Una Madre, un Anillo… y una Unión – Capítulo 1

Capítulo 1: «Un malentendido»

Fanfic: Una Madre, un Anillo… y una Unión


Ya ha pasado más de un año desde que los Guerreros Z derrotaron a Cell, y en la Tierra se respira un profundo ambiente de paz. De no ser por la ausencia de Goku que, como todos saben, se sacrificó para salvar a la Tierra, todo sería perfecto… pero su familia y amigos comprendieron que el no volver al mundo de los vivos fue su decisión y debía respetarse… pero a pesar de todo, Goku siempre estaría en la mente de todos sus amigos…

Nos trasladaremos a la Capsule Corp. en donde también todo está tranquilo… de no ser por Vegeta, que continuaba con su imparable entrenamiento en la cámara de gravedad, y a pesar del tiempo transcurrido todavía no perdonaba el hecho de que su rival se hubiera suicidado antes de que él pudiera matarlo con sus propias manos… pero fuera de eso, dado su espíritu guerrero, el príncipe saiya continuaba entrenando sin parar.

Por otro lado, en la sala principal de la Capsule Corp., Bulma se encontraba charlando animadamente con Chichi, que había venido de visita con Son Gohan, que ahora tenía 12 años… y con su nuevo hijo, Son Goten, de casi unos 6 meses de nacido…

  • BL : Realmente me sorprende verte tan recuperada, Chichi… parece que la nueva maternidad te ha sentado muy bien… –dijo mientras tomana un sorbo de té helado, dado el terrible calor del verano.
  • CH : Sí, así parece… ja, ja… –respondió contenta mientras mecía a su bebé en brazos.
  • BL : Y lo que más me sorprende es que este pequeñín es idéntico a Goku cuando era pequeño… en todos los rasgos, sin excepción… ¿Tú que dices, Gohan? –se dirigió al muchacho, que se sobresaltó del golpe.
  • GH : Eh… bueno, yo no era tan parecido… creo… jeje –contestó con una mano en su cabeza, vivo reflejo de su padre.
  • CH : Pero te digo que criar a dos saiyajins es matador… mi pequeño Goten tiene un apetito insaciable, igual que su padre… –mientras decía esto miraba a su bebé, que le sonrió alegremente.
  • TR : Bebé… gracioso… ja, ja… –dijo Trunks mientras señalaba a Goten desde su corral.
  • BL : Pero lo bueno es que tú tienes a Gohan para ayudarte… la mayoría de las veces, yo tengo que hacerme cargo de Trunks sola, y ahora que ya sabe caminar, es una bala imparable… ya ha roto muchas cosas… A veces me hubiera gustado que se quedara quieto en su cuna para siempre… –dijo desviando la mirada en señal de resignación.

Trunks, desde su corral, por jugar, le lanzó una pelota a Gohan, que de no ser porque el muchacho la detuvo con su cabeza, hubiera roto un costoso espejo. Gohan se sorprendió y dijo…

  • GH : ¡Ay!… no la tires tan fuerte, Trunks… eso me dolió… –dijo sobándose la cabeza.
  • BL : Parece que quiere jugar contigo, Gohan… ¿por qué no lo llevas con la pelota a la alfombra y juegan un poco?… pero ojo, sin romper nada… –dijo guiñando un ojo.
  • GH : Eh… bueno, está bien. –y terminando de decirlo sacó a Trunks de su cuna y se lo llevó a jugar.

