Capítulo 7: «El mal trago de Vegeta»
Fanfic: Un deseo inesperado
Luego de que Urd causara un alboroto en un parque de la Capital, las diosas se encaminan finalmente a la Capsule Corp. para buscar a Bulma…
- «¡Pudiste haber sido un poco más delicado, mocoso!… ¡Por poco y me arrancas el brazo!» –decía Urd sobando su lastimado brazo, ya que Gohan había salido corriendo con ellas para escapar de Yamcha y Krilin. Ahora caminaban hacia la corporación para no despertar más sospechas de la gente…
- «Mi hermana tiene razón, Gohan… ¡Me están dando unas ganas de golpearte con mi mazo!» –decía Skuld en las mismas condiciones que su hermana.
- «Ya les dije que lo siento, amigas… pero si no lo hacía, mis amigos me iban a llenar de preguntas y eso sería muy problemático para ustedes ya que no es común tener diosas de otra dimensión en este mundo tan seguido…»
- «Por lo que he visto, tus amigos también son muy fuertes…» –dijo Belldandy– «¿Son guerreros como tú y Piccoro?»
- «Eh, sí… Supongo que Dende les ha contado sobre la pelea que tuvimos contra los androides y Cell. Allí peleamos mi papá, el señor Vegeta, Krilin y muchos otros guerreros»
- «Lo que he visto en la televisión es a un barbudo ridículo llamado Mr. Satán que se autoproclama el salvador de la Tierra, ¿él también peleó con ustedes?» –comentó Urd.
- «Bueno… ^_^U… en cierta forma… pero el que derrotó a Cell fue…» –calló recordando a su padre.
- «Fuiste tú?» –dijo la diosa del presente.
- «Sí… fui yo… Ya lo sabías, ¿cierto?» –dijo con un tono de tristeza en su voz.
- «Lo supuse… siempre callabas cuando querías tocar el tema de la pelea con esos androides. Pero… aunque no he visto todo tu poder en su magnitud, especulo que debes ser muy fuerte…»
- «Esa es mi herencia de guerrero… Como mi padre era un saiyajin, yo heredé esos fabulosos poderes…»
- «¿Saiyajin?… ¿Y quiénes son ellos?» –dijo Skuld con interés.
- «Son una raza de guerreros muy poderosos que existieron, que eran muy buenos y hábiles para pelear. Según las historias que pude escuchar, ellos trabajaron para Freezer, el conquistador de mundos y conquistaban planetas para vendérselos… Ésa era su vida…»
- «Qué interesante es eso que cuentas… también en nuestro universo existen seres poderosos, pero son tantos que tomaría mucho investigarlo…» –comentó Urd.
- «Mi hermana mayor los conoce a todos… Además, su posición es muy importante…»
- «Vamos, Skuld… no exageres. Pero hay una cosa que me tiene preocupada…»
- «¿Cuál?» –dijeron los tres.
- «La presencia del Espejo de los Sueños en este mundo… Si tan solo Piccoro o Mr.Popo nos dijeran algo más de cómo llegó aquí, nos ayudaría mucho para volver a nuestro mundo. Pero estoy segura que no es por nada que está en este sitio…» –Belldandy levantó la mirada y notó que sus hermanas y Gohan no le quitaban la vista de encima como hipnotizados–. «Bueno ^^U… no me miren así… Gohan, ¿por qué no nos sigues contando acerca de tus amigos y las batallas que tuvieron que sortear?»
- «Es cierto… ¿Hay más… cómo se dice… saiyajins en este planeta aparte de ti?» –preguntó Skuld.
- «Bueno, están el señor Vegeta y su hijo Trunks, pero él aún es muy pequeño… pero nosotros tuvimos la oportunidad de conocerlo cuando peleamos contra los androides ya que vino del futuro para ayudarnos a combatir…» –dijo con toda normalidad.
- «¿¿¿AAAAHHH???» –dijeron al unísono.
Una mujer esperaba impaciente sentada en un lujoso escritorio. Tenía el cabello largo y negro, con una larga coleta y vestida de una manera elegante, pero escasa. Por su aspecto y las marcas que tenía en la frente, aparentemente también era una diosa…
- «¿Por qué tardará tanto?… ¡Ya me estoy impacientando!» –decía tamborileando con sus dedos sobre su escritorio.
Ya cansada de esperar, se levantó y fue flotando hasta la entrada de su oficina, que en realidad era una oficina de ayuda de diosas… Sin embargo, no era la misma en la que trabajaban Belldandy y sus hermanas. Moviendo sus dedos hizo aparecer una copa de un bebida de color carmín, con una cereza adornándola… ya era la quinta que te tomaba en dos horas. La bebió de un golpe cuando de repente un ruido a sus espaldas llamó su atención…
- «Vaya, se ve que eres impaciente…» –dijo la voz.
- «No era para menos… llevo más de dos horas esperándote…» –dijo con calma y volteando a verla–. «¿Averiguaste algo?»
- «Sí y no… ¿no me invitas un trago?» –dijo la recién llegada dándose aires de importancia.
- «No te daré nada hasta que me lo digas… Además, puedes servirte tú misma, Mara…»
- «Sabes muy bien que yo no cuento con esas habilidades tan refinadas, Peorth… Si eres una diosa, muestra algo de cortesía por el servicio que te di, ¿no crees?»
Peorth, que era el nombre de la diosa, chasqueó sus dedos y otra copa de bebida carmín apareció y fue flotando hacia su visitante, una mujer de largos cabellos rubios y ondulados, traje negro de cuero entallado, amplia capa. Su mirada, a diferencia de las otras diosas, era fría y tenía unas marcas muy diferentes en su rostro que hacía que la dureza de su mirada se acentuara…
- «Y bien, Mara… ¿qué sabes de ellas?» –dijo mirándola de frente.
- «Nada»
- «¿Nada?… ¿No dijiste que habías averiguado algo?»
- «Sí… y ya te lo dije… nada» –dijo examinando sus largas uñas.
- «¡¿Tratas de burlarte de mí?!» –dijo frunciendo el ceño.
- «Sabes que ganas no me faltan, pero ahora no tengo humor. En la Central de las Diosas no saben nada de sus «consentidas»… Al parecer se han esfumado del plano existencial»
- «¿Hablas en serio?»
- «No están en la Tierra ni en ningún lugar del universo… El Yggdrasil es un caos ya que no hay nadie que controle a los bugs que se están multiplicando en forma alarmante. El Lord está muy furioso por lo que he escuchado…»
- «Ya veo… por un lado, ésas son buenas noticias ya que YO… la servicial y hermosa Peorth, podré ofrecer mi servicios al Lord para encargarme del Yggdrasil y ser la única oficina de Ayuda de las Diosas… mi sueño dorado… aahhh *_* » –dijo soñando despierta.
- «Y por otro lado… ¿qué piensas?» –dijo mirándola de reojo. Peorth se puso seria…
- «No lo sé… ¿Por qué desaparecieron tan repentinamente?… Su ausencia me preocupa…»
- «A mi me da igual lo que le pase a las otras… pero el que haya desaparecido Belldandy no es normal…»
- «Se ve que le tienes aprecio a Belldandy… jeje»
- «Bueno… no estoy totalmente de acuerdo con su manera de actuar con los humanos de la tierra y ser tan poco ambiciosa, pero no puedo olvidar su ayuda y me hace estar en deuda con ella… es todo… ¡¡Y NO ME VUELVAS A PREGUNTAR LO MISMO, PEORTH!!»
- «Bueno, bueno… no te enfades… ¿Y seguirás investigando?»
- «Tal vez… lo pensaré» –dijo y desapareció por uno de los espejos que los rodeaban. Peorth suspiró y volvió a entrar a su oficina.
