Capítulo 4: «Explicaciones»
Fanfic: Kakaroto
El príncipe Sayajin logra adelantarse al ataque. Trata de detener la brillante esfera con sus manos, pero se encuentra cansado y herido de su lucha de la tarde. La fuerza del ataque comienza a hacerlo ceder, voltea y ve la capital del oeste y, sin tener otra salida, recibe el ataque directamente, quedando en peor estado del que se encontraba.
«[¡Qué! ¿Por qué hizo eso, majestad?]» –le preguntó confundido.
La actitud de su, aunque lo negase, amigo, comenzó a poner nervioso al príncipe. Primero ataca a su familia y al montón de bobos que tiene como amigos. Luego, ¡habla en Sayajin!, le dice príncipe, lo trata con respeto y trata de destruir una ciudad. Une las piezas del rompecabezas en su mente y encuentra la respuesta.
«[No tengo intenciones de destruir aún esta ciudad, Kakaroto. Unos de nuestros aliados se encuentran ahí]».
Kakaroto se muestra un tanto desconfiado con la respuesta, pero asiente.
«[Entiendo]» –luego lo observa un poco extrañado, y su atención se centra en él en busca de algo–. «[¿Dónde esta su cola?]» –pregunta.
«[Es una larga historia, sígueme…]».
«[Sí, majestad…]».
Vegeta se dirige a la Capsule Corp. Ya había hecho la primero, tranquilizarlo. Ahora debía engañarlo y llevarlo con su esposa y los demás para encontrar una explicación a toda esta absurda situación. No continúa con sus pensamientos: un ataque peor que el anterior le llega de lleno por la espalda. El cobarde ataque de su supuesto subordinado lo hace caer de golpe al suelo.
*éste no es el cruel y frío príncipe sayajin. no tiene cola, trata de salvar a las basuras…, se comporta como uno de esos seres inferiores* –piensa Kakaroto.
«¡¿Quién eres?!» –gruñe una voz a sus espaldas.
Era el muchacho idiota que había dejado fuera de combate.
«Te felicito, muchacho. Te recuperas rápido».
«¡Te hice una pregunta!».
«¿Quieres saber el nombre de quién te matará? Muy bien, soy una persona muy benévola, así que te cumpliré ese deseo. Mi nombre es Kakaroto».
«¡¿Qué?!».
«¿Además de estúpido eres sordo?».
«No puede ser» –se dice Gohan, tratando de entender la situación.
«Basta de charla…» –dice el Sayajin puro.
Comienza a atacarlo, Gohan reacciona, pasa a su transformación mística y se defiende.
«No cometeré el mismo error» –dice el joven, decidido.
Lo ataca, lo ataca de verdad. Pronto su padre se ve en una obvia desventaja y sólo alcanza a esquivar difícilmente los golpes. A su hijo le sorprende que ni siquiera se transforme en SSJ.
Gohan está decidido a detener a éste, fuera quien fuera. No era su padre, pero sí un peligro.
Kakaroto, por su parte, comienza a verse en dificultades. Ese muchacho lo estaba haciendo puré. Como último recurso, deja que la fuerza de un golpe lo lance lejos en el aire. Concentra energía en su mano, pero no es la azul de su Kame Hame Ha, era un gran aro de energía anaranjada con pequeñas descargas eléctricas saltando de ella. Se la lanza.
Él la esquiva sin dificultad. Pero la energía cambia de curso abruptamente, formando una curva hacia la ciudad. El joven ve con ojos asesinos a su atacante, a su padre. Éste lo mira con una ligera sonrisa.
Gohan va y de un golpe desvía el ataque hacia las montañas cercanas a la Capital del Oeste.
Cuando trata de sentir el Ki de su oponente, éste ha desaparecido su presencia.
«Rayos…».
Preocupado y confundido, recoge el cuerpo de Vegeta y se dirige a la Corporación. En el camino ve a sus lastimados amigos. Desciende junto a su maestro.