Ambas mujeres se quedaron mirando a los niños, pero Chichi notó que Bulma tenía una expresión preocupada, y rompiendo el silencio, dijo…

  • CH : Bulma… y aparte de todo esto… ¿cómo van las cosas con Vegeta? –preguntó sacándola de sus pensamientos.
  • BL : ¿Qué?… ah, no te preocupes, todo va bien… ahora él pasa un poco más de tiempo con Trunks y dice que en un año más podrá empezar a entrenarlo como debe ser en un guerrero de su categoría… ¡pero a mí eso me parece una barbaridad!… ¡Ya no estamos en su planeta, ni necesitamos pelear!… Pero ese saiyajin es muy necio para hacerle entrar en razón… –suspiró algo ofuscada.
  • CH : Bueno… déjalo, es su manera de pensar… pero, ahora… ¿en qué piensa Vegeta después de todo este tiempo?… Es decir… ¿sigue con la idea de ser más fuerte que nadie, a pesar de que Goku ya murió?
  • BL : Definitivamente… –dijo en tono molesto– ese saiyajin no sabe hacer otra cosa aparte de luchar y comer… se la pasa todo el santo día metido en su cámara de gravedad, sin trabajar en lo absoluto, es igual a tu difunto esposo… ¡Menuda excusa que se manda para no hacer algo productivo! –dijo cruzando los brazos– Pero fuera de todo eso… ya no es tan arisco como antes… y eso es lo bueno… –terminó de decir ablandando la mirada y sonriendo levemente.
  • CH : Y tal vez las cosas sigan mejorando, quien sabe… –dijo colocando a Goten a un lado de ella en el sillón.

En eso, Trunks llegó corriendo como una tromba seguido de Gohan, ambos riendo, y el pequeño de cabellos morados se detuvo a ver a Goten. Ambos niños se miraron con curiosidad y Trunks, apuntándolo, dijo entrecortado…

  • TR : Bebé… tonto… –dijo sonriendo.
  • GT : ¿Aaah?… mmm… ¡aaahh!! –gimió Goten pescando con su mano un mechón del cabello de Trunks, que ya estaba bastante crecido, y tiró de él con fuerza.
  • TR : ¡¡¡Ayyy!!!… bebé…¡malo! –gritó Trunks tratando de soltarse del agarro del hijo de Goku.
  • BL : Parece que ya están empezando a llevarse bien… ¿no lo crees, Chichi?
  • CH : Sí, a golpes y patadas… todo se empieza… ¡jajaja!

Todos los que estaban en la sala comenzaron a reír, pero en eso se escuchó en ruido de la puerta del frente y en un instante apareció Vegeta, visiblemente cansado, sudado y con algunas magulladuras que se asomaban por los agujeros de su destrozado traje de entrenamiento.

Todos se le quedaron mirando por un momento; el saiya los miró con su acostumbrada expresión y ya se disponía a ir a la cocina, cuando Bulma le habló…

  • BL : Vegeta… por si no te has dado cuenta, Chichi y Gohan están aquí… –dijo en tono molesto.
  • CH : ¡Hola, Vegeta!… ¿cómo estás? –saludó Chichi alegremente al igual que Gohan. Vegeta frunció el ceño a su esposa y, para el asombro de todos, contestó:
  • VG : Hola… –dijo escuetamente.
  • TR : ¡¡Papá!!… –dijo Trunks con entusiasmo, mientras caminaba hacia él, pero se detuvo a unos cuantos pasos, como si algo le dijera que no debía acercarse más… algo prudente, conociendo el carácter de su padre.

Vegeta miró el rostro confundido de su hijo y nuevamente, para estupefacción de todos, estiró el brazo y tocó la cabeza de Trunks, sonriendo muy levemente y acto seguido se retiró a la cocina. Trunks sonrió y regresó hacia donde se encontraba su mamá…

  • CH : N-no… no puedo creerlo, Bulma… ¿desde cuándo es así con su hijo? –dijo saliendo de la sorpresa.
  • BL : Que no te sorprenda… te dije que había cambiado… –dijo sonriendo mientras cargaba a Trunks.
  • GT : ¡¡BUUUAAAA!!!! –Goten comenzó a llorar de golpe, asustando a todos.
  • CH : ¡Oh, no!… ya se mojó de nuevo… este bebé creo que tiene complejo de manantial… –y mientras se levantaba, dijo– Bulma, voy a cambiarlo un momento… no tardo…
  • BL : Sí, no hay problema… puedes usar el cuarto de baño de allá. Por mientras yo iré a la cocina un rato… Gohan, ¿podrías quedarte con Trunks un momento?
  • GH : Eeeh… de acuerdo… –dijo sonriendo.