Después de estar caminando largo rato, Gohan y sus amigas las diosas llegaron a las puertas de la Capsule Corp., el lugar más importante y famoso de la capital de Oeste. Antes que se decidieran a entrar, Gohan se dio vuelta y las miró…
- «Escuchen… por favor, amigas. Nadie debe saber quiénes son ustedes, sobre todo el señor Vegeta, ya que…»
- «Sí, sí… ya lo sabemos, Gohan. ¡¡ES LA QUINTA VEZ QUE NO LOS DICES, YA CÁLMATE!!!» –dijo Urd harta.
- «Ups, perdón…» –dijo cayendo sentado en el suelo.
- «No te preocupes Gohan… Ya sabemos qué hacer y qué decir. No pasará nada…» –dijo Bell con su tranquilidad de siempre.
- «Además, lo más importante es que veamos a Bulma, ¿no?… ¡¡Así que déjate de sandeces y vamos de una buena vez!!» –dijo Skuld jalándolo del cuello de la camisa hacia la entrada de la Corporación. Gohan respiró profundo a punto de tocar el timbre.
- «Recuerden, ustedes no digan nada, yo voy a…»
- «¡¡¡YA LO SABEMOS, GOHAN!!!» –gritaron las diosas (excepto Belldandy ^^).
Gohan sacudió la cabeza y llamó a la puerta. Durante unos momentos esperaron hasta que la puerta automática se abrió dejando ver a una mujer de cabellos rubios y alegre expresión. Los miró y dijo:
- «¡¡Oh, santo cielo!!… Miren a quien tenemos aquí… ¡¡el pequeño Gohan!!… ¿Cómo has estado, querido?» –dijo la señora Briefs, madre de Bulma, abrazándolo efusivamente ante la vergüenza del niño. Las diosas trataron de no reirse.
- «Mu-muy bien, señora Briefs…» –dijo entrecortado.
- «Me alegro, estás tan grande… Me parece que no te he visto en mucho tiempo… Uno de estos días me tienes que invitar al cine, ¿eh?» –lo soltó y miró a las diosas–. «Oh, cielos… no me había dado cuenta que venías acompañado… ¡que chicas tan lindas!»
- «Muy buenas tardes tenga usted, señora…» –saludó Belldandy haciendo una reverencia. Belldandy miró a sus hermanas que, sin decirle nada, hicieron lo mismo. La sra. Briefs estaba encantada…
- «Y no sólo son lindas, sino también muy educadas… ¡¡qué ternura de criaturas!!» –dijo acariciando el cabello de Skuld, lo cual no le agradaba en lo absoluto al ver la expresión de su rostro. Gohan se apresuró y dijo:
- «Disculpe, señora… ¿estará Bulma en casa?… Mis amigas y yo queríamos hablar con ella…»
- «¿Con Bulma?… ¡Oh, claro que sí!… Por favor, pasen y siéntanse como en su casa…» –Se apartó de la puerta para dejarles paso.
- «Muchas gracias, señora…» –dijo Gohan. Las diosas se sentaron, mirando a todos lados con curiosidad.
- «Por nada, Gohan… Ahora que lo veo, ya tienes edad para salir con chicas, me alegro mucho por ti… Me imagino que esta niña tan linda es tu novia, ¿cierto?»
- «¡¡¿¿Qué??!!» –parpadeó Skuld.
- «Oh, sí, señora… desde hace mucho tiempo… jeje» –dijo Urd en son de broma. Skuld la miró con mala cara.
- «No… nada que ver, señora. Skuld… es… <recordando>… essss… una compañera de escuela que me pidió que la acompañara a la Feria de Ciencias y trajo también a sus hermanas mayores…» –miró hacia Belldandy la cual le guiñó un ojo.
- «¿En serio?… Qué bien… qué gusto… De acuerdo, esperen un poco, traeré a Bulma… no me tardo» –sonrió y desapareció por la puerta.
- «Que señora tan agradable, ¿no les parece?» –dijo Bell.
- «No lo sé… tiene cara de despistada y cabeza hueca…»
- «¡¡La única cabeza hueca eres tú, Urd!!… ¡¡CÓMO SE TE OCURRE DECIR QUE GOHAN ES MI NOVIO!!» –dijo colérica.
- «¿Y por qué te alteras tanto?… Gritas como si quisieras que todo el mundo lo supiera… jaja»
- «¡¡Eres una…!!»
- «¡Hermanas, por favor… estamos en casa ajena, así que compórtense!» –A su voz, sus hermanas se callaron, pero seguían insultándose por los ojos. Gohan se frotaba las manos nervioso…
- «Escuchen, Bulma es una gran científica y muy inteligente también… ¿Ya sabes lo que vas a pedirle, Skuld?»
- «No lo sé… aunque en el evento de ciencias estuve viendo unos artefactos muy interesantes, necesitaría ver los equipos de tu amiga para extraer lo que necesitemos…»
- «Ahora que lo veo… si dices que esa mujer es lista, te va a preguntar la intención de tu visita… ¿Ya sabes qué decirle?» –dijo Urd.
- «Errrr… puedo decirle que es para… un proyecto de ciencias» –dijo sonriendo.
- «Y tú crees que se lo trague?… ¿Qué piensas, Bell?»
- «No lo sé, Urd… lo mejor es que dejemos que Skuld siga con su plan… Lo importante es que ya estamos aquí y lo más importante es mantener nuestra identidad en secreto, no lo olviden, hermanas…» –terminó de decir Belldandy.
Gohan no se sentía muy seguro con las ideas de sus amigas, no estaban pensando en las consecuencias de lo que podrían ocasionar si descubrieran que son diosas, sobre todo estando Vegeta en ese lugar… eso lo preocupaba. Esperaron un rato más, hasta que la Sra. Briefs regresó…
- «Gohan, querido… Bulma en estos momentos está en su laboratorio, puedes pasar a verla…» –dijo. Gohan volteó a ver a las diosas…
- «No te preocupes, Gohan… Te esperaremos aquí… ^^» –dijo Belldandy. Sus hermanas asintieron…
- «De acuerdo… volveré en seguida… No me tardo…» –Y salió de la sala. La madre de Bulma miró a las chicas…
- «Bueno, yo me quedaré con ustedes… ¿No gustan refresco y pastelillos, lindas?»
- «¡¿Tiene helado?!» –dijo Skuld entusiasmada.
- «Skuld…» –dijo Bell–. «Es usted muy amable, señora ^_^» –la señora sonrió y ya se iba cuando apareció un señor de bigote poblado y cabello morado muy agitado…
- «¡¡Querida, por favor!!… Necesito que me ayudes con Trunks. ¡¡Se despertó y no deja de llorar!!… ¡¡No puedo yo solo!!» –dijo en tono desesperado.
- «Oh, santo cielo… Iré en seguida a ayudarte, querido… Por favor, preciosas… volveré en un segundo…» –y fue tras su esposo.
- «Qué habrá pasado?… ese señor se veía preocupado…»
- «Seguro alguna tontería… Este lugar debe ser una casa de locos como todas las demás…» –dijo Urd sentándose más cómodamente en el sillón.
Los esposos Briefs caminaban apurados por el pasillo y Vegeta apareció por uno de los corredores contiguos. Al parecer salía de su entrenamiento ya que sólo vestía un par de pantaloncillos cortos, botas y una toalla colgaba de su cuello.
- «Demonios!!, estos robots de entrenamiento cada día resisten menos, voy a tener que hablar con Bulma para que los haga más fuertes, o no me servirán más. Creo que por hoy ya estuvo bien, ahora a darme un baño y comer algo…» –pensaba cuando en el corredor se cruzó con los señores Briefs y en cuanto la sra. Briefs lo vio se le iluminaron los ojos…
- «¡¡Vegeta, gracias al cielo que te encuentro!!» –gritó muy contenta.
