Técnicas exclusivas de Buu

Las extrañas propiedades de Buu le conceden curiosos e inimitables poderes.
¡Qué bicho tan raro!


Saisei «Regeneración»

Buu es capaz de regenerarse a partir de una simple partícula, o incluso de sus restos incinerados.

Ésta es una versión mucho más potente y versátil que la de los namekuseijins, que pueden regenerar partes de su cuerpo, como un brazo, sólo mientras la cabeza permanezca intacta. Cell también puede regenerarse, aunque desde una sola célula.

La utilizan: Piccolo, Nil, [Slug], Cell, Buu, cualquier namekuseijin

Henka Beam «Rayo Transformador»

El ataque más común de Buu: dispara un rayo de energía a través del apéndice en su cabeza. Este rayo puede cambiar la forma de su víctima a casi cualquier cosa, normalmente chocolate u otra golosina. Las poblaciones de ciudades enteras fueron luego «comidas» de esta forma.

La utiliza:
Buu

Hara no Niku Kougeki «Ataque del Trozo de Estómago»

Buu se saca un trozo del abdomen, lo estira un poco, y lo lanza para atrapar al oponente.

La utiliza:
Buu Gordo

Ekijouka «Transformación a Estado Líquido»

Buu se convierte en líquido, permitiéndole entrar a su víctima a través de la boca y hacerla estallar por dentro.

 

La utilizan:
Super Buu
(Buupanks)

Kyuushuu «Absorción»

Buu tiene la capacidad de absorber a cualquier oponente, envolviéndolo con algun aparte de su moldeable cuerpo, aumentando así su fuerza y obteniendo sus poderes y técnicas.

Cell posee una habilidad similar: es capaz de absorber la energía vital de las personas a través de su cola, incrementando la suya.

La utilizan:
Cell
Buu

Ude Bunri Kougeki «Ataque del Brazo Separado»

Consiste en quitarse un brazo, darle forma de bola y lanzarlo hacia el oponente para que ataque en forma independiente.

La utiliza:
Buu Original

El amor de mi vida – Capítulo 9

Capítulo 9: «El fruto de nuestro amor… Pan»

Fanfic: El amor de mi vida

Te negaré tres vecesantes de que llegue el alba
me fundiré en la noche donde
me aguarda la nada
me perderé en la angustia a buscarme y no encontrarme
te encontraré en la luz que se me esconde tras el alma.

Han pasado ya ocho meses desde que nuestros protagonistas se casaron y por consecuencia Videl también lleva ocho meses de embarazo, el cual le había costado mucho dolor y fuerza. Se sentía muy débil, todo el día se la pasaba acostada; el doctor les dijo que eso era normal, pero que no se arriesgaran y que se la pasara descansando, pues el bebé tenía mucha fuerza y necesitaba mucha energía de parte de su mamá, quien ya no aguantaba más estar así, pero estaba feliz, sobre todo porque Gohan no se separaba de ella y cuando éste se iba a trabajar le hablaba por teléfono muy seguido para que no se sintiera sola, aunque no hacía falta, porque Milk estaba con ella mientras su hijo trabajaba, lo hacía porque su nuera era muy joven y por ser su primer embarazo tenía que estar en reposo. Se notaba que ella era la esposa de un saiyajin y sabía lo que era pasar por eso. Además, no le costaba ningún trabajo, pues ellos vivían a lado de su casa; Videl lo quiso así porque quería vivir en el campo, quería saber qué se sentía vivir fuera de la civilización y de todo ese ruido que generaba la gran ciudad y nunca se arrepintió. Eran las tres de la mañana cuando de pronto…

GH: ¿Ocurre algo, amor? ¿No puedes dormir? –le dijo a su esposa medio adormilado, pues sentía las molestias de ella.

VD: No, ¿y sabes qué es lo peor?… Me está dando un hambre bruta –dijo mientras se incorporaba en la cama.

GH: ¿Quieres que baje por algo a la cocina? –le dijo mientras le acariciaba el vientre.

VD: Pero de lo que se me antoja no hay nada.

GH: Y a ver, ¿qué se le antoja a la reina de la casa? –le respondió dulcemente, no era algo raro desde el quinto mes de embarazo para acá, pues le consentía en todo lo que ella pedía.

VD: ¿A la reina? Qué se le antoja al príncipe o princesa de la casa, mejor dicho.

GH: Está bien, está bien… voy por ello. –Se levantó de la cama, se puso su bata y se acercaba a la ventana de su alcoba.

VD: ¿A dónde vas si todavía no te digo nada, eh?

GH: Veamos, quieres unas fresas con crema congeladas, una pizza de carnes frías, una malteada de fresa, una gelatina de fresa, un pastel de fresa, unos chocolates y unas fresas frescas, ¿¿no?? –preguntó de una manera pensativa pero precisa, porque sabía perfectamente que en las últimas noches a Videl le daban antojos incontrolables por las fresas.

VD: Y un helado de fresa, cielo –agregó cómicamente.

GH: O.k. Ahora vengo –y salió por la ventana.

VD: Tu padre es un amor, ¿no, bebé? –y por respuesta tuvo una ligera patada de su bebé, quien ya se empezaba a mover más en el vientre materno.

Después de una media hora, Gohan llegó por la ventana. Parecía Santa Claus de tantas cosas que traía. Se dirigió a una mesita que tenían especialmente para los antojos nocturnos de Videl, después caminó hacia su cama y tomó a su esposa en sus brazos y la depositó en una silla y así empezaron a comer, cuando de pronto Gohan sintió un dolor en el estómago que hizo que se mareara un poco. Se volteó a verle el rostro a Videl, quien lo miraba preocupada y vio cómo se levantaba y se acercaba a la ventana para tomar aire fresco. Segundos después el dolor desapareció y Gohan se dirigió al lado de su esposa.

GH: Vi-Videl, el bebé ya-ya va a na-nacer –le dijo muy nervioso.

VD: ¿Cómo lo sabes?

GH: Porque sentí un dolor y un impulso por decírtelo. –Antes de que terminara de hablar, vio cómo ella se ponía pálida y daba un grito de dolor.

VD: Aggg, ah, ah, Gohan tienes razón… agh agh… ya va a nacer, aggghhh… Me duele mucho… agh –le dijo mientras se sobaba el vientre.

GH: Tranquila, enseguida nos vamos al hospital. Déjame, guardo un poco de ropa y nos vamos, ¿sí?

VD: No… agh agh… no soporto el dolor… llévame ya, por favor… ahh.

GH: Está bien, vámonos ya. –La toma en sus brazos y salen volando a toda velocidad.


 

…Desangraré caminos sin salidas como muros

recorreré los cuerpos desolados sin futuro

destruiré los mitos que me he formado uno a uno

y pensaré en tu amor este amor nuestro tibio y puro.


 

GK: Mmm? ¿quién llamará a las cinco de la mañana? Milk sigue dormida, será mejor que conteste yo –dijo extendiendo su brazo hasta alcanzar al teléfono que estaba en su buró–. ¿Sí?

GH: Papá, soy yo, Gohan. Te llamo del Hospital de la Capital, Videl ya comenzó con el trabajo de parto, el bebé ya va a nacer.

GK: ¿¿En serio??, ¡¡¡qué bien!!! Vamos para allá. –Colgó y se dirigió a su esposa que despertó con semejante grito que dio de la emoción–. Amor, ya va a nacer el bebé –y saltó de la cama para ponerse su ropa.

MK: Que ya va a nacer el bebé… ¿¿Qué??? ¿El bebé de Gohan y Videl? –dijo levantándose de la cama rápidamente para comenzar a vestirse–. Pero si todavía falta un mes para que sean los nueve meses.

GK: Tú me dijiste una vez que a veces los bebés se adelantan, ¿no? Anda, apúrate a vestirte en lo que yo llamo a los demás.


 

…Te veo sonreír sin lamentarte una herida

cuando me vi partir pensé que no tendrías vida

que gloria te tocó, qué ángel te amó que has renacido,

qué milagro se dio cuando el amor volvía a tu nido.


 

GH: Te ves hermosa –y le acarició el rostro a Videl, quien se encontraba acostada y sufriendo por las contracciones del parto.

VD: ¿De verdad te parezco linda? –le dijo con dificultad por su condición.

GH: Para mí eres la mujer más linda del mundo, preciosa. –Le besó en los labios. Alguien abre la puerta.

GK: ¡¡¡Hola!!! –dijo con su clásica sonrisa en la cara. Venía acompañado por Milk, Bulma, Vegeta (que traía cara de pocos amigos), Goten y Trunks.

GH: ¡¡¡Papá, mamá, gracias a todos por venir!!! –y se acercó para cargar a su hermano.

MK: Hola, pequeña. ¿Cómo te sientes?

VD: Mal… agh… pero feliz también… agh.

BL: Krilin me dijo que no tardaría en llegar… Respira profundo, eso te ayudará –pero Videl sintió que venía una contracción peor y rápidamente se aferró al colchón y le habló a su marido.

VD: ¡¡¡¡GOHAN!!!!… Me duele… Ya va a nacer… ahhhhhh. –Gohan corrió al lado de Videl y le tomó su mano, enseguida le pidió a alguien que fuera por el doctor. Unos minutos más tarde llegó con cuatro enfermeras a su lado y con mucho cuidado la llevaron en una camilla hacia el quirófano. Al lado de Videl iba Gohan, aún tomándole la mano–. Tengo miedo, Gohan.

GH: Yo estaré contigo. –Apretó su mano y entraron al quirófano.


 

…Qué puedo hacer, quiero saber que me atormenté en mi interior

si es el dolor que empieza a ser miedo a perder lo que se amó.

Te veo sonreír sin lamentarte una herida

cuando me vi partir pensé que no tendrías vida

qué gloria te tocó, qué ángel te amó que has renacido

qué milagro se dio cuando el amor volvía a tu nido.


 

Después de una hora de dolor y esfuerzos, Videl y Gohan salieron del quirófano. El parto había tenido un momento de tensión porque Videl no podía con el dolor y el bebé no podía salir, pero la presencia de Gohan le dio fuerzas para continuar. Krilin, No. 18, Yamcha, Piccoro y Mr.Satán ya habían llegado y junto con los demás los esperaban en el cuarto de los felices papás. Gohan abrió la puerta y entraron unas enfermeras que traían a Videl en la misma camilla y junto con Gohan la acostaron en la cama.

MS: ¿Cómo está, Gohan? –y caminó hacia el otro lado de la cama de Videl.

MK: ¿Y el bebé? –preguntó ansiosa por conocer a su nieto o ¿nieta?

BL: Sí, ¿qué fue? ¿Niño o niña? –preguntó emocionada, pero Gohan no contestó sino hasta que Videl despertó con mucho cansancio.

VD: ¿Qué pasó? ¿Gohan? ¿Dónde está mi bebé? –Ella tampoco sabía si era niña o niño.

GH: En un momento estará aquí. –Le besó su frente y Videl pudo ver en sus ojos un aire de felicidad que no entendía–. Te amo, preciosa. –La besó en los labios; después entró una enfermera con el bebé envuelto en una toalla blanca.

Enfermera: Tome, señora. ¡¡¡Felicidades, tuvo una hermosa niña!!! –Videl casi se vuelve a desmayar cuando supo que era una niña, y sobre todo cuando la tuvo entre sus manos.

VD: Ay, pero qué hermosa, es tan pequeña… Gohan, se parece mucho a ti –le dijo mientras le tocaba una manita a su pequeña. Gohan, quien estaba junto a ella y enfrente de su hija, le tocó muy delicadamente su carita y la bebé despertó y se topó con la mirada de sus padres, a quienes de inmediato reconoció y les sonrió.

GH: Tal vez se parece a mí, pero tiene tu sonrisa. –De pronto todos se acercaron y vieron a la pequeña. Ésta, cuando vio a Gokú, le tendió una mano para que se acercara, éste la alzó en sus fuertes brazos y la cargó. La pequeña jugó con sus dedos y se giró para ver a la persona que estaba a su lado, y comenzó a reír. Mr.Satán, cuando la vio, se acercó para cargarla, la bebé se dejó abrazar y cargar por todos sin llorar, cosa que hasta Vegeta le agradó.

VD: Es muy linda… ¿Estás contento?

GH: Sabía que iba a ser niña –fue su respuesta. Videl no entendió.

VD: ¿Qué? ¿Cómo lo supiste?

GH: Eran muchas fresas las que comías, jeje. –Se besaron.


 

…Qué puedo hacer quiero saber que me atormenté en mi interior

si es el dolor que empieza a ser miedo a perder lo que se amó.


 

Ya hacía tres días que la bebé había nacido y Gohan y Videl se encontraban solos con la bebé en su alcoba…

GH: ¿Y qué nombre quieres ponerle? –le dijo a su esposa, quien estaba alimentando a su hija, mientras él la abrazaba.

VD: El que tú quieras, de hecho quiero que tú le pongas el nombre –y se separó de la bebé porque se había quedado dormida tomando su leche, se levantó y la puso en su cuna. Claro, después de sacarle el aire y arrullarla para volverla a dormir. Regresó al lado de su esposo, quien estaba esperándola acostado. Se acostó–. ¿Ya has pensado en alguno?

GH: Había pensado en ponerle… Pan. ¿Te agrada?

VD: Me encanta la idea, cielo. Se llamará Pan. –Hubo un silencio y después Gohan habló:

GH: Videl, te amo con toda mi alma, quiero que sepas que me has hecho el hombre más feliz del mundo.

VD: Yo también te amo, Gohan, con todo mi corazón. –Se abrazaron e instantáneamente se quedaron dormidos.


 

¿Será que eres el amor de mi vida?…

Pablo Milanés


 

Los siguientes días todo fue paz y felicidad para todos, en la casa Son siempre había mucha alegría cuando iba Pan a visitar a sus abuelos al igual que la casa Satán. Todos vivieron felices, Pan creció rodeada de amor y por duros entrenamientos; con lo que respecta a Gohan y Videl, cada día se amaban más; el resto de la historia… ustedes ya la conocen…

 

 

F I N

 

 

Agradecimiento: Antes que nada espero que hayan disfrutado esta historia… Gracias por todos sus e-mails que enviaron, sin ellos no hubiera podido seguir escribiendo ciertas cosas, jeje. Por otro lado, le quiero agradecer a mi madrina Zirta, Mr.Satán, Vejichan y Fer, por haberme dado la oportunidad y publicar mi historia en su página. «MIL GRACIAS, AMIGOS». Este fanfic se lo dedico con todo el corazón a mi amiga Rebeca, quien me dio la idea y me permitió basarme en algunas cosas que le pasaron en la vida real, ¿verdad, «come fresas»? Mil gracias a todos y hasta pronto… Su amiga SEREKINO!!!!

Notas: La canción que aparece en el capítulo 7 es interpretada por Luis Miguel, se titula «El Primero» y está incluida en su álbum «Busca una Mujer»; en cuanto a la que aparece en este capítulo final lleva el nombre de «El Amor de mi Vida»y es interpretada por Pablo Milanés.

El amor de mi vida – Capítulo 8

Capítulo 8: «Juntos para siempre»

Fanfic: El amor de mi vida


Varios meses después, y faltando 3 semanas y dos días para el gran acontecimiento en la vida de nuestros protagonistas, Iresa, Gohan y Videl estaban en la cafetería de la escuela, Gohan terminaba de comer su almuerzo mientras Videl e Iresa terminaban de afinar los últimos detalles de la boda, pues Milk se había ofrecido a ayudar con el banquete de la fiesta. Bulma, por su parte, había ofrecido su casa para el lugar de la fiesta y lo único que faltaba era ponerse de acuerdo en los arreglos florales para adornar la iglesia y la Capsule Corp. Después de intercambiar ideas, llegaron a un acuerdo y los tres abandonaron la cafetería, y al caminar por uno de los pasillos de la escuela, notaron mucho alboroto frente a un pizarrón…

IR: ¿Qué estará pasando, muchachos?

VD: Ni idea –respondió mientras Gohan pasaba uno de sus brazos por su espalda.

GH: A lo mejor acaban de publicar las listas de las calificaciones finales, ¿por qué no vamos a ver? –y se acercaron al pizarrón junto a todos los alumnos que estaban ahí, y en efecto las listas estaban ahí, pero notaron que también estaba publicado la última edición del periódico mural de ese año escolar. Algunos de los alumnos que estaban leyendo el periódico y se dieron cuenta de la presencia de Gohan y Videl comenzaron a aplaudirles y otros compañeros de salón de ellos empezaron a felicitarlos.

???: Muchas felicidades, Videl y Gohan; les deseo lo mejor –dijo una chica muy simpática.

VD: Gracias, Sheyla, pero, ¿por qué?

SL: ¿Como que por qué? Por su boda, ¿por qué más? –Videl y Gohan se quedaron sorprendidos, pues ellos habían sido muy discretos con ese asunto para evitar cualquier cosa.