Bulma entró a la cocina y encontró a Vegeta tomando ávidamente a grandes tragos una jarra de agua, pero con tanta rapidez que se le escapaba el líquido por los bordes de su boca. Vegeta le echó una mirada a su esposa que lo observaba desde la puerta y dejó de beber…

  • VG : ¡¿Qué?!… ¿Nunca has visto a nadie beber agua? –dijo con algo de fastidio.
  • BL : Sí, pero no de esa manera tan grotesca… ¡Mira! ¡Ya mojaste todo el piso! –dijo fingiendo estar molesta.
  • VG : ¡Bah!… eso no importa… como si fuera tan grave… –contestó desviando la mirada.
  • BL : ¿Sabes? –dijo ablandando la mirada– Fuiste muy cortés con Chichi y sus hijos… realmente me sorprendiste.
  • VG : Jum… conociéndote, si no lo hacía me ibas a armar un enorme escándalo después que se fueran… y ahora no estoy con humor para escuchar gritos… –contestó cruzándose de brazos.
  • BL : Y lo de Trunks… también fue algo muy lindo de tu parte…
  • VG : Mujer… ¿Acaso tengo que explicarte todos mis actos?… ¡Me haces sentir como un animal extraño, demonios!
  • BL : Ya está bien, no te enojes… –dijo acercándosele con una mirada dulce y abrazándose a su cuello, al mismo tiempo que Vegeta la tomaba de la cintura– Ya haré que me perdones después… pero lo que necesitas ahora es un baño y limpiar esas heridas… Como siempre, después de cada entrenamiento terminas como salido de una guerra… ¿tú no aprendes, verdad? –dijo refiriéndose a las magulladuras en el pecho del saiya.
  • VG : No –dijo sonriendo levemente, y plantándole un beso en los labios se separó de ella y le dijo…– Ahora bajo… y te aviso desde ahora que tengo hambre.
  • BL : Sí, de acuerdo… yo despediré a Chichi dentro de un rato más. –dijo dedicándole una sonrisa a su esposo.

Vegeta no dijo nada y salió de la cocina con rumbo a la planta alta. Antes de subir le echó una mirada a Gohan, que jugaba con Trunks. No le agradaba mucho que su hijo se entremezclara con los hijos de su estúpido rival… pero en fin, así que sacudió la cabeza en señal de fastidio y continuó con su camino.

Un rato después, Bulma subió a su habitación llevándole ropa limpia a su esposo y al entrar vio toda la ropa de entrenamiento que Vegeta llevaba puesta tirada por todas partes y el ruido del agua indicando que aún no había terminado de ducharse. Resopló en señal de disgusto y dijo:

  • BL : El día que este saiyajin aprenda a ser ordenado, será un día memorable para la Tierra… mira nada más… –murmuró mientras extendía el destrozado traje de entrenamiento– y eso que este traje estaba nuevo, no sé como piensa Vegeta que le durará la ropa si sigue destrozándola así cada vez que entrena…

Luego de meter toda la ropa en una canasta, fue a la planta baja y allí se encontró con Chichi que acababa de cambiar a su bebé y se había unido al juego de Trunks y Gohan. Pasó a un lado de ellos y dijo:

  • BL : Ahora vengo, voy a llevar toda esta ropa al cuarto de lavado.
  • CH : Uhm… ¿necesitas que te ayude? –contestó Chichi poniéndose de pie.
  • BL : No, gracias… yo puedo sola… no te preocupes… –contestó sonriendo.