- «Ay, qué mala suerte… Por qué tenía que encontrármela en estos momentos… De seguro se le ha ocurrido alguna ridiculez y quiere que sea parte de ella…» –pensó espantado.
- «Mira, muchacho… necesito que me hagas un favor… ven conmigo… Tú sigue adelante, querido… en un momento te alcanzaré…» –dijo tomando del brazo al saiya y llevándolo a rastras a la sala.
- «Pero…» –trató de hablar, pero la mujer no lo dejaba.
- «Oh, no te preocupes, muchacho… no es nada complicado. Sólo quiero que le hagas compañía a tres lindas chicas que han venido de visita a nuestra casa…»
- «¡¡¿¿Cómo dijo??!!… Pero yo no…» –dijo alterándose.
- «Te aseguro que son las criaturas más hermosas que he visto en mi vida… el pequeño Gohan tiene muy buen gusto para escoger a sus amigas…»
Ya no tuvo tiempo de quejarse porque justo había llegado a la sala en donde estaban las diosas y al verlo que sorprendieron un poco… aparte que la facha de Vegeta no era muy presentable que digamos…
- «Preciosas… éste es Vegeta, el esposo de mi hija… les hará compañía hasta que regrese… Muy bien, muchacho, son todas tuyas…» –dijo en broma y se fue dejando al pobre saiya en estado de shock. Por un momento, nadie dijo nada. Urd examinaba de arriba a abajo al hombre que tenía en frente y a juzgar por su sonrisa no estaba nada mal para su gusto, en cambio, Skuld lo miró con cierto recelo. Belldandy decidió romper el silencio…
- «Buenas tardes tenga usted, señor… Es un placer estar en su casa…» –dijo cortésmente. Vegeta la miró a los ojos y por un momento tuvo la impresión de que esa mirada era tranquilizadora. Retomando su postura de brazos cruzados, contestó:
- «Ah… sí…»
- «Permítame presentarme, mi nombre es Belldandy… y ellas son mis hermanas Urd y Skuld…» –las miró.
- «Hola…» –dijo Skuld secamente. Urd, en cambio, se acercó a Vegeta y dijo:
- «Soy Urd… es un «gran» placer conocerlo, señor Vegeta…» –dijo voz sensual y entrecerrando los ojos. Vegeta se mantuvo en su posición sin que eso lo intimidara mucho. Urd arqueó una ceja y regresó con sus hermanas…
- «Disculpe si nuestra presencia lo incomoda de alguna forma, señor Vegeta… Vinimos acompañando a nuestro amigo Gohan…»
- «¿¿Gohan??… ¿Vino con ustedes?…» –dijo extrañado de que Gohan tuviera amigas, y encima tan bonitas, porque no podía negar que eran bonitas.
- «En efecto… como es muy amigo de nuestra hermana menor, podría decirse más que amigos, vinimos a acompañarla…»
- «¡¡¡OYE, ESO NO ES CIERTO!!!… ¡¡¡YA ME TIENES HARTA CON ESO, URD!!!… ¡¡¡GOHAN NO ES MI NOVIO!!!» –Y sacando su mazo, la amenazó. Vegeta parpadeó…
- «Yo no dije que fuera tu novio… Por la boca muere el pez, Skuld…»
- «¡¡SKULD!! ¡¡¡COMPÓRTATE!!!» –dijo Belldandy y luego se inclinó hacia el saiya–. «Lo lamento mucho, perdone el comportamiento de mis hermanas, señor Vegeta…» –El saiya no dijo nada mientras las extrañas chicas seguían con su berrinche, pero algo en su interior le decía que ellas escondían algo.
Gohan acababa de llegar hasta el laboratorio, afortunadamente lo encontró rápido. Bulma estaba con su overol de trabajo trabajando en un tipo de máquina rara. El niño tosió para llamar su atención…
- «¡¡Gohan!!… ¡¡Qué sorpresa!!… No imaginaba verte tan pronto por aquí…» –dijo limpiándose la grasa de las manos.
- «¿Como estás, Bulma?… Me alegra verte. Venía a pedirte un favor…»
- «¿Un favor?… ¿Qué te pasa, Gohan? Te veo preocupado…» –dijo acercándose a él–. «¿Ha pasado algo malo?»
- «No, nada de eso… en realidad… Vine con una amiga que desea que la ayudes con… qué dijo que era… su proyecto de ciencias… ¡sí!» –dijo nervioso.
- «¿Proyecto de ciencias?… Qué raro, ¿y por qué justamente a mí?» –dijo intuyendo que Gohan le escondía algo.
- «Es que… como tú eres la mejor en ese campo, se lo comenté y bueno… dijo que quería conocerte… jeje» –dijo con una mano en su cabeza.
- «¿Así que una amiga?… Vaya, ya estás creciendo, Gohan… <guiño> me alegro por ti… Está bien, vamos a conocer a tu AMIGA…» –y, sonriendo, salieron. En el camino se encontraron con la señora Briefs que traía una bolsa de hielo.
- «Bulma, querida…»
- «Hola, mamá… ¿Cómo sigue Trunks?»
- «Igual que siempre, la fiebre le baja y le sube… pero no te precupes, querida… Tu padre y yo lo estamos cuidando…»
- «Está bien, gracias, mamá… Subiré a verlo en unos minutos…» –Gohan en eso recordó a sus amigas y dijo:
- «Sra. Briefs… mis amigas… ¿no estaba usted con ellas?»
- «Oh, sí… pero justo me encontré con el joven Vegeta y lo dejé con ellas… es tan caballeroso…»
- «¿¿Con Vegeta??… ¡¡AY, NO!!… disculpa, Bulma…» –y fue corriendo a buscarlas.
- «Gohan se comporta de manera extraña, ¿no crees, mamá?»
- «No lo creo, querida… tal vez sea por efecto de la pubertad… ^^»
En tanto, aunque algo menos incómodo, Vegeta escuchaba de pie la plática de Belldandy que les contaba (de una manera muy hábil) cómo conocían a Gohan y todo eso. Tenía unos enormes deseos de largarse, pero la voz de Belldandy era muy dulce y era más agradable que los continuos gritos de su esposa… y eso era muy extraño.
- «Así que… eso es todo… Espero no haberlo aburrido…» –dijo sonriendo.
- «Pero Belldandy… ¿cómo se aburriría con nosotras aquí?… Dígame señor, ¿usted es deportista?»
- «……» –Vegeta la miró, pero no dijo nada. Urd frunció el ceño…
- «Me imagino que sí, porque no creo que le guste andar así por toda su casa… aunque si me permite… no se ve nada mal…»
- «No creo que al señor le gusten tus comentarios, Urd… además que no te ha contestado ninguno… ¬_¬»
- «No te metas en lo que no te importa, niña… ¡¡No hablo contigo!!»
- «Pero creo que tus comentarios están fuera de lugar, hermana… ¡Es una falta de respeto!»
- «Grrrr… no me digas lo que tengo que hacer… ¡Eres sólo una niña!»
- «¡¡¡Ahora veo que Piccoro tiene razón al decir que eres una loca!!!»
- «¿¿Piccoro??» –pensó Vegeta.
- «¡¡Skuld!!» –dijo Belldandy.
