Las Esferas del Dragón

Protagonistas: Goku, Bulma, Roshi, Ulon, Yamcha, Puar

Esta historia se inicia en un abandonado paraje cerca de la montaña Paozu. Bulma se ha dirigido hacia allí en busca de una Esfera del Dragón, ayudada con un radar que ella misma construyó. Pronto se encuentra con un niño con cola llamado Goku, que tiene en su poder la esfera que Bulma buscaba, creyendo que dentro de ella se encontraba el espíritu de su abuelo.

Bulma le explica a Goku la leyenda de las esferas: son siete en total, y cuando se reúnen todas aparece Shenlon, el Gran Dragón Sagrado, que concederá cualquier deseo que se le pida. Bulma ya tiene dos esferas, más la de Goku serían tres, así que lo convence para que la acompañe en su búsqueda. El objetivo de Bulma es pedirle al dragón un buen novio.

Como primer percance, Goku debe rescatar a Bulma de las garras de un pterodáctilo que planeaba comérsela, y lo logra gracias a su báculo mágico (que le había dado su abuelo, muerto en extrañas circunstancias hace varios años)

Al poco tiempo de viaje, se encuentran con una Tortuga extraviada. Goku la ayuda a llegar al mar, y en recompensa, la Tortuga regresa al cabo de un rato con un viejo a sus espaldas, que se presenta como el maestro Roshi, que premia la buena acción de Goku regalándole una Nube Voladora. Además, el viejo posee otra esfera, y Bulma consigue que se la dé, luego de mostrarle su ropa interior, a petición del viejo (claro que no se dio cuenta de que no la traía puesta hasta después).

Al llegar a su siguiente objetivo, se encuentran con un pueblo que es aterrorizado por el temible monstruo Ulon, que posee la habilidad de cambiar de forma. Goku decide enfrentarse al monstruo, que no era más que un farsante, que asustaba a la gente con las formas horribles en que se transformaba. Resultó que Ulon era sólo un cerdito, que raptaba a las niñas del pueblo para que lo atendieran en su casa, pero ellas sólo se dedicaban a holgazanear. Bulma lo obliga a acompañarlos, pues podría aprovechar su talento para transformarse. Como premio por ayudar al pueblo, reciben otra esfera. ¡Sólo les faltan dos!

Para llegar a la siguiente esfera, deben atravesar un desierto. Bulma está tan cansada que se duerme, justo antes que apareciera Yamcha, un bandido del desierto, acompañado de su ayudante Puar. Yamcha les exige que le entreguen todo lo que poseen, pero por supuesto, Goku se le enfrenta. En medio de la pelea, Bulma despierta, y se enamora de Yamcha perdidamente. En cuanto la ve, queda paralizado, y Puar debe llevárselo. Resulta que Yamcha le tiene terror a las mujeres. Pronto se entera de las esferas del dragón, y decide seguirlos para robarles las esferas cuando las hayan reunido todas, y pedirle al dragón que lo libere de su fobia.

El grupo llega a su siguiente destino: Frypan, la montaña de fuego, donde habita el temible Gyuumaoh. Goku lucha contra el gigante, pero no le hace daño alguno. Entonces, Gyuumaoh reconoce el báculo mágico de Goku, que lo identifica como nieto de su antiguo compañero Son Gohan, y le pide a Goku que vaya en busca del maestro Roshi, para que lo ayude a apagar el fuego de su montaña, pues en la cima estaba su castillo. Camino a la casa de Roshi, Goku se encuentra con Chichi, la hija de Gyuumaoh, y llega con ella a casa del maestro. Roshi va personalmente con Gyuumaoh para ayudarlo, y los deja a todos sorprendidos al usar su legendario Kamehameha para apagar el fuego de la montaña (y de paso, destruye la montaña).

Buscando entre los escombros, Bulma encuentra otra esfera del dragón. Mientras, Goku intenta imitar la técnica del maestro, y lo logra al primer intento, aunque el resultado es muy débil. Sorprendido por el niño, y tras enterarse que es el nieto de su ex-discípulo, Roshi le ofrece entrenarlo en cuanto termine su búsqueda. Antes de partir, Goku acepta casarse con Chichi en el futuro, pensando que el matrimonio es una especie de comida.

En busca de la última esfera, el grupo debe enfrentarse a la banda del Jefe Conejo, quien convierte a Bulma en zanahoria, obligando a Yamcha a unírseles para salir exitosos. Prosiguen el viaje, esta vez todos juntos, aunque Yamcha está aterrado por la presencia de Bulma, que no pierde oportunidad para acercársele.

Llegan a la localización de la última esfera, que se encuentra en el interior de una imponente fortaleza, perteneciente a Pilaf, que busca adueñarse de las esferas para ser el amo de todo el mundo. Pilaf logra aprisionarlos en una de sus numerosas trampas, y les quita las esferas, invocando enseguida al Gran Dragón, pero cuando se dispone a pedir su deseo, Ulon logra adelantársele y pide uno primero (una prenda interior femenina). Después de conceder el deseo, el dragón desaparece y las esferas se esparcen por el mundo, donde permanecerán inactivas durante todo un año.

Furioso, Pilaf los encierra en una pequeña sala con el techo de cristal, para que mueran asados durante el día. Pero entonces, Goku observa la luna llena y se convierte en un simio gigante (Oozaru), perdiendo totalmente el control, y destroza por completo el castillo. Pilaf y sus ayudantes escapan aterrados. Puar se convierte en tijeras y logra cortarle la cola a Goku, que vuelve a la normalidad.

Terminada la aventura, Goku decide aceptar la invitación del maestro Roshi e irá a entrenar con él, mientras los demás regresan a la ciudad.