Bulma, al llegar al cuarto de lavado, que no estaba muy lejos de la cocina, comenzó a meter la ropa de su esposo en una canasta más grande, previa sacudida, para lavarla después. Pero en eso escuchó un sonido peculiar, como si fuera un tintineo, justo cuando sacudía uno de los guantes de Vegeta. Bulma se extrañó y comenzó a escudriñar el suelo pensando que tal vez era una moneda, pero lo dudaba mucho porque su esposo no era de llevar consigo dinero. Pronto notó un resplandor en un rincón y abrió la boca de sorpresa al descubrir lo que era…

  • BL : ¡¡CHICHI!! –gritó desde el cuarto de lavado– ¡¡VEN RÁPIDO!!

La esposa de Goku acudió rauda al llamado de su amiga, dejando a los niños en la sala, y al llegar encontró a Bulma con el rostro muy pálido y sosteniendo algo en su mano…

  • CH : ¿¿Por qué gritaste, Bulma?? –dijo preocupada– ¿¿Te encuentras bien?? Bulma no le respondió de inmediato, pero después articuló unas palabras…
  • BL : Chichi… ¡¡¿¿dime qué es esto??!! –dijo nerviosa extendiendo el objeto que tenía en la mano.
  • CH : ¿Qué es?… uhm… ¡es un anillo!… pero, ¿por eso gritaste?… no le encuentro nada de malo…
  • BL : ¡¡CLARO QUE LO TIENE!! –gritó alterándose y cortándole la frase a Chichi– ¡¡PORQUE DA LA CASUALIDAD QUE ESTE ANILLO NO ES MÍO!!
  • CH : Bueno… que yo sepa, hay muchos hombres que usan anillos… no sé, tal vez a Vegeta también le guste usarlos…
  • BL : ¡¡NO!!… –gritó la mujer en un tono más fuerte– ¡¡¡PORQUE SI TE FIJAS BIEN, ÉSTE ES UN ANILLO DE MUJER!!! ¡¡Y A NINGÚN HOMBRE SE LE OCURRIRÍA USAR UN ANILLO ASÍ!!
  • CH : Bulma, será mejor que te calmes… A lo mejor este anillo sí es tuyo, sólo que lo perdiste y no lo recordabas… o tal vez Vegeta te lo quería regalar de sorpresa… –dijo sonriendo nerviosamente.
  • BL : Si fuera como dices… ¡¡no lo hubiera encontrado tirado entre la ropa sucia!!… además, yo soy muy cuidadosa con mis joyas como para dejarlas olvidadas en cualquier parte y las recuerdo a todas muy bien… ¡¡y estoy totalmente segura que este anillo no me pertenece!! –dijo cada vez más molesta.
  • CH : Bulma, no vayas a cometer una locura… –sonrió un poco nerviosa– todo tiene su explicación… ¿me escuchas?… ¡¡BULMA!! –gritó mientras corría tras su amiga que había salido repentinamente del cuarto de lavado.

Gohan observó asombrado con los niños el espectáculo de su madre tratando de detener a su amiga sujetándola de la cintura. Bulma estaba furiosa, quería subir a la planta alta y no dejaba de gritarle a Chichi de que la soltara… pero ninguna se había dado cuenta que Vegeta las observaba desde lo alto de las escaleras desde hacía unos momentos…

  • VG : ¡¡Eh!!… ¿qué está pasando aquí? –preguntó el príncipe de los saiyas arqueando una ceja en señal de confusión por lo que presenciaba.

Todos se quedaron callados al escuchar a Vegeta. Bulma le lanzó una mirada fulminante a su esposo, y Chichi, adivinando lo que iba a pasar, fue a donde estaban sus hijos y dijo con una sonrisa nerviosa:

  • CH : Eehh… creo que es tarde y los niños deben de estar cansados… ¿verdad, chicos?… así que me despido… mañana te llamo, Bulma… ¡¡nos vemos, Vegeta!! –se despidió casi arrastrando de salida a Gohan y con Goten bajo el brazo. Trunks se les quedó mirando confundido al igual que su padre, que mientras descendía las escaleras, refunfuñó:
  • VG : Jum… esta esposa de Kakarotto está cada día más extraña… parecía como si se hubiera asustado al verme… bueno, ¡qué demonios!