- «¡¡Upss!!…» –se cubrió la boca, pero Vegeta había escuchado claramente lo último. Justo en ese momento, Gohan entró corriendo a la sala…
- «¡¡CHICAS!!… Dónde… ehh…» –miró a Vegeta, que seguía inmóvil– «Ho-hola, Vegeta… ¿Cómo estás?… jeje»
- «Hola, Gohan… El señor Vegeta nos estaba haciendo compañía… ^^»
- «¿¿De verdad??… pu-pues muchas gracias, Vegeta… yo me quedaré con ellas…» –lo miró nerviosamente. Vegeta miró a las diosas, miró a Gohan y dando media vuelta, se fue sin decir nada. En el camino se cruzó con su esposa…
- «Vegeta, qué…»
- «No me hagas preguntas… Voy a la cámara de gravedad, o si no me volveré loco…» –dijo con una vena latiéndole en la frente indicativo de que estaba a punto de perder la paciencia. Bulma se encogió de hombros preguntándose qué estaría pasando.
- «El señor Vegeta es una persona muy amable…» –dijo Belldandy. Gohan sentía que el alma le regresaba al cuerpo…
- «Y también muy apuesto… aunque un poco bajo de estatura para mi gusto… jum» –dijo Urd sonriendo.
- «Por Kami… es un milagro que no haya pasado nada… Muchas gracias, Dende…»
- «¿Gohan?» –lo llamó Bulma.
- «¡¡Ah!!… ¡¿Qué, qué pasa?!» –dijo saltando. Bulma parpadeó…
Luego de las respectivas presentaciones y demás cosas, las diosas explicaron rápidamente el motivo de su visita. Al poco rato, todos estaban en el laboratorio de Bulma y Skuld no cabía en sí de tanto gozo…
- «¡¡Ay, qué maravilla!!… Mira todos esos inventos, esas máquinas *_*… tengo que verlos de cerca…» –dijo corriendo hacia ellos.
- «No toques nada, Skuld…» –dijo Bell.
- «Vaya, es verdad lo que me dijiste, Gohan… a tu amiga le gusta mucho esto, eso me alegra…» –dijo Bulma.
- «Eh, sí… A Skuld le gustan mucho las máquinas…»
- «Está obsesionada con ellas a mi parecer… no piensa en otra cosa…»
- «Será un placer ayudarla con su proyecto de ciencias. En tanto, chicas… si desean pueden pasear por la corporación…»
- «Es usted muy amable. Gracias, señora…» –sonrió Belldandy.
Skuld comenzó a curiosear por el labotario. En cierta forma le recordaba mucho al que ella tenía en el cielo del Midgard. Estaba mirando cuando se topó con el anciano de pelo morado de hacía un rato que revisaba un complicado plano…
- «Hola, ¿cómo está, señor?» –saludó.
- «Ah… hola, pequeña, tú eres la amiga de Gohan… te vi hace un rato en la sala. Fui a ver a mi nieto, pero regresé hace un rato…»
- «Sí, mi nombre es Skuld ^^. Vinimos con Gohan a conocer su laboratorio para hacer mi proyecto de ciencias… ¿Qué es eso?» –señaló el plano.
- «Es un complicado mecanismo para esa máquina que estamos diseñando mi hija y yo… pero parece que no va a funcionar. Hicimos los cálculos, pero no se ajusta al sistema operativo… llevamos dos días enteros trabajando en él… ah, estoy a punto de darme por vencido…» –sonrió–. «Bueno, veré qué puedo traerte para ayudarte con tu proyecto, pequeña…» –Se fue y Skuld se acercó al plano y lo leyó…
- «Máquina voladora de doble propulsión… parece interesante, a ver…» –revisó el plano de arriba a abajo y sus manos comenzaron a temblar–… «¿¿Qué es esto??… ¡¡No puede ser!!… cómo se les ocurre asignarle estos valores?!… La máquina jamás se levantará del suelo así… Esto está mal… {berrinche}… ¡¡No, no puede ser!!… ¡¡No puedo soportar ver algo tan mal hecho!!»
Con la velocidad del rayo, Skuld comenzó a recalcular los valores en el plano de la máquina y al cabo de unos momentos la suma de sus valores resultó cero y sus ojos brillaron…
- «¡¡¡Perfecto!!!… ¡¡Hermosas ecuaciones!!… Modestia aparte, ¡excelente!» –dijo orgullosa y al darse vuelta Bulma y su padre miraban sorprendidos lo que había hecho Skuld–. «¿Qué?… ¿qué me miran?»
- «No… puedo… creer… que… ¡dame ese plano, por favor!» –Bulma le arrebató el plano a Skuld. Lo revisó varias veces y miró a su padre–. «¿¿Cómo no pudimos darnos cuenta de este error, papá??… Dos noches… ¡¡DOS NOCHES EN VELA!!… ¡¡Y por una simple desviación, esta chatarra no funcionaba!!… {miró a Skuld} ¡¡¿Cómo rayos lo hiciste?!!»
- «Yo… bueno… ¡¡jejeje!! ^_^U» –dijo sonrojada. Belldandy y Urd, que estaban con ellos, se miraron y sonrieron.
- «Al parecer, todo está bien… llegaron sin problemas. La señorita Belldandy es muy buena en esto…» –dijo Dende mirando por el borde de la plataforma. Gracias a las enseñanzas de Belldandy, ya no tenía problemas para observar a la gente de esa manera, como lo hicieran los antiguos Kamisamas.
- «Ahora ruega por que no pase nada, enano… Con esas hermanas que tiene, nunca se sabe lo que puede pasar…» –dijo Piccoro apareciendo a su lado.
- «¿Por qué lo dice?… Hasta ahora no han tenido problemas…»
- «Tú lo dijiste, HASTA AHORA… pero si se llegan a encontrar con Vegeta, las cosas se pueden complicar, sobre todo con esa bruja… no quiero imaginar lo que hará…»
- «Vamos, señor Piccoro… ¿No le parece que está exagerando?… La señorita Urd es… bueno, algo especial, pero para eso está la señorita Belldandy… Todo estará bien…»
- «Eso espero…» –pensó–: «Sólo espero que Vegeta no sospeche demasiado de esas muchachas… podría darse cuenta de que no son normales…»
Al Bulma le habían simpatizado mucho las amigas de Gohan, eran lindas, educadas, toda una rareza en el mundo en donde vivían. Belldandy era una chica dulce y amable; Urd era algo excéntrica y liberal y la pequeña Skuld, le recordaba mucho a ella cuando era niña, toda una amante de las máquinas. En esos momentos, las había dejado para ir a ver a Trunks, que seguía enfermo…
- «¡¡¡Buaaaaa!!!» –lloraba Trunks por la fiebre. Bulma trataba de darle la medicina que había traído Gohan de su casa, pero el pequeño no la quería tomar…
- «Oh, mi bebé… pobrecito, no sé qué hacer para ayudarte. Aún con las medicinas del médico, no veo ninguna mejoría en ti…» – decía Bulma.
- «¿Pasa algo, señora Bulma?» –apareció Belldandy por la puerta–. «Ya le traje lo que me pidió…»
- «Sí, muchas gracias, Belldandy… Y ya te dije que no me digas señora, sólo llámame Bulma…»
- «Como usted diga, Bulma… ¿Es su bebé?»
- «Sí, su nombre es Trunks… Estoy preocupada porque la fiebre no le baja y ya lleva varios días así…»
- «Eso no es normal, sobre todo para un niño tan pequeño…»
- «Es verdad, creo que voy a tener que llevarlo al médico nuevamente… Oh, rayos, olvidé la medicina que me mandó Milk… Iré por ella. ¿Podrías cuidarlo por un momento, Belldandy?…»
- «Por supuesto, vaya tranquila…» –Una vez que Bulma salió, la diosa se inclinó sobre la cuna–. «Pequeño Trunks, eres un niño hermoso y por lo que Gohan nos contó, serás muy poderoso en el futuro…»
- «¡¡¡Buaaaa!!!… ¿aaahh?» –detuvo su llanto al ver a Belldandy y sonrió débilmente.