GH: ¿Pero cómo se enteraron?.- y enseguida la chica señaló el periódico mural y se acercaron para ver una nota que decía:

…»Y de muy buena fuente nos enteramos que una parejita de tortolitos que hay por ahí, se nos casan dentro de unos días, y son nada más y nada menos que el estudiante numero uno de toda la escuela, nuestro compañero Son Gohan, y la adorable hija de nuestro héroe, el increíble Mr.Satán, nuestra hermosa compañera, Videl Satán. La verdad ya lo sospechábamos, porque se la pasaban todo el día muy juntitos y derramando miel a su paso, así es que chavos, CUIDADO en cómo tratan a nuestra amiga Videl, porque ya tiene dueño, y chavas, ALEJEN cualquier pensamiento que no sea de amistad hacia nuestro amigo Gohan, porque ya está apartado. Bueno, no nos queda más que felicitarlos a ambos y sobre todo a Gohan porque, caray, amigo, nos robas a toda una ¡¡¡BELLEZA DE MUJER!!!, digo, sin ofender… VIVAN LOS NOVIOS»…

VD: Pero no entiendo, nosotros no se lo habíamos dicho a nadie, ¿cómo se enteraron?

IR: Bueno, yo tuve que ver en algo, pero fue una forma de felicitarlos por su boda, jeje. Espero que no se enojen.

GH: No te preocupes, Iresa, está bien. De todos modos se iban a enterar.

VD: Sí, es verdad. Pero bueno, vámonos, Iresa, porque falta ir con la modista para probarme mi vestido. No quiero llegar tarde –dijo mirando su reloj.

IR: Sí, es cierto, vámonos. Nos vemos, Gohan. –y se adelantó para que sus amigos se pudieran despedir más a gusto, aunque no del todo, porque aún quedaban todos los demás que estaban leyendo el resto del periódico mural.

VD: Bueno, te dejo, porque tengo que ir a probarme mi vestido.

GH: Está bien. Te espero en el lago a las cinco como habíamos quedado, ¿sí?

VD: Ahí estaré, nos vemos más tarde. –Y se despiden con un beso y se va. Gohan toma otro camino y más adelante se topa con alguien a quien no quería volver a ver en su vida.

SV: Hola, Gohan. Así que sí te vas a casar con ella –le habló y Gohan lo observó con muy mala cara.

GH: Pensé que al cambiarte de escuela y después de lo que te dije, no te atreverías a volver a buscarnos.

SV: Pues pensaste mal, amigo. Yo lo que digo lo cumplo y te lo repito: no voy a dejarte las cosas tan fáciles. –Y se acercó a Gohan y le tomó de la camisa–. Aún recuerdo el dolor que me causaron tus golpes, gusano, vas a pagar por lo que hiciste. –Inmediatamente Gohan se soltó.

GH: A mí no me dan miedo tus amenazas, y qué bueno que recuerdes la golpiza que te di, y si quieres otra, ya sabes en dónde buscarme. –Y comenzó a caminar.

SV: Aún no he terminado de hablarte, ¿o tienes miedo de que te hiera? –le dijo retándolo.

GH: ¿Tú a mí? Jajaja, no me hagas reír, me he enfrentado a seres mucho más fuertes que tú y veme, aún sigo aquí. Así es que porqué no mejor te callas y te vas de nuevo por donde viniste. Deja de quitarme el tiempo. –Reanuda su camino y esta vez ya no se iba a detener por nada.

SV: ¡¡¡¡¡Aún no sean librado de mí, me entendiste!!!!! –gritó, pero Gohan ya no volteó.


GH: Aún es muy temprano para que llegue Videl. Y pensar que justamente aquí comenzó todo… Este lago se ha convertido en un lugar muy importante para mí, recuerdo que la primera vez que vine fue con mi papá para conseguir algo para la cena, un año antes de su muerte en manos de Cell. Era el cumpleaños de mamá… Después vine con Goten para ayudarle a entrenar y vine con Videl para enseñarle a volar y… a pedirle que fuera mi novia.

VD: Hola, amor –dijo sentándose a su lado.

GH: Pensé que llegarías más tarde. Aún es temprano.

VD: Sí, pero no tardé mucho en la prueba del vestido, porque está quedando tal y como yo lo quiero.

GH: Me da gusto saber eso. Y cuéntame, ¿cómo es?

VD: No, porque es una sorpresa. Ni lo sueñes que te lo voy a decir y mucho menos que lo vayas a saber antes de la boda.

GH: ¿Por qué?

VD: Porque es de mala suerte.

GH: No crees en eso, ¿verdad?

VD: No, pero no está de más asegurarse.

GH: Por cierto, déjame decirte que papá me dijo que quieren que ocupemos el lazo con el que se casó con mi mamá.

VD: ¿En serio? Sería muy lindo, me encantaría.

GH: Y con respecto a los anillos, estaba a punto de comprarlos cuando mi tía Bulma y mi tío Vegeta me dijeron que ellos lo harían, al igual que Krilin y No.18 quieren darnos las arras.

VD: Ay, qué lindo detalle, a mí me encanta la idea, se nota que todos están muy entusiasmados con la boda, ¿verdad? –le comentó mientras se acostaba sobre el césped y Gohan la imitaba.

GH: Sí, todos se encuentran muy animados.

VD: A veces pienso si esto es un sueño, porque soy tan feliz que si lo fuera nunca quisiera despertar. –Entonces Gohan se incorporó lo suficiente, dio un giro y quedó encima de Videl.

GH: No, mi vida, esto no es un sueño, pero te juro que si ahora eres feliz, después de que nos casemos, lo serás mucho más, de eso me encargo yo. –Comenzó a besarla en la boca, su rostro y su cuello.

VD: Gohan, te juro que muero de ganas por estar completamente a tu lado, por sentirme tuya para siempre. –Le dijo poniendo mucho deseo y pasión a sus palabras mientras se sentía desfallecer ante los besos y las caricias de Gohan.

GH: Amor, no quiero que pienses mal por lo que te voy a decir, pero yo ya no puedo esperar más, te necesito completamente.

VD: Yo tampoco puedo esperar más. Hazlo, por favor. –Y entre besos, palabras amorosas y caricias, fueron entregándose el uno al otro sin poner resistencia, sin ningún impedimento, era su primera experiencia así, por lo que se entregaron el uno al otro y disfrutando cada contacto de su piel hasta que los dos terminaron exhaustos.

GH: Amor, no quiero que vayas a pensar que después de esto mis intenciones conmigo han cambiado. Bueno, ya lo han hecho un poco: ahora más que nunca quiero que seas mi esposa.

VD: Nunca lo pensé. Además, yo también quería entregarme a ti y lo hice porque sé que muy pronto lo vamos a poder hacer con todo el derecho, sólo que ya no podía esperar más.

GH: Sí, tienes razón, pero ¿sabes algo?…

VD: ¿Qué?

GH: Te amo.

VD: Yo también te amo, cielo. –Y comenzaron de nuevo el mismo juego.


GH: Mamá, ¿dónde está mi saco? ¡¡¡No lo encuentro por ningún lado!!! –gritaba dando vueltas por toda su habitación.

MK: Aquí está, hijo; lo acabo de planchar. ¿Te hace falta algo más?

GH: No por el momento. ¿Ya estás lista? Cielos, se nos va a hacer tarde, mamá. Hay que apurarnos, ¿dónde está Goten? Él trae mi corbata.

GT: Aquí está, hermano; toma. Oigan, acaban de llegar mi tío Vegeta y Trunks; dicen que mi tía Bulma llega directo a la iglesia porque tenía que terminar de arreglar el jardín de su casa.

GH: Ay, no, ya se nos hizo tarde. –Casi grita de la desesperación.

MK: Tranquilízate, Gohan, aún queda tiempo. Ya estamos listos todos, a ver, déjame arreglarte la corbata. Ya cálmate, además, Videl no va a llegar puntualmente, las novias siempre llegan más tarde –trataba de calmar a su hijo.

GK: Milk, Gohan, Goten, ¿ya están listos? Krílin, Yamcha y los demás ya están en la Iglesia, Bulma va en camino y Vegeta junto con Trunks se van con nosotros –dijo un papá feliz por la boda de su hijo. Estaba de lo más elegante vistiendo un traje sastre gris oscuro, el cual lo hacía verse muy bien. En cambio, Vegeta llevaba por obligación (ya que Bulma se lo exigió) uno negro con el que se veía increíblemente IRRESISTIBLE… Milk traía un vestido azul oscuro corto, entallado y con un gran escote que dejó noqueado a Gokú cuando la vio, en tanto Goten vestía una camisa gris de manga larga y un pantalón negro de vestir al igual que Trunks, pero en diferente color.


IR: ¡¡¡¡¡Ay, Videl, no te muevas!!!!! Si te sigues moviendo, no van a terminar de enrizarte el cabello. Cálmate, ¿quieres?

VD: Ay, es que estoy muy nerviosa. No puedo.

Peinadora: No se preocupe, srita. Videl; ya terminé, le quedó muy bien, se ve preciosa, estoy segura que a su futuro esposo le encantará –dijo alagándola.

IR: Es cierto, te ves muy linda y luego con ese maquillaje, amiga, déjame decirte que te ves genial.

VD: Gracias. Ahora ayúdame a ponerme el vestido.

IR: Bien, sólo falta el velo y listo… Te ves hermosa, no cabe duda que te ves fenomenal. Si Gohan no se desmaya por los nervios, con verte será más que suficiente, jajaja.

VD: Ay, no exageres… Gracias por todo, Iresa, quiero que sepas que soy tan feliz que… –de repente unas diminutas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos azules y corrió a abrazar a su amiga–. Sólo me hace falta mi mamá para ser completamente feliz –y no pudo contener el llanto.

IR: Amiga, no llores, mira que se te va a caer el maquillaje. Estoy segura que tu mamá te está mandando sus bendiciones y está contigo.

VD: Sí, yo también estoy segura de eso –sonrió y alguien llamó a la puerta.

BOO: Oye, Videl, ya se hizo tarde. Satán te espera abajo, ya nos tenemos que ir.

VD: Sí, ya voy, Boo. ¿Cómo me veo?

BOO: Muuuuuuyy bonita.

VD: Gracias. Bueno, ya es todo. Vámonos.

IR: ¡¡¡Espera!!!

VD: ¿Qué pasa?

IR: Tu ramo. –Le da un ramo de alcatraces que se extendían a lo largo de su brazo y, al terminar éste, tenía otro tipo de flores pequeñas que caían hasta sus rodillas.

MS: Hija, te ves divina –dijo en cuanto la vió descender por las escaleras y caminaba para abrazarla.

VD: Gracias, papá.

MS: Te pareces tanto a tu madre así.

VD: ¿Tú crees?

MS: Sí, son idénticas… Toma, ponte esto –le entrega un estuche.

VD: Pero si es…

MS: La gargantilla de tu madre. Estoy seguro que le gustaría mucho que la uses en este día tan especial.

VD: Gracias, papito. –Lo abraza–. Te quiero mucho. –Le besa en la mejilla.

MS: Por nada. A ver, déjame ponértela… Muy bien, ahora sube al carro, que ya es tarde.


GH: Ya se tardó mucho –dijo preocupado al ver que Videl no llegaba.

GK: Ten paciencia, hijo, recuerda que es una costumbre que la novia llegue tarde.

GH: Pero ya pasaron 15 minutos. Ya fue demasiado tiempo.

GK: Hijo, déjame decirte que estoy muy feliz por ti. Ahora que ya vas a hacer tu nueva vida con Videl, me doy cuenta que realmente perdí mucho tiempo de tu vida, discúlpame por no haber estado contigo cuando te convertiste en lo que eres ahora, todo un hombre. Estoy muy orgulloso de ti, Gohan. –Lo abraza.

GH: Gracias, papá, pero no tengo nada que perdonarte, estás aquí y eso es lo que cuenta… Ay, ya no puedo esperar más.

KL: Ya cálmate, Gohan.

YH: Sí, no tardará en llegar.

PC: Ya no estés tan nervioso…

GH: ¡¡Señor Piccoro… Dendé!! Gracias por venir.

DN: No podía faltar en este día tan especial, amigo Gohan.

VG: ¡¡¡¡Trunks, Goten, dejen de hacer tanto escándalo y dejen de correr que me van a sacar de mis casillas!!!!

No.18: Y eso que él no es el novio –dijo una bella mujer vertida de blanco. Portaba un bello conjunto de dos piezas, la falda traía una abertura muy provocativa, lo bueno es que el Maestro Roshi no estaba por ahí, ya que se encontró un par de amigas con las cuales se fue a platicar a otra parte.

VG: ¡¡¡Tú cállate, robotito de cuarta!!!

???: Felicidades, Gohan.

???: Sí, muchas felicidades.

GH: Ten Shin Han, Chaoz, qué sorpresa. Muchas gracias, qué bueno que pudieron venir.

TN: No hay nada que agradecer.

CH: Te deseo lo mejor, Gohan.

GH: Gracias. –En eso, muy apresuradamente se acercan Bulma (quien portaba un vestido plateado largo y entallado con unas largas aberturas a los lados desde donde comenzaban sus muslos hasta abajo, el vestido le dejaba descubiertos sus finos hombros, se veía muy bien a los ojos de todos, sobre todo de Yamcha, que al verla se sonrojó un poco, asunto por el cual Vegeta no estaba de acuerdo en que ella usara ese vestido en ese día, pero ella insistió, además tenía muchas ganas de usarlo, después de todo, fue el regalo de bodas de su esposo), Milk, y el sacerdote encargado de la ceremonia.

BL: Gohan, ya llegó Videl.

MK: Así es que métete a la iglesia de inmediato, que la ceremonia va a comenzar.

Sacerdote: Quiero a todos los familiares y padrinos en la entrada, por favor. –Y después de acomodarlos a todos, el sacerdote empezó a adentrarse a la iglesia seguido por Gohan, quien llevaba del brazo a Milk, después Gokú, quien iba con Iresa, que portaba el ramo que ocuparía Videl al salir, seguidos de Bulma y Vegeta quienes llevaban los anillos y por último Krilin y No.18 que ofrecían las arras, mientras que Piccoro y los demás les observaban desde sus lugares. Después que todos tomaron sus lugares, avanzó una linda niña de hermosas coletas rubias que aventaba pétalos de rosas rojas al suelo por donde en unos momentos la novia haría su aparición del brazo de su padre. Maron se sentó con sus padres y entonces Videl y Mr.Satán aparecieron.

Empezaron a avanzar y entonces todos pudieron admirar la hermosura de su vestido blanco, era de un corte estilo «princesa» hasta su cadera, en donde dejaba de ser entallado para esponjarse hasta el suelo. Sus hombros estaban descubiertos, pero llevaba manga larga que al final se acampanaba. Por grabado llevaba varios estilos de flores con brillantes a su alrededor, su velo estaba sujetado a su cabello por una corona de brillantes, la cola del vestido era muy larga al igual que el velo… Sencillamente se veía fenomenal (si no, pregúntenle a Gohan, jeje).

Gohan estaba fascinado. Videl le parecía hermosa, así que se sonrojó cuando la tuvo enfrente y Satán puso la mano de ella sobre la de él y comenzó la ceremonia. En algunos momentos, ellos intercambiaban palabras en la ceremonia, así como también hubo escenas muy emotivas, como cuando ellos se juraron amor eterno y Videl comenzó a derramar lágrimas y Gohan se las limpiaba con una linda caricia al igual que Gokú con Milk, quien no pudo contener el llanto y se arrojó a los brazos de su marido; y algo también muy lindo fue cuando Vegeta le tomó la mano al Bulma cuando fueron a ofrecer el lazo y regresaron a su lugar de la misma manera. Después de clásica frase del sacerdote «Los declaro marido y mujer» y el beso que sellaba su unión, Videl volteó hacia Iresa, quien le dio su ramo y así, del brazo de Gohan, ahora su esposo, salieron de la iglesia felices. En la puerta los esperaban algunos invitados que les lanzaron arroz (que prácticamente no tengo idea porqué lo hacen, pero es gracioso ver cuando algunos granos les caen en los ojos a todos, jeje… Bueno, continuemos), las felicitaciones y las fotos no pudieron esperar, pero alguien se acercó a felicitar a Videl. (Me pregunto quién podrá ser…)

SV: Videl…

VD: ¿¿Sí??… ¿Qué haces aquí? Vete antes que te vea Gohan y te saque a patadas –le dijo mientras lo jalaba del brazo hacia un lado de todos, pero no se dio cuenta que Gohan estaba observando atentamente todo.

SV: No, Videl, no me voy a ir hasta que te diga que… siento mucho lo que les hice a ambos, estaba cegado por los celos, te ruego me perdones, lo único que quería era que me prefirieras a mí, pero me di cuenta que en verdad quieres a Gohan y… bueno, yo sólo quería pedirles una disculpa a los dos…

VD: Piensas que te voy a creer –le dijo un poco molesta.

SV: Eso espero, estoy muy arrepentido, pero eso no es todo, también venía a despedirme, me voy a otra ciudad.

VD: ¿¿¿Por qué???

SV: Por asuntos familiares, pero no me podía ir sin antes decirles que lo siento mucho. ¿Aceptas mis disculpas? –Ella no supo qué hacer hasta que decidió abrazarlo muy fuerte y perdonarlo después de todo. Estaba tan contenta ese día que no podía permitir que algo arruinara su felicidad, fue entonces cuando su esposo, quien había escuchado todo, se acercó a ellos.

GH: Gracias por venir, Sven. –Videl y Sven se sorprendieron al oír a Gohan hablar y Videl más cuando vio que éste abrazó a Sven como si fueran amigos todavía–. Que te vaya muy bien, cuídate mucho y no dudes en visitarnos cuando vengas por acá… amigo –sonrió.

SV: Gracias. Lo haré encantado, amigos. Cuídala mucho; vale oro –comentó echándole un vistazo a Videl, quien sujetaba el brazo de su marido y sonreía feliz.

