traje del «Gran Sayaman», recordé que me había deshecho de él hace mucho. –Dicho esto, se volteó hacia Videl (quien por cierto estaba muy emocionada)–. Discúlpame, Lita, no quería en ningún momento retrasarme.

Videl (Lita): N-no te preocupes, a cualquiera le puede pasar. Qué extraño, creí que se daría cuenta…

En ese momento, comenzó a sonar «This I promise you» de n’sync (la canción justa en el momento justo. Qué casualidad, ¿no? =p) Gohan le había pedido a «Lita» que bailara con él. Mientras bailaban, Videl se sintió la mujer más feliz del mundo en ese instante. No podía creer que estaba con él… una vez más. Por el contrario, Gohan no se sentía muy bien: en el instante que «Lita» apoyó su cabeza en su pecho, notó un aroma muy suave de ella; un aroma que le recordaba a… sí, adivinaron: Videl.

Al terminar la pieza, Gohan se separó de «Lita» y se dirigió al patio trasero de la casa. Videl no entendía lo que pasaba, así que decidió seguirlo. Notó unas lágrimas que recorrían su rostro, se sentó a su lado y preguntó:

Videl (Lita): ¿Por qué lloras? ¿Es por una chica?

Gohan: En realidad sí… ¿Recuerdas a Videl?

Videl (Lita): Sí.

Gohan: Bueno, ella y yo fuimos novios hasta hace poco… –y fue aquí donde le contó todo lo que pasó–. ¡Diablos, cómo quisiera poder explicarle todo! (suspiro)… pero es imposible.

Videl (Lita): Y-yo creo que… ella ya lo sabe, y estoy segura de que quiere perdonarte. Anda, ve a buscarla y no dejes su casa hasta que te crea.

Gohan: Gracias por escucharme, iré ahora mismo a hablar con ella.

Videl (Lita): ¡Espera! –dijo tomándolo del brazo–. Debo decirte que… ella ya te escuchó. –En ese instante, se quitó la peluca y el antifaz que tenía.

Gohan: ¡VIDEL, E-ERES TÚ! N-no puedo creerlo. Intenté explicarte, pero…

Videl: No me expliques nada. Mis celos me cegaron. La idea de perderte no podía soportarla. –En ese momento Videl rompió a llorar–. Perdóname, no qui… –la interrumpió con un dulce beso (algo duradero, claro)

Gohan: Lo importante es que ya todo se aclaró, nunca más volveremos a separarnos… –con esto último volvió a besarla. Cuando terminó, recordó que tenía que terminar algo que había comenzado: tomó el pequeño estuche, diciendo–: Videl, antes de que pase algo más: ¿aceptarías ser mi esposa?

Videl: ¡Oh, Gohan, claro que acepto!

Idensa (con los invitados): ¡Chicos, Videl aceptó! ¡Tendremos una boda!

Todos los invitados comenzaron a celebrar y a felicitar a la feliz pareja (la cual estaba «algo» extrañada). La fiesta de cumpleaños terminó por convertirse en una fiesta de compromiso.

Al día siguiente, se organizó un almuerzo en la casa de la familia Son para anunciar el compromiso entre Gohan y Videl. La cara que todos pusieron era para morirse… de la risa. Quedaron tan impresionados que casi se desmayaban (bueno, Milk ya se les había adelantado un poco); Mr. Satán no sabía qué decir, pensaba que Videl todavía era «una pequeña niña».


Tres meses después: casa de Mr. Satán… «El Campeón del Mundo» tocaba la puerta del cuarto de su hija…

Mr. Satán: Videl, ¿puedo pasar?

Videl: Sí, claro.

Mr. Satán (impresionado): Guau, estás realmente hermosa. Tu madre estaría muy feliz porque has cumplido su sueño: casarte con su vestido.

Videl: Es verdad, quisiera que mamá estuviera aquí…

En ese instante, un feliz Majimboo entraba a la habitación.

Majimboo: Satán, ya podemos irnos. Quiero que termine la ceremonia para… ¡comer mucho!

Casa de la familia Son, Milk estaba con su «pequeño» Gohan…

Milk (acomodándole el traje): Estoy muy feliz por ti, hijo. Estás hecho todo un hombre.

Gohan: Gracias, mamá. ¿Has visto los anillos?

Milk: Los tiene Goten. Está tan emocionado por ser él quien los lleva, que no los quiere soltar por temor a perderlos.

De pronto, Bulma y Vegeta (junto con Goku) entraban a la habitación de Gohan.

Bulma (mirando a Gohan): Guau, si tuviera unos años menos, no dudaría un solo instante en ser tu novia.

Vegeta: ¿Qué te pasa, mujer? Deja de ser una «asalta cuna». ¿No te da vergüenza?

Goku (con su típica pose): Vamos, Vegeta, no te pongas así. Es un simple cumplido.

Vegeta: ¡No te metas en lo que no te importa, Kakaroto!

Bulma (pellizcando a Vegeta): Por favor, deja de portarte como un niño. Madura de una vez.

Goku: Bueno, ya es suficiente, hagamos lo que tenemos que hacer. –Luego, se volteó hacia a su hijo–. Vegeta y yo queremos hablar contigo a solas. –Cuando las muchachas se fueron, los guerreros le hablaron acerca de la nueva vida que iba a tomar.

Vegeta: Esperamos que esto te sirva mucho. No quiero decir después que perdí mi tiempo con el hijo de Kakaroto.

Gohan: Muchas gracias, señor. No se preocupen, tendré siempre presente sus consejos.

Goku: Gohan, como una vez te lo dije en el Planeta Supremo: quisiera haber estado contigo en el momento en que te convertiste en hombre. Te deseo lo mejor… hijo. –Luego de esto, se abrazaron.

Vegeta: Basta de sentimentalismos y vamos a la iglesia. Videl ya debe estar pensando que la plantaste. (¡¡¡pero qué tierno es este hombre!!! =p)

La boda fue la más hermosa que pudo haber existido. Todos estaban perfectamente vestidos y arreglados, aunque no podían comparase con los novios, que estaban realmente… deslumbrantes. La fiesta fue la mejor: todos comieron y bebieron (con esto me refiero a los sayajines y Majimboo)… En realidad, debieron estar allí. Por suerte mi papá (Krillin) me llevó. =)


Cuando todo acabó, Gohan y Videl se encontraban muy lejos disfrutando de su «luna de miel». Por fin, estaban solos… realmente solos… Comenzaron a besarse, dulce y tiernamente. Videl desabrochó los botones de la camisa de Gohan, mientras éste lo hacía con el vestido. Fue una noche de calor y pasión para ambos. Al día siguiente estaban muy abrazados, pareciera que fueran una sola persona. Gohan la besó mientras dormía pensando: ¿Sabes qué creo? Que todos los días voy a amarte mucho más. Me estás haciendo el hombre más feliz del mundo, o mejor aún, del universo entero. Te amo y no pienso dejarte nunca…