- «Ya lo sabes, ¿verdad?… Imagina que soy tu ángel de la guarda…» –la marca de la frente de Belldandy se iluminó y de su espalda emergieron unas alas brillantes. Trunks al ver eso, sonrió aún más…
- «Quiero que también le sonrías a tu mamá… Éste es un regalo de mi ángel Holy Bell y quedará entre ambos, sí?» – guiñó un ojo y puso su mano en su frente de donde emergió una pequeña esfera brillante. Al cabo de unos segundos, sonrió y la diosa del presente regresó a la normalidad, justo cuando Bulma regresaba…
- «Ya volví… pero… ¿qué pasó?» –dijo perpleja al ver a su bebé sonriendo feliz y sano en brazos de Belldandy.
- «Trunks ya se recuperó… la fiebre ha cesado…» –sonrió. Bulma lo cargó y no lo podía creer. Dos días luchando contra la fiebre y se esfumó en un instante…
- «E-es increíble… no puedo decir que… es un milagro… ¡oh, Trunks!… Ya estás bien, ¡qué felicidad!» –Belldandy sonrió y Bulma, al verla, también. Sin embargo, una figura las había estado observando desde la puerta, la cual se retiró rápidamente poco después…
En el laboratorio…
Skuld revisaba todas y cada una de las máquinas con curiosidad. Sin poder soportar más, se sentó en un computador encendido y revisó la información aprovechando la ausencia del Sr.Briefs. Gohan la acompañaba…
- «No deberías hacer eso, Skuld… Si nos pillan, estaremos en problemas…» –dijo Gohan. Skuld, sin voltear a verlo, continuó con su trabajo…
- «No voy a sabotear, si eso es lo que piensas, Gohan… Sólo quiero obtener algo de información para poder analizar el espejo de lo sueños, ¿no lo ves?»
- «Ya lo sé, pero…»
- «Mira… ¡tú fuiste el de la idea!… Bien podíamos haberle dicho la verdad a tu amiga de que en realidad somos diosas y que estamos varadas en este mundo… ¿Es eso lo que quieres?»
- «Ya te dije que no es buena idea… causaría un desastre…»
- «¿Qué causaría un desastre?» –dijo una voz a sus espaldas.
- «¡¡Urd, no me asustes así!!» –chilló Skuld.
- «Gohan, tú mismo me dijiste que ese tal Vegeta es un saiyajin como tú… Así que él debe haber visto seres como nosotras con poderes mágicos… No creo que le importe demasiado saberlo, ¿no lo crees?» –dijo Urd, adivinando los pensamientos del niño.
- «Exacto, es lo mismo que yo le digo… A mi parecer, se está comportando como un tonto… ¡AJÁ!… Este artefacto se ve interesante… A ver cómo le copio los datos…»
- «Ustedes dos son muy aburridos, mejor daré una vuelta por allí… y tal vez me encuentre con ese hombre tan guapo…» –y sin decir nada más, salió. Gohan la miró, pero sabía que cualquier cosa que dijera no la haría cambiar de opinión.
- «Creo que iré a ver cómo está Trunks… Nos vemos más tarde, Skuld» –dijo saliendo del laboratorio.
Urd caminaba por los corredores sin saber qué hacer, aunque tenía unas ganas enormes se usar su magia. En eso, unos ruidos llamaron su atención, al parecer alguien estaba discutiendo. Usando su magia, tomó la forma de mini-goddess y flotando se acercó…
- «¡¿Es que tienes que ser así siempre, Vegeta?!» –decía Bulma enojada. Vegeta la miraba apoyado en la pared (para los curiosos, ya estaba con su ropa de siempre).
- «No me molestes, mujer… sólo te estoy dando mi punto de vista…»
- «Y me parece que estás siendo muy injusto… Me he estado desvelando casi DOS NOCHES cuidando que Trunks no se muera y trabajando en mi invento… y tú bien, gracias, no me ayudaste en lo absoluto… ¡¡¿¿Qué clase de padre eres??!!»
- «Ya te dije que estaba ocupado… recién regresé hoy de mi entrenamiento en las montañas, ¡¿con qué tiempo iba a ayudarte?!… Además, por lo que me cuentas, el niño ya está bien…»
- «Sí, gracias a Dios… ¡¡¿¿pero eso no te quita tu responsabilidad, me oyes??!!» –dijo cada vez más enojada.
- «Por cierto… esas nuevas amigas de Gohan…» –Al escuchar esto ultimo, Urd aguzó el oído…
- «No sé qué tienen que ver ellas en esta conversación, Vegeta… ¡¡Estás cambiando el tema a propósito!!»
- «¿No te parece que es muy extraño?… Gohan aparece con tres chicas y cosas raras comienzan a suceder en la casa… Primero, los planos de tu invento terminados por esa niña de 14 años según pude escuchar de tu padre… y ustedes que son unos genios, no pudieron hacerlo hasta ese momento… Segundo, Trunks se cura milagrosamente al dejarlo sólo con una de ellas… y tercero…»
- «Vegeta, creo que mi paciencia está llegando al límite… ¡¡Me importan un soberado rábano tus suposiciones y lo único que veo en ti es a un mono irresponsable!!… ¡¡¡UN IRRESPONSABLE!!!» –y dando media vuelta, se fue echando humo.
- «Cielos, cielos… pues vaya que no es un gran padre, me gustaría poder ayudar a Bulma… ha sido tan buena con nosotras… uhm…» –Miró a Vegeta, que acababa de dar un puñetazo contra la pared para luego irse rumbo a la sala–. «Es un hombre muy difícil, pero creo que con algo de ayuda de la hermosa diosa del amor… lo convertiré en otra persona… jeje»
Urd volvió a su estado original, se acomodó los cabellos e hizo como que aparecía por el corredor…
- «Hola, nos volvemos a encontrar, Vegeta… puedo llamarte Vegeta, ¿no?» –guiñó un ojo.
- «No» –Vegeta la miró con total desinterés e hizo ademán de irse.
- «Espera, me gustaría conversar un poco contigo… saiyajin…» –al decir esto último, Vegeta se detuvo y dijo:
- «¿Cómo sabes que soy un saiyajin?»
- «Escuché por allí de ustedes, es todo… Además, yo no creo que haya sido ese mentiroso de Mr.Satán el que venció a ese androide…» –lo miró de reojo. Vegeta la miró y sonrió con ironía…
- «Se ve que estás muy enterada de todo, muchacha… ¿Y qué es lo que quieres decirme?»
- «Que yo podría tener la llave para que te volvieras un guerrero más fuerte…» –dijo dándose aires de importancia.
- «¿Ah, sí?… ¿Y por qué debería confiar en ti?… Apenas si te conozco, pero tengo la sospecha de que ustedes no son quienes dicen ser…»
- «¿Eh?… ¿Por qué lo dices?»
- «Hay muchos detalles que me llaman la atención de ustedes…»
- «Sí… ya sabemos que somos muy hermosas…» –sonrió.
- «Eso no tiene nada que ver con lo que pienso…» –se acercó a ella. Urd quedó pegada contra la pared… – «Su apariencia es bastante peculiar y además… Ustedes no emiten ningún tipo de ki…»
- «Argg… este sujeto es muy listo…» –Luego dijo–: «Ki?^^U… ¿Y eso que es?»
- «¿No lo sabes?… ¿Segura?» –frunció más el ceño.
- «Hola, ¿interrumpo algo?» –dijo Belldandy sosteniendo una fuente con tazas de té.
- «No, para nada, Belldandy… Sólo estaba conversando con Vegeta…»
- «¿Como está, señor Vegeta?… ¿Gusta un poco de té?» –dijo, encantadora como siempre.
- «Mierda… ¿¿qué diablos tiene esta chica??… ¿¿Por qué no puedo enojarme en frente de ella??» –pensaba nervioso a la vez que negaba.