GH: Lo sé, y tenlo por seguro.

SV: Adiós, y felicidades.

VD: Adiós no; hasta luego, Sven –y lo vieron partir.

GH: Qué bueno que recapacitó. De hecho, yo siempre tuve la esperanza de que lo hiciera.

VD: Yo también… Oye, vamos con los demás, ¿no? Tenemos que sacarnos más fotos, jeje.

GH: Sí, vamos, amor. –En eso Videl sintió un mareo muy fuerte que le nubló la vista y la debilitó. Se desmayó, por suerte Gohan evitó que cayera al duro suelo–. Videl, qué tienes, contéstame, reacciona, por favor –decía mientras le daba unas palmaditas en su rostro para hacerla reaccionar, cosa que no consiguió.

BL: ¿Qué pasó, qué tiene Videl?

MS: ¿¿¿Hija, qué tienes???

GH: No lo sé, solamente se desmayó. Estaba bien, no entiendo porqué fue.

BL: Ven, llévala a mi coche, hay que llevarla al hospital. –Gohan la tomó entre sus brazos y junto con sus padres, su suegro y los demás guerreros Z la llevaron al hospital a excepción de Yamcha, Goten y Trunks que se adelantaron a Capsule Corp. para atender a los invitados.

Después de un largo rato en el que el doctor de la familia de Bulma le hacía algunos exámenes, volvió a la sala de espera donde todos esperaban noticias.

DR: Eh, sra. Bulma, ¿dónde están los familiares de la srita. Videl?, que supongo ya es señora, ¿verdad? Jeje.

MS: Sí, así es, pero dígame, ¿cómo está mi hija?

DR: Ay, disculpe, Mr.Satán, no lo había visto.

GH: ¿¿Le ocurrió algo grave, doctor?? –se acercó preocupado.

DR: Antes que nada, por su ropa pude darme cuenta que se acaban de casar, ¿verdad? –comentó inocentemente.

VG: ¡¡¡Brillante deducción!!!

RL: ¡¡¡VEGETA!!!

GH: Sí. ¿¿Por qué, doctor??

DR: Bueno, imagino que usted es su esposo. Bueno, señor, déjeme decirle que la señora está bien, ya despertó.

GH: ¿¿Pero por qué se desmayó?? ¿¿Acaso está enferma??

DR: No, de hecho está más sana que nunca, sólo que con un pequeño detalle más… Lo que pasa es que… su mujer está… su esposa va a ser mamá, está embarazada.

TODOS: ¿¿¿QUÉEE??? –gritaron al unísono.

GH: ¿¿¿Em-em-ba-ra-za-da??? –dijo incrédulo.

DR: Correcto. Felicidades, dentro de poco va a ser papá.

MS: Pero eso es imposible. ¿Cuánto tiempo tiene?

DR: Muy poco, apenas va a cumplir un mes, pero al hacerle un eco y otros análisis, descubrí que la sangre del bebé es un tanto extraña, tiene un parecido al problema que tuve con la señora Bulma, y por eso desde muy temprano ya está provocándole molestias a su madre, pero con buena atención médica, no pasará a mayores.

KR: Embarazada… Eh, no lo puedo creer, trabajas rápido, Gohan, jajaja –le dijo dándole un pequeño codazo a un futuro papá que se encontraba inmóvil.

PC: Eso significa que…

DN: Que el Señor Gokú y la Señora Milk van a ser abuelos muy pronto…

GK y MK: ¿¿¿QUÉ???

GK: Es cierto. Vaya, voy a ser abuelo, no pensé que podría ser tan rápido. ¿Tú qué opinas, Milk…? ¿Milk?… ¡¡¡MILK!!! –le habló a su esposa, quien se desmayó por la noticia.

BL: Pues muchas felicidades, papá, y no te preocupes por Videl y tu bebé, que en manos del doctor de la familia estarán muy bien. Él me atendió cuando nació Trunks y además ya está acostumbrado al embarazo de la esposa de un saiyajin.

MS: No lo puedo creer, voy a ser abuelo… Yo, el Gran Mister Satán… Voy a ser abuelo… Es increíble… Esto no puede ser… Gohan, quiero que me expliques qué significa esto –lo agarra por su saco y lo encara. Gohan, por su parte, aún no salía del trance.

VG: Por favor, ¿qué quiere que le explique? ¿Es obvio no? Dudo que no sepa cómo se hacen los niños –le dijo mientras se recargaba en la pared.

DR: Eh, disculpe, señor… –le habló a Gohan haciéndole señas a su rostro para que reaccionara.

GH: ¿¿Eh?? Ah, sí. Eh, Gohan…

DR: Bien, señor Gohan, su esposa ya está enterada y me pidió por favor que la fuera a ver a donde ella se encuentra. Sígame por favor…

GH: Sí-sí, cla-claro.

VD: ¡¡¡¡¡¡Gohan!!!!!! –le gritó cuando lo vio y se incorporó de la cama en donde estaba y le tendió sus brazos para que la abrazara. Gohan, por su parte, le correspondió junto con una gran sonrisa.

GH: ¿Cómo te sientes, eh? –le preguntó después de besar su frente.

VD: Muy feliz. Voy a tener un hijo tuyo, ¿te das cuenta?

GH: Sí, mi cielo. Te amo –le besó en los labios.

VD: ¿Dónde están los demás?

GH: Afuera. Están todos, ya lo saben.

VD: ¿Mi papá también?

GH: Y también mis papás.

VD: Y, ¿cómo lo tomaron?

GH: Pues tu papá no muy bien, se impresionó mucho, y los míos lo tomaron bien, no te preocupes –(Creo que el muchacho no vió la reacción de su mamá, jeje).

VD: Siento que soy la mujer más feliz del planeta. Gohan, estoy tan feliz… Te amo, mi vida –y lo besó.

Después de dar algunas explicaciones, claro, omitiendo algunas cosas que pasaron en el lago, llegaron a la fiesta en la Capsule Corp., se dispusieron a divertirse y les anunciaron a todos los invitados del futuro miembro en la familia Son y Satán, cosa que sorprendió a los invitados, que no dudaron en correr a felicitar a la pareja.

El amor de mi vida – Capítulo 7

Capítulo 7: «No creas nada, sólo confía en mí»

Fanfic: El amor de mi vida


Mientras Gohan hablaba con su suegro, Videl fue al lado de Iresa y Sven, quienes con ayuda de otras personas lo llevaron a una habitación de la casa para que pudiera estar mejor…
IR: ¿Cómo lo ves?

VD: No muy bien. Espero que no le haya pegado muy fuerte.

SV: Agh, ahg, ahg, ¿e-en dón-de es-toy?

IR: Vaya, ya despertó el bello durmiente. –(¿ustedes notan que Sven no le cae bien a Iresa?, yo no, jejeje…)

VD: Estás en una de las habitaciones de mi casa, Sven.

SV: Agh, sí, ahora lo recuer-do, ahg. ¿Dónde está Gohan?, ahg.

IR: ¿Que no te bastó con lo que te pasó ya? De veras que este sujeto sí que es tonto, no entiende con nada. –(no es nada personal, Sven, jajajaja. Cielos, ya fue suficiente. Continuemos, jaja)

VD: Está abajo con mi papá, quiero que me expliques qué problema hay entre tú y Gohan.

IR: Videl, ¿por qué no le preguntas mejor a Gohan, eh? –le dijo un poco temerosa.

VD: Es igual, ¿no? Va a ser el mismo problema. Habla, Sven.

IR: Pero…

VD: Iresa, déjame a solas con él, por favor –la interrumpió un poco molesta.

IR: Está bien, pero espero que también hables con Gohan.

VD: También hablaré con él, no te preocupes. –Iresa sale de la habitación–. ¿Y bien? Te escucho. –Sven se incorpora lentamente en la cama y Videl se sienta a un lado de él.

SV: Dime una cosa, ¿realmente lo amas?

VD: ¿Qué tiene eso que ver?

SV: Sólo contéstame con la verdad.

VD: Sí, lo amo, desde que lo conocí, ¿por qué?

SV: Porque… él no te… él no te ama.

VD: ¿Qué estás diciendo? –le dijo un poco sorprendida.

SV: Que no te quiere, lo único que quiere es hacerme pasar un mal rato.

VD: Eso no es cierto, lo que estás diciendo es una vil mentira.

SV: Sabía que no me ibas a creer, pero escucha: el día de las inscripciones en la escuela, yo le confesé que… yo te.. que yo te quiero. –Él le toma la mano a Videl, ella estaba impactada por lo que acababa de escuchar–. Así es, Videl, yo te quiero, me enamoré de ti desde el primer día de clases, desde que te vi. –Ella no podía creer lo que le decían, estaba muy nerviosa y no sabía qué decir–. Cuando se lo dije, se molestó mucho. Aunque no me lo dijo, yo lo sé, se enojó mucho.

VD: Eso no quiere decir que me haya mentido con respecto a sus sentimientos –logró decir un poco confundida.

SV: ¿De verdad lo crees? Si no tuviera que ver, si te quiere tanto, ¿por qué no te lo dijo antes? ¿Por qué esperó a saber que yo me iba a declarar ante ti?

VD: Él es muy tímido y lo conozco muy bien y sé que sería incapaz de jugar con mis sentimientos; él no es así…

SV: No te dejes engañar, ¿qué ganaba con hacerlo ahora?

VD: Él me dijo que tenía miedo que yo estuviera enamorada de ti y que por eso no me había dicho nada de lo que sentía por mí –comentó muy confundida.

SV: Y si así fue, ¿por qué no fue más sincero contigo y te dijo que yo te quería, que por eso tenía miedo de que te negaras a ser su novia?

VD: No lo sé, lo único que sé es que yo lo quiero y que él me quiere a mí –comenzó a llorar.

SV: Estoy totalmente convencido que tú lo adoras, aunque eso me duela en lo más profundo de mi corazón, pero que él te quiera a ti…

VD: No, tú estás mintiendo, tú lo que quieres es separarme de él… –no pudo continuar, ya que él la besó y la abrazó haciendo que se acostara en la cama; ella movió las manos para separarlo de ella, pero Sven no se lo permitió.

SV: Te quiero y no quiero que sufras, no quiero que él te haga daño, por favor, quédate conmigo a mi lado y déjame hacerte feliz. –Intentó besarla de nuevo, pero ella lo evadió y como pudo se liberó de su abrazo, levantándose después, y comenzó a caminar hacia la puerta, pero Sven le tomó un brazo y la detuvo.

VD: Suéltame, déjame salir.

SV: No. No hasta que termines de escucharme.

VD: ¿Qué más quieres? –gritó con lágrimas en los ojos.

SV: Quiero que te des cuenta que él sólo está jugando contigo, ¿lo quieres comprobar? Pregúntale qué fue lo que le dije cuando le confesé mi amor por ti, y porqué sí pudo decirle a Iresa y a ti no.

VD: ¿Y qué me tiene que contestar a eso según tú?

SV: La verdad, cuando le revelé mis sentimientos, le dije que sólo se lo decía para que me ayudara a decírtelo a ti y nada más, fue lo único que dije y si se lo dijo a Iresa fue para que la ayudara de su plan de conquistarte. Si en verdad te ama como dices, te dirá sólo eso y si no, te dará un millón de razones más para justificarse.

VD: ¿Cómo sabes que lo sabe Iresa?

SV: Es obvio, ¿por qué crees que te dijo que le preguntaras a Gohan primero? Estoy seguro que él fue quien se lo dijo. Pregúntale si no lo sabía. Comprueba que todo fue una farsa. –Videl se soltó y salió corriendo y llorando de la habitación–. Si no vas a ser para mí, no lo serás para nadie, jajaja. Mi querido Gohan, te dije que ibas a pagar caro el quitarme lo que me pertenecía. Videl, esto no hubiera pasado si te hubieras fijado en mí, yo que tanto te quiero. –Salió de la habitación, pero no todo iba a salir como él esperaba, ya que alguien escuchó todo desde el otro lado de la ventana, incluso esto último que dijo y que Videl no oyó.

PC: Así que eso es lo que quieres… pues no creo que te vaya a resultar tan fácil.


Videl caminaba por el pasillo que conducía hasta el salón donde se encontraban todos disfrutando de la fiesta. Estaba llorando, muy confundida porque no sabía a quién creerle, hasta que una voz la sacó de sus pensamientos…

IR: ¿Qué pasó? ¿Te dijo qué había pasado entre Gohan y él? –preguntó inocentemente.

VD: ¿Tú sabías que Sven estaba enamorado de mí? –dijo entre lagrimas.

IR: Sí, lo sabía.

VD: ¿Y por qué no me lo dijiste? –gritó muy enojada.

IR: Porque ése no era asunto mío y la verdad tú sabes que siempre quise que fueras novia de Gohan y no de Sven, pero no veo porqué tienes que molestarte por eso.

VD: ¿Te lo dijo Gohan? –mientras le rezaba para que le dijera que no.

IR: Bueno, hablé con él al respecto en… oye, ¿a dónde vas? –le gritó a su amiga, quien se alejaba corriendo a un balcón derramando aún más lágrimas–. «Pero qué le pasa, me pregunto qué le habrá dicho Sven» –pensó.

VD: No puedo creer esto, no puede ser que todos me hayan engañado. Gohan, ¿por qué? –y comenzó a desahogarse, llevándose sus manos a la cara.

GH: Videl, te estaba buscando para decirte que ya hablé con tu papá y está de acuerdo con nuestra re-la-ción. ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras así, amor? –preguntó mientras intenta abrazarla, pero ella, al ver esto, se aleja para encararlo–. ¿Qué sucede, Videl? –preguntó algo extrañado por su reacción.

VD: ¿Por qué pelearon tú y Sven? –dijo con un tono molesto, con el que Gohan fácilmente se pudo dar cuenta que de algo se enteró y que obviamente no era algo bueno a su favor.

GH: Bueno… porque hay algo que no te he dicho. Él está enamorado de ti.

VD: ¿Y se puede saber por qué no me lo habías dicho?

GH: Porque tenía que hablar primero con él. Sven hizo lo mismo conmigo, antes de decírtelo a ti.

VD: ¿Qué fue lo que te dijo?

GH: Que me lo decía a mí primero porque yo era tu mejor amigo.

VD: ¿Por qué me mientes?

GH: ¡¡¡¡Pero si te estoy diciendo la verdad!!!!

VD: ¿Que no te lo dijo porque creía que tú le podías ayudar para que me lo dijera?

GH: Sí, es verdad, pero también me dijo eso. ¿Crees que yo te mentiría a ti?, después de todo lo que sabes de mí… Tú sabes que yo te digo todo, perdóname si hice mal en no decirte eso a ti primero.

VD: Pero a Iresa sí pudiste decírcelo, ¿verdad? ¿Acaso lo hiciste para que te ayudara a que yo te aceptara a ti?

GH: Un momento. Yo no le dije nada a Iresa, ella ya lo sabía.

VD: Ya no me mientas más, ella misma me dijo que tú se lo habías dicho…

IR: Eso no es cierto, Videl –interrumpió–. Yo sólo te dije que había hablado con él sobre eso, pero nunca dije que él fue quien me lo dijo, y no sé cuántas cosas más te haya dicho Sven, pero que no se haga tonto, él fue quien me lo dijo. De hecho, lo sabía desde hace unos pocos días, incluso antes que él se lo dijera al mismo Gohan. Él sí te mintió y no Gohan –terminó de decir muy enojada.

VD: Hasta ahora, todo lo que me dijo es cierto. Lo que contestó Gohan coincide con lo que me dijo Sven que iba a decir… Ya no sé a quién creerle, estoy muy confundida –y continuó llorando. Después de un rato, continuó–: Quisiera estar sola, por favor…

GH: Como tú quieras. Sólo déjame decirte algo: no creas en nada, sólo confía en mí. Te amo, preciosa. –Se acerca para darle un beso en la frente, y alza su cara, seca las lágrimas de sus mejillas–. De verdad, Videl, te quiero, y sería incapaz de hacerte algo como lo que Sven te dijo. –Toma una de sus manos y la besa para luego marcharse seguido por Iresa.

VD: Cómo quisiera que nada de esto hubiera pasado. ¿Qué hago ahora?

PC: ¿Por qué no dejas que te guíen tus sentimientos?

VD: Señor Piccoro, ¿qué hace aquí?

PC: Tratando de ayudar a alguien que es víctima de una persona que lo único que quiere es molestar a los demás…


GH: ¿Por qué le costará tanto creerme? Yo no le he dado motivos para que desconfíe de mí.

IR: Ese estúpido de Sven le envenenó la mente. Quisiera tenerlo enfrente para hacerlo entender con un par de puñetazos…

GH: Cálmate. ¿Dónde se habrá metido Sven?


VD: ¿A qué se refiere? –preguntó dejando de llorar.

PC: Yo escuché todo lo que ese muchacho te dijo. Discúlpame, pero quería saber cuál fue el motivo de la pelea. Como tu padre y Gohan empezaron a platicar, ya no supe lo que pasó, así es que te seguí a ti y a tu amiga hasta la habitación; observé y escuché todo desde ahí, te ruego me disculpes.

VD: No, no tengo nada que disculparle. Entonces ya sabe lo que pasó allá arriba.

PC: Sí, todo. Por eso me atrevo a decir que estarías totalmente equivocada si crees alguna palabra de lo que él te dijo, y no lo digo porque esté de parte de Gohan, yo también te aprecio igual a ti, has conseguido cambiarle la vida a él.