«Señor Piccoro» –lo llama preocupado.
Éste comienza a reaccionar al escuchar la voz de su discípulo. Se incorpora con un poco de dificultades.
«Qué bueno que esté bien, Señor Piccoro».
El Namek se cura con su propia magia y luego ayuda a los demás. Por último, cura a Vegeta.
Todos están confundidos.
«Esto no está nada bien» –comenta Krilin, apretando sus puños preocupado.
«Creo que ése no era mi padre».
«¿Crees que sea otra persona la que nos atacó?» –dijo Yamucha.
«Tal vez sea un clon o algo así. Recuerden que ese doctor Gero tomó células de él» –comentó Ten Shin Han.
«No puede ser que tenga el mismo Ki».
Vegeta se pone de pie. Está de espaldas a ellos.
«¿Tú que piensas, Vegeta?».
«Ése… era Kakaroto».
«Es lo que estamos pensando. Tal vez esté confundido solamente» –dijo sin darle importancia a la afirmación de Vegeta.
«O tal vez este enfermo» –dice inocentemente Chaoz.
Vegeta crispa los puños y voltea a verlos exasperado.
«¿Acaso no entienden? ¡No era Goku, como lo llaman, ése era KAKAROTO!».
«¿A qué te refieres con eso, Vegeta?» –pregunta Piccoro.
«Es el Sayajin que llegó a la Tierra hace años, el que era antes de perder la memoria, que acaba de recuperar».
«¡QUÉEEEEE!» –exclaman sorprendidos todos.
«No es cierto, es imposible» –dice Krilin.
Gohan comienza a analizar los hechos. Todo coincidía.
*»mi nombre es kakaroto»*
«No…».
«Eso no es posible, Vegeta. Él aún recuerda cómo pelear y algunas de sus técnicas» –dice Piccoro, escéptico.
«La pelea es parte del lado Sayajin de Ka—… de él. Es parte de su instinto latente de guerrero».
«Pero no se transformó en SSJ, y tú siempre dices que un Sayajin lucha con todas sus fuerzas. Además de que su Ki era más débil de lo normal».
«Hace falta más que fuerza para transformarse…» –dice Gohan, recordando cómo su padre se lo había dicho en la habitación del tiempo. Él no lograba convertirse y aún así se mostraba paciente con él.
«Entonces… él no es Goku» –dice 18, que también estaba recuperada.
«Así es» –dijo con no muy buenos ánimos el Príncipe.
Nadie dice nada. A todos les cae la noticia de bomba.
«Vayamos a la Corporación. Los demás deben estar preocupados» –dice secamente Gohan. Los demás emprenden el vuelo hacia el lugar.
«Ay…» –18 trata de elevarse, pero no lo logra y cae al piso sentada.
Krilin lo nota y va hacia ella.
«¿Te pasa algo?».
«No puedo volar».
«¡Qué! Qué extraño, Piccoro te curó».
«Pero sólo mi parte humana. Mis circuitos deben estar dañados».
«Ya veo… ¡Tendré que llevarte yo!» –dijo ofreciéndose a hacer tan enorme ‘sacrificio’.
«Qué más nos queda… ¡Pero no creas que porque estoy más débil vas a aprovecharte!» –le advierte su esposa.
Él la carga en sus brazos y van con los demás y les dicen el porqué de que la cargue.
«Vaya, Krilin, esto es igual que en la batalla con Cell. ¿Recuerdas cómo insististe en cargarla?» –comenta divertido Yamucha.
«Sí» –contesta un poco sonrojado Krilin. 18 no dice nada, pero también se sonroja.
Llegan con el preocupado grupo en la Capsule Corp. y les cuentan lo que sucedió.
«¿Por qué hizo eso mi papá?» –pregunta Goten.
Trunks nota la tristeza de su amigo.
Gohan intercambia miradas con Videl. No necesita palabras ni telepatía para darse a entender con ella.