- «Bueno, estaré con Trunks por si me necesitas, Urd… Le dije a Bulma que lo cuidaría en tanto Skuld acaba con su trabajo… Buenas tardes…» –y se alejó tranquilamente. Una vez que se fue, Vegeta salió del aparente trance…
- «No sé qué estarás pensando ni a qué viene este interrogatorio… ¿Y por qué no le hiciste las mismas preguntas a mi hermana, eh?»
- «No tengo por qué… Ella… ¡¡ESO NO TE IMPORTA!!» –se puso nervioso.
- «De acuerdo, no te enfades… Sólo quiero ayudarte a ser más fuerte»
- «¿Tú?… ¿Y cómo?… ¿Acaso eres hechicera o algo por el estilo?» –dijo con ironía.
- «Tal vez… digamos que soy… química y me gustan las investigaciones, sobre todo con ratas de laboratorio…»
- «¡¡¿¿Me estás comparando con una rata??!!» –dijo enfadándose.
- «Shhhh, escucha… no lo tomes al pie de la letra… En mis experimentos he desarrollado una poción que puede aumentar la fuerza del que la ingiere hasta tres veces…» –Le mostró un pequeño frasco con un extraño líquido rosado–. «Y te lo digo porque las ratas casi destruyen mi laboratorio…»
- «¿Y por qué ese interés?… Y justamente conmigo… Algo me dice que todo esto no es cierto…» –frunció el ceño.
- «Bueno, si no quieres, no puedo obligarte a tomarla… Tal vez Gohan sí quiera hacerlo, de todas maneras él también es MUY fuerte…»
- «¿¿Gohan??» –dijo Vegeta frunciendo el ceño aún más.
- «A éste lo trabajo con psicología, je…» –pensó, y luego dijo–: «Según tengo entendido, él también es un saiyajin… Bueno, qué remedio, pero si te animas, te lo dejaré aquí en la mesa… Nos vemos… ja ne…» –Y desapareció por la puerta. Vegeta apretó los dientes de cólera…
- «Esa idiota… ¡¡Cómo se atreve a compararme con el hijo de Kakarotto!!… Pero estoy seguro que sólo lo dijo para molestarme la paciencia… Bah, no le haré caso…» –y se fue rumbo a la cocina.
En el laboratorio…
- «Este mecanismo es muy complicado de esta manera, pero si conecta estos cables así e invierte las polaridades, hará menos ruido al encenderlo…» –dijo Skuld señalando unas flechas en un plano.
- «Vaya, eres una niña muy lista, Skuld… jamás me imaginé que una personita de tu edad pudiera tener tu inteligencia… eres incluso más lista que Bulma a tu edad…»
- «Jeje… no es para tanto, señor… Es que mi pasión es la mecánica…»
- «Ya lo veo… Lo que dice mi papá es verdad, Skuld… eres muy hábil…» –dijo Bulma.
- «Bueno, ¿les gustaría que les ayudara en algo más?… Adoro los laboratorios…»
- «Creo que sí, pequeña… ven conmigo…» –y ambos se fueron a ver otros artefactos. Bulma se quedó pensativa. Aún estaba enfadada con Vegeta, pero sus palabras regresaron a su memoria…
«¿No te parece que es muy extraño?… Gohan aparece con tres chicas y cosas raras comienzan a suceder en la casa… Primero, los planos de tu invento terminados por esa niña de 14 años… y ustedes que son unos GENIOS, no pudieron hacerlo hasta ese momento…»
- «No, no… Creo que me estoy dejando llevar… debe tratarse de una coincidencia… Pero Skuld… es muy hábil… ¡Rayos, creo que me voy contagiando de la manera de ser de Vegeta!… Bueno, será mejor que me de prisa, Milk no debe tardar en venir…» –y alejando esos pensamientos, fue con Skuld.
De vuelta a la sala…
Después de arrasar con media existencia de alimentos del refrigerador, Vegeta regresó a la sala con la intensión de descansar y su vista se posó en ese ridículo frasquito que le dejó Urd. Sus palabras regresaron a su mente… ser más fuerte… más fuerte…
Vegeta se golpeó la frente, se estaba volviendo loco, pero… ¿qué tal si resultaba ser verdad?… Gohan no sólo se volvería más fuerte, sino que lo ridiculizaría delante de todos… Ese maldito hijo de Kakarotto, ¡¡¿¿por qué tenía que ser tan fuerte??!! Miró de nuevo el frasquito y tomándolo lo observó con detenimiento. Parecía inofensivo… ¿qué podría perder si lo hacía? Lo que sí estaba seguro era que esa muchacha loca no iba a envenenarlo. Decidido, se puso de pie y rompiendo el frasquito se lo bebió de un golpe. Nada sucedió, pero en eso el rostro de Vegeta se puso azul como su traje y se desplomó al suelo.
Detrás de un jarrón de la sala, una pequeñita Urd (al lado de un ratón salido quién sabe dónde ^^), sonreía victoriosa…
- «¡¡Ja, ja… estupendo!!… Lo que te bebiste, mi guapo amigo, era una potente POCIÓN DE AMOR. Eso quiere decir que la primera mujer que veas, será el AMOR de tu vida… Bulma me agradecerá eternamente por esto… ¡¡Otro triunfo para la gran Urd, la diosa del pasado y del amor!!»
En la planta alta, habitación de Trunks…
- «Se ve que te quiere mucho, Belldandy…» –decía Gohan al ver a Trunks feliz en los brazos de la diosa.
- «Sí, los niños pequeños tienen la gran habilidad para sentir la diferencia entre un humano normal y un ser espiritual… igual que los gatos. Trunks sabe instintivamente que soy una diosa ^_^» –sonrió y Trunks tocó juguetonamente sus cabellos.
- «Ya veo… Dime, tú lo curaste, ¿cierto?»
- «Sí ^^… una carita tan tierna se afea mucho con el llanto…»
- «Entonces… ¿tú tienes el poder para curar enfermedades naturales, es decir, no provocadas?»
- «Es una de mis habilidades… No importa qué tipo de enfermedades sea, podré curarla…»
- «Ojala hubieras estado en el futuro de Mirai Trunks para curar a mi padre… las cosas hubieran sido tan distintas…» –pensó. Belldandy dejó a Trunks en su cuna y dijo:
- «Tal vez… pero nosotras no escogimos venir aquí… Eso hubiera sucedido muy probablemente en otra realidad y otro tiempo…» –contestó sonriendo.
- «¿¿Tú… leíste mi mente??»
- «Habilidad de diosa… ^_-» –sonrió nuevamente.
Regresando con Vegeta…
<Toc…toc…toc…>
- «Están llamando a la puerta… ¿Quién demonios será?» –dijo sin moverse del suelo.
<Toc…toc…toc…>
- «Otra vez… no creo que sea Bulma, ella está en el laboratorio… De seguro mi suegra debe haberse olvidado de nuevo la contraseña de entrada… Estúpida mujer…»
<TOC…TOC…TOC…>
- «¡¡ME LLEVA!!… ¡¡YA VOY… YA VOY!!» –Se levantó de mala gana y abrió la puerta encontrándose cara a cara con Milk, la esposa de su rival. Ella se asustó un poco al verlo, pero manteniendo su postura, dijo:
- «¿Cómo estás Vegeta?» –A ella todavía no le simpatizaba del todo Vegeta, así que saludó en un tono frío– «Vengo a ver a Bulma…»
- «……» –Vegeta la miraba como hipnotizado.
- «¿Puedo pasar?» –Vegeta le cedió el paso sin dejar de mirarla como un idiota–. «Por favor, ¿podrías decirme donde está?»