VD: Pero ¿por qué dice que no debo creerle a Sven?

PC: Debería dejar que hicieras lo que tú creas lo más conveniente, pero no me voy a arriesgar a que tomes la decisión equivocada. La felicidad de Gohan y la tuya están en juego… Cuando tú saliste de la habitación, ese hombre se quedó un rato más y comentó para sí que ésa era una manera de hacer pagar a Gohan por haberle quitado lo que a él le pertenecía, y que si tú no ibas a ser para él, no serías para nadie.

VD: Pero cómo pudo ser capaz de aprovecharse de la confianza de ambos… Nosotros creíamos que éramos amigos de verdad, pensé que porque me había dicho que me quería, no podía jugar con lo que estaba diciendo.

PC: A veces las personas fingen ser alguien para luego aprovecharse de la gente a su alrededor.

VD: Es una suerte que usted haya estado presente hasta el final.

PC: Pensé que me iba a costar más trabajo que me creyeras..

VD: No, no puedo desconfiar de usted. Usted me dio muchos ánimos en la batalla contra Boo, y yo sé de sobra que es una persona honesta y que todo esto lo está haciendo por el bien de Gohan y el mío. De verdad le agradezco lo que acaba de hacer por nosotros.

PC: No tienes que agradecer nada, niña. Si en realidad quieres a Gohan, debes tenerle más confianza, y no dejarte sugestionar por nadie sin antes hablar con él primero.

VD: Sí, tiene razón. Gracias de nuevo, creo que es mejor que vaya a hablar con Gohan.

PC: No te preocupes, le diré que venga aquí. No creo que allá dentro puedan hablar con el ruido de la gente y la música.

VD: Muchas gracias… –Y después de un momento, Gohan llegó y la encontró más tranquila, pero como quiera estaba un poco dudoso, porque Piccoro sólo le había dicho que Videl le llamaba y nada más, así que no estaba seguro de la situación emocional de Videl. Se acercó.

GH: Me dijo el señor Piccoro que querías hablar conmigo. –Se acercó al barandal del balcón.

VD: Sí… verás, yo… –En eso alguien aparece tras ellos y no los deja continuar.

SV: ¿Ya te diste cuenta de la farsa, Videl? –preguntó muy sarcásticamente.

VD: Así es, ya me di cuenta del engaño… Eres despreciable, Sven. No puedo creer que te hayas aprovechado de la amistad que te ofrecimos para hacernos sufrir tanto. –Mientras, Gohan observaba la escena detenidamente, pues no entendía muy bien lo que ocurría.

SV: No puedo creer que seas tan tonta como para no darte cuenta que te está utilizando.

VD: El único tonto aquí eres tú, pero no te preocupes, ya no voy a dejar que me utilicen así como tú lo hiciste. Después de todo, creo que me enseñaste una lección: no debo creerles a hombres tan hipócritas como tú.

SV: Por lo visto, creo que la volviste a poner de parte tuya, Gohan.

GH: Yo no he hecho nada, ni siquiera sé el porqué te está diciendo esto, pero me lo imagino, de seguro quisiste envolverla en tus mentiras.

SV: Pues te felicito, por que la verdad te conseguiste a una mujer muy valiosa, lástima que se deje «envolver» tan fácil en los brazos de otros, ¿verdad, Videl?

GH: ¿De qué hablas, Sven? Explícate.

SV: Pues cuando estábamos arriba en la habitación hablando, se dejó consolar muy bien, tú sabes a qué me refiero, y si no, lo único que puedo decirte es que sus labios saben a miel… –y comenzó a reír.

GH: ¿¿¿Qué??? –respondió sintiendo cómo su sangre hervía en sus venas y poco a poco su energía fue aumentando.

VD: ¡¡¡Eres un imbécil!!! –y Videl le lanzó un cachetada, que le volteó la cara.

SV: ¿Qué? ¿Vas a negar que me besaste?

GH: ¿Es cierto eso, Videl? ¿Se besaron? –dijo con una cara de pocos amigos y con un tono muy serio que asustó a Videl.

VD: S-sí, e-es verd-ad, Gohan. Pero él me obligó, yo intenté separarlo de mí, pero… –No la dejó terminar, ya que Gohan se acercó a Sven y lo agarró del cuello de su camisa, lo alzó y lo estrelló contra la puerta del balcón.

GH: Eres un canalla, cómo te atreves a aprovecharte de la situación para hacerle eso –dijo furioso.

SV: Pues yo no vi que no le haya gustado –le respondió con una sonrisa.

GH: Oye bien esto, pídele a Kamisama que no me a entere que le vuelves a poner un dedo encima a Mi novia, porque te juro que me voy a olvidar de mis principios y voy a hacer que te arrepientas de habernos conocido y hasta de haber nacido, maldito. –Enseguida lo suelta y Sven empieza a recobrar la respiración, ya que por el enojo Gohan lo apretó «un poco» más de la cuenta–. Ahora lárgate de mi vista.

SV: No creas que te va a resultar tan fácil, vas a pagar lo que me hiciste. Además, tú no tienes ningún derecho de correrme de aquí –habló tratando de encarar a Gohan.

VD: Pero yo sí. Vete de mi casa y nunca vuelvas a pararte enfrente de nosotros.

SV: Está bien, pero les aseguro que no será la última vez que me verán. –Se acerca a Videl–. Nos vemos y «feliz cumpleaños». –Intenta darle un beso en la mejilla, pero enseguida Gohan la abraza, impidiendo que se le acercara. Sven se va.

GH: ¿Estás bien?

VD: Sí, discúlpame por no haber confiado en ti, es que estaba muy confundida y me dejé llevar por lo que Sven me dijo –le dijo acercándose más a su pecho.

GH: No te preocupes, pequeña, todo está bien. Lo importante es que me sigues queriendo, ¿verdad? –se acerca para besarla.

VD: Con toda mi alma –le devuelve el beso–. ¿Y dónde están tus papás? Me gustaría ir a saludarlos; en toda la fiesta no los he visto.

GH: Deben de estar bailando allí adentro, es lo que siempre hacen en las fiestas. Claro, después que mi papá coma, jajaja.

VD: Jajaja, bueno, vamos con ellos, ¿sí? No quiero que al rato digan que te secuestré…


GH: Krilin, ¿sabes dónde están mis papás?

KR: Sí, están bailando. Tu mamá prácticamente obligó a tu papá para que la sacara a bailar.

GH: Me lo imaginaba, jeje. ¿Y tú no piensas bailar, Yamcha?

KR: No lo creo, a menos que Vegeta le quiera prestar un rato a Bulma, jajaja… Porque está que se muere de los celos, jajaja…

YH: Cállate, Krilin, yo no quiero bailar con Bulma, ¡¡eso ya se acabó!! –gritó muy sonrojado por su comentario.

KR: Hola, Videl. Muchas felicidades por tu cumpleaños, espero que te la estés pasando muy bien.

VD: Gracias, y sí estoy disfrutando mucho la fiesta, sobre todo porque tengo el honor de que ustedes estén presentes.

YH: No, el honor es de nosotros. Además, quiero decirte que estás muy linda. Los felicito a ti y a Gohan por su noviazgo, y espero que duren mucho tiempo juntos.

KR: Sí, yo también los felicito.

PC: Ojalá y ya no se dejen llevar por comentarios y engaños de otras personas.

VD: Señor Piccoro, muchas gracias por todo nuevamente. Si no fuera por usted, a lo mejor todavía estaría muy afligida por todo lo que pasó. Gracias por abrirme los ojos a tiempo. –Y muy discretamente se elevó a la altura de Piccoro (ya que como comprenderán Piccoro tiene una «pequeña» altura que muy pocos pueden alcanzar y, bueno, Videl no es muy alta que digamos) y muy tiernamente le dio un beso en la mejilla y un amistoso abrazo, acción que le causó un pequeño tono rojizo en el rostro del sensei de Gohan.

GH: Pero no entiendo, Videl. ¿Qué tiene que ver el señor Piccoro en todo esto?

VD: Él escuchó todo lo que hablé con Sven, incluso lo que yo no escuché, y después que te fuiste y me dejaste sola en el balcón, él y yo estuvimos platicando del asunto y me hizo ver lo equivocada que estaba al no confiar en ti.

GH: Ya veo. Entonces yo también le estoy muy agradecido por eso, señor.

YH: Pero, ¿de qué están hablando?

PC: De nada importante.

VD: Oye, Krilin, ¿y por qué no vino No. 18?

KL: lo que pasa es que Maron se sintió un poco mal y No. 18 prefirió quedarse en casa cuidándola. –En eso se oye una voz muy familiar.

GK: ¡¡¡Hola!!! –Era el suegro de Videl, quien venía acompañado de su esposa; su ¿hermano? Vegeta y Bulma.

MK: Pero miren quiénes se dignaron a aparecer.

BL: Muchas felicidades, Videl.

VG: Felicidades, niña. –Todos se quedaron sorprendidos al escuchar a Vegeta felicitar a Videl, pues sabían que hasta ahora él era incapaz de mostrarse afectuoso con alguien, pero aún así no le dieron más importancia al asunto (no se habían percatado que la querida esposa de Vegeta le había proporcionado un pellizquito, el cual Vegeta interpretó como un «¿No le vas a decir nada?», seguido de una mirada muy imponente que le decía: ¡Ahora!)

VD: ¡¡¡Muchas gracias a todos!!! –les respondió con una gran sonrisa.

MK: Y, cuéntame, ¿¿dónde te compraste ese lindo vestido?? –Y así, Bulma, Milk y Videl hicieron su grupo de conversación. Yamcha y Krilin fueron por otra bebida, mientras que Piccoro, Vegeta, Goku y Gohan se quedaron solos.

GK: Y dime, hijo, ¿cómo quedaron las cosas con Satán?

GH: Finalmente aceptó mi relación con Videl; ya está totalmente de acuerdo.

GK: ¡¡Qué bueno, me da mucho gusto que Satán por fin lo haya hecho!! –exclamó con mucha alegría por su hijo.

GH: Pero eso no es todo…

VG: ¿Hay algo más? –preguntó para poder comprobar sus sospechas, pues ya se imaginaba lo que iba a decir su «sobrino».

GH: Sí, algo muy importante para mí…

PC: ¿Y qué es?

GH: Pues, señor Piccoro, tío Vegeta, papá… quisiera que ustedes sean los primeros en enterarse, sobre todo tú, papá, porque creo que necesitaré tu ayuda con respecto a mamá.

GK: ¿Pero de qué se trata, Gohan? –dijo con una expresión de no entender nada.

GH: Le voy a pedir a Videl que se case conmigo…

PC y VG: ¿¿¿QUÉEEEE??? –gritaron muy alarmados, pues ya se imaginaban la reacción de Milk cuando se enterara de la noticia, mientras que las personas que estaban a su alrededor los observaban un poco, para momentos después volver a sus asuntos.

GK: ¿Pero a ustedes qué les pasa, no lo van a felicitar? Pues ésa es una muy buena noticia y es una decisión muy seria la que has tomado, Gohan, pero estoy seguro que es por que la quieres mucho –dijo poniéndose frente a su hijo y tomándole el hombro.

PC: Pe-pe-pero, Gokú –logró decir aún muy nervioso; misma situación en la que se encontraba Vegeta.

GK: ¿Qué les pasa? ¿Acaso no les agrada la idea? –dijo aún muy sonriente.

VG: Ka-ka-roto… ¿ya te pusiste a pensar en qué es lo que va a pasar cuando se entere tu mujer?

La sonrisa de Gokú desapareció ante semejante pregunta; no había pensado en eso aún, ya se podía imaginar a Milk regañándolo y echándole la culpa como siempre, pero con mucho optimismo y confianza en sí mismo, volvió a recobrar su sonrisa.

GK: No se preocupen por eso, yo me encargaré que Milk tome bien la noticia y no se altere tanto, estoy seguro que a ella también le dará mucho gusto.

GH: Muchas gracias, papá.

PC: Pero dinos cuándo se lo piensas decir a Videl, Gohan.

GH: Esta misma noche, ya lo tenía todo preparado.

VG: ¿Y no se te hace muy pronto para pensar en casarte con ella?

GH: Tal vez sea muy apresurado, pero la verdad es que ya lo pensé bien y me di cuenta que me gustaría vivir con ella para siempre, por eso voy a dar ese paso.

GK: No me había dado cuenta que ya eres todo un hombre y que pronto tendrás que hacer tu vida por tu lado. Estoy muy orgulloso de ti, Gohan. –En eso, de nuevo se acercan Milk, Videl y Krilin, seguidos de Bulma y Yamcha, cuadro que a Vegeta no le gustó en nada y terminó por lanzarle una de sus fulminantes miradas al pobre de Yamcha, quien optó por separarse de Bulma.

BL: ¿Se puede saber de qué hablan con tanto interés? Estoy segura que están conspirando en contra de nosotras, ¿verdad, Vegeta?

VG: Bah… Oye, ¿me puedes decir en dónde están esos demonios de Trunks y Goten?

BL: Es cierto, desde hace unos momentos que desaparecieron de mi vista…

KL: Nosotros los vimos en la mesa de los bocadillos, ¿verdad, Yamcha?

YH: Sí, es cierto, pero hablando de esos niños, miren eso, ahí vienen junto con Boo.

GK: Hola, Boo, hacía tiempo que no te veía…

MK: Goten, ¿por qué se fueron sin decir nada?

BOO: ¡¡¡¡¡¡Los niños querían muchos duuuuuuuullllllllceess!!!!!!

En eso, el solista del grupo musical hace un atento llamado…

SOLISTA: ¡¡¡Damas y Caballeros, démosle un fuerte aplauso para recibir en nuestra pista de baile a nuestra festejada y a su padre, para que bailen una de nuestras excelentes melodías!!!

Los invitados comenzaron a aplaudir y Mr.Satán fue por su hija, quien se encontraba acompañada por todos los guerreros Z y sus respectivas parejas y así comenzaron a bailar una hermosa canción. Mr.Satán tenía curiosidad por preguntarle a Videl si Gohan ya había hablado con ella, pero inmediatamente lo desechó, pues si ya hubiera pasado, estaba seguro que ya se lo habría dicho. Después de este gran baile, Mr.Satán tomó de la mano a su hija y se encaminaron hacia donde estaban los demás y enseguida hizo algo que a todo el mundo dejó boquiabierto:

MS: Me gustaría que la siguiente pieza la bailaras con esta hermosa dama, ¿aceptas, Gohan?, ya que si no lo haces, me voy a ver en la penosa necesidad de decirle a los músicos que cancelen la siguiente canción.

GH: Claro que sí, con mucho gusto. –Y su suegro le entrega la mano de una chica que estaba totalmente sorprendida por la acción de su padre, y enseguida se fueron a la pista.

MK: Ay, pero qué hermosa pareja hacen, ¿verdad, Gokú? –dijo llevándose las manos al pecho y con una sonrisa de oreja a oreja.

GK: Sí, tienes razón, Milk, se ven muy enamorados… Oye, Milk, ¿a ti te gustaría que ellos se casaran?

MK: Claro, ¿no ves que es una excelente niña para mi hijo? Yo creo que Gohan acertaría en hacer su vida con ella…

GK: Huuuyyy, qué bueno, porque me imagino que eso es justamente lo que Gohan le va a proponer a Videl en este momento. –Bulma, Krilin, Yamcha, Goten y Trunks, incluso Vegeta y Piccoro que ya lo sabían, se quedaron pasmados, no sólo por la noticia, sino por lo frío e inocente, (bueno estúpidamente, como lo pensaba Vegeta) que fue para decirle la noticia así a su esposa.

MK: ¿¿¿QQQQUUUUÉEEE??? –Lo que siguió fueron gritos que se oían a medias, por que enseguida Gokú la calló con su mano y un ligero desmayo.

Pero bueno, vayamos con nuestros protagonistas, que es en donde se encuentra la acción…


 

…»La timidez, era yo, ése que te amó cuando ni tú sabías la palabra,

el que te besó por primera vez, ése que estrenará tu cuerpo, seré yo,

el primero que puso a mil tu corazón, que te hizo descubrir, amada, tu corazón como si nada…


 

GH: ¿Cómo te sientes?

VD: ¡¡Feliz!! Nunca me imaginé que ibas a poder convencer a mi papá tan fácil.

GH: No fue muy fácil, pero lo logré, jeje… ¿y tu muñeca?

VD: En mi recámara, exactamente en mi cama. Se duerme conmigo, es la que me vela el sueño, jaja.

GH: Me parece muy bien… son las 11:45 de la noche, te quedan 15 minutos de cumpleaños, y quiero que sepas que ahora que tu papá aceptó nuestra relación, me siento más feliz aún. Creo que a partir de hoy, todo cambiará, porque creo que es un día muy especial, ¿no crees? –terminó de decir soltando su mano derecha para poner la suya en el otro lado de la cintura y Videl puso sus dos manos en su pecho.


 

…»Fui yo

el que se marchó cuando te dio en la piel la luz del día,

el que voló junto a ti por primera vez cuando nadie nos veía

fui yo…»


 

GH: Quisiera darte esto. Toma. –Le entrega un pequeño estuche negro de terciopelo.

VD: ¿Qué es? –Toma el estuche y Gohan la vuelve a rodear por la cintura con sus brazos.

GH: Mi verdadero regalo.

VD: Gohan, no era necesario que hicieras esto.