Bulma lo miró furiosa y, sin decirle nada, fue hacia la cocina. Vegeta se extrañó mucho por su comportamiento, pero pensó que tal vez eran leseras suyas y restándole importancia la siguió porque lo que le importaba ahora era satisfacer su apetito. Como no le decía nada, Vegeta se sentó en la mesa y esperó a que su esposa le sirviera su cena. Pasaron un par de minutos y Vegeta, ya bastante molesto e intrigado, dijo:

  • VG : ¡¿A qué esperas, mujer?!… ¡¡¿¿Qué no me vas a servir de comer??!! –preguntó irritado. Bulma se quedó callada unos instantes sin dejar de maldecirlo mentalmente y dijo en tono cortante…
  • BL : No te preocupes… ahora te daré lo que te mereces… –dijo mirándolo con desprecio.

Vegeta frunció el ceño sin comprender lo que pasaba y desvió la mirada hacia otra parte. Al voltear encontró un plato vacío frente a él… pero con el centro decorado con el extraño anillo que Bulma encontrara antes. Ella quería ver la reacción de su esposo, que no se hizo esperar… Vegeta abrió los ojos en par como si estuviera muy sorprendido y dijo en tono alterado…

  • VG : Pero… ¡¡¿¿QUÉ SIGNIFICA ESTO??!! –dijo mirándola.
  • BL : Eso es lo que yo debería preguntarte a ti, querido Vegeta… qué-significa-ese-¡¡¡ANILLO!!! –esto último lo dijo gritando.
  • VG : ¡¡¿¿DE DÓNDE DIABLOS LO SACASTE??!! –dijo recogiéndolo del plato y guardándolo dentro de su acostumbrado traje ceñido y sin mangas. Luego se puso de pie frente a ella.
  • BL : ¿¿Y todavía te atreves a reclamarme?? –dijo furiosa– ¡¡Eres un cínico!! ¡¡Y te atreves a engañarme con quien sabe quién!! ¡¡TE ODIO!! –gritó para luego irse corriendo a su habitación, dejando a Vegeta parado en el sitio.

Vegeta se le quedó mirando mientras Bulma subía escaleras arriba sin saber qué hacer y sin decir nada. Sólo bajó la cabeza apretando los dientes de rabia. Trunks, que estaba en su corralito, miró confundido a su papá, que sin darse cuenta de su escutrinio, dijo:

  • VG : ¡¡Maldición!!… justo esto era lo que no quería que pasara… ¡¡rayos!!… ¡¡¿por qué tuve que ser tan descuidado?!! –y terminando de decirlo resolvió ir tras su esposa para tratar de arreglar algo del malentendido que se había generado.

Al llegar a la habitación, la encontró cerrada con llave y después de respirar profundamente, dijo:

  • VG : ¡¡MUJER!!… ¡¡Abre la puerta en este instante!! –gritó molesto. Sabía que a Bulma le habían dado uno de sus ataques de celos y esto iba a ser muy difícil para él.
  • BL : ¡¡LÁRGATE!! –gritó entre sollozos– ¡¡ERES UN MALDITO!! ¡¡NO QUIERO VERTE!!
  • VG : Bulma… si abrieras la puerta y me dejaras hablar, sería más fácil… –dijo tratando de mantener la calma.
  • BL : ¡¡¿¿QUE NO ME OYES??!! ¡¡VETE CON ESE MUGROSO ANILLO Y CON LA PERRA QUE TE LO DIO!! ¡¡Y A MI DÉJAME EN PAZ!!! –gritó totalmente ofuscada.