- «…es… es la esposa de Kakarotto…» –pensó, pero por una extraña razón, de su garganta no salía ni una sílaba.
- «Oye, te estoy hablando, vaya… ¡¡Qué grosero!!… Bueno… la buscaré yo misma…» –Ya estaba yéndose cuando Vegeta le cerró el paso.
- «Eres hermosa… no me había dando cuenta de eso…» –dijo con mirada perdida, en tanto en su cabeza se escuchaba otra voz– «¡¡¡¿¿¿Qué fue lo que dije???!!!»
Urd, todavía reducida de tamaño, observaba con espanto la escena sin saber qué hacer (¿¿todavía sigue allí ese ratón??)…
- «¡¡Ay, no!!… Creo que metí la pata… ¡¡Qué pérdida de tiempo, mejor me voy!!» –Y desapareció con una pequeña explosión. Milk, sin embargo, se había quedado helada luego de escuchar a Vegeta…
- «¿Q-qué… qué fue lo que dijiste, Vegeta?» –dijo poniéndose nerviosa.
- «Que eres la criatura más bella que he visto… Kakarotto ha sido un ciego para no idolatrar tu belleza y dejarse matar tan estúpidamente…» –Se acercó a ella aún más a la vez que su voz resonó en su cabeza– «¡¡¿¿PERO QUÉ DIABLOS ESTOY DICIENDO??!!… ¡¡¡ESTO ES ABSURDO!!!»
- «O-oye… déjate de bromas, Vegeta… ¿¿Sabes lo que estás diciendo??» –dijo Milk cada vez más nerviosa.
- «No sueño con otra cosa que tenerte en mis brazos, hermosa Milk… y te lo puedo demostrar ahora mismo…» <voz en la mente>: ¡¡Esa bruja!!… ¡¡Fue ella!!… ¡¡¡Ya me las pagará en cuanto la encuentre y salga de esto!!!». –Hizo ademán de abrazarla, pero Milk lo empujó ya al borde de la histeria.
- «¡¡Aléjate de mí!!… ¡¡No te me acerques!!… Te recuerdo, Vegeta, que ya estás casado y con un hijo… ¡¿Qué clase de comportamiento es ése?! ¡¡¿¿ESTAS LOCO??!!»
- «Sólo sé que estoy enamorado de ti desde hace tiempo… yo sólo… sólo quiero sentir la suavidad de tu piel y el sabor de tus labios…<voz en la mente> ¡¡¡ARGGGG!!!… ¡¡¡NO, VOY A VOMITAR!!!» –Esto fue lo último que pudo soportar Milk.
- «¡¡¡AAAYYYY!!!… ¡¡¡BULMA, AUXILIO!!!… ¡¡¡VEGETA SE HA VUELTO LOCO!!!» –gritó tratando de quitárselo de encima. Sin embargo, sus gritos habían llamado la atención…
- «No servirá de nada que grites… no saldrás de aquí hasta que seas mía… <voz en la mente>… ¡¡¡Si Bulma me ve en esta situación, estaré muerto!!!… ¡¡¡AY, DE MÍ!!!«
- «Aléjate de mí… ¡¡¡¡¡¡BULMA!!!!!!… ¡¡¡AYÚDAME!!!» –Al ver que no se soltaba, Milk lo abofeteó–. «Estás totalmente demente… ¡¡¡TÚ TIENES UNA ESPOSA… TIENES A BULMA!!!» –Vegeta la miró de una manera estúpida.
- «¿Bulma?… te equivocas… Tú eres la mujer de mi vida… <voz en la mente> Esto ya fue lo último… ¡¡¡VOY A MATAR A GOHAN!»
<¡¡¡CRAASSHHHH!!!>
Ambos voltearon y vieron a Bulma, que había dejado caer un frasco ante la escena que tenía en frente. Su mejor amiga y su marido en una posición bastante comprometedora… ¡¡¡Y EN SU CASA!!!. Bulma sentía que se le quebraba la voz…
- «Podías haber tenido algo de dignidad e irte a otro sitio por lo menos… y respetar mi casa…» –dijo con lágrimas.
- «¡¡Bulma!!… No es lo que parece… Por favor, créeme…» –dijo Milk empujando a Vegeta que se había quedado petrificado…
- «Bulma, por favor… es un error… ¡¡¡POR QUÉ MIERDA NO PUEDO HABLAR!!!» –pensaba desesperado Vegeta tratando de que salieran las palabras de su boca, pero no podía.
- «¡¿Por el Lord, que fueron esos gritos?!» –dijo Belldandy apareciendo de repente con Gohan, justo al mismo tiempo que Skuld. Gohan no lo podía creer…
- «¿¿Mamá??… ¡¿Pero qué pasó aqui?!» –dijo sin comprender, pero al ver el rostro de Bulma, dedujo qué pasaba…
- «Ya no quiero saber nada más de ti… ¡¡¡TE ODIO!!!» –y salió corriendo por la puerta.
- «¡¡Señora Bulma!!» –dijo Belldandy.
- «¡¡Hijo!!… ¡¡Vegeta se ha vuelto loco!!… ¡¡¡Por favor, no dejes que se me acerque!!!» –corrió al lado de su hijo.
Gohan miró a Vegeta, pero éste seguía inmóvil, hasta que llevándose las manos a la cabeza lanzó un potente grito, convirtiéndose en SSJ.
- «¡¡¡YA BASTA!!!… ¡¡¡¡¡¡AAAAAHHHHHHHHH!!!!!!» –soltó parte de su poder haciendo que la sala se convirtiera en un pandemonium, con cosas volando de un lado a otro. Las diosas trataban de protegerse como podían…
- «¡¡¡Pero… qué clase de poder es éste!!!… ¡¡¡Es impresionante!!!» –gritaba Skuld. Gohan miraba preocupado la destrucción de la corporación…
- «Tengo que… detener a Vegeta, o si no, nos destruirá a todos…» –y convirtiéndose también en SSJ, saltó agarrando a Vegeta por la espalda para inmovilizarlo y al combinarse ambos kies se hicieron más fuertes. Belldandy, en cambio, los miraba sin sorprenderse demasiado…
- «¡¡SKULD!!» –la miró y su hermana asintió.
- «¡¡¡MUY BIEN!!!…» –hizo aparecer su mazo y saltó hacia ellos–. «¡¡¡DEJA A GOHAN, ENANO PELOPINCHO!!!»
<¡¡¡¡¡¡POOOOUUUWWWW!!!!!!>
Vegeta cayó desmayado por el golpe de Skuld y sus cabellos rubios pasaron nuevamente a negros @_@. Gohan. regresando a la normalidad. la miró estuperfacto…
- «Pero… cómo… pudiste… no lo puedo creer…» –dijo mirando al desmayado Vegeta. Skuld sonrió…
- «Somos más poderosas de lo que crees, niño… Mi mazo tiene propiedades mágicas y su fuerza de impacto puede aumentar cientos de veces si me lo propongo, ¡ja!»
- «Ahora sí te creo… No cualquiera puede tumbar a Vegeta…»
- «¡¡¡¡AAAAYYYY!!!!… ¡¡¿¿Quién mierda me pegó??!!» –dijo Vegeta despertando y tocándose el sangrante chichón que tenía en la frente. Al instante, parpadeó–. «¡¡¡POR FIN!!!… ¡¡¡YA PUEDO HABLAR!!!»
- «¿Hablar?… ¿A qué se refiere, señor Vegeta?» –dijo Gohan. El saiya se puso de pie y clavó sus ojos en el niño.
- «¡¡¡TÚ!!!… Maldito, miserable sabandija… tú las trajiste… ¡¡¡TE VOY A DESTROZAR!!!» –y se abalanzó sobre el pobre Gohan que no pudo hacer otra cosa más que huir por el corredor.