GH: Te equivocas, amor, era muy necesario. Mejor, ábrelo. –Videl obedece y ante sus ojos aparece un hermoso anillo de oro. Era muy delgado y daba un aspecto delicado que iba acorde con su delgada y también delicada mano. Era muy sencillo, pero a la vez era elegante a la vista de cualquier persona.

VD: Pe-pero, Gohan… Esto significa que…

GH: ¿Quieres casarte conmigo?… Y no me digas que es muy apresurado, porque no te pido que nos casemos ahora. Sólo dime que aceptas y lo haremos cuando tú quieras o cuando estés lista.

Videl no pudo contener el llanto por la emoción, y sólo atinó a abrazar a Gohan tan fuerte como pudo.

VD: Claro que acepto, cielo. Me haces muy feliz con esto, te lo juro.

GH: Tú también me haces muy feliz a mí. Te amo. –La separa un poco y le da un tierno y profundo beso, algo que dejó a los invitados atónitos, pues no sabían que Videl tenía novio, lo que causó que muchos jóvenes que tenían una esperanza, se desilusionaran.

GK: Me imagino que ya se lo dijo.

PC: Pues imaginas bien, y ella aceptó muy feliz… –dijo con mucha seguridad en sus palabras, pues con tan buen oído se pudo enterar de todo sin mucho esfuerzo.

VG: Pues a mí me sigue pareciendo una locura.

BL: Qué raro, amor, ya te habías tardado –le dijo con un tono sarcástico.

VG: Hump… No le encuentro la gracia a tu comentario –le respondió sin darle mucha importancia a lo anterior.

MK: ¿Eh?, qué pasa… ¿Gokú? –e instantáneamente volteó hacia donde estaban su hijo y su futura nuera y comenzó a llorar por la impresión de la noticia–. No puede ser… qué va a pasar ahora si se casa y no termina la escuela… No, esto no lo voy a permitir.

KL: Qué raro comentario, ¿acaso fue Milk la que dijo eso? –comentó.

YH: No lo sé, no escuché bien, jeje.

GK: Tranquilízate, Milk, por favor, no te preocupes. Gohan me dijo que sólo le dará el anillo y que fijarían la fecha para la boda, pero que primero acabaría la escuela antes que nada –mintió–. Ya cálmate, amor, además no creo que Satán permita que Videl deje de estudiar, ¿verdad?

MS: Por supuesto que no.

GT: Trunks, ¿de qué están hablando que no entiendo nada? –le preguntó en un susurro.

TK: No lo sé, tampoco yo entiendo… Oye, mamá, ¿qué está pasando, eh?

BL: Lo que pasa es que Gohan le acaba de proponer matrimonio a Videl, hijo.

TK: ¿QUÉEE? , eso significa que…

GT: ¿Que mi hermano se va a casar con Videl? –interrumpió.

VG: Así es, ¿alguna queja?

GT: No ninguna, tío Vegeta.


GH: A ver, déjame ponerte el anillo.

VD: Sí, por favor. –Gohan toma el anillo y guarda el estuche en el bolsillo de su saco y con cariño toma la mano izquierda de Videl y le pone el anillo, después la besa en su mano y luego en sus labios–. Gracias por esta noche, Gohan. Te amo.

GH: Yo también, y dime, ¿cuándo quieres que nos casemos?

VD: Conociendo a nuestras familias, supongo que será buena idea que lo hiciéramos después de terminar la escuela, ¿no?

GH: Sí, creo que tienes razón, aunque para serte sincero se me van a ser eternos los días.

VD: A mí igual. ¿Te parece que sea tres semanas después de terminar la escuela?

GH: ¿Tanto tiempo después? –dijo con un gesto de no estar de acuerdo.

VD: Necesito tiempo para arreglar mis cosas, el vestido, la iglesia, el salón y todo lo demás. Va a ser el día más importante de mi vida y no quiero que algo vaya a salir mal.

GH: De acuerdo, tres semanas después de clases… para que seas mía para siempre. –La abraza y siguen bailando hasta el amanecer.
Bueno, al fin este par de tórtolos decidieron hacer su vida juntos (ya era hora, ¿no?), y por supuesto no podemos faltar en el momento de su unión. Nos vemos en el siguiente capítulo, titulado: «Juntos para siempre«. Y disculpen la tardanza en publicar los siguientes capítulos.

El amor de mi vida – Capítulo 6

Capítulo 6: «Peleas, revelaciones… ¿y al final?»

Fanfic: El amor de mi vida



GH: ¿¿A qué te refieres??

SV: Levántate y pelea, ¿o prefieres que te refresque la memoria antes?

VD: ¿De qué estás hablando, Sven?

GH: No, no es necesario. Lo sé perfectamente.

SV: ¿Cómo pudiste hacerme esto? Pensé que eras mi amigo, pero veo que me equivoqué. Eres un traidor.

VD: ¡¡Ya basta!! ¿Por qué le dices todo esto a Gohan?

SV: Así que no le has dicho nada. ¿Tienes miedo de que cambie de opinión?

GH: Se lo iba a decir hoy después de hablar contigo. Hace dos días traté de decírtelo, pero te fuiste y no me diste oportunidad para hacerlo.

SV: Sí, como no. Ahórrate tus excusas, y ahora responde como hombre si es que lo eres. –se abalanza hacia él, empujándolo y encarándolo.

VD: Déjalo en paz, Sven. Sea lo que sea, Gohan no lo hizo con esa intención.

SV: ¡¡¡Tú cállate, que ni siquiera sabes lo que pasa!!! –respondió de muy mala gana, pues estaba cegado por el enojo hacia Gohan.

GH: ¡¡¡Óyeme. estúpido, a ella no le vas a hablar así!!! –y terminando de decir esto, le dio un golpe en el estómago que le sacó el aire a Sven.

Ya para entonces una rueda de invitados curiosos estaban disfrutando del espectáculo, actividad que no pasó desapercibida para Goten y Trunks.

TR: Oye, Goten, ¿por qué le habrá pegado tu hermano a ese muchacho?

GT: No tengo ni la menor idea, pero si viste, ese tipo fue quien lo provocó.

TR: Sí, al parecer creo que quiere pelear con él. ¿Por qué no vamos a decirle a tu papá que venga por si ese tipo se pone violento?

GT: ¿Qué? ¿Crees que mi hermano no pueda sólo con él? –dijo molesto.

TR: No, pero ten en cuenta que ésta es la casa de Videl, la novia de Gohan, y si ese tipo lo provoca mucho, le puede arruinar la fiesta –le contestó con una gran gota de sudor por la reacción de su compañero.

GT: Pues no entiendo, pero si tu crees que es mejor, vamos por él –y fueron en busca de Gokú, quien se encontraba a unos metros de la pelea, conversando con Vegeta.

GK: Estas cosas se ven muy ricas… mmm…shig… deligchiosags. –Eran una galletas con un tipo de aderezo arriba–. Lo que no entiendo, es cómo pretenden que la gente se llene con esta comida tan pequeña.

VG: Éstas son sólo galletas y las dan como aperitivo, Kakaroto.

GK: ¿Aped-qué?

GT: Papá, papá, papá…

GK: ¿Qué pasa, Goten?, ¿por qué tanto escándalo?

TR: Papá, Gohan está peleando con un muchacho.

VG: ¿¿Qué??

GK: ¿Es cierto eso, Goten?

GT: Ajá. Creo que es con su compañero que a veces va a la casa…

GK: Debe ser Sven…

VG: Pero, ¿por qué estarán peleando?

GK: No lo sé, será mejor que vaya a ver. Vamos, Goten –y empezó a caminar un poco confundido por lo que su hijo estaba haciendo.

VG: Te acompaño. Camina, Trunks.

SV: Cof, cof. Vaya, al parecer sí sabes pelear… pero no creo que lo hagas tan bien como traicionar a tus amigos…

GH: Ya cálmate, Sven. Vamos a aclarar las cosas, no creo que valga la pena golpearnos así, recuerda en dónde estamos. Por mi parte, no quiero echar a perder la fiesta de Videl.

SV: Pues eso debiste de haber pensado antes de robarme lo que me pertenecía –y así empezaron a intercambiar golpes, que por supuesto Gohan evadía y detenía con mucha facilidad.

IR: ¡¡Videl!! ¿Por qué están peleando así?

VD: No lo sé, yo estaba con Gohan y de pronto llegó Sven y empezaron a discutir y ahora hasta golpearse –atinó a decir sollozando.

IR: Tranquilízate, lo único que hay que hacer es buscar una manera de detenerlos antes que tu papá se entere.

GK: Vegeta, ¿ya viste eso?

VG: Lo veo y no lo creo…

GT: ¿Ves? Te dije que estaban peleando.

TK: Mira, tío, ahí está Videl.

GK: Está muy nerviosa. Voy con ella y luego a separar a esos dos. –Caminó hacia ella, quien se encontraba bastante alterada–. Videl, tranquilízate, por favor. No va a ocurrir nada –la abraza.

VD: Lo sé. Por favor, deténgalos. El único que sale perjudicado es Sven y no quiero que le pase nada…

GK: No te preocupes, a Gohan no le gusta pelear con nadie y mucho menos si te perjudica. Es más, ahora mismo los separaré… –y se acerca a donde están Gohan y Sven, pero en ese momento Gohan se tira al suelo con Sven para calmar las cosas y le impide levantarse. Gokú llega y lo aleja de Sven–. Ya déjalo, hijo, creo que ya fue suficiente, Sven ya descargó se enojo, ya no hay necesidad que sigan peleando.

SV: ¡¡No!! Agh… agh… aún… no termino, Gohan… Vas a pagar por lo que hiciste…

VG: Pues déjame decirte que yo no pienso eso –y Vegeta alzó su mano y le dio un golpe en el cuello que lo dejó inconsciente (me encanta su forma tan pacífica de resolver las cosas)

GK: Vegeta… no era necesario que hicieras eso.

VG: ¿Y qué querías?… ¿que siguiera dando un espectáculo?

GK: No, pero no era la manera… En fin… Gohan, ¿ya estás más tranquilo? ¿Qué pasó?

GH: Lo que me imaginé que pasaría cuando Sven se enterará de mi relación con Videl.

MS: ¿Pero qué es lo que está pasando aquí? ¡¡Videl, te exijo una explicación!! –gritó totalmente exaltado mientras empleados, por ordenes de Satán, se disponían a alejar a los curiosos–. ¿Que acaso no me oíste?

GK: No te alteres tanto, Mr. Satán, no ha pasado nada grave, es sólo una discusión entre los chicos, es todo…

MS: ¿Y qué fue lo que le pasó a Sven?

VG: Lo dejé inconsciente, para que no causara más problemas. (N.del A: simplemente me encanta este sujeto)

Y en lo que ellos discutían, Gohan fue a lado de Videl, quien se encontraba muy alterada con Iresa.

GH: Perdóname, por favor, no quería que esto ocurriera. –La abraza.

IR: Bueno, creo que voy a ayudar a Sven, porque con el golpe que le dio el tío de Gohan, no creo que reaccione enseguida –y corrió, pero más que por ir a ayudar a Sven, lo hizo porque sabía que Gohan podría controlar mejor a su amiga.

VD: No tengo nada que perdonarte, es sólo que me asusté un poco y no sé por qué si sé que a ti no te puede pasar nada, ni tampoco te atreverías a hacerle daño a Sven…

GH: Shhh, yo lo sé, chiquita, pero entiéndeme, no podía dejar que te hablara así.

VD: Oye, ¿y por qué Sven te dijo todo eso? ¿Qué problema hay entre ustedes dos? –y justo antes que él hablara, Mr. Satán interrumpió.

MS: Videlll, ¿qué estás haciendo con él?

VD: Papá, por favor, ya hablé contigo de esto. Gohan es mi novio y no pienso renunciar a él –dijo comenzando a llorar y aferrándose más al abrazo de Gohan.

MS: Y yo ya te dije que no voy a permitir esa relación, así es que te metes a la casa a atender a los demás invitados. –Avanzó para tomarle la mano a su hija, pero Gohan lo impidió interponiéndose entre los dos.

GH: Señor, por favor, quisiera hablar con usted. Creo que tenemos que hacerlo.

VD: Papá, por favor, escúchanos, danos una oportunidad…

GH: Videl, déjame hablar con él a solas.

VD: Pero… –no pudo continuar porque Gohan puso un dedo en sus labios.

GH: Déjame hacerlo, estoy seguro que lo puedo convencer.

VD: Está bien. Suerte. –Le da un beso en los labios y lo abraza, enseguida va con su padre y lo besa en la mejilla–. Gracias por escucharlo, papá –se va.

GK: Bueno, creo que nosotros también nos vamos. Andando, Goten –tomó de la mano a su hijo menor y se fueron.

VG: Vamos con tu mamá, Trunks.

TK: Sí, papá –y de un salto se sube a la espalda de su padre, quien no puso resistencia.

MS: Muy bien, antes que me digas lo que me tengas que decir, vamos a sentarnos. –Se sientan en una de las bancas del jardín–. Hace un rato, mi hija me contó que tú le habías pedido que fueran novios y ella aceptó, y como ya has de saber, yo me negué a eso.

GH: Sí me lo contó, por eso quería pedirle que me dejara demostrarle que en verdad la quiero y que la puedo hacer muy feliz. Además, yo… –fue interrumpido por Satán.

MS: Mira, hijo, estoy seguro que la harías muy feliz, pero también quisiera que me entendieras a mí. Ella es mi única hija y la tengo que cuidar de cualquiera que quisiera hacerle algún daño.

GH: Estoy de acuerdo con usted. Yo… –y nuevamente fue interrumpido.

MS: Gohan, voy a ser sincero contigo, así es que escucha muy bien lo que te voy a decir. –El muchacho asintió con la cabeza–. Como tú sabrás, hace muchos años murió la madre de Videl cuando ella era sólo una niña, y desde entonces yo me he dedicado a cuidar de mi pequeña, a velar por ella, no tanto porque sea mi hija, sino porque al ver a Videl, me acuerdo de mi mujer. Tú sabes que son idénticas, tienen los mismos ojos. –Un momento de silencio, en el que hubo un suspiro y una lágrima derramada por parte de Mr. Satán. Después de un momento, él prosiguió–: ¿Sabes cómo murió la madre de Videl?

GH: No, no he querido preguntarle a Videl. Sé que ése es un momento muy triste para ella, y no quisiera que pasara ese dolor. Es muy duro, yo ya sé lo que se siente perder a un padre.

MS: Pues si tú crees que es eso lo único que tienen en común, estás equivocado. –Gohan lo miró con ojos de no entender a lo que se refería–. Si mal no recuerdo, Gokú murió por culpa de Cell. Mi esposa también. –El chico quedó muy sorprendido por lo que escuchó, nunca pensó que la causa de la muerte de la madre de Videl pudiera haber sido la misma de la de su padre… «Cell»

GH: Pero… ¿cómo fue? –preguntó un poco temeroso por lo que le pudiera contestar su «suegro».

MS: Ella estaba aquí en la casa, con Videl, cuando de pronto recibió una llamada de su trabajo, así que salió con la niña, subió a su aerocoche y se fueron. Justo antes que llegara a su destino, un rayo de Cell le obstruyó el paso al chofer que conducía, por lo que ellos bajaron del vehículo y se fueron a refugiar a un edificio que poco después se derrumbó a causa de otro disparo de ese maldito. Momentos antes, mi esposa le pidió al chofer que ayudara a salir a Videl; él le hizo caso y alcanzaron a salir antes del derrumbe, pero ella… –paró un poco su relato y comenzó a sollozar–… le fue… imposible… salir.

GH: Lo…siento mucho, señor –le dijo muy dolido, pues nunca se imaginó que Mr. Satán guardara tanto dolor en su corazón. Después de un momento, Mr. Satán se calmó y continuó:

MS: Tú eres muy fuerte, eres un saiyajin al igual que tu padre y tío y sé que tu deber es proteger este planeta de cualquier villano que quiera destruirla, y que cuando Gokú y Vegeta ya no estén, es responsabilidad tuya, de Goten y Trunks seguir protegiéndola, es por eso que tengo miedo que Videl esté a tu lado, tengo miedo que la historia se repita, que un villano la aparte de mi lado. Ella es lo único que tengo en la vida.

GH: Lo entiendo, pero déjeme decirle que nunca dejaría que le ocurriera algo a ella, y por eso mismo quisiera protegerla, porque la quiero como a nadie y también quiero hacerla muy feliz.

MS: Gracias, Gohan. Gracias por quererla tanto y discúlpame si llegué a pensar mal de ti, pero es que es mi hija y sólo quiero lo mejor para ella, y ahora me doy cuenta que eres justo lo que hubiera querido para ella.

GH: No, gracias a usted por aceptarme, y para que se convenza de que amo a su hija, quisiera pedirle… también… su autorización para… casarme con ella… Claro, si ella acepta, jajaja –terminó de decir muy nervioso.

MS: Pues creo que por mí ya no hay problema. ¿No se lo has propuesto aún?

GH: No. Pensé en decírselo hoy, después de hablar con usted.

MS: Bien, no hay nada más que hablar. Cuentas con mi permiso y mis mejores deseos para ambos. Sólo un último favor… cuídala mucho y hazla muy feliz. Se lo merece.