«Vamos, niños, dejemos que hablen a gusto». –La muchacha se los lleva de la habitación, cosa que no les gusta a los pequeños, pero ante la actitud tan grave de todos, no era momento de hacer berrinche.
Vegeta les explica su teoría, más bien la realidad.
«Esto es una desgracia… Nunca pensé que algo así sucediera» –dijo el maestro Rochi.
«Nadie lo esperaba» –comentó triste Bulma.
«Vegeta, nos contaste que él te habló en lenguaje Sayajin. Eso no es posible, él era un bebé cuando se golpeó la cabeza» –argumentó Ten-Shin-Han viendo una esperanza de que no fuese cierto lo que Vegeta decía.
«Las naves de los bebés que son enviados a planetas lejanos tiene un dispositivo que les enseña de manera inconsciente a los soldados el lenguaje, información de la familia, técnicas, imágenes de los gobernantes para asegurar lealtad, y por último les implantaban la misión de matar» –explica el Sayajin.
«Es por eso que nos atacó…» –dijo Lunch.
«¿No hay manera de devolverle la memoria?» –pregunta Gohan.
«No, es imposible. Aunque no nos guste y lo neguemos, Goku era originalmente la persona que vimos hoy… y no podemos hacer nada… Él nunca volverá».
Esas palabras causan que la preocupación e impotencia de todos se convirtiera en pesar y melancolía por esa persona tan especial que conocían y que al parecer ya no verían jamás.
«En ese caso debemos detenerlo… Es un peligro. Escapó y no logró hacer muchos daños ahora, pero su objetivo es matar…» –dijo Piccoro.
«¡Piccoro!» –dijo Bulma.
«…debemos… detenerlo…» –repitió Krilin sin creerlo.
«Ahora debe estar cansado después de tanta lucha. Se esconderá, pero mañana despertará y destruirá la primera ciudad que encuentre» –dijo Gohan.
Bulma no podía imaginar a su amigo cometiendo todas las atrocidades que sus amigos le habían contado.
«Sí, él no hará nada hasta mañana. Nosotros no podemos hacer nada tampoco. Vayan a casa y descansen. Pueden pensar en una solución y mañana nos veremos aquí para decidir lo que haremos» –dijo Bulma.
«O cómo lo atacaremos…» –terminó Vegeta.
El último comentario no le agrada a nadie, ni a él mismo.
«Compadezco a Goku si éstos son sus mejores amigos…» –dice Chichi tranquilamente con la vista fija en una ventana.
«Chichi… Lo sentimos mucho, créeme… pero hay que ver las cosas de manera fría, aunque nos duela» –dijo Yamucha.
«Lo único que veo es cómo se organizan para destruir a su supuesto mejor amigo» –dijo. Lo más escalofriante de todo es que, a diferencia de otras ocasiones, no gritó, no se desmayó, no tuvo un ataque de furia histérica, nada. Eso era lo peor: estaba tan tranquila… eso no es un buen signo en ella.
«Veámonos aquí mañana. Los acompaño a la salida» –dijo.
«Bulma… Sé que no es el momento, pero 18 tiene una descompostura por la pelea y…».
«Con gusto, Krilin» –dijo antes de que terminara.
«Mañana lo veremos, no te preocupes por mí» –le dijo 18, sintiendo el dolor de su esposo, que aún con ese pesar se encargaba de preocuparse por ella.
Todos salen de la habitación, la última en salir fue Chichi. Le da un último vistazo a la ventana en la que estuvo fija desde que despertó su compañero. Desde ella se podían ver las estrellas y el horizonte a lo lejos.
*Goku…*
N. de la A.: Bueno, traté de mejorar más este capítulo, porque el tercero no me quedó nada bien. En los siguientes capítulos no incluiré más notas para que no interrumpan la trama, pero ya va a empezar la época de mis exámenes, así que no escribiré en varios días, pero no se preocupen, en mis vacaciones de semestre les compensaré con varios capítulos. Bye. ^_^.