- «¡¡¡QUÉ LE PASA, SEÑOR VEGETA!!!… ¡¡¡NO FUE MI CULPA!!!» –gritaba sin dejar de correr.
- «¡¡¡YA VERÁS CUANDO TE ATRAPE, INSECTO!!!… ¡¡¡NO TE DEJARÉ NI UN HUESO ENTERO POR LA PAYASADA QUE ME ACABAS DE HACER!!!… ¡¡¡NO HUYAS!!!» –lo perseguía y Milk los venía siguiendo escoba en mano.
- «¡¡¡NO TE ATREVAS A TOCAR A MI HIJO, VEGETA!!!» –gritaba.
Belldandy y Skuld se quedaron solas sin saber qué hacer. Belldandy observaba desconcertada todo el desastre de la casa cuando sus ojos apuntaron a un pequeño frasquito que la diosa reconoció de inmediato…
- «Hermana, ¿puedes explicarme qué ha pasado aquí?… ¡¡¡Esto parece una casa de locos, por el Lord!!!» – dijo Skuld en lo que Belldandy tomaba el frasquito…
- «Será mejor que vayas tras ellos, Skuld… si no, podrían causar más desastres… Yo me quedaré aquí…»
- «Como digas… ¡¡¡OIGAN, PANDILLA DE LOCOS!!!… ¡¡¡DETÉNGANSE!!!» –y elevándose, cambió sus ropas por las de diosa con un destello y fue tras ellos. Belldandy se puso de pie en medio de la sala y dijo con voz potente…
- «¡¡¡URD!!!… ¡¡¡SÉ QUE ESTÁS AQUÍ!!!… ¡¡¡APARECE EN ESTE INSTANTE!!!» –Al no escuchar nada, volvió a hablar–: «Bueno, si no quieres aparecer… tengo maneras de hacerte aparecer a la fuerza y las conoces muy bien… Como quieras… a la una… a las dos…»
- «¡¡Espera, espera!!… No es para que te lo tomes tan a pecho, hermanita…» –Apareció Urd con un estallido flotando en medio de la sala y había cambiado sus ropas que traía por las de diosa…
- «¿¿¿Tomármelo a pecho???… ¡¡¡Urd, casi causas un desastre nuclear aquí!!!… ¡¡¡EN QUÉ ESTABAS PENSADO!!!»
- «Uhm… a qué te refieres?» –dijo haciéndose la inocente ante el creciente enfado de Belldandy.
Bulma caminaba con el ánimo destrozado después de lo que había visto. Milk y Vegeta… ¿¿¿JUNTOS??? Eso era algo imposible de creer, pero las evidencias hablaban por sí solas. En eso, un súbito escándalo llamó su atención y al llegar a la intersección del corredor vio algo insólito…
- «¡¡¡NO FUE MI CULPA!!!» –pasó Gohan corriendo.
- «¡¡¡ACABARÉ CONTIGO, ENANO!!!» –Vegeta lo seguía.
- «¡¡¡NO LO TOQUES!!!» –Milk con una escoba.
- «¡¡¡VUELVAN AQUÍ!!!» –venía Skuld volando mazo en mano y desapareció tras ellos. Bulma parpadeó…
- «¿Qué diablos estará pasando?… Será mejor que regrese a la sala… Puede que Vegeta tenga razón y estén pasando cosas raras aquí…» (qué lenta, ¿¿recién te das cuenta??)
En la sala…
- «…por eso fue que lo hice, hermanita querida…» –terminó Urd su explicación–. «Me disgustó la manera como Vegeta trataba a Bulma y pensé que si le daba una poción de amor se amarían eternamente…» –dijo ceremoniosamente.
- «Pues eso estuvo muy mal, Urd… Causaste más líos de lo que querías arreglar. Tú no puedes meterte en la vida de las personas así como así… Tal vez tu intensión no era mala, pero el amor no nace de una simple poción, sino del amor de una pareja… que no siempre es de color de rosa o como en los cuentos de hadas…» –dijo más tranquila. Su hermana era buena, pero bastante atolondrada en algunas ocasiones.
- «Pero no puedes acusarme por ser malintencionada… aunque estoy sorprendida de los efectos de mis pociones…» –dijo Urd sentándose en el aire.
- «Bueno, lo que debemos hacer es darles una buena explicación a todos… empezando por usted, señora Bulma» –dijo mirando hacia la puerta. Bulma estaba oculta al lado de la puerta desde hacía unos momentos…
- «¿Como supiste que estaba aquí?… ¿También pueden sentir el ki de las personas?» –dijo un tanto insegura y temerosa.
- «No exactamente su ki, pero sí su aura… es muy notoria… No tema, Bulma… no le haremos nada… ^_^» –sonrió Belldandy.
- «¿Quiénes son ustedes realmente?…» –dijo con las manos en la cintura.
Belldandy miró a su hermana y asintiendo cruzó sus manos sobre su pecho y con un resplandor sus ropas desaparecieron y empezó a vestirse con su atuendo celestial. Urd bajó a su lado…
- «Somos diosas, Bulma… venimos de otro mundo… Yo soy Belldandy, diosa de primera clase, segunda categoría, licencia ilimitada y domino el presente… a su servicio…» –sonrió.
Al ver esto, Bulma se desmayó. Belldandy miró a Urd y ésta se encogió de hombros.
En el cielo del Midgard, que es el lugar de donde provienen nuestras diosas, todo parecía estar tranquilo… pero ésa era una apariencia engañosa, ya que por la ausencia de las diosas todo se había vuelto de cabeza. Y el que más sufría por todo era el delicado sistema Yggdrasil, liderado por una supercomputadora, cuya función es mantener la estabilidad en el mundo. Muy cerca del Yggdrasil, un espejo se iluminó dejando pasar una figura oscura…
- «Perfecto… nadie se percató de mi presencia, fue demasiado fácil» –dijo Mara flotando hacia la computadora– «No sé por qué me molesto en hacerle estos encargos a Peorth… Creo que tendré que cobrar más por mis servicios…»
Al llegar a la supercomputadora, notó que estaba en pésimo estado, ya que habían numerosas grietas en los cristales del sistema por donde emergían chispas rojas y de cuando en cuando algún solitario bug. Llegó hasta el núcleo de la computadora, a la que examinó sin interés…
- «Bah… todo está que se cae a pedazos. Sin ellas aquí, este lugar no durará mucho… ¿qué es esto?» –observó una inscripción en el panel de control de la computadora.
En eso, Mara sintió como si una extraña fuerza la incitara a tocar esa inscripción y no podía resistirse. De pronto, unas lenguas rojas salieron de la inscripción y la envolvieron. Ella trató de emitir un grito, pero fue ahogado rápidamente por las lenguas rojas que se le metieron por la boca y cayó desmayada al suelo. Algunos bugs curiosos se le acercaron y al cabo de unos momentos Mara se puso de pie. Su mirada era diferente… más malévola y cruel que antes. Sus pupilas se rasgaron como un gato y sonrió.
¿Quién es Mara y que pasó en el Yggdrasil?… ¿Podrán las diosas arreglar sus problemas antes de que suceda algo más? ¿Cual es el temor de Belldandy?… Muchas cosas se aclararán en el siguiente episodio… Nos vemos…
Nota de la escritora: Disculpen antes que nada por demorarme con este fanfic y por lo largo de los capítulos. Se que es tedioso de leer, pero es la única manera de ajustarlo en pocos capítulos, si no, me saldría muy largo =P
Como comentario, estos últimos días estuve mirando la serie «Mini goddess» y bueno, muchas de las situaciones ridículas y absurdas se me ocurrieron gracias a ello. Bueno… nos veremos pronto… ^_^