GH: No necesita decírmelo. Lo haré…

Por fin todo parece estar a favor de Gohan y Videl, pero ¿y Sven?, ¿también estará a favor? Esto y más lo sabremos en nuestro siguiente capítulo…

Cuando el alma sufre – Capítulo 9

Capítulo 9: «Yo te amo»

Fanfic: Cuando el alma sufre


Bulma conducía su aerocoche a toda velocidad. Haberlo visto nuevamente la había alterado, aún seguía temblando. Su cabello medianamente recogido se revolvía con la tibia brisa que acariciaba su rostro. Los lentes para el sol la protegían del poco sol que quedaba. Era un hermoso y agradable atardecer, pero en ese momento no le importó.

No sabía cómo, pero había llegado a aquel lugar. Aún estaba deshabitado. Habían pasado tantos años desde que estuvieron allí y todo parecía intacto.

Detuvo el aerocoche y acomodó un poco su desordenado cabello. No se decidía a bajar aún. El sol todavía le regalaba sus cálidos rayos. Reunió el valor necesario, algo que nunca le había faltado, y salió del aerocoche. Se acercó con pasos lentos hacia la saliente de la montaña en la que se encontraba, observó el horizonte y el mar. Tranquilo, igual que aquel día.

Respiró profundo, cerrando sus ojos y dejando que el aroma del mar llenara sus pulmones.

En su memoria todavía escuchaba su profunda voz, diciéndole esas palabras que creyó nunca saldrían de su boca.

Abrió los ojos y sonrió irónicamente.

Caminó un poco más y se detuvo justo al borde de la montaña que daba una vista panorámica de toda la isla. No se había cambiado el vestido de la fiesta, pero no le importó y se sentó en el suelo. Sacó de su bolso una cajetilla de cigarros. Sacó uno y dejó a un lado la cajetilla. Sacó el encendedor y, llevándose el cigarro a la boca, se dispuso a encenderlo, pero se detuvo al escuchar su voz.

VG: ¿Aún no lo dejas?

De momento quedó paralizada. No se esperaba encontrarlo allí. No terminó de encender el cigarrillo y lo quitó lentamente de su boca tratando de reaccionar. Escuchó sus pasos acercándose a ella. Sentía los latidos de su corazón acelerarse y sus mejillas se enrojecieron. No sabía si voltearse a mirarlo o no. Momentos más tarde comprobó que, aunque hubiera querido, no habría podido.

BL: ¿Qué estás haciendo aquí? –preguntó tranquilamente.

VG: Lo mismo que tú.

BL: No lo creo –contestó molesta.

Vegeta estaba de pie junto a ella observando el horizonte. Aún llevaba el traje de la fiesta. Se había desabrochado el botón del cuello de la camisa y la corbata caía suelta un poco más abajo. Llevaba la chaqueta abierta y tenía las manos en los bolsillos de los pantalones, desde los cuales escapaba la camisa. El viento agitaba su ropa y su cabello.

Lucía tan apuesto. Tan distinto al Vegeta que había conocido hacía tantos años. No llevaba armadura, ni guantes, ni botas. Ahora sólo se veía como un modelo de Calvin Klein.

Al parecer el saiyajin se había humanizado más de lo previsto.

VG: ¿Puedo? –dijo haciendo un gesto para sentarse junto a ella. Ella dudó un momento, pero luego asintió.

Permanecieron un buen rato sin hablar, uno junto al otro.

BL: ¿Qué fue lo que hicimos mal? –preguntó decidiéndose a hablar y casi en un susurro.

VG: ¿A qué te refieres? –dijo volteándose hacia ella, aunque sabía perfectamente a qué se refería.

BL: ¿Cuándo te empecé a estorbar? –dijo por fin mirándolo a través de las gafas oscuras. Le alegraba traerlas porque así él no podría ver sus ojos ni enterarse por medio de ellos de nada que ella no quisiera.

Él no supo qué contestar.

VG: Hace unos meses… estaba harto de todo. De nuestra casa, de nuestros hijos, de mi vida y… de ti. Me sentía completamente encerrado y sin derecho a reclamar. Te necesitaba… no sólo como mi mujer, sino como mi amiga. Pero no estuviste allí y te odié por eso. Lo que siguió lo conoces. Nos empezamos a distanciar cada vez más. Discutíamos por cualquier cosa y un maldito día la bomba estalló. Decidí irme, huir de la situación. Tenía miedo aunque no quería reconocerlo. El mismo miedo que experimenté cuando supe lo que realmente significabas para mí. En ese entonces toda mi vida anterior quedó guardada en el más profundo y lejano de mis recuerdos. Poco a poco comencé una nueva vida a tu lado, pero esa vida se empezó a derrumbar y… aparte de eso no tenía nada. No sabía qué hacer.

BL: ¿Dónde estuviste todo este tiempo?

VG: Cuando me fui, conocí a Meredith y… –Bulma, que estaba mirando el mar, se volteó repentinamente hacia él. Vegeta notó el estremecimiento que la recorrió–. Ella… me ayudó a entender muchas cosas. Entre otras, que si yo no estaba en paz conmigo mismo, no iba a poder estar bien contigo.

BL: ¿Ustedes…?

VG: No. Ni con el pensamiento.

Otro largo silencio se hizo presente.

BL: Yo tenía tanto miedo. Nunca quise que te fueras, pero las cosas cambiaron. Te empecé a notar extraño. Parecía que no querías estar conmigo. Mi idea del matrimonio feliz y el «hasta que la muerte los separe» quedó por el suelo. Tú y yo nunca nos casamos. No creí que fuera necesario porque quería que estuvieras conmigo porque querías, no por haber dicho «acepto». Pero el tiempo pasó, las cosas cambiaron y terminaste yéndote. Si me alejé de ti fue porque tenía miedo de que me dijeras que ya no me amabas y que te irías. Supongo que quise cerrar mis ojos para no verte partir. Pero ¡ya ves! por más que traté de escapar, igual tuve que vivirlo. Después que te fuiste, traté de rehacer mi vida. Ya no era la misma niñita que se pasaba días enteros llorando por haber peleado con el novio. Ahora era una mujer que debía aceptar los hechos y seguir viviendo. Pero aún así… no pude –dijo con los ojos cerrados. Luego lo miró.

Estaba allí, observándola y escuchando atentamente sus palabras.

En una acción repentina, Vegeta le quitó las gafas. Quería ver sus ojos.

Bulma se sorprendió. Ahora no había nada que ocultara sus sentimientos de él. Tomó aire con dificultad y continuó:

BL: Traté de odiarte. Cada minuto, cada día, pero no pude –dijo bajando la mirada.

VG: Yo… traté de olvidarte pero… no pasó un solo día en que no pronunciara tu nombre.

BL: ¿Por qué me dices todo esto?

VG: Debías saberlo. Era justo que lo supieras. Y también es justo que sepas que ya no te amo como antes. Te amo mucho más. Mi amor por ti se transformó, nunca desapareció. Lamento no haberme dado cuenta hasta ahora. Ya sabes que no podría odiarte –dijo volviendo a mirar hacia el mar.

Un escalofrío recorrió la espalda de Bulma. Volvió al pasado en décimas de segundos. Las mismas palabras, la misma mirada, la misma sensación producida en ella.

Pero al mismo tiempo que esos dulces recuerdos volvieron, también se hicieron presentes los otros: «Yo ya no siento por ti lo mismo de antes«. En ese instante no supo qué pensar.

BL: Dijiste que…

VG: Dije muchas cosas que nunca quise decir. He cometido muchos errores en mi vida y no quiero que eso continúe. Quiero hablarte con la verdad sin nada que nos separe. Sin orgullo y sin temor… ¿Aún estamos a tiempo? –preguntó con voz clara, pero casi susurrando.

Otro largo silencio se interpuso entre ellos. Bulma no sabía qué contestar. Temblaba de pies a cabeza y sentía que su corazón se le iba a escapar del pecho. Podría haberle dicho simplemente que no y volver a casa. Seguir con su vida y dar por superada una etapa, pero no podía hacerlo. En el fondo de su alma sabía que no era lo correcto. El hombre que la había hecho la mujer más feliz del mundo, con quien compartía dos hijos, con quien nunca se aburría, con quien compartía momentos de silencio, de peleas, de pasión, e incluso de risas, estaba a su lado de regreso en su vida y era mucho más que eso. Sencillamente era el hombre que la amaba y a quien ella amaba.

Razón más que suficiente.

BL: Nunca es demasiado tarde –respondió mientras las lágrimas, que tanto habían luchado por salir durante todos esos meses, recorrían su cara.

Bulma desahogó su corazón en los brazos del hombre que amaba y Vegeta esbozó una leve sonrisa. Se sentía inmensamente tranquilo y feliz. Todo había vuelto a la normalidad.

Metros atrás, Meredith, que había ido al mismo lugar para sentirse un poco mejor, los observaba atentamente.

MD: «Adiós Vegeta, espero que seas muy feliz…» –dijo bajando la mirada con una leve sonrisa en sus labios.

 

F I N


Nota: ¡¡Hola a todos!! Ahora les habla Xime. Espero que les haya gustado la historia que acaban de leer, aunque si han llegado a estas instancias creo que sí. Reciban mis agradecimientos pertinentes por acompañarnos esta vez a mi amiga Carolina y a mí. Pese a que nos tomó «N» tiempo llevar a cabo nuestra idea, fue muy grato trabajar con ella. Cualquier comentario agradable y/o felicitación se agradecerá, y bueno… quejas en la ventanilla de quejas. Ambos pueden hacerlos llegar a: ximenichi@entelchile.net. Un saludo y besos para todos, ¡Hasta pronto!

Cuando el alma sufre – Capítulo 8

Capítulo 8: «Regresando»

Fanfic: Cuando el alma sufre

La ceremonia religiosa fue muy bonita. Todo salió como estaba planificado.

Cuando Trunks y Jenny salían de la Iglesia, él buscaba entre los presentes que los felicitaban a su padre, pero no lo encontró. Buscó su ki, pero tampoco lo sintió.

Cuando iban camino a la CC, donde se realizaría la celebración, hubo unos momentos en que Trunks se sintió bastante mal. Creía que su padre estaría allí, pero no había servido de nada haber hablado con él. En eso pensaba cuando la mano de su ahora esposa apretó suavemente la suya.

JN: Cariño, debe tener una buena razón para no haber venido. A lo mejor se aparece en la CC, ya sabes como es.

TR: Ojalá –dijo sonriendo y luego le dio un largo beso.

Para cuando llegaron a la CC, ya todos se estaban divirtiendo. La música inundaba el ambiente, y cuando los novios entraron al jardín, fueron recibidos por todos los presentes con aplausos y felicitaciones.

Jenny decidió cambiarse el vestido de novia por uno más cómodo luego de una larga sesión de fotos.

Mientras ella se cambiaba, Bra se acercó a Trunks.

BR: No vino –dijo tristemente.

TR: No, Bra –contestó en el mismo tono–. Tenía la esperanza de que viniera por lo menos a la fiesta, pero…

VG: ¿Ya perdiste la esperanza? –ambos voltearon sorprendidos.

BR: ¡¡Papá!! –gritó abrazando a su padre efusivamente.

VG: Hola, Bra –respondió correspondiendo a su abrazo.

BR: Te he extrañado mucho.

VG: Yo también –le dijo al oído.

BR: Voy a traerte algo de comer, no te muevas de aquí –Vegeta y Trunks se miraron unos momentos. Una sonrisa apareció en la cara de Trunks.

TR: Gracias por venir… papá –dijo extendiéndole la mano, pero Vegeta no la estrechó. Se acercó a él y lo abrazó.

VG: No seas tonto, hijo.

Segunda vez en su vida que su padre lo abrazaba. Recordaba la primera vez. Era apenas un niño. Se sintió tan apenado. Pero ahora era diferente. Sólo le respondió el abrazo, que duró unos pocos instantes pero que lo hicieron sentir muy bien.

VG: ¿Y tu mujer?

TR: Me dijo que volvía en seguida. Voy a buscarla, espérame aquí.

Pero Trunks no fue a buscar a Jenny, sino a Bra.

TR: Bra, ¿lo tienes?

BR: Sí, aquí está. Es éste, ¿verdad? –dijo mostrándole un CD.

TR: Sí –dijo revisando la carátula.

BR: ¿Cuál es la canción?

TR: La cinco. No te vayas a equivocar.

BR: ¡Claro que no! Oye… ¿estará bien que hagamos esto? Porque… no sé. Tal vez empeoremos las cosas.

TR: Las cosas no pueden estar peor de lo que están. Éste es nuestro último recurso. Si no los hacemos reaccionar con esto, tendremos que olvidarnos de tener un papá y una mamá juntos.

BR: Sí, tienes razón.

En ese momento apareció Bulma detrás de ellos.

BL: ¿Qué tanto hablan ustedes dos? –preguntó acercándose a sus hijos.

TR: Nada, nada, je je je. Es que Bra me estaba contando de un muchacho que le gusta.

BR: Sí, je je je, así que ahora voy a ver si lo encuentro, je je je –rió con ambas manos en la espalda escondiendo el CD.

BL: ¿Qué están tramando ustedes dos?

TR: ¿Nosotros? Nada. Y ahora voy con Jenny, que me debe estar echando de menos –dijo escapando de la situación.

BL: «Algo se traen entre manos» –pensó. Y lo que se traían entre manos era un CD que Bra llevó al gran equipo musical que ambientaba toda la CC.

Colocó el CD, pero no recordó cuál era la canción. Miró al otro lado del jardín en busca de iluminación y allí vio a Trunks que la estaba mirando y le mostró su mano extendida dándole a entender que era la canción nº5.

Bra asintió y seleccionó esa canción.

PLAY

JN: ¡Hola, señor Vegeta! –saludó alegremente.

VG: Hola.

JN: Me alegra que haya venido –Vegeta le sonrió.

VG: ¿No deberías estar vestida de blanco?

JN: Sí, lo que sucede es que el vestido de novia no era muy cómodo. Por eso me lo cambié.

VG: Ah…

JN: ¿Sabe?

VG: ……

JN: Se ve muy bien de traje –sonrió. Vegeta abrió los ojos sorprendido al escuchar una melodía familiar.

VG: Esa… canción…

JN: ¿Mmm?

«En palabras simples y comunes yo te extraño,

en lenguaje terrenal mi vida eres tú.

En total simplicidad sería yo te amo

y en un trozo de poesía tú serás mi luz, mi bien,

el espacio donde me alimento de tu piel que es bondad.

La fuerza que me mueve dentro para recomenzar

y en tu cuerpo encontrar la paz»

 

Bulma estaba buscando a Jenny para ver más detenidamente cómo le quedaba la sortija en la mano. Siempre había querido sentir una alianza en su mano izquierda, pero se conformaba con verla en las demás personas.

Luego de preguntarle a algunos invitados dónde estaba ella, alcanzó a divisarla entre toda la gente. Estaba conversando con alguien, pero la cantidad de gente no le permitía ver con quién.

Avanzó hacia ellos, mientras la canción sonaba. Cuando alcanzó a darse cuenta de qué canción se trataba, se detuvo en seco y se volteó hacia donde estaba la radio para ver a quien había puesto la canción.

«Si la vida me permite, al lado tuyo

crecerán mis ilusiones, no lo dudo.

Si la vida la perdiera en un instante

que me llene de ti

para amar después de amarte, vida,

no tengas miedos ni dudas

que tú serás mi mujer.

Mira mi pecho, lo dejo abierto

para que vivas en él»

En eso, Vegeta se volteó hacia la radio y Bulma hacia Jenny. Ambos se sorprendieron y sus rostros palidecieron.

No podían dejar de mirarse por unos momentos que se les hicieron eternos. Trunks, Bra y Jenny presenciaban la escena atentamente, esperando alguna reconciliación, pero nada. La canción seguía sonando.

Vegeta quería decirle tantas cosas, pero las ideas se enredaban en su cabeza. «Sólo sé sincero» –recordaba. Y más encima la canción.

«Para tu tranquilidad me tienes en tus manos

para mi debilidad la única eres tú.

Al final tan sólo sé que siempre te he esperado

y que llegas a mi vida y tú me das la luz, el bien.

Ese mundo donde tus palabras hacen su voluntad

la magia de este sentimiento que es tan fuerte y total

y tus ojos que son mi paz»

Bulma, por su parte, quería darle un fuerte abrazo. Golpearlo y besarlo, llorar y reír, pero no podía reaccionar. Ambos retrocedieron unos pasos. Bulma salió corriendo y Vegeta, elevándose en el cielo, desapareció.

Trunks, Bra y Jenny se reunieron.

BR: No resultó.

JN: ¿Y ahora qué hacemos?

TR: No hay nada más que podamos hacer.

Cuando el alma sufre – Capítulo 7

Capítulo 7: «Decisión»

Fanfic: Cuando el alma sufre

Sin darse cuenta, ya había pasado el tiempo y para la boda de Trunks y Jenny quedaba sólo una semana. Bulma y Yamcha salieron mucho durante ese período de preparativos, y la salida que les quedaba era para elegir el vestido que Bulma llevaría ese día.

Salieron después de almorzar y como Bulma no encontró ninguno que le gustara en la Capital del Oeste, decidieron ir a la Capital del Este donde una amiga de Bulma tenía una tienda de vestidos de fiesta.