Se escuchó un largo silencio después de que Bulma hablara y de pronto se escuchó un ruido seco y con gran estruendo la puerta de la habitación salió disparada contra la puerta corrediza del balcón, destrozando todas las lunas de vidrio, con un solo golpe de Vegeta. Bulma se cubrió en acto reflejo desde una esquina de la habitación totalmente aterrada de la reacción de su esposo, que lentamente entró y se le acercó con una mirada sombría en sus ojos… una mirada… como la que suele poner cuando va a matar a alguien. Bulma tragó saliva y comenzó a temblar… y eso aumentó cuando Vegeta comenzó a hablar…

  • VG : Nunca te atrevas a volver a decir eso, mujer estúpida… –dijo con voz lúgubre– ¿Lo oyes?… ¡¡NUNCA!!! –gritó al final, asustando a su esposa, que trató de articular palabra después de unos momentos…
  • BL : Y… ¿y todavía la d-defiendes?… me das asco… –dijo nerviosamente tratando de recobrar la compostura– ¿Desde cuándo la conoces?… ¡¡DIME!!
  • VG : ¡¡¡POR UN DEMONIO, YA CÁLLATE ANTES DE QUE PIERDA LA PACIENCIA!!! –gritó apretando los puños– ¡¡NO QUIERO ESCUCHARTE DECIR MÁS ESTUPIDECES!!
  • BL : ¿¿A esto llamas una estupidez??… ¡¡Debería matarte por esto que me estás haciendo!!… A mí no me engañas, Vegeta… ¡¡Ese anillo es de una mujer!! ¡¡¿¿De quién es, eh??!!… ¡¡RESPONDE AHORA MISMO!! –gritó armándose de valor.

Vegeta trató de contener toda la ira que tenía acumulada para no cometer algo de lo que podría arrepentirse el resto de su vida. Apretó los dientes de rabia y, mirándola de frente, dijo:

  • VG : ¡¡ESTÁ BIEN!! ¡¡¿¿LO QUIERES SABER??!!… ¡¡BIEN!! ¡¡TE LO VOY A DECIR PARA QUE TE CALLES DE UNA MALDITA VEZ!!… –respiró profundamente– ESE ANILLO… ¡¡¡ERA DE MI MADRE!!!

Bulma se quedó petrificada al escuchar esas palabras que continuaron haciendo eco en la habitación. Vegeta, con un rugido, salió disparado por la ventana rota de la puerta corrediza antes de ella que pudiera reaccionar… dejándola de una sola pieza y sin saber qué hacer…

  • BL : Vegeta… –musitó en silencio con los ojos llenos de lágrimas. Escuchó el llanto de su bebé, que se había asustado por todo el escándalo generado y, sin poder contenerse, también rompió a llorar, dejándose caer en el duro suelo de la habitación.

Mientras tanto, lejos de la Capsule Corp., Vegeta se había transformado en super saiyajin y continuaba volando a toda velocidad. Había una expresión de rabia y frustración en su rostro y al llegar a una zona desolada, se detuvo y, con un potente grito, soltó gran parte de su poder, desintegrando todo cuanto estaba a su alrededor, y así continuó desahogándose por un largo tiempo… hasta que, agotado, dejó el estado de super saiya y siguió volando hasta que llegó a una zona boscosa y aterrizó en una colina cercana, al pie de un árbol. Era un lugar muy tranquilo y agradable, y el saiya muchas veces acudía a ese lugar cuando realizaba sus viajes de entrenamientos… pero esta vez no venía a entrenar… lo único que quería era despejar su mente.

Vegeta estaba agotado y con la mirada perdida; había mucha confusión en su rostro, muchas cosas daban vueltas en su cabeza. Se sentó al pie del árbol y rebuscó entre su ropa en busca del anillo que le había causado tantos problemas esta noche… un anillo… con una larga historia…

El príncipe de los saiyas contempló el anillo a la luz de las estrellas y dejó que su mente volara al pasado…