Por su parte, Vegeta todavía no estaba muy convencido de ir a la boda. Obviamente quería ver a sus hijos y además era una ocasión muy especial para uno de ellos. Su primer hijo ya se había convertido en un hombre adulto e iba a formar su propia familia. Era un momento muy especial para él y quería estar a su lado, pero por otra parte estaba Bulma. Si iba al matrimonio, por fuerza se encontraría con ella. La extrañaba tanto y sin embargo no quería verla. Todo se había terminado entre ellos y debía mantener la distancia. Había intentado de todo para sacársela de la cabeza, pero nada había dado resultado. Pero quería ver a sus hijos y en cierto modo también quería verla a ella… todo era tan complicado…

MD: ¿Te sientes bien? –preguntó sentándose en la alfombra junto al sillón donde él estaba.

VG: ¿Por qué preguntas? –dijo mirándola sorprendido.

MD: Porque desde que almorzamos has estado sentado aquí con ese sobre en la mano. ¿Pasa algo malo?

Vegeta la miró a los ojos un momento y le entregó el sobre. Meredith lo recibió y dudó un poco antes de abrirlo. Luego de leer lo que decía la invitación lo guardó nuevamente en el sobre y dejándolo sobre el sillón, preguntó:

MD: ¿Vas a ir?

VG: No lo sé.

MD: ¿Cómo que no lo sabes?

VG: Ya me oíste.

MD: Pero Vegeta, es tu hijo.

VG: Sí, y también estará ella –dijo mirándola molesto.

MD: Obvio. Es su madre, tiene que estar. Y lo mínimo que puedes hacer es ir a la boda de tu hijo.

VG: No quiero verla.

MD: ¡Oh, por favor! –dijo levantándose molesta. Vegeta la observó un momento y bajó la vista.

VG: No ha sido fácil… y lo sabes.

MD: Claro que lo sé. No ha sido fácil para ninguno de quienes estamos dentro de esta situación.

VG: No quiero volver atrás.

MD: Deja de pensar en ti y piensa en tu hijo. Él quiere que vayas. No lo decepciones.

Se miraron durante unos instantes. Un rato después ambos iban rumbo a un centro comercial para que Vegeta se comprara un traje.
Bulma no tardó demasiado en escoger su vestido, así que Yamcha le sugirió que fueran a tomarse un café. Estuvieron en la cafetería un buen rato, conversando de muchas cosas y recordando los viejos tiempos. Todas esas aventuras que fueron afianzando su amistad.

Cuando salieron de la cafetería, iban tomados de la mano: recorrieron varias vitrinas y se detuvieron frente a una tienda de música. Entre todos los CD que ofrecían, había una pantalla gigante donde pasaban videos musicales.

BL: Ése es el grupo favorito de Bra –dijo volteándose hacia Yamcha, quien depositó un suave beso sobre sus labios.

Bulma se sorprendió, pero no dijo nada. Volvió la vista nuevamente hacia la vitrina tratando de pensar que eso no había ocurrido.

Se produjeron unos momentos de tenso silencio entre los dos y de pronto el video de la tienda cambió por uno que a Bulma le produjo un vacío en el estómago. Su vista se fijó en la pantalla y la tristeza empezó a inundarla poco a poco.

BL: Mejor vámonos, Yamcha –dijo Bulma tomando de la mano a su acompañante. Pero lo peor vino cuando se volteó para seguir su camino y lo vio… Era Vegeta… y no estaba solo. Iba acompañado de una hermosa mujer. Al príncipe de los saiyajin tampoco le agradó mucho la compañía de Bulma.

Estaban frente a frente, mirándose a los ojos, como buscando en ellos una respuesta a las millones de preguntas que tenían en sus cabezas. Sus respectivos acompañantes no estaban muy cómodos con la situación en la que se encontraban.

YM: ¡Tú otra vez! –vociferó Yamcha en un tono nada prudente–. ¡Será mejor que te alejes de ella, no voy a seguir permitiendo que la hagas sufrir de esa manera! Vámonos, Bulma, antes de que no pueda contenerme y le rompa la cara. (como si pudiera… pobre idiota).

MD: ¿Bulma? ¿Ella es Bulma, Vegeta? –preguntó Meredith viendo a su compañero.

Ninguno de los dos contestó. Ambos seguían mirándose, sin emitir palabra, hasta que Vegeta rompió el silencio con un…

VG: Hola.

BL: Hola –respondió Bulma, sin dejar de observar sus ojos negros…

Finalmente, ambos bajaron la mirada. Querían desaparecer en ese momento, pero estaban allí, frente a frente y deseando abrazarse con todas sus fuerzas. Nuevamente el orgullo fue más fuerte y, sin decir más, ambos siguieron su camino.

Bulma y Yamcha salieron del centro comercial y Meredith observó atentamente a Vegeta, que sólo dijo:

VG: Ella es Bulma –dijo como si nada hubiera pasado y continuó caminando. Meredith lo siguió.

Ninguno de los cuatro volvió a mencionar la situación.


El día del matrimonio llegó.

En la CC todo era un verdadero caos. Pese a que todo estaba perfectamente decorado para la fiesta que se daría después de la ceremonia religiosa, Bulma corría de un lado a otro corrigiendo los últimos detalles de todo, mientras Trunks se paseaba más que nervioso en su habitación tratando de vestirse y Bra bostezaba luego de la siesta que había dormido.

BR: ¿Por qué tanto escándalo? –preguntó saliendo de su habitación.

BL: ¡Bra! Ayúdame a arreglar las flores de la entrada –le dijo jalándola de un brazo.

BR: ¡Mamá! Espera, ya has arreglado todo 40 veces y lo has revisado otras 40. Creo que todo está bien. –Bulma se detuvo–. Deberías ir a arreglarte, mamá. ¡Claro! Si quieres llegar a la hora.

BL: Sí, tienes razón –dijo caminando de vuelta y entrando en su habitación mientras Bra exhalaba un gran suspiro.

Cerca de dos horas más tarde, Bulma, Trunks y Bra salían de CC muy arreglados.

BR: Mamá, queda una hora –dijo quejándose mientras miraba su reloj.

BL: El novio tiene que llegar antes –contestó subiendo a un lindo aerocoche.

TR: Así es, Bra. De aquí a la Iglesia hay media hora en aerocoche.

BR: Hermanito… ¿estás nervioso? –le preguntó pícaramente.

TR: ¿Por qué lo dices?

BR: Porque si quieres casarte hoy, deberías dejar de apretar así la cajita que contiene las alianzas.

TR: ¿Eh? –miró su mano derecha y aflojó rápidamente la cajita, guardándosela en el bolsillo.

BR: Toma. Para los nervios –dijo entregándole una goma de mascar de frutas. Trunks lo tomó y se lo echó a la boca. Algo le recordaba, pero en ese momento no lo supo.

Debido a una gran congestión vehicular, llegaron sólo 10 minutos antes de la hora.

TR: Es muy tarde, es muy tarde –repetía Trunks sin dejar de mascar.

BL: No te preocupes, Trunks, estamos en la hora.

Cuando llegaron, los invitados (que eran muchos) ya estaban llegando. Después de los saludos respectivos, Bulma y Bra entraron a la Iglesia mientras Trunks se quedó afuera, paseándose con las manos en los bolsillos y haciendo innumerables globos con la goma de mascar. En eso salió Bulma y encontró a Trunks con un enorme globo rosa saliendo de su boca.

BL: ¡Trunks!

TR: ¡Mamá! –dijo luego de absorber el globo.

BL: ¿Qué haces con una goma de mascar? Desaste de ella.

TR: Eeeeh… sí –dijo nerviosamente y, como no había ningún basurero cerca, se la tragó.

BL: Mira, ahí viene Jenny –le dijo señalando un aerocoche que se detuvo frente a la iglesia–. Vamos, entra. Debes esperarla junto al altar.

TR: Sí –dijo entrando a la Iglesia con una enorme sonrisa en los labios.
Vegeta hacía grandes esfuerzos por anudar su corbata. Bulma le había enseñado una vez, pero no lo recordaba.

VG: ¡Rayos!

MD: A ver. Deja que te ayude –dijo entrando al baño donde estaba Vegeta frente a un gran espejo.

Le anudó la corbata y le arregló la chaqueta. Cuando lo vio con el traje puesto, no pudo evitar ruborizarse un poco. Nunca lo había visto tan elegante.

Vegeta se volteó hacia el espejo y contempló el reflejo de ambos al igual que ella. Meredith bajó la mirada y salió del baño. Vegeta observó un momento más su propio reflejo y también salió. Meredith no sabía cómo pronunciar esas palabras. Después de lo que Vegeta le había contado sobre su esposa y de recordar cómo se la quedó mirando esa tarde que se encontraron en el centro comercial, no sabía si confesarle sus sentimientos, de seguro lo único que lograría sería confundirlo más de lo que estaba. Por eso optó por la única salida que le quedaba.

MD: Vegeta… –miraba por el ventanal mientras la suave brisa revolvía su cabello. Él se volteó al escucharla.

VG: Sí, ya imagino lo que vas a decirme y tienes razón, no debí haberte metido en todo esto, pero simplemente pasó, yo no quería…

MD: …quiero que sepas que no me arrepiento de haber estado contigo todo este tiempo.

VG: Hablas como si no nos fuéramos a ver de nuevo. Sabes que sólo voy a la boda de mi hijo. Regresaré pronto.

MD: No, no es así. Tienes que ir con ella, tienes que volver con Bulma… Yo sé que todavía la amas… Se te nota en los ojos cuando hablas de ella… Serás mucho más feliz a su lado que quedándote aquí… –dijo Meredith con suma tranquilidad, aunque le costó una enormidad pronunciar esas palabras–. Ambos guardaron silencio unos instantes.

VG: Meredith… ¿qué me estás diciendo? –preguntó el príncipe saiyajin totalmente confundido. No podía creer lo que estaba escuchando. Sabía perfectamente que Meredith sentía algo por él y… ¡lo estaba dejando ir, así nomás!

MD: Creo que será lo mejor…

VG: Pe-pero…

MD: Sin peros. Estoy segura de que las cosas se pueden arreglar, sólo es cuestión de que hablen como personas adultas, sin discutir.

VG: Sabía que no era una buena idea –dijo sentándose en el sillón que había sido su cama los últimos meses.

MD: Escucha… –Se acercó a él y lo tomó de las manos–. Nada de lo que hay aquí te hará feliz.

VG: ¿Y… tú? –Meredith negó con la cabeza.

MD: No importa cuánto pueda quererte. Aquí ya hay alguien más –señaló su pecho–. Y todavía te ama.

VG: Eso se acabó.

MD: Nunca se acabó. No puedes seguir escapando de lo que sientes. Si fuiste capaz de enfrentarte a Cell y a Majin Boo, no debes temerle a reencontrar tu felicidad –Vegeta se sorprendió.

VG: ¿Cómo lo…?

MD: ¡No esperabas que me iba a creer la historia de los escaladores!… ¿Verdad, saiyajin?

Vegeta se puso pálido… Pero, ¿cómo lo supo? ¿Cómo logró darse cuenta de su identidad? Al ver la cara de confusión de su acompañante, Meredith no pudo evitar reírse.

MD: ¡¡Ja, ja, ja!! Supongo que no te esperabas esto, ¿verdad?

VG: ¿Cómo te diste cuenta que era un saiyajin?

MD: En un periódico salió una foto de quienes participaron en el Cell Game y si no me equivoco, entre ellos estabas tú. –Vegeta no supo qué contestar–. Y recuerdo tu voz. Fuiste quien nos pidió energía para derrotar a Majin Boo y salvar la Tierra. –Vegeta bajó la mirada.

VG: ¿Qué sabes de los saiyajin?

MD: Que vuelan, que lanzan rayos de energía, que pueden volverse rubios…

VG: ¿Y cómo sabes todo eso? –interrumpió extrañado.

Meredith no dijo nada, y sonriendo fue hacia su habitación. Momentos después volvió con un sobre en la mano y se lo entregó a Vegeta. Él lo abrió y se encontró con una gran cantidad de fotos. Lo sorprendente era que él se encontraba en cada una de ellas. El saiyajin miró interrogante a la humana.

MD: Son de cuando ibas a entrenar al desierto. Tenía que saber por qué motivo cada vez que me iba a trabajar y te llamaba por teléfono nunca atendías… Salieron lindas, ¿no? –dijo sonriendo pícaramente.

Vegeta entrecerró los ojos y le dijo:

VG: ¿Con que espiando, eh? –Meredith rió con el comentario.

VG: ¿Por qué nunca me dijiste que lo sabías?

MD: Porque me agradaste desde el primer momento y pensé que si tenías problemas yo podría ayudarte. Por lo menos debiste decirme la verdad –dijo haciéndose la ofendida.

VG: ¿Y que querías que te dijera? ¿Que soy un príncipe extraterrestre con súper poderes?

MD: ¡Ah! Encima de todo eres el príncipe de tu raza… El príncipe azul por lo que veo –susurró mirando a Vegeta, quien se puso de todos los colores ante ese comentario–. De todos modos no tenías porqué inventarme la historia del escalador.

VG: Si mal no recuerdo, la historia la inventaste tú.

MD. ¡¡La inventé para ver si me ibas a decir la verdad!!… En fin, ya me di cuenta que no se puede discutir contigo.

VG: Claro que no, yo siempre gano en las discusiones –dijo sonriendo, pero al instante su sonrisa se apagó al darse cuenta de lo que había dicho… Es mentira, él nunca ganaba en las discusiones, había alguien que siempre lograba salirse con la suya… y ese alguien lo estaba esperando en el casamiento de su hijo…. Miró el reloj y se dio cuenta que era hora de irse. Se acercó lentamente a la terraza, pero ahí se quedó… inmóvil.

MD: ¿Qué pasa?

VG: No sé… qué decirle.

MD: Sólo sé sincero. No necesitas más –Vegeta se quedó callado–. Y arriba ese ánimo, que todo va a salir bien. Además, hoy se casa tu hijo, deberías estar feliz. Bueno, basta de conversación. Vete, que se hace tarde –dijo tomándolo de un brazo y empujándolo hacia la terraza.

Se quedaron allí mirándose sin decir absolutamente nada.

MD: Adiós… –musitó, con la voz quebrada. Vegeta se dio cuenta que no podía irse así como así, después de todo lo que había pasado. Ella no sólo había curado sus heridas, había curado su alma y lo había ayudado cuando más lo necesitaba. Decidió despedirse como ambos se lo merecían, después de todo… ¿quién se iba a enterar? Se acercó a ella, puso su mano en su mejilla y la besó de la forma mas dulce y tierna, y se quedaron así unos cuanto momentos. Luego se separaron y se sonrieron.

VG: Gracias por todo, te prometo que volveré a visitarte.

MD: No, prométeme que no volverás –le dijo Meredith, aún con lágrimas en los ojos que luchaban por no salir. Vegeta se sorprendió con lo que había escuchado, pero entendió que era lo mejor para ambos–. Cuídate –sonrió.

Vegeta se elevó lentamente en el aire y luego de hacer un gesto de despedida desapareció en el horizonte. Los ojos de Meredith se inundaron repentinamente.

Cuando el alma sufre – Capítulo 6

Capítulo 6: «Olvidarte»

Fanfic: Cuando el alma sufre


Olvidarte es querer jalarle el pelo a una botella.
Es creer que la memoria es un cassette para borrar.
Olvidarte es recordar que es imposible

La mañana siguiente todo transcurrió en forma normal, pese a que ambos se sentían un poco extraños en esa situación. Meredith trataba de no mirarlo a los ojos. Estaba muy avergonzada. Si tan sólo no se hubiera dado cuenta, nada habría pasado.

Estaban desayunando en el comedor y el televisor estaba encendido. De pronto, pasaron el comercial de los últimos estrenos en el cine y una película llamó la atención de Meredith. Era de suspenso y a ella le encantaban esas películas.

Por un momento se olvidó de lo que había pasado la noche anterior y por un acto reflejo le preguntó…

MD: Vegeta, ¿te gustaría ver esa película? –Vegeta miró hacia el televisor y luego a Meredith.

VG: No es mala idea.

Esa misma noche, ambos salieron al cine. La noche estaba fría, pese a que era primavera.

No había una gran fila para entrar, así que eso no fue un obstáculo.

Cuando la película empezó, todo quedó a obscuras. En la pantalla aparecían artefactos extraños, como máquinas gigantes que lanzaban rayos de energía. A Vegeta eso no le llamaba la atención en lo más mínimo. Después de todas las batallas por las que había pasado, eso era como ver a Barney.

VG: «¡Vamos! Los rayos de energía no son así en la realidad» –pensaba con una gota de sudor en la cabeza mientras veía a las máquinas atacar un ejército de humanos–. «Esas máquinas se parecen a las que inventa Bulma»

Pero esta vez el pensamiento no le agradó. La recordaba hasta en los más mínimos detalles.

Justo en ese momento, sintió la mano de Meredith sujetar la suya firmemente. Se volvió hacia ella un momento y aún en la oscuridad notó que estaba pálida viendo la película.

Miró hacia la gran pantalla del cine y en la escena estaban despanzurrando a una persona. Tuvo que admitir que el efecto visual era muy bueno. Con esa escena final, la película terminó.

Encendieron las luces y pronto casi toda la gente había salido.

Ambos se miraron y Vegeta le dijo estirándose en el cómodo asiento.

VG: Tú quisiste venir a ver esa película –con el mismo tono que usan los padres cuando regañan a sus hijos por estar asustados después de haber visto una película de terror.

Ambos comenzaron a reír.

Cuando volvieron al departamento de Meredith, ella se quitó los zapatos que la hacían ver del mismo tamaño que Vegeta.

MD: ¡Ay! Qué alivio. Estos zapatos me estaban matando– dijo dirigiéndose hacia la cocina y sacando dos latas de refresco del refrigerador.

Por su parte, Vegeta había salido a la terraza del departamento. Le encantaba el aire frío, los días helados.

Al no escuchar a Meredith durante un buen rato, preguntó:

VG: ¿Todavía estás ahí o el asesino te despanzurró?

MD: Todavía estoy aquí –rió y apareció detrás de él. Le ofreció el refresco.

VG: ¿Cómo puedes ver esas películas? Todo es tan falso –dijo luego de beber un poco y dejó la lata sobre una pequeña mesita que había en la terraza.

MD: Pero el despanzurramiento se vio real –Vegeta sólo la miró con cara de «sí, cómo no»–. ¡Oye, no me mires así! –dejó la lata en el mismo lugar que Vegeta y se acercó a él, quedando a escasos centímetros de su rostro.

Vegeta no hizo ningún movimiento. Sólo se quedó quieto, observándola.

Meredith pronto se dio cuenta de lo cerca que estaban, y recordando lo sucedido la noche anterior, se sonrojó ligeramente, pero al querer alejarse de él, las manos de Vegeta atraparon suavemente su rostro y sin darse cuenta ya se estaban besando. Ella deslizó suavemente sus manos alrededor de la cintura de él y así se quedaron por un buen rato.

Pero mientras Vegeta mantenía sus ojos cerrados y sus labios acariciaban suave y dulcemente los de Meredith, fue visitado por un lejano recuerdo que se remontaba al día en que besó por primera vez a la mujer que amó por tanto tiempo…


VG: «¿Por qué me mira de esa manera? Esos ojos azules… me hacen sentir tan bien. Se ve hermosa con esta luz tenue» –Su mente pensaba con la velocidad de un crucero. Le había sujetado la mano que lo estaba curando. Sólo fueron escasos segundos, pero para él los momentos más largos de su vida. Necesitaba sentirla cerca. Mucho más cerca de lo que se encontraban en ese momento–. «Demonios… lo único que me falta es traerle una caja de chocolates y un ramo de flores» –pensaba en momentos fugaces al darse cuenta de lo que estaba pasando, pero esa parte racional quedaba atrás casi con la misma rapidez con la que aparecía. Los latidos de su corazón se aceleraban cada vez más y en el momento exacto en que comenzó a sentirlos en su garganta, se le ocurrió la única manera de que eso pasara. Sin pensarlo mucho, la atrajo hacia él y le acarició el cabello suavemente en un último intento de la parte racional de acabar con esa cursilería. Pero era tan agradable tenerla así. Sólo para él.

VG: «Débil, débil, débil, débil» –escuchaba en su mente mientras se acercaba a ella–. «¡Débil nada! Sentirme débil por unos momentos no me va a cambiar la vida» –pensó sin saber lo equivocado que estaba–. «Ella me lo dijo. La decisión es mía y… la decisión está tomada».

Finalmente lo sintió. Esa extraña sensación en el estómago como si le estuvieran haciendo cosquillas y una sensación de bienestar general, algo como alivio. Separó sus labios de los de ella y la observó esperando algo terrible como que todos los saiyajin de su planeta regresaran del otro mundo y le gritaran a coro: «Débil, débil, débil», pero nada sucedió, así que volvió a besarla.


Cuando Vegeta abrió los ojos, vio a Bulma frente a él, roja como un tomate igual que aquel día. Se sintió feliz de tenerla a su lado. Sintió ese algo que hacía tanto tiempo no sentía. Pero mientras acariciaba su rostro, el cabello color cielo de la mujer que tenía frente a él, empezó a oscurecerse hasta tornarse castaño, y los ojos azul mar se tornaron verde manzana. Cuando pestañeó, Bulma había desaparecido.

MD: Está frío aquí afuera, ¿por qué no entramos? –Vegeta asintió.

Cuando estuvieron dentro, Vegeta se seguía sintiendo extraño. Muchas cosas daban vuelta en su cabeza. El recuerdo de Bulma lo había hecho sentir bien, pero a quien había besado era a Meredith. De pronto se sintió tan solo, tan miserable, que se le revolvió el estómago. Necesitaba desahogarse.

MD: No tengo mucho que ofrecerte para la cena –dijo abriendo el refrigerador.

VG: No te preocupes por eso –dijo acercándose a ella–. No tengo hambre–. Y no mentía.

MD: ¿Seguro que no quieres nada?

VG: Sí, no te preocupes –dijo sentándose en uno de los sillones de la sala.

MD: ¿Por qué estás triste? –le dijo la joven mirándolo seriamente y sentándose en el sillón que estaba frente a él. Vegeta levantó la mirada sin decir palabra alguna–. ¿Sabes? Yo también estoy pasando por un mal momento –dijo acomodándose en el sillón–. Mi trabajo me tiene harta. No me deja nada de tiempo para hacer las cosas que realmente me gustan. Además, mi novio y yo… bueno… ya sabes lo que pasó –dijo con tristeza en sus ojos mientras miraba el techo y luego miró a Vegeta.

En ese momento a él no le importó nada. Lo único que quería era desahogarse y la última alternativa que le quedaba probar era hablar con alguien. No le importó su orgullo, después de todo ella no sabía quién era él y no lo iba a criticar por contarle sus problemas. Y en todo caso, ella le había preguntado.

VG: Ella… se llama Bulma –dijo Vegeta empezando a contarle a su anfitriona lo que tanto deseaba sacar de su alma.

Cuando terminó de contarle todo, Meredith sólo guardó silencio. Sabía exactamente qué decirle, pero no era precisamente el momento. Era mejor esperar que las cosas se enfriaran un poco antes de pensar en hacer algo, así que lo único que hizo fue acercarse a él y abrazarlo.

MD: Todo va a salir bien –le dijo suavemente.

Vegeta estaba sorprendido. Por un momento sintió que ella en realidad comprendía lo que le pasaba y se sintió más aliviado. Correspondió a su abrazo y musitó un «Gracias» apenas perceptible.
A la mañana siguiente, Vegeta había salido muy temprano para entrenar en el desierto, como hacía todas las mañanas aprovechando que Meredith iba a trabajar. Se encontraba realizando su rutina de precalentamiento, comenzando con abdominales, cuando de pronto se detuvo.

VG: «Qué extraño, me pareció sentir una presencia…» –Miró para todos lados tratando de percatarse de quién podría haber sido el causante–. «Mmm… seguramente debe ser algún animal del desierto. Nada de qué preocuparse» –pensó, aunque no se dio cuenta de lo equivocado que estaba hasta que vio que frente suyo se encontraba una persona muy conocida.

VG: ¡¿Trunks?! ¿Qué estás haciendo aquí? –dijo extrañado e incorporándose.

TR: Creo que la pregunta va al revés, ¿no?

Vegeta le dio la espalda. No se había dado cuenta de cuánto extrañaba a sus hijos hasta que lo vio, y estaba tratando de luchar con el impulso de ir y abrazarlo, pero no iba a mostrarse débil frente a él.

VG: Creo que será mejor que te vayas, Trunks.

TR: No, no me iré hasta que me digas lo que está pasando –dijo frunciendo el ceño. Ya sabía de antemano lo que su padre iba a responderle eso, pero no iba a dejarse ganar–. Quiero saber por qué no has vuelto a casa, ¿es que ya no quieres a mamá?

VG: ¡Eso no es asunto tuyo, Trunks! –interrumpió furioso.

TR: ¡¡¿¿Que no es asunto mío??!! ¿Crees que soy de piedra, papá? ¿Crees que a mi hermana y a mí no nos duele ver a nuestros padres separados?

Vegeta suspiró. Se encontraba muy débil como para discutir con su hijo. Trató de calmarse, se dio vuelta y miró a su hijo a los ojos.

TR: Yo no vine a pelearme contigo, papá. Vine a traerte esto –le extendió a su padre un sobre blanco que traía en las manos–. Es una invitación para mi boda. Imagino que vas a asistir.

VG: Trunks… –dijo bajando la mirada.

TR: ¿Qué? ¿No vas a ir, acaso? –preguntó, observándolo fijamente. Al no encontrar respuesta a su pregunta, optó por marcharse.

Pero el príncipe de los saiyajin logró escuchar las últimas palabras que su hijo le dio.

TR: Papá… yo sé que todavía la quieres…

Vegeta levantó la vista, pero Trunks ya no estaba.

«Olvidarte, incluso es más difícil que aguantarte.
Si extraño tu neurosis y tus celos sin razón.

Cómo no extrañar tu cuerpo en mi colchón»

Kakaroto – Capítulo 6

Capítulo 6: «Las esperanzas olvidadas»

Fanfic: Kakaroto


Es de madrugada. Sólo había logrado dormir unas horas, y el resto de la noche la había pasado dando vueltas en su cama y en su mente sobre el mismo tema: su padre, no soportaba el saber que lo perdía una vez más, y de la manera más simple, sin luchar, y ¿qué hacía él? Ah, pues él lo ataca, y luego se queda descansando para luego atacarlo de nuevo al día siguiente… ¿Qué clase de hijo hacía eso?

Pensamientos como ése atormentan al joven lleno de preocupación. Después de tantos años de salir adelante solo, y ahora siendo un adulto, pensó que ya no era tan necesario él, pero así era, lo necesitaba, su madre y su pequeño hermano también.

Pero ¿qué puede hacer?

Su mente cansada logró encontrar entre sus recuerdos una posible ayuda.

*¡LAS ESFERAS DEL DRAGÓN!*

Se incorpora en su lecho entusiasmado, ¿cómo lo había olvidado? Ésa es la solución perfecta al problema, Shen Long podría ayudarlo. Sólo necesita reunir las esferas, pero eso es lo de menos, tienen menos de dos años de haberse dispersado, no debe ser difícil encontrarlas.

Al levantarse, nota que trae la misma ropa que el día anterior, ni siquiera se había molestado en cambiarse para dormir. No importa, el maltratado traje marrón o lo que queda de él no significa ningún estorbo. Se pone sus zapatos rápidamente y va hacia la puerta, presiona el interruptor y sale al pasillo cuidando de no hacer ruido. No enciende la luz.

En la recámara de Trunks, éste se encuentra durmiendo profundamente, y Goten, después de los esfuerzos de su amigo, también logra dormir, pero se despierta con sobresalto. Al principio no reconoce el lugar, luego observa a su amigo roncando en la cama de al lado, recuerda dónde se encuentra, pero también vuelve a su mente la razón de porqué esta ahí.

«Goten… ¿qué haces despierto?» –llama una somnolienta voz.

«Pensé que estabas dormido, Trunks» –le dice un poco sorprendido.

«Yo también…» –contesta frotándose los ojos con sueño–. «¿No escuchaste un ruido, Goten?».

Menea la cabeza, estaba tan distraído en sus pensamientos que no puso atención a lo que sucedía a su alrededor.

«Creo que vino de la cocina, vamos a ver, tal vez sea un ladrón».

«Vamos».

Salen de la habitación hacia el oscuro pasillo, llegan a la cocina y ven una luz.

«Alguien está ahí».

«¿Qué hacemos?».

«Mmm…» –se cruza de brazos, pensando.


«Si voy a ir a buscar las esferas del dragón…» –reflexionó seriamente Gohan en voz alta–. «¡Tengo que comer algo primero!».

Los genes tienen efecto… ya estaba en el refrigerador eligiendo qué degustar cuando escucha unos pasos a su lado. Está muy oscuro en la cocina, y casi no distingue nada.

«No te permitiremos que invadas mi hogar» –dijo Trunks convirtiéndose en SSJ para iluminarse.

«Ni que robes la comida de mi amigo» –continuó Goten igualmente.

«Debes pagar por tu robo».

«Y… y… ¿y…? ¿Qué más tengo que decir, Trunks?».

Su amigo, en posición de súper héroe, con el viento moviendo el cabello, se cae.

«Mejor no digas nada y acabemos con él».

«¡Sí!».

«Oigan… ¿qué hacen?» –interrogó Gohan con una gota.

«¿Hermano?» –preguntó Goten, reconociendo la voz.

Para salir de dudas, Trunks enciende la luz y los niños ven a Gohan de pie frente al refrigerador, cargado de comida.

«¿Me quieren decir qué hacen?» –preguntó el joven con cara de regaño, pero, sin hacerle demasiado caso, los dos niños tenían expresión de berrinche–. «¿Qué? ¿ahora qué les pasa?»

«¡No es justo! Tan bien que nos había quedado la presentación» –se quejó el niño Brief.

«Sí, y con tan poco tiempo de práctica, lástima que no fuera un ladrón de verdad» –comentó el niño de cabello alborotado.

Gohan casi se cae. Esos niños nunca cambiarán.

«¡No deberían hacer esas ridiculeces! ¡Dan vergüenza ajena con esas tontas presentaciones!» –regaño el primogénito Son con una gota.

«El comal le dijo a la olla» –murmuró Trunks.

«Bueno, ¿y qué hacen despiertos?».

«Lo mismo te pregunto, hermano».

«Sí, ¿qué pensabas hacer, Gohan?».

*Si saben que voy tras las esferas, querrán ir conmigo… mejor me hago el tonto*. «¿Yo? Este… nomás aquí, tomando un bocadillo de media noche».

«Te acompañamos» –dijo su hermano.

«Está bien…»


«Estuvo delicioso» –comentó Goten. El trío de semi-Sayajins caminaba por el pasillo, y se detiene frente a la puerta de la habitación de Trunks.

«¡Ah!… ¡Qué sueño tengo!» –mintió Gohan–. «Buenas noches».

«Buenas noches, hermano».

«Buenas noches, Gohan».

En cuanto se despidió de los dos niños, se dirigió rápidamente al laboratorio de Bulma. A fuerza de visitarla tantos años, ya conoce el camino con los ojos cerrados, o más bien dicho, en la oscuridad. Llegó al laboratorio, y comenzó a buscar entre todos los estantes y cajones.

«¿Dónde podrá guardar Bulma el radar?».

«Mi mamá siempre la deja en el cajón del estante que está allá».

«Ah, gracias Trunks…» –va al mencionado estante y lo toma–. «¿Eh? ¡¿Qué hacen despiertos?!».

Con sus angelicales sonrisas y expresión de «no rompo un plato» estaban su hermano y Trunks.

«¿Vas a buscar las esferas, hermano?».

«También queremos ir».

«¡Ah, no!».


Horas después, en una playa, se encontraba un trío de personas buscando entre la arena.

«¡Mira, hermano, encontré la esfera!».

«¿Encontré? Si yo la vi primero» –replicó rápidamente el niño de cabello morado.

El joven suspiró y tomó la esfera.

«Y han estado así desde que salimos…» –se lamentó.

«¡Sí, ya encontramos la esfera de cuatro estrellas!» –gritó el niño de cabello alborotado.

«¿La de cuatro estrellas?» –se dijo sorprendido Gohan. Contó 1… 2… 3… 4… cuatro estrellas, su esfera, hacía tiempo que no la veía. Sonrío–. «Qué ironía…» dijo de nuevo para sí. La echó junto a las demás en la mochila.

«¿Cuántas nos faltan, hermano?» –preguntó curioso Goten, viendo la mochila.

«¡Qué tonto eres, Goten, no sabes ni contar!» –dijo Trunks–. «Son… son…» –comenzó haciendo cuentas con los dedos–. «¡Dile tu, Gohan!».

«Pues contando ésta, sólo nos faltan dos, las de tres y cinco estrellas» –dijo sin emoción el adolescente–. «Vamos, volvamos, deben estar preocupados por nosotros y los demás no tardarán en ir a la Corporación».

Los tres subieron al avión que Gohan sacó de una cápsula, subieron, Gohan dejó la mochila a un lado del asiento del conductor y continuó pensando mientras piloteaba.

–¡Papá! ¡Va a matar al Señor Piccoro! –reclamó el niño.

–Hay que esperar –dijo tranquilamente, sentado en el piso–. *Apresúrate, Vegeta…*

Cell estaba peleando contra Piccoro, o más bien, masacrándolo. El niño se pasea preocupado frente a la puerta de la habitación del tiempo, sintiendo cómo disminuía el Ki de la persona que más respetaba.

Siente con horror algo… el Ki desapareció. Mr.Popo comenzó a llorar. Él no pudo soportarlo, estaba punto de emprender el vuelo, pero su padre lo abrazó, deteniéndolo. Se agita en sus brazos, tratando de ir a ayudarlo.

–¡Señor Piccoro! ¡Señor Piccoro! ¡Señor Piccoro! –gritaba histérico el niño.

–No tiene caso, Gohan, no puedes hacer nada –le susurró su padre.

Esos recuerdos le dolían, pero éste fue interrumpido por otro que le causaba más dolor que ése.

«¿Qué esperas para atacarme? ¿O tienes miedo?».

*Me enseñaste a ser fuerte y evitaste que me hiciera daño a mí mismo… Tengo que devolverte el favor, papá…*

Aprieta con más fuerza el timón de la nave mientras vuela dirección oeste.


N. de la A.: Está bien, demándenme por poner notas de autor, pero he recibido varias amenazas de muerte y creo que a algunas personas les gustaría darse una idea de qué sucede en la mente de una maniática como una servidora. Quise hacer este capítulo un poco más calmado, porque el anterior me quedó un poco exagerado y desgraciado. Bueno, en los siguientes capítulos veran más acción